Estas fotos pertenecen al blog de Patri.

2 de enero de 2012

capitulo 2 /Primera cita/

AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. Disfrutad!

Capitulo 2 <Primera cita>

Esa mañana me levanté temprano y preparé el desayuno para las dos, sinceramente, Patricia no se lo merecía, pero yo era demasiado buena. Encendí la radio para estar entretenida mientras tanto. Una sonrisa de tonta se me dibujaba en la boca de vez en cuando y eso sólo me pasaba cuando me acordaba de él. Hacía una semana más o menos que había conocido a un chico y nos habíamos intercambiado los números, era un chico que me gustaba realmente, que no lo quería de rollete de una noche, por eso no se lo había contado a mi amiga, para que no se metería por en medio.

Cuando estaba bailando a mi aire y cantando una canción de amor de la radio, apareció Patricia, bostezando y con el pelo alborotado. La miré con una sonrisa- ¡Buenos días!
Patricia se  frotó los ojos y se sentó en el taburete de la cocina.
- He preparado el desayuno.
Ella sonrió- ¡Que bien!
Desayunamos en silencio, con la radio de fondo. Yo no tenía intención de sacar ningún tema de conversación, pues le tenía a él en la mente todo el tiempo.
Cuando Patricia terminó, se fue al baño, en ese momento me llegó un mensaje al móvil, era él, se llamaba Ángel  y era un hombre encantador, aparte de atractivo. "Buenos días guapa, estoy deseando de volver a verte ¿que te parece esta noche?" mi corazón empezó a bombear como loco y respondí que sí, yo también me moría de ganas por volver a verle, a partir de ese mensajito, una sonrisa permanente se instaló en mi cara.

Patricia salió del baño y volvió a sentarse en el taburete.
-¿Esta noche vas a salir?- le pregunté cruzando los dedos para que se fuera y me dejase la casa sola, por lo que pudiera pasar con Ángel esa noche.
-¿Y tú?- me preguntó.
La miré fijamente- Te he preguntado yo primero.
Ella se limitó a sonreír. Yo la miraba, esperando una respuesta.
Tras un rato en silencio, al final asintió- Si, voy a salir.
Hice un gesto de victoria disimuladamente y después solté una carcajada- ¡Vaya una policía estas hecha!
Ella me señaló con la cabeza- ¿Tu sales hoy?
Negué tímidamente, mintiendo y una sonrisa se despertó en su boca- ¡Uuuh! eso es que has ligado con alguien- me dijo señalándome con el dedo.
No le contesté, seguí desayunando, no quería contarle nada.
-¿Quien es? ¿Le conozco?- insistió ella.
Le miré enfadada- Patricia, no es nadie.
Ella me miró sonriente y sin quitarme el ojo de encima se bajó del taburete- ya, claro...- tras decirme esto se fue.
La seguí con la mirada y cuando comprobé que no me veía, cogí el móvil y lo miré con una amplia sonrisa.

Faltaban 3 horas para mi cita y estaba sentada en el sofá, ya me había comido todas las uñas, estaba muy nerviosa y esperando a que Patricia se fuese, pues le había dicho que no iba a ningún sitio y no me podía preparar delante de ella. "Vamos joder, vete ya, que tengo que prepararme" pensé. Justo en ese momento Patricia salió al salón, su embriagador aroma inundó la casa, la miré y parecía una princesita, se había puesto guapísima. Sencilla, pero perfecta.
-¿Ya te vas?- le pregunté desesperada.
Ella me asintió buscando algo en la estantería.
-Y... ¿Vas a volver pronto?
Patricia se giró de repente con una sonrisa- ¿A que vienen estas preguntas? que aquí la policía soy yo- bromeó.
Solté una nerviosa carcajada y disimulé cambiando los canales de la tele.
Patricia se guardó la pistola en el bolso, la miré con los ojos abiertos como platos- Pero... ¿A donde vas con eso, loca?
Sonrió- Siempre la llevo, nunca se sabe lo que puede pasar- me miró- Bueno Berti, me piro, no sé cuando volveré- tras decir esto,  se fue, dejando su aroma en el salón.

Al escuchar la puerta, me levanté corriendo del sofá y fui a prepararme para el momento que llevaba esperando tanto tiempo.
Terminé de arreglarme y me miré al espejo, la verdad es que me había arreglado tanto que no me reconocía ni yo. Me preparé demasiado pronto y la espera se me hizo eterna, no dejaba de mirar el reloj, cuando llegó el momento, salí pitando al bar donde había quedado con él, que casualmente estaba al lado de casa, lo había elegido ahí por si nos surgía visitar la cama en algún momento.

Entré al bar, iba muy nerviosa y buscándole desesperadamente por todos lados, de repente al fondo, vi a un chico que alzaba y movía la mano, sonriente. Era él, mi corazón se aceleró y fui hasta él, me temblaba la mano y yo diría que también me temblaba la voz. Ángel se levantó al verme llegar.
-Hola ¿Que tal?- dije. Nos dimos dos dulces besos. En ese momento se paró el tiempo para mi. Su olor era muy bueno y con eso ya consiguió enamorarme.
-Hola guapa- Tendió la mano para que me sentase y él se sentó enfrente de mi- ¿Que tal?
Asentí, no podía dejar de mirarle, es que era el hombre perfecto- Estoy bien ¿Y tu?
No me hizo caso, decidió lanzarme el primer piropo de la noche- ¡Pero que guapa eres! y esta noche te has puesto mucho más guapa de lo normal.
Sonreí avergonzada y rezando para que no me hubiese puesto colorada.

Nada más ver como había empezado la noche, supe que el resto prometía bastante.

Continuará...

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