Estas fotos pertenecen al blog de Patri.

29 de febrero de 2012

Unas fotitos

Os regalo estas fotos de Patri, no son muchas, pero a mi me gustan. Así matamos ese gusanillo que seguro que muchos tenéis :)

28 de febrero de 2012

Capitulo 19 ¿Que es lo que más te gusta de mi?

AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. Disfrutad!


Capitulo 19 <¿Que es lo que más te gusta de mi?


Ángel se presentó por sorpresa en casa de Berta, le había comprado una caja de bombones, esta le recibió con una sonrisa, aunque en realidad no se alegraba mucho de verle, no se veían desde que ella salió corriendo de su casa y para su sorpresa, él no le preguntó porque lo hizo.
Se sentaron en el sofá y Berta sacó algo para beber, se palpaba la tensión en el ambiente. Berta no estaba cómoda con su presencia.
Ángel estaba dispuesto a hablar con ella sobre su relación, era uno de los motivos por los que había ido a su casa, ese tema le estaba comiendo la cabeza durante días.
-Verás Berta, se supone que estamos saliendo.
Ella asintió de una cabezada.
-Pero es que no tenemos una relación de novios, he llegado a tu casa y ni me has dado un beso- negó con la cabeza- nuestra relación es muy rara. Pero yo estoy viendo que novios no somos.
Berta tomó aire y le miró fijamente- Tienes razón, yo no nos veo como novios.
Ángel frunció el ceño, enfadado- ¿Por qué? eras tu la que se moría por mi, la que estaba como loca por echar un polvo conmigo, la que se fue de mi casa cuando íbamos a echarlo y no sé todavía porque...
-Hay otro hombre- le gritó ella. La cara de Ángel en ese momento se congeló, no se esperaba escuchar aquello.
-¿Como?
Berta asintió con miedo- Lo siento Ángel, quizá aquello que antes sentía tan fuerte por ti, se ha evaporado- le puso una mano en la rodilla- espero que lo entiendas, ahora, me gusta otra persona.


Ángel le dio un largo sorbo a su bebida y se levantó del sofá, quería hacer ver que no estaba enfadado, pero si que lo estaba.
-Pues nada, que seas feliz con ese nuevo chico- la miró a los ojos- espero que a él si te lo tires- abrió la puerta y se fue de su casa.
A Berta le dolía que todo hubiera pasado así, tan de repente, pero por otra parte le daba igual porque sabía que había hecho lo correcto. Se sentó en el salón y empezó a comerse los bombones que Ángel le había regalado.
De repente la puerta se abrió, Berta miró ilusionada y allí apareció Dani.
-Hola compañero.
Dani entró con una sonrisa y se quedó mirándola- ¿Que tal guapa?
-¿Estás cansado?
Él encogió un hombro- Más o menos.
Berta se levantó y le dio un abrazo y un beso en la mejilla- ¡Que guapo que estás hoy!
Dani le regaló una sonrisa- ¡Gracias!- fue a dejar sus cosas a la habitación y Berta se quedó observándole desde el pasillo.
-Esos pantalones te hacen un culazo.
Él, sorprendido se giró- ¡No me mires el culo!- le dijo divertido.
Durante todo el día tuvo que estar escuchando piropos e indirectas por parte de Berta y empezó a sentirse incómodo, al principio le seguía le juego, pero después empezó a resultarle pesada y dejó de reírle las gracias.
Estaban los dos sentados en el sofá, viendo la tele, él notó que Berta no paraba de mirarle, pero fingió no darse cuenta. Al final Berta se decidió a hablarle.
-Oye Dani, ¿que es lo que más te gusta de mi?
Él la miró extrañado, después de haber estado toda la mañana tirándole los trastos, aquella pregunta se le hacía muy rara.
-Pu...pu...pues... no sé ¿Que me gusta de que?- le dijo nervioso.
Ella sacó a la luz una seductora sonrisa- Pues, de todo, tanto por fuera como por dentro.
Dani tomó aire y desvió la mirada- Conectamos enseguida, eres una mujer con la que se puede hablar, gran amiga.... un encanto, vamos.
Berta alzó una ceja- ¿y por fuera?
-¿A que vienen estas preguntas?
Ella se mordió tímidamente el labio- Respóndeme- dijo sin más.
-Tus ojos... son bonitos.
Ella tomó aire- De ti me gusta todo, por fuera y por dentro también, eres un gran hombre, eres... eres genial.


Dani sonrió agradecido y miró la tele, intentando no prestar mucha atención a Berta.
Esa noche, Dani se acostó el primero, algo bastante raro, pero se acostó porque no quería estar a solas con Berta en el salón. Berta se quedó durmiendo en el sofá y al despertarse, apagó la tele, eran las cuatro de la mañana, pero no estaba dispuesta a irse a su cama. Sigilosamente entró a la habitación de Dani, se subió a gatas encima de la cama y en el oído le llamó.
-Dani- le dijo en un susurro- ¡Dani!- dijo un poco más fuerte.
Al abrir los ojos, este se la encontró pegada a su cara, se hizo hacia atrás y le miró extrañado.
-¿Que pasa? estaba dormido.
-He tenido una pesadilla ¿Puedo dormir contigo?- mientras se lo preguntaba se estaba metiendo en la cama.
-¿Desde cuando vienes a dormir aquí por una pesadilla?
Berta se abrazó a él- No quiero estar sola- le dio un beso en el hombro.
Dani frunció el ceño- Bueno venga, pues a dormir ¿Eh? que es muy tarde.
-Claro que si.


Dani cerró los ojos e intentó dormir, pero Berta no paraba de acariciarle la espalda, no llevaba camiseta y aquello le estaba poniendo nervioso, fingió estar dormido, para ver si así paraba, pero no había manera. Ella seguía acariciándole sin parar. Abrió los ojos al notarla más cerca de lo que estaba antes, casi tenía su frente pegada a la de él, lentamente le subió una pierna por encima, Dani no podía aguantar más, estaba claro que Berta quería algo con él.
Se quitó las sábanas de encima y se bajó de la cama.
-Voy, voy... a la cocina, a por un vaso de agua- salió corriendo de la cocina, mientras bebía agua, pensó en que hacer, le aterraba volver a la cama, pues Berta seguiría con su tonteo particular. Se sentó en el sofá, a esperar que pasase un poco más de tiempo, después, sigilosamente volvió a la habitación, se acercó a la cama y se asomó, para ver si estaba durmiendo o no, parecía que si, así que, se volvió a meter en la cama.
-Has tardado mucho en beber agua- le dijo medio dormida. Dani la miró asustado y esta jugó a acariciarle el pelo.
-Tengo mucho sueño- le dijo para que dejase ya de hacerle cosas- voy a dormir- al decir esto, se acostó dándole la espalda.
Berta le dio un beso en el hombro- Buenas noches guapetón- él no le contestó- para mi lo serán, porque voy a dormir a tu lado.
Al escuchar eso Dani abrió los ojos como platos, no podía creerse que Dani estuviera así con él, empezaba a pensar que a lo mejor solo le quería para un polvete y nada más, como sabía que estaba falta de cariño... pero todos aquellos piropos que le echó durante la mañana, esos abrazos que días atrás le daba, solo podía significar una cosa, que Berta se había enamorado de él. 
Al llegar a la conclusión, se llevó una mano a la cara.
-¡La que se va a líar aquí!- pensó- se enamora de Ángel, Patricia se lo tira y se enfadan, ahora que se han reconciliado, se enamorado de mi, que estoy saliendo con Patricia. ¡Que casualidad! ¡Pobre Berta!- pensaba una y otra vez.
Tenía miedo de que nos volviéramos a pelear cuando Berta se enterase de que estaba saliendo con él. La verdad es que Berta en temas del amor muy afortunada, no era. Esa noche, Dani supo que lo mejor era decirle a Berta la verdad, porque si no, ella seguiría con su juego de intentar seducirle y eso solo le haría más daño.


A la mañana siguiente, se despertó abrazado a ella, al darse cuenta dejó de abrazarla, ella estaba despierta, observando como dormía mientras la abrazaba. Le dio los buenos días con una dulce sonrisa.
Dani se desperezó.
-¿Que tal has dormido guapo?
-Bien.
-Yo también, en esta cama se duerme estupendamente, voy a tener que venir a dormir más veces.
Dani soltó una nerviosa sonrisa, se levantó de la cama, se vistió bajo la mirada de Berta y salió a desayunar.
Cuando estaba preparando el desayuno, Berta apareció por la cocina y se sentó en una silla, se quedó observando a su compañero.
-Oye... ¿Me estás ignorando? o... ¿Es que no pillas las indirectas?
Dani la miró de reojo mientras se untaba una tostada de mantequilla.
-No me mires así- soltó una carcajada- te estoy tirando los trastos todo el rato, me meto en tu cama, te acaricio...- hizo una pausa- o tu no te enteras o yo no sé como seducir a un hombre.
Dani sonrió y la miró- Aquí vendría bien decir la típica frase de "No eres tú, soy yo"
Berta frunció el ceño sin entender nada- ¿Como? ¡quieres decir que pasas de mi?
El corazón de Dani dio un vuelco, no sabía que decir exactamente- No, no es eso, es que...- mientras hablaba, Berta se levantó, le acorraló contra la encimera y le dio un beso en los labios.
Dani la miró alucinando con lo que acababa de hacer, no se esperaba que fuese a llegar a ese punto, tampoco creía a Berta capaz de hacer algo como aquello.
-Berta...- le dijo bloqueado.
Ella asintió- Te ha gustado ¿Verdad? quieres más... yo también...- fue a darle otro beso, pero Dani la apartó y se hizo él a un lado. Ella le miró frunciendo el ceño.
-¿Que pasa? ¿no beso bien?
Dani la miraba con miedo- Berta... tenemos que hablar.


Continuará...





24 de febrero de 2012

Capitulo 18 Locura en el baño

AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. Disfrutad!

 Capitulo 18 <Locura en el baño>

Mientras organizaba y perfumaba mi habitación, el timbre de la puerta sonó, fui corriendo a abrir, tenía muchas ganas de tener a Dani entre mis brazos ese día. Abrí de golpe, le sonreí y nos envolvimos en un acalorado beso, le agarré de la camiseta y le metí a casa, mordiéndome el labio.
-No sé que me pasa esta tarde, pero estoy desatada.
Dani alzó las cejas y me agarró de la cintura- ¡No me digas! ¿Si? ¿Y eso?
Le di un beso- No lo sé, pero estoy desatada-Nos miramos intensamente- Quiero que hoy me hagas todo lo que quieras, que te dejo.
Dani miró al techo- ¡Oooh, que bien suena eso! que bien me lo voy a pasar.
Negué poniéndole un dedo en la boca- Que bien nos lo vamos a pasar, que aunque tu me hagas de todo, yo también lo disfruto- me mordí el labio y seguidamente le di un acalorado beso, agarrándole con fuerza, como si se me fuera a escapar. Él me giró y me apoyó con fuerza contra la pared, se tomó al pie de la letra lo que el dije, que hiciese lo que le diera la gana conmigo, que me sorprendiera. Empezó a darme besos por el cuello, subiendo hasta llegar a mi oído, me mordió la oreja tiernamente.
-Voy a sorprenderte- dijo en un susurro.
-A ver si es verdad.
Lentamente se quitó la camiseta, me cogió las manos por encima de la cabeza y siguió dándome besos por el cuello, cerré los ojos, concentrándome en disfrutar del momento. Dani metió sus frías manso por debajo de mi camiseta, me qujé de que estaban frías, pero a él le dio igual, me la subió poco a poco y fue bajando por mi cuerpo, dándome besos, hasta llegar a mi barriga, yo le cogía de la cabeza, mi respiración ya estaba alterada y en sus besos ya no solo daba besos, si no que había unido al juego a su lengua, y era una sensación que nunca nadie me lo había hecho, y ya era raro, porque había estado con hombres...

Dani volvió a subir, me miró apoyando su frente en la mía- ¿Que tal vas?- me preguntó.
-Genial- contesté casi sin aliento- estoy muy mala ya...
-¿Ya?
Le cogí fuertemente de la cabeza- Pero sigue, que hoy me estás encantando más de lo normal...
Me cogió con las dos manos de la cara, nos miramos a los ojos y empezó a besarme alocadamente, besándome de una manera que no me había besado nunca, pero que me estaba gustando, me besaba de una manera, porque no decirlo, un tanto guarra.
-Te quiero-me dijo sin apenas separarse de mis labios. Antes de separarse del todo, me lo mordió dulcemente.
Ese día llevaba unos pantalones cortos, elásticos y como le dejaba hacer lo que quisiear, Dani aprovechó el momento. Siguió besándome de aquella manera tan peculiar, con una mano me cogía la cabeza, y con la otra lentamente fue acariciandome la cara, bajando por mi hombro, mi brazo, mi pecho, mi barriga, la espalda, acarició cada centímetro de mi cuerpo, poco a poco se abrió paso por mi pantalón y como quien no quiere la cosa metió la mano, eso sí, en ningún momento dejaba de besarme, yo le tenía los brazos alazados al cuello, una vez conquistados los pantalones se dispuso a llegar un paso más allá e introdujo la mano dentro de mis braguitas. Al notar ahí bajo su fría mano, me estremecí y le agarré fuerte del pelo. Dani me miró sonriente, cerré los ojos y apoyé la cabeza en la pared, disfrutando de la maravilla que estaba haciendo mi chico ahí abajo.
No pude evitar soltar un gemido y en ese momento le dije que parase, que iba demasiado rápido y quería disfrutar más. Él me quitó los pantalones, me besó por las piernas y luego se quitó él los suyos, quedándose en calzoncillos.
-Vamos a trasladarnos a un sitio- me cogió una piera y la puso rodeando su cintura- Sube- di un salto y él me cogió en peso, envueltos en un caluroso beso me llevó hasta el baño. Al ver donde estábamos sonreí.
-¿Estás loco?
-Sí, por ti.

Me quitó lentamente las braguitas y él se quitó los calzoncillos, ambos quedamos completamente desnudos. Dani abrió la mampara de la ducha, nos metimos allí. Me sorprendió la idea que habái tenido, me había encantando decirle aquello de "haz lo que te de la gana conmigo"
-Vaya... un polvo en la ducha- le dije sonriente.
Dani me pasó la lengua por el cuello y acarició mi cuerpo.
-Amiguito- le dijo mirando sus partes bajas- Creo que esto ya está a punto- nos miramos a los ojos y alcé las cejas- y yo también.
Él me dio un apretado beso en los labios y abrió le grifo, el agua nos caía desde arriba y en segundos quedamos empapados por completo, allí bajo aquella lluvía particular que nos habíamos montado, terminamos de rematar aquel divertido juego que habíamos creado.

Nada más salir de la ducha nos vestimos y nos sentamos en el sofá, estábamos agotados.
Dani me miró sonreinte y me puso una mano en la rodilla- Tenemos que reponer fuerzas.
-¿Quieres cenar?
-Sí, tengo hambre ¿Tu no?
Asentí- venga, vamos a preparar algo de cena.
Preparamos algo de cena y lo devoramos con ganas, en ese momento Berta llamó al móvil de Dani, este me dijo que no abriera la boca y contestó.
-¿Si?
-¡Dani! ¿Donde estás? ¿vas a venir a casa?
Dani se pensó esa respuesta- estoy... eee... no voy a volver, tengo que pasarme toda la noche en comisaría.
Berta se extrañó- ¿Y eso?
Él resopló "¿Por qué será tan preguntona?"- pensó- Ha salido un problema de última hora y... bueno, no voy a ir a dormir.
Al colgar le miré sin entender porque no quería decirle a Berta que estábamos juntos. Dani me miró seriamente y alzó las cejas.
-¿Por qué no se lo has dicho?
-Bueno, por teléfono... ya se lo diré yo cuando esté con ella en casa.
Me incorporé y le miré seriamente- ¿Me tengo que preocupar?
Él negó rotundamente- No, de verdad, no tienes de que preocuparte.
Me tumbé en el sofá y le puse las piernas encima- Quiero que se lo digas- hice una pausa- y si no, te recuerdo que somos amigas de nuevo, se lo contaré yo.
Dani me miró- Que no, que ya te he dicho que se lo diré yo.
Me incorporé de nuevo y le miré fijamente- ¿Que pasa? ¿que te gusta y por eso no se lo quieres contar?
Él abrió los ojos como platos- Pues no, no es eso.
-Aquí me follas a mi y cuando llegas a tu casa te la tiras a ella, es eso ¿Verdad?
Dani me miraba incrédulo- Patricia ¿Pero que dices?
Solté una carcajada al ver su cara- que estoy de coña, idiota.
-Ufff, menos mal, pensba que habías empezado a hacerte líos mentales- me miró a los ojos- y eso me daba miedo.
Le di un apretado beso y me acosté, apoyando mi cabeza en su pecho, dandole un abrazo.
-Me encanta estar contigo señora policia.
Sonreí al escuchar eso de "Señora policia"
Le abracé más fuerte- a mi también me gusta estar contigo.
Noté el tierno beso de Dani en la cabeza- Te quiero- me dio en un susurro. No sabía si se esperaba mi respuesa de "Y yo" pero no se lo dije.

Continuará...

23 de febrero de 2012

Unas fotitos

Hola ¿Que tal? Aquí os dejo con unas fotos, no son recientes, pero las tenía ahí guardadas y me hacía ilusión compartirlas. Espero que os gusten. Un beso.

21 de febrero de 2012

capitulo 17 Amigas forever

AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. Disfrutad!

 capitulo 17 <Amigas forever>

Estaba leyendo unos informes en medio del pasillo, cuando Dani se paró delante de mi, bajé los informes y le miré sonriente. Él abrió los brazos y yo me lancé con ganas, envolviéndonos en un abrazo.
-Cariño-le dije- ¡Cuanto tiempo sin verte!- le di un apasionado beso, me daba igual que nos vieran los compañeros.
-Nos vimos ayer- me dijo sonriente.
-Pues es, mucho tiempo...- me separé de él después de darle un apretado beso y le sonreí, volví a concentrarme en los informes y entonces, empecé a escuchar jaleo, alcé la vista y vi a dos de mis compañeros entrando con un detenido, este iba mirando al suelo, la mandíbula se me abrió al ver quien era, sorprendida, le tiré los papeles contra el pecho a Dani, este los cogió en un acto reflejo y fui a ver al detenido. Llegué tarde, ya lo habían metido a la sala. Pillé a mi compañero cerrando la puerta y me paré a hablar con él.
-¿Un detenido?
-Si, pero este caso no te corresponde hoy, puedes estar tranquila
Negué rotundamente- ¿Que ha hecho?
-Es un sospechoso, no sabemos si ha podido ser él, pero se llama igual que la persona que buscamos- me puso una mano en el hombro- pero ya te digo que estés tranquila, hoy no te toca esto.
-¿Que ha hecho?- volví a preguntarle, ya que no me había contestado.
-Violación a una chica.
Al escuchar eso los ojos se me abrieron como platos y nerviosa, puse la mano en el pomo de la puerta- Yo me encargo de esto.
-Pero que no te toca.
-Bueno, a quien le toque dile que yo me encargo- abrí un poco la puerta y el siguió hablando.
-No te has leído los informes sobre el caso.
Le lancé una mirada que daba miedo- No me digas como tengo que hacer mi trabajo- le sostuve la mirada una última vez, abría la puerta y entré.
Me crucé de brazos y nos miramos fijamente, él se sorprendio al verme allí.
-¡Patricia!
Fui a la mesa y apoyé las manos en ella- ¿Violación?
-¿Que?- dijo muy extrañado.
-Ángel ¿QUe has echo con mi amiga?
Él frunció el ceño- Yo no he hecho nada con Berta.

No le quitaba el ojo de encima- ¿Que te crees que haces aquí?
Él se encogió de hombros- No tengo ni idea.
-Tío, que te acusan de violación.
Él abrió los ojos y empezó a ponerrse nervioso- Yo no he violado a nadie, te lo juro, Patricia- me agarró una mano- ¿Como voy yo a violar a alguien?
Me senté en la silla, enfrente de él y le miré a los ojos- ¿Seguro que Berta está bien? Que cuando te dije que te fueras a por ella, no lo decía de esa manera.
Ángel sonrió y se llevó una mano al corazón- Patricia, quiero a Berta con toda mi alma, te lo juro y estoy pasando momentos bonitos con ella.
Alcé una ceja- ¿Al fin te la has tirado?- Él negó y yo me hice hacia atrás en la silla resoplando- ¿Cuando piensas hacerlo? ¡Que se muere por follar contigo, joder!
Ángel me pidió que bajase el tono poniendose una mano en la boca- La invité a cenar a casa y cuando ya iba todo bien se fue sin dar explicaciones y me dejó colgado.
Fruncí el ceño- ¿Se fue?- desvié la mirada- ¿Berta rechazando al hombre de sus sueños cuando por fin lo tiene en el bote?
Ángel asintió lentamente con la cabeza.
-Pues no lo entiendo- me incorporé en la mesa- ¿Por qué se fue?
-No lo sé, no me lo dijo.

Me quedé pensativa por un momento y entonces cambié de tema otra vez- ¿y a ti porque coño te han cogido como sospechoso?
-Ni idea, pero tengo miedo Patricia.
Le miré sonriente- Tranquilo, no te va a pasar nada.
Él suspiró, quitándose un gran peso de encima.
-Pero...vuelve a llamar a Berta ¿De acuerdo? y haz lo que tienes que hacer con ella.
Ángel soltó una carcajada y asintió, feliz- Está bien, lo haré.
Le señalé con el dedo y me levanté de la silla- ¡Pero hazlo! 
Guiñó un ojo- Que si, lo haré.
Me levanté de la silla y cuando estaba apunto de salir de la sala empezó a hablarme.
-Tu debía de ir pensando en hacer las paces con ella
Le miré interesada.
-Si me ha perdonado a mi ¿Por qué a ti no?
Asenté y le miré para que continuara hablando.
-Además, me ha contado que tiene unas ganas horribles de recuperar tu amistad.
Alcé las cejas- ¿De verdad que te ha dicho eso o te lo estas inventando?
-Me lo ha dicho.
Le miré una última vez y salí de allí, dudando en si eso que me había dicho era cierto.

Al salir de la sala fue a buscar a Dani, quería preguntarle si aquello que Ángel me había dicho era verdad o no. Le encontré en un pasillo, al ver que estaba seria, él también se puso serio.
-Dani- le dije- ¿sabes algo de Berta con respecto a mi?
Él se encogió de hombros- algo ¿Como qué?
-Pues, si me echa de menos, si podría volver a hacer las paces con ella.
Dani se quedó pensativo y después me miró fijamente- Yo creo que si vas a buscarla, lo arreglarás.
Seguí mirandole, esperando que continuase hablando.
-Estoy convencido, lo arreglarás.
Fijé la mirada en el suelo y pensé que si iba a buscarla acabarías por arreglaro, me vino un flash de repente, supe que todo iría bien. Miré a Dani y sonreí de lado.
-En cuanto salga de aquí voy a su casa.
De repente Dani se me avalanzó y me dio un dulce beso en los labos, atrayéndome fuertemente hacía él. Al separarme le miré extrañada.
-¿Que haces?
-Me encanta poder besarte cuando me apetezca, besarte y saber que no me dirás que no.
Sonreí y le di un apretado beso- Sigamos trabajando- le guiñé un ojo- y recuerda que luego iré a tu casa, así que tarda en llegar un rato.

Al salir del trabajo me puse muy nerviosa, iba a casa de Berta, no sabía como iba a pasar todo, no sabía como sería la reacción de Berta.
Llegué y me planté delante de la puerta, respolé y sin pensarlo más veces llamé al timbre.
Los nervios se apoderaron de mi, respiré hondo varias veces y cuando se abrió la puerta la miré fijamente, sin saber que decir. La car de Berta dibujó una amplia y perfecta sonrisa, abrió los brazos y de repente gritó- ¡Patriiiiiiiiiiiiiiii!
Sonreí, contenta de ver que había reaccionado de una manera que para nada me esperaba, corrí a darle un abrazo, fue un intenso abrazo, llevábamos mucho sin vernos. La abrazaba fuertemente, volviendo  a sentir conmigo a mi amiga, no me podía creer que la estuviera abrazando de nuevo, que se alegrase de verme. Durante aquel abrazo las dos rompimos a llorar, y mientras llorábamos nos abrazábamos, más llorábamos.
Al separarnos nos sonreímos- ¡Que guapa estás amiga!
Berta me miró fijamente- ¡Y tu! ¡Cuanto tiempo sin verte!
-Puedo... ¿Puedo pasar?
Berta me hizo un gesto para que entrase- No me lo puedo creer, llevaba un montón de tiempo queriendo que llegase este día.
Sonreí- Me he decidido de repente, no aguantaba un día más sin tu amistad.
Berta me abrazó con fuerza- ¡Eres la mejor, Patri!
-No, tu eres la mejor.
-Entonces... ¿Amigas de nuevo?
Asentí con una gran sonrisa- Claro que si, para mi tu nunca has dejado de ser mi amiga.
Ella me dio un beso en la mejilla-¡Si es que te quiero más!
-Bueno, cuéntame- le dijo poniéndole una mano en la rodilla- ¿Han pasado muchas cosas desde que no nos vemos?
Berta asintió- Como ves, me he cambiado de casa, ahora vivo con Dani- me miró a los ojos- que es un hombre  estupendo, nos llevamos genial y le quiero un montón y... Ángel ha vuelto a mi vida.
Alcé las cejas al escuchar eso, haciéndome la sorprendida- ¿De verdad?
-Sí.
-¿Y que pasa con él?
-Supuestamente somos novios.
Abrí los ojos como platos- ¡Que bien! ¿y que tal con él? por fin has...
Ella negó rotundamente- No ha pasado nada todavía, pero... bueno, ese es un tema del que no quiero hablar.
-Bueno, seguramente no quedará mucho, si dices que ahora es tu novio, lo tienes mucho más fácil.
Berta me miró, pensando si contarme algo que tenía en mente o no, hubo un rato de silencio y fijalmente decició no contármelo, fuera lo que fuera eso que me iba a decir, no me lo dijo. Hablamos de mil cosas, buenas, malas, de todo un poco, fue un momento increíble, un momento que ambas llevabamos queriedno compartir mucho tiempo. Al escuhar la risa de Berta, una sonrsia seme dibujaba a mi en la boca, pues llevaba mucho tiempo sin escucharla y me di cuenta de lo mucho que me gustaba, de la gracia que me hacía.
Cuando me despedí de ella, nos dimos un gran abrazo, salí de la casa y al cerrar la puerta y girarme me choqué con Dani.
Él me sonrió alegremente- Hola mi amor ¿Ya lo has arreglado todo con Berta?
Asentí lentamente- Si, todo arreglado, volvemos a ser amigas- le besé alocadamente y bajé por su cuello- ¡Te quiero!- aquel fue el segundo "te quiero" de corazón que le dije.
Tras darle unos besos más, me fui, no sin antes recordarle que tenía que venir a mi casa a las ocho.


Continuará...

19 de febrero de 2012

Capitulo 16 Mas que amistad

Capitulo 16 <Mas que amistad>

Berta estaba apoyada en la barra, llevaba un tiempo ahí apoyada, pensativa, mirando al reloj, con una taza de café en la mano. No conseguía entender porque se había ido de aquella forma de la casa de Ángel. No lloraba aunque sentía ganas de hacerlo, pero se estaba conteniendo, estaba sola en aquella casa, Dani no había llegado todavía. Ella bebía poco a poco su café, saboreándolo, había tardado tanto que ya se había quedado frío, pero no le importaba.
El sonido de la puerta, bajó a Berta de la nube y se incorporó. Dani apareció por la puerta y Berta se quedó mirándole con una sonrisa, contenta de verle.
-¡Dani!- exclamó entusiasmada, se bajó del taburete y fue a darle un abrazo.
-Hola rubia- él la abrazó fuerte y le dio un beso en la cabeza.
Ella le miró con cara de pena- Te he echado de menos ¿Dónde estabas?
Dani sonrió- He estado en...con un amigo, ya te lo dije.
Berta se separó de él y le miró a los ojos- Pues, te he echado de menos- sonrió de lado y volvió a abrazarle.


Al separarse de él la imagen de Ángel y ella en su casa le vino a la mente, agachó la cabeza y frunció los labios. Se quedó allí parada mientras Dani iba a la cocina a beberse un vaso de agua. Al cabo de un rato, Berta le observó por un momento y entonces se fue con él.
-¿Y hoy no has ido a trabajar?
Él negó con la cabeza-Nos han dado el día libre- la miró fijamente- Bueno, es que tu no sabes lo que nos pasó a Patricia y a mi.
Berta tomó asiento y se acomodó para escuchar lo que Dani iba a contarle. Este se lo contó todo con pelos y señales, la cara de Berta era de no dar crédito a lo que escuchaba, tenía la boca abierta y le costaba creerse que a mi se me fuese la situación de las manos.
Dani asintió tras contarlo todo- Como lo oyes.
-No me lo puedo creer.
-Sí, fue como una película todo, lo pasé muy mal.
Berta dio un sorbo al café, pero lo dejó mirandolo con asco pues ya estaba muy frío.
Dani la miró alzando las cejas- ¿Y tu qué?
Ella encogió un hombro- Yo...¿Que?
-Que creo que tu te lo has pasado bien esta noche ¿No?
Al escuchar eso a Berta le dio un vuelco el corazón y desvió la mirada recordando lo que le había pasdo con Ángel.
-Yo...no, no me lo he pasado bien ¿Por?
Dani sonrió, se rascó la cabeza y señaló a un papel que había encima de la barra- la... la nota, lo que pone en la nota.
Berta le miró con pánico, la cogió corriendo y la estrujó- Esto, esto no es nada.
-¿No fue bien o que?
Ella cada vez estaba mas nerviosa- no, no, que no ha pasado nada, de verdad. Salí a cenar pero volví enseguida.
Dani le cogió una mano y le sonrió de una forma encantadora.
-¿Que?- le preguntó ella forzando una sonrisa.
-Que sé que ayer pasó algo.

Berta le miró fijamente durante unos instantes, después bajó la mirada a su mano, la apartó, se puso el pelo tras la oreja y le miró de nuevo tímidamente.
-No pasó nada y ya está- se bajó del taburete y se encerró en su habitación.
No quería contárselo a Dani porque en ese momento que había estado con él se había dado cuenta de porque se había ido de la casa de Ángel, y si le contaba la historia a Dani tendría que contarle porque se fue y eso era algo que no quería contarle, porque en realidad se fue porque sentía algo por Dani.
De repente, él llamó a la puerta de su habitación, Berta se sobresaltó y fingió que no pasaba nada, que no estaba mal.
Dani abrió la puerta y asomó la cabeza- ¿Se puede?
Ella no le contestó, pero Dani pasó igualmente, se sentó a su lado en la cama y le pasó una mano por el hombro, aptrayéndola hacía él. Berta se apoyó en su hombro, cerrándo los ojos y notando sus músculos.
-Sé que estas triste, no sé porque pero sé que estás triste- le dio un beso en la cabeza- y yo quiero estar contigo, ayudándote.
Berta le pasó una mano por el hombro, abrazándole- gracias, pero de verdad, ayer no pasó nada- se separó de él y le miró a los ojos- no estoy triste.
Dani alzó una ceja- ¿De verdad? no quiero verte mal.
Ella agachó la cabeza y se sorbió la nariz- tranquilo, si estoy mal, iré a buscarte. te lo contaré todo.
Él asintió sonriente, ambos se miraban a los ojos, la sonrisa tímida de Berta se dibujó en su boca al ver que le estaba mirando de esa forma, por un momento bajó la mirada a sus labios y sintió un impulso de ir a besarlos, pero se levantó de  repente, nerviosa.
-Bueno, gracias por querer ayudarme, eres un gran hombre.
Dani se levantó también- Somos amigos, y los amigos se ayudan ¿No?
Berta asintió poniéndose el pelo tras la oreja, le miró una última vez y salió de la habitación.

Dani se quedó sentado en la cama, pensativo, resopló y miró al techo.
Berta estaba encerrada en el baño, estaba llorando, lloraba y no tenía claro porque lo hacía, se miraba en el espejo y se sentía estúpida, el rimel se le estaba extendiendo, sus lágrimas se lo deslizaban por la cara. 
Abrió el grifo y se echó agua, intentó calmarse pero no pudo, se sentó en el inodoro y allí continuó llorando. Dani se quedó escuchando tras la puerta, pero no consiguió escuchar sus sollozos.
Berta se limpió la cara con las manos y suspiró.
-Pero ¿Por qué lloras?- se preguntó a ella misma- ¡Eres una estúpida!- se apoyó en el lavabo y se quedó con la mirada fija en el suelo.
Dani estaba sentado viendo la tele, al mirar el reloj se extrañó, Berta llevaba más de media hora en el baño, se levantó sin pensarlo y llamó a la puerta.
-¿Berta?
-¿Si?
-Oye ¿Estás bien?
Ella se limpió rápidamente las lágrimas- Si, si...
-Llevas mucho tiempo ahí dentro ¿Que haces?
Hubo un rato de silencio y cuando se le ocurrió una excusa le contestó- Pues... me estoy dando mis cremitas.
Dani alzó las cejas- ¿De verdad que estás bien?
Ella resopló- Que si Dani, que estoy bien, que enseguida salgo.
-Valeee- le dijo no muy convencido.
Berta se esperó un poco más ahí dentro y cuando se calmó del todo salió, para su sorpresa Dani estaba allí enfrente, apoyado en la pared, esperándola, de brazos cruzados, ambos se miraron a los ojos y ella agachó la cabeza, frunciendo los labios.
-Tus ojos- le dijo él sin más. Berta se encogió de hombros- Están rojos, has estado llorando.
Ella no supo que decirle, Dani sin decirle nada más, se acercó a ella y la abrazó. Berta le abrazó también muy fuerte, cerrándo los ojos, sintiéndo realmente aquel abrazo. Al separarse de ella, le miró a los ojos y la cogió de la cara para que le mirase a los ojos.
-Estás mal, no me lo vas a negar y yo estoy aquí para ayudarte, así que me vas a contar lo que te pasa- le dio un beso en la mejilla, muy cerca de su boca, ella cerró los ojos y cuanod notó que Dani se separaba de ella, abrió los ojos lentamente.
Él le cogió de la mano- Vamos al sofá y me lo cuentas todo.
Berta resopló y se fue tras él, pensando en como se lo bia a contar todo, pensando en si le iba a decir que se habái dado cuenta de que sentí algo más que una amistad por él.




Continuará...

15 de febrero de 2012

Capitulo 15 Buenos días princesa

AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. Disfrutad!


Capitulo 15 <Buenos días princesa>


Estaba en la cama, abrazada a Dani, había sido la primera vez que nos acostábamos siendo novios y había sido maravilloso porque no había sido sólo sexo, me había encantado y en aquel momento era l más feliz del mundo. Le di un beso en el hombro y me apoyé en él, estaba más feliz que nunca, en realidad Dani siempre me había gustado, siempre había sentido algo por él, pero nunca me había dado cuenta hasta que me lo habían hecho ver.
-Quiero que esto se repita durante todos los días de mi vida.
Él sonrió- Se repetirá, porque yo no pienso dejarte escapar.
Sonreí de lado- Ni yo a ti- alcé las cejas- que me detengan si lo hago- nos miramos y al a misma vez soltamos una carcajada.
-Te detendré- me dio un beso en la comisura de los labios- pero espero que no tener que hacerlo.
Sonreí y traviesa me puse encima de él, empecé a darle dulces besos por todas partes, hasta que llegué a su boca.
-¿Te vas a ir?
Él lo dudó un momento y yo le di un beso- No te vayas, quédate a pasar la noche conmigo.
Dani me sonrió mirándome fijamente a los ojos- Si me lo pides con esa cara, te tendré que hacer caso.
-Claro que si, mi amor- le di un beso y después lo miré acariciándole el pelo.
Él frunció el ceño- ¿Mi amor? Que extraño suena eso viniendo de ti.
Lo cogí de la cara haciéndome la enfadada- Oye, que yo no tengo que ser bestia las 24 horas del día, además que yo en el fondo soy muy cariñosa y sensible.
Dani me dio un beso y antes de separarse de mi me mordió cuidadosamente el labio inferior.
-No sabes lo que me gusta que me hagan eso.
Él alzó una ceja- ¿De verdad?
Le besó- Lo juro.


La noche se me pasó volando y cuando salieron los primeros rayos de sol, me desperté, al principio me sobresalté al ver a Dani a mi lado, no estaba acostumbrada a dormir con alguien, pero al reaccionar me abracé a él y entonces también se despertó.
-Buenos días princesa.
-Hola príncipe- dije sonriente.
-¿Que tal has dormido esta noche?
-Mas que bien- le abracé fuerte- porque te tenía  a mi lado.
Dani sonrió- ¡Como te quiero!
Le di un apretado beso- Voy a preparar el desayuno, tu mientras descansa un poco más- le pasé una mano por la frente y se la besé.
-Yo te ayudo- me dijo tratando de incorporarse, pero le hice hacía atrás.
-He dicho que yo te lo preparo, tu descansa un rato más.
Me levanté y fui a la cocina a preparar el desayuno, iba en braguitas y con la chaqueta del uniforme. Encendí la radio para estar escuchando a alguien mientras lo preparaba y entonces me acordé de Berta, eso era algo que ella acostumbraba a hacer.
Cuando estaba poniendo el azúcar con una cucharilla, Dani me cogió de sorpresa por atrás, pegué un grito, pues me asustó mucho.
-Tranquila, que no te voy a comer.
Me di la vuelta sonriente y le alcé los brazos al cuello- ¿Ah no? pues entonces...
-Bueno, venga, hoy me salto la dieta- me interrumpió él y nos envolvimos en un apasionado beso, él me apretujaba contra la encimera y yo trataba de no tirar las tazas al suelo.


El sonido del móvil de Dani nos cortó el rollo, fue a contestar, era Berta, estaba preocupada porque no había pasado la noche en casa y no le había avisado, él le dijo que se había quedado a dormir con un amigo.
-Así que... un amigo ¿No?- le dije cuando colgó.
Él sonrió- Si, no me atrevo a decirle que estoy contigo, no sé porque.
Le alcé los brazos al cuello de nuevo- Que yo sepa tus amigos no te hacen lo que te hago yo
-Eso está claro.
-Y además, tarde o temprano tendrá que saberlo ¿No crees?
Él asintió y me dio un beso- Pero ahora no era el momento.
Rocé mi nariz con la suya- ¡Como me pones Danilin!- grité separándome de él. Dani soltó una carcajada y me dio una palmada en el culo. Nos fuimos a desayunar, por suerte ese día no teníamos que trabajar, nos habían dado el día libre por lo que nos había pasado.
-A quien le diga que me han tenido que apuntar con una pistola para empezar a salir contigo, no se lo cree.
Dani asintió varias veces- Así de rara es la vida.
-Lo importante es que todo va bien, no importa como hay pasado.


Ese día había un sol precioso, así que decidimos salir a dar un paseo, se me hacía muy raro caminar por la calle junto a él sin llevar el uniforme puesto y sobre todo agarrad de su mano. Pero era una sensación maravillosa. Junto a él todo tenía otro color, todo era diferente, me encantaba estar con él. 
Dani disfrutaba de aquel paseo, él si que estaba encantado, había sido todo tan rápido que aún no se lo creía.
-Mira- me dijo señalándome a un mimo- ¿Le damos una moneda?
Encogí un hombro- Bueno, si quieres...
Dani se acercó y echó una moneda, el mino empezó a bailar y a hacer trucos de magia, finalmente, hizo aparecer una rosa, se la tendió a Dani y este me la dio a mi,
-Una flor, para la más hermosa.
Sonreí, cogí la flor y le di un apretado beso en los labios. Continuamos caminando, la sonrisa no se me borraba de mi boca. ¿Sería porque paseaba a su lado?
Paramos en un puente y nos quedamos mirando el río, le rodeé el hombro con el brazo y apoyé la cabeza en él.
-Que bonito está el río.
No sé  bien como lo hice, pero me interpuse entre él y la barandilla, le alcé los brazos al cuello y le miré fijamente a los ojos. Él me agarró de la cintura y estuvimos mirándonos un buen rato, sin besarnos, sin decirnos nada, rocé mi nariz con la suya y le sonreí.
-¿Sabes que eres el primer hombre con el que voy a tener una relación estable?
Él alzó las cejas- ¿De verdad?
Asentí- Sí, he tenido alguna que otra, pero nada, tonterías- hice una pausa- estaba esperando que llegase un hombre que me pudiera sentar la cabeza, un hombre por el cual iba a dejar de ir de flor en e flor- mis labios casi rozaban los suyos, así que le besé- tu eres el hombre que llevaba esperando desde hacía mucho.
Dani sonrió- Si te digo todo el tiempo que llevo enamorado de ti. alucinas.
-¿Si?
-Si.
-¿Desde hace mucho?
Él asintió- Pues si, yo creo que desde que te vi por primera vez- me agarró más fuerte- desde que te presentaste a comisaría con aquel "Hola me llamo Patricia"
Le di un beso y me recreé en su cuello por un momento. Él cerró los ojos con una sonrisa y se concentró en disfrutar de mis besos.
Le miré a los ojos fijamente- te quiero- aquel "te quiero" le sorprendió a él y me sorprendió a mi misma. Me salió del alma, ninguno de los dos nos lo esperábamos. Nos sonreímos y nos abrazamos más fuerte, apoyé la cabeza en su hombro, fue un abrazo enorme, lleno de amor y ternura.




Continuará...

14 de febrero de 2012

Capitulo 14 Vente a vivir conmigo

AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. Disfrutad!


Capitulo 14 <Vente a vivir conmigo>


Berta se miró por última vez en el espejo y sonrió, se guiñó el ojo a ella misma y salió a por el bolso al salón, estaba lista para ir rumbo a una buena noche junto a Ángel. Al ver que Dani no llegaba, decidió dejarle una nota. "Dani, he salido a cenar con un amigo, no sé si volveré"
Antes de salir de casa, se pasó una mano por la ropa, como limpiándose y decidida se fue a su cita con aquel hombre que hacía tiempo le había robado el corazón.
Tras ir todo el camino nerviosa, aparcó el junto en la puerta de la casa, se quedó mirando a la puerta y sonrió, allí detrás le esperaba una gran noche, bajó la bisera y se miró la pintura, tras ver que iba monísima se bajó del coche.


Llamó varias veces a la puerta y sonriente Ángel apareció al otro lado, ambos se quedaron mirándose como tontos, sin saber que hacer, si saludarse con un beso en la boca o no.
Al final optaron por dos besos en las mejillas, aunque Ángel antes de separarse le dio un beso en la boca.
Ella se quedó alucinada al ver el lugar donde iban a cenar, había puesto el salón muy bonito, lo había adornado con velas, las luces estaban bajas y la mesa estaba adornada con pétalos de rosa.
Berta le miró boquiabierta- Pero bueno ¿Y todo esto?
Ángel alzó las cejas y le pasó una mano por el hombro, ambos se quedaron mirando la mesa.
-Nunca nadie me había preparado algo así de bonito y especial.
-Y si quieres... me puedes comer a mi de postre- la acercó a él y le dio un beso en el cuello.
Berta sonrió avergonzada- Eso... ya lo veremos.
Él se separó y la miró extrañado- ¿Ya lo veremos?
Ella soltó una carcajada- Que guapo estás cuando pones esa cara.
Ángel se mordió el labio y  la invitó a sentarse, con la cena, consiguió sorprenderla de verdad. Pasaron una cena increíble, Berta no paraba de reír a carcajadas y Ángel disfrutaba viéndola reír de aquella manara.
-Estoy pasando una noche estupenda.
Berta se limpió la boca en la servilleta-Yo también, gracias por invitarme.
Él la miró fijamente- Me parece increíble que después de todo lo que ha pasado, después de tanto tiempo sin vernos, se haya arreglado todo tan rápido.
Berta se encogió de hombros- Pues, ya ves... así ha pasado todo.
-Eres una mujer increíble.
Ella agachó la cabeza- Gracias.
-Que suerte tuve de  conocerte.
Ella se puso el pelo tras la oreja, no sabía que decir, los priropos la ponían muy nerviosa.
Él alzó una ceja y se levantó, Berta le siguió con la mirada, de repente Ángel apagó las velas, dejando sólo las luces bajitas del salón.


Ambos sonrieron y él la cogió de la mano, Berta le miró a los ojos, sin entender lo que quería, entonces él le tiró un poco, ella se levantó y se abrazaron.
-¿Que tal la cena?- le preguntó agarrándola con fuerza.
-Perfecta, cocinas muy bien.
Él alzó una ceja- Gracias, cocino bien cuando estoy inspirado.
-¿Cómo?
Ángel asintió- Tenía en mente para quien iba la cena, quería hacerte disfrutar, estaba inspirado porque tu ibas a cenar conmigo- le dio un beso en la mejilla- y veo que me ha salido muy bien.
Berta le agarró con fuerza del cuello y ambos se miraron intensamente a los ojos, se sonrieron al mismo tiempo, como sabiendo lo que iba a pasar en cuestión de minutos.
-Te has puesto preciosa esta noche ¿Lo has hecho queriendo?
Berta se mordió el labio- claro que si, quería que me encontrases preciosa.
Ángel sonrió y le dio un beso en la boca.
-Y tu, te has puesto una colonia...- le olió el cuello- que me gusta bastante.
Él sonrió- También me la he puesto queriendo.
Ella pegó mucho su boca a la de Ángel, estaba deseosa de besarle alocadamente, de ir más allá, de conseguir aquello que llevaba tanto tiempo queriendo conseguir.
Se miraron a los ojos una vez más, antes de envolverse en un ardiente beso, allí de pie, junto a la mesa, se devoraron el uno al otro, se dieron un beso infinito, cada  vez se agarraban con más fuerza, parecía que querían meterse el uno dentro del otro, estaban tan pegados que entre ellos no podía pasar ni el aire.
Sus bocas se separaron por un momento.
-¡Te deseo, te deseo más que nunca!- le dijo Berta en un susurro.
-Y yo preciosa.
Volvieron a besarse, como si no hubiese un mañana.


Estaba claro que estaban hecho el uno para el otro y que esa vez no sería la última que se estuviesen así de apasionados en aquella casa.
Presos de la pasión, sin saber como, Ángel apoyó a Berta en la mesa, sin separarse ni un momento el uno del otro. Ángel dejó de besar su boca para besar lentamente su cuello, Berta se aferraba fuertemente a él, cerró los ojos y se dejó disfrutar por aquellos placenteros besos, su respiración estaba alterada. De repente se separó de ella y la miró a los ojos.
-¿Por qué no te vienes a vivir conmigo?
La cara de Berta en ese momento fue de desconcierto- ¿Que?
-Que te vengas a vivir conmigo- le dijo mientras seguía dándole besos por el cuello.
Berta le frenó y le separó de ella. Ángel la miró extrañado.
-Tengo que irme- dijo sin más. Ángel no entendía nada- tengo que irme- repitió ella. Recogió su bolso, bajo la mirada de Ángel, ambos se miraron una última vez.
-Pero... ¿Como que te vas?
Berta asintió- Lo siento Ángel, tengo que marcharme- sin esperar más, abrió la puerta y le dejó allí. Él se quedó alucinado, no entendía nada de lo que había pasado, porque se había ido así, pero estaba solo.
-Y...y se va- se dijo molesto- y aquí me deja...- se miró sus partes- amigo, nos ha dejado solos- sonrió y se sentó en una silla, a pensar, no sabía bien lo que debía de hacer, si llamarla, ir tras ella o joderse con lo que había pasado y esperar hasta mañana.


Berta se pasó un buen rato en el coche, antes de arrancar, no entendía bien porque pero estaba llorando. Había tenido la necesidad de irse de casa de Ángel, de no llegar más allá. Se limpió cuidadosamente las lágrimas y se miró al espejo.
-Joder ¿Yo porque lloro ahora?- se preguntó a ella misma y se apoyó en la ventanilla intentando calmarse. De repente la luz del salón de Ángel se apagó, entendió que había ido a acostarse.
-¿Que te pasa Berta? ¿Que te pasa?- se limpió las lágrimas mirándose en el espejo.


-¿Habrá sido la propuesta de irnos a vivir juntos?- se preguntó Ángel desde la cama.
Una vez que Berta se calmó  ya las lágrimas no le impedían ver la carretera, arrancó el coche y volvió de camino a su casa, mucho antes de lo que se había imaginado. La noche no había terminado como ella pensaba que terminaría. Al llegar a casa se extrañó al no ver a Dani allí, aún no había llegado, por lo que supo que se había ido con algún amigo, decidió irse a dormir, supo que ya estaba bien por aquel día.




Continuará...

10 de febrero de 2012

Las locuras de la rubia

Me apetecía poner otra sección. Espero que os guste.


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Patricia: Me encanta matar a gente... ¿Te mato?
Ángel: Otro día, que hoy no tengo ganas...
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Ángel: Haz lo que más te guste hacer
Patricia: ¡Quemar cortinas!
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Patricia: ¿Que tal?
Ángel: Bien. Al grano, Manolo Jimenez, el poli de La Primera...
Patricia: Patricia Conde, presentadora de La Sexta, encantada.

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Ángel: Te voy a arrancar el corazón
Patricia: Pues súbete a una silla porque no creo que llegues.
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Ángel: Vamos a hablar de Aurelio Manzano
Patricia: ¡Me la agarras con la mano!
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Patricia: A mi una vez me dijeron un piropo súper bonito, es lo más bonito que me han dicho nunca.
Ángel: ¿A si? ¿Y que te dijeron?
Patricia: No me acuerdo, pero me pareció súper bonito.
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Dani: Adivina quien va a estar en los juegos olímpicos
Patricia: ¡El duque! Noooo, noo ¡El duque en bolas!
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Capitulo 13 No estamos saliendo

AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. Disfrutad!


Capitulo 13 <No estamos saliendo>


Aquel hombre seguía apuntándome con la pistola, el pulso le temblaba mucho. A pesar de que había dicho que iba a disparar, yo estaba allí parada, sin moverme, sin poder reaccionar. Yo diría que Dani tenía los ojos llorosos y estaba cada vez más nervioso por no saber como controlar la situación.
Respiré hondo, no sabía si aquello funcionaría o no, pero no me quedaba otra.
-¡Estoy harto ya, voy a disparar!
-No vas a disparar- le dije.
Él asintió- Si que voy a hacerlo.
Negué lentamente- Sé que no vas a hacerlo, porque ¿Que vas a conseguir con eso?
-Huir de aquí- gritó.
-Así solo empeorarás las cosas, a mi me matarás, pero tu acabarás en la cárcel y por mucho tiempo- tomé aire- un asesinato son palabras mayores, mucho más que robar un bolso- le miraba con cara de pena y le hablaba de una forma muy calmada- amigo, no lo harás, será una experiencia horrorosa para ti, no podrás dormir por las noches.
Dani me miraba con una sonrisa, embobado en mi, mientras apuntaba a aquel hombre.
-Si lo haré.
Negué- No lo harás, confío en que no lo harás.
Él asintió varias veces y volvió a apuntar bien con la pistola- di tus últimas palabras.
Cerré los ojos fuertemente y fruncí los labios. De repente Dani le dio una patada en la mano, en ese momento yo me agaché, un disparo resonó en toda la escalera. La pistola del muchacho cayó al suelo y quedó acorralado contra la pared, Dani empezó a pegarle puñetazos.
Cogí la pistola del suelo y me levanté, dandole una patada en la entrepierna a aquel capullo, le cogí del cuello- La has cagado- grité- la has cagado pero bien.
Entre Dani y yo le pusimos las esposas, bruscamente loo sacamos del edificio.
-Andando al coche- dijo Dani cogiéndole de un brazo.
Todo el mundo nos miraba y yo, llena de rabia agarraba con fuerza a aquel hombre, desahogándome de todo lo que había pasado.


Al llegar al coche, le metí bruscamente y cerré de un portazo. Me di la vuelta y miré a Dani resoplando, mi pelo estaba alborotado, pero estaba feliz porque al final todo había salido bien.
Sonreí a Dani le lado y él también me regaló una bonita sonrisa.
-Que mal lo he pasado- me dijo poniéndose una mano en el pecho.
Abrí los brazos sonriente- Anda, dame un abrazo- nos dimos un gran abrazo, un abrazo en el que ninguno de los dos quería separarse, Dani me cogía fuerte de la cabeza, al separarnos me dio un beso en la mejilla, nos sonreímos.
-Es la primera vez que nos pasa algo así.
Él asintió- Ese capullo no sabe lo que ha hecho.
Me pasé una mano por la frente- Bueno, ya pasó- le señalé con el dedo- tu estabas muy nervioso ¿verdad?
Dani agachó la cabeza- Sí, estaba muy nervioso, solo de pensar que...
En ese momento me acerqué a él y le di un apretado beso en los labios, al separarme él me miró frunciendo el ceño. Sonreí divertida y di la vuelta para montarme en el coche.
Horas después estaba en la sala de descanso, mirando mi café, penando en lo que había pasado, en ese momento Dani entró, nos miramos y se sentó a mi lado, me puso una mano en la rodilla.
-¿Cómo estás?
Me encogí de hombros- Bien ¿Y tú?
-Aún con el susto en el cuerpo.
Sonreí de lado y puse lentamente mi mano encima de la suya, de la que tenía sobre mi rodilla y poco a poco entrelacé mis dedos con los suyos. Dani me miró de reojo y después fijó la mirada en nuestras manos.
-Gracias por pegar aquella patada- dije en un susurro- si no lo hubieras hecho, no sé que habría pasado.
Dani me apretó la mano que teníamos entrelazada y sonrió- Hemos hecho lo correcto en el momento correcto.
Asentí- Gracias, de verdad.
Él me acarició la cara con la mano que tenía libre- Gracias a ti por ser una gran policía.
En ese momento me acerqué a él dándole un abrazo, él me pasó una mano por el hombro y yo apoyé la cabeza en su hombro, cerré los ojos y estuve así un buen rato, nuestra mano aún seguía entrelazada.
-Estoy orgulloso de ser tu compañero- me dio un beso en la mejilla y nos separamos. 
Suspiré, aquel día estaba blanda, yo normalmente no era así, era más dura. Pero lo que había pasado me había puesto sensible y Dani estaba conociendo mi lado mas cariñoso.


Le miré a los ojos y le sonreí- Hacemos una pareja estupenda.
Dani se quedó embobado en mis ojos, pensando en lo que acababa de decir, sabía que me refería a una pareja policial, pero él estaba imaginando otra clase de pareja.
Le solté la mano y fruncí los labios, no sabía que decir, quería irme a casa cuanto antes, no tenía muchas ganas de seguir por allí. Como si me leyera la mente, el jefe apareció por la sala buscándonos.
-Gran trabajo chicos- nos dio la enhorabuena- habéis corrido mucho riesgo, os la habéis jugando mucho, estoy orgulloso de vosotros, sois los mejores policías que ha pisado esta comisaría- hizo una pausa- podéis marchaos, ya habéis hecho suficiente por hoy- nos guiñó un ojo y se fue.
Me levanté de la silla y miré a Dani- Bueno, yo me voy a casa, mañana será otro día. Hoy vuelves antes a casa...- agaché la cabeza- seguro que Berta se va a poner muy contenta de poder estar contigo más tiempo, dale... dale recuerdos de mi parte- le dije adiós con la mano y me di la vuelta.
-Patricia espera.
Me giré para ver que quería, le miré fijamente a los ojos.
-Patricia... Berta y yo, no estamos saliendo, no somos nada.
Al escuchar aquello mi boca dibujó una sonrisa sin querer y fue como si me quitaran un peso de encima.
-¡Gracias a dios!- exclamé y me tiré a sus brazos a besarle, él me abrazó fuertemente y me siguió el rollo. Tras aquel beso, me separé un poco de él y le miré a los ojos- Creí que nunca iba a poder besarte de esta manera.
-¿Y eso?
-Estabas saliendo con Berta, eso dificultaba las cosas.
Él alzó una ceja y me dio un apretado beso agarrándome del culo- ¿Quieres decir que te gusto?
Rocé mi nariz con la suya- No me gustas, me encantas y no lo sabía hasta que estabas con Berta, que solo quería matarla- hice una pausa- un momento... si no estás saliendo ¿Por qué me habéis hecho creer que si?
Dani alzó las cejas y solté una carcajada- Ya lo pillo... pues lo habéis conseguido
-Así que Berta tenía razón... ¡Te gusto!
Asentí y le di un beso- Y eso que me has dicho solo con los labios antes... en un momento como ese, ha sido precioso, parecía de película.
-Te lo puedo volver a repetir ¡Te quiero!- me susurró al oído. Ambos sonreímos hasta que chocaron nuestras bocas y nos envolvimos en un nuevo y apasionado beso.




Continuará...