Estas fotos pertenecen al blog de Patri.

5 de enero de 2012

capitulo 5 /¿Estás enfadado?/

AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. Disfrutad!


Capitulo 5 <¿Estás enfadado?>


Abrí la puerta desilusionada,  Ángel no había caído en mis garras, quería ir despacio. demasiado despacio, definitivamente era una presa difícil, pero lo conseguiría, porque Ángel me encantaba, al entrar en casa vi a un tío que no conocía de nada en la cocina, le miré extrañada y él se giró al escuchar la puerta, iba en calzoncillos. Me quedé bloqueada. Aquello era un cuerpazo y lo demás eran tonterías.
-eeeh, hola- le dije desconcertada, pero él lo estaba aún más- ¿Que haces aquí?
Llevaba un vaso de zumo de naranja en la mano, iba a responderme pero Patricia apareció con la camisa de él puesta y en ropa interior y se abrazó a él.
-¿Y a ti quien te ha dado permiso para salir de mi cama?- le dio un dulce beso y él le hizo un gesto, dándole a entender que yo estaba allí. 
Patricia se dio la vuelta y me sonrió-Hola Ber- me saludó con la mano. 
Yo le saludé con la cabeza, cerré la puerta y cabizbaja pasé por delante de ellos y me encerré en  mi habitación. En cuanto se bebió el zumo de naranja, Patricia le echó de casa.


Mientras tanto yo estaba tumbada en la cama, no sabía porque, pero me había puesto a llorar como una tonta, de verdad estaba enamorada de aquel hombre, que como su propio nombre indicaba, era un Ángel, sentía que le necesitaba, quería sus caricias, sus abrazos, sus susurros al oído, estaba completamente enamorada de él y sólo he había visto dos veces, eso no lo había conseguido nadie en la vida.
Ni yo misma sabía a que venían esas lágrimas, apenas le conocía y ya le echaba de menos, pero estaba empapando la almohada, tenía un nudo en la garganta y sentía que quería llorar hasta deshidratarme.  Miraba mi móvil desesperadamente, esperando encontrar algún mensaje, pero me no me llegaba nada. Apoyé con fuerza mi cara en la almohada, porque estaba llorando a moco tendido y no quería hacer ruido con mis sollozos, si Patricia me escuchaba, estaba perdida. intenté dormir pero no podía, el sabor salado de las lágrimas llegó a mi boca, suspiré mirando al techo, me limpié las lágrimas y en ese momento, la mesilla vibró y la habitación se iluminó con la luz de mi móvil, el corazón me dio un vuelco y lo cogí rápidamente, cuando vi la hora me quedé  bloqueada, eran las cuatro de la mañana y el tiempo se me había pasado volando. Abrí el mensaje, la mano me temblaba.
"Bertita, perdona si es demasiado tarde, pero no puedo dormir pensando en ti, eres tan hermosa..."


No me lo podía creer, él tampoco podía dormir, no tardé en contestarle "Estaba despierta, yo tampoco puedo dormir, mañana no va a haber quien me levante de la cama"
De repente, dejé de llorar, aquel mensaje de Ángel me había sacado una sonrisa.
"¿De verdad estabas despierta? ¿Tu también pensabas en mi?" una amplia sonrisa se me dibujó en la cara, estaba claro con aquella conversación que la próxima vez que nos viésemos caería. Como dos adolescentes, estuvimos enviándonos mensajitos durante una hora, hasta que al final me dormí con un mensaje de buenas noches, relajada, con la esperanza de que a la próxima quedada sería mío.


Aquella mañana Patricia se fue temprano a la comisaría. Todo estaba relajado esa mañana y ella estaba sentada en una mesa, en la sala de descanso, tomándose un café. En ese momento llegó Dani a la máquina, ambos se miraron de reojo, no se veían desde lo que les había pasado. Dani se sacó su café y se puso a bebérselo delante de la máquina, procurando no mirar mucho a Patricia de reojo, sin embargo, esta no paraba de mirarle a él fijamente, mientras sujetaba el café con una mano.


El jefe entró en la sala y les llamó a los dos. Estos se miraron y se acercaron a él.
-Tenéis que salir a patrullar por la zona sur.
Mientras él hablaba, Dani y Patricia se miraban de reojo, seriamente.
Para su sorpresa, Dani preguntó- ¿Es necesario que vayamos juntos?
El jefe asintió- Ya sabe que para patrullar se requieren dos o mas personas- les miró a los dos- no se hable más, andando.
Dani empezó a andar hacia la salida, Patricia le siguió con las manos en los bolsillos. Fueron en silencio hasta el coche, una vez dentro ni se  miraron, él arrancó y entonces Patricia le miró.
-Dani- le dijo poniéndole una mano en la suya para que no avanzase con el coche- Dani ¿Estás enfadado?
Él negó mirando fijamente al frente.
-¿Y por qué estás así conmigo? ¿Por qué no me hablas?
Apretó con fuerza el volante y entonces la miró- No lo sé Patricia... actúo así sin pensar...
-Fue porque nos acostamos ¿Verdad?
Dani no le contestó, quitó el freno de mano y se incorporó al tráfico, dando a entender que se había terminado ese tema de conversación, tampoco podía decirle que la amaba con locura y que no soportaba no tenerla por siempre. El resto del camino estuvieron en silencio.


Dani aparcó el coche frente a un parque y Patricia vio a un tío acercarse a un niño, le pareció bastante extraño lo que estaba haciendo, miró a Dani y le señaló la escena.
-¿Que pasa?- le preguntó él sin enterarse de nada.
-Ese tío... que no le está dando precisamente caramelos al pequeño
Dani miró la escena sin ver nada fuera de lo normal.
-Salimos- ordenó ella sacando la pistola.
Él la miró extrañado- Pero... pero si no pasa nada.
Patricia abrió la puerta del coche con la pistola en la mano- menos mal que no eres así de despistado en la cama, que si no...- bromeó- sígueme- bajó del coche.
Dani se quedó dentro, mirándola atónito, flipando con lo que le acababa de decir y seguidamente bajó del coche y fue tras ella.


Patricia llegó por detrás del hombre y le llamó dándole unos golpecitos en el hombro, este se giró y al ver a Patricia se quedó helado y aún más cuando vio que le apuntó con una pistola.
-Cariño, vete con tu mamá- Le dijo al niño.
El hombre sonrió y la miró deseoso de arriba abajo- ¡Vaya, vaya con la policía! pero que belleza de mujer.
Patricia no dejaba de apuntarle con la pistola- ¡Cállate!- dijo en un tono muy sereno.
-¡Rubia, te metía de todo menos miedo!
En ese momento Dani llegó por atrás y también le apuntó con la pistola.
-¿Que dices que le vas a meter? -preguntó enfadado. El hombre se dio la vuelta y entonces dejó de vacilar al ver que la cosa se estaba poniendo seria y alzó los brazos.
-¿Que le estabas dando a ese niño, capullo?- preguntó Patricia.
El hombre tragó saliva- Nada, solo estaba hablando con él.
Patricia bajó la pistola y lo agarró de la camiseta, acercándoselo a ella- Ya, claro... y yo nací ayer. ¿Que coño le ofrecías a ese niño?
La respiración del hombre estaba alterada- Te estoy diciendo que nada.
Ella le miró fijamente, sin soltarle- ¡Te aseguro que tus huevos corren peligro, chaval!
El hombre sacó una bolsa de droga del bolsillo y la mostró. Patricia se la quitó bruscamente de las manos y le miro con asco- Así que nada ¿No?


En ese momento, el hombre empezó a correr, huyendo. Dani se quedó bloqueado, Patricia le miró- ¡Que se escapa, joder, corre a por él!- le gritó enfadada.
Al escuchar esto, Dani aún seguía bloqueado, así que Patricia empezó a correr con todas sus fuerzas tras aquel capullo- Mira que lo tenga que hacer yo todo, este tío es idiota- se decía a ella misma mientras corría.
Al final, le dio alcance, se abalanzó sobre él y lo tiró al suelo, inmovilizándolo para que no pudiera moverse y le puso las esposas, a los pocos segundos llegó Dani.
-¿Lo tienes?
Patricia le miró con rabia- Sí, muchas gracias por tu ayuda- dijo irónicamente- ocúpate de él, voy a buscar al niño- se guardó la pistola. Y revisó el parque en busca del pequeño. Lo vio sentado en un banco, solitario y cabizbajo, y fue a sentarse con él.  El niño la miró con miedo y Patricia le rodeó con su brazo.
-Tranquilo bonito- le dijo con una encantadora voz.
-Ese señor es malo- señaló al hombre que estaba esposado y aún tirado en el suelo.
Patricia asintió- ¿Me quieres decir lo que te ha dicho?
El niño pensó la respuesta antes de contestar y después la miró a los ojos, el miedo se veía en su rostro- Quería darme unos dulces de una bolsa, decía que eran para ser fuerte como los superheroes.
Ella asintió escuchando con antención al niño.
-También me ha dicho que tenía un pajarito dentro del pantalón, y que tenía que verlo.
Patricia resopló al escuchar aquello y se levantó del banco- ¡Genial, un pederasta!- dijo con ironía- ¿Algo más?
-Me ha dicho que tenía que ir a su casa que allí tenía muchos más dulce y que me enseñaba allí al pajarito porque si no se escapaba.
Patricia asintió- Muy bien guapo- le acarició cariñosamente la cabeza- ve a jugar con tus amigos y no le hagas caso a hombres como ese ¿Vale?
El niño se fue corriendo.


Patricia se acercó al hombre y le pegó una patada, Dani no le había levanado del suelo aún.
-¿Que pensabas hacerle a ese niño, cabrón?
-Yo no iba a hacerle nada.
Ella asintió mirándole desde arriba- ¿Sabes que a mi no me gustan los pajaritos?
Dani la miró extrañado, sin entender nada.
-Yo... a los pajaritos... los estrujo- tras decir esto le pegó un pisotón en sus partes débiles. El hombre gritó y se retorció de dolor, al igual que Dani que solo de observar la escena le dolía.
Patricia encendió el walkie talkie y pidió un coche para que se llevaran a aquel pederasta.


Cuando se lo llevaron, Patricia y Dani volvieron al coche, al sentarse ella sonrió, orgullosa con lo que había hecho. Dani la miró también sonriente y alucinando al pensar como se había dado cuenta tan rápido de que las cosas no iban bien y que él ni se había enterado.
-Enhorabuena- le dijo sin dejar de mirarla.
-Gracias
-La verdad es que has estado rápida en darte cuenta de que ese tío era un capullo
Patricia miró al frente sonriendo.
-Eres una policía estupenda- hizo una pausa- aunque ese pisotón ahí abajo sobraba.
Ella soltó una carcajada y frunció los labios.
-Pero bueno, a pesar de eso, me has encantado.
Ambos se miraron fijamente en ese momento.
-Igual que me encantas tu a mi- le dijo acercándose a su boca, hasta acabar besando sus labios, él se dejó llevar y terminaron por darse un fogoso y acalorado beso dentro de aquel coche patrulla.


continuará...

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