Estas fotos pertenecen al blog de Patri.

28 de septiembre de 2011

Capitulo 19 /Ridículo/

AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. La única verdad fue que Ángel se fue de SLQH. Algunos diálogos están sacados de la realidad, pero solo los que tienen lugar dentro del plató. Disfrutad!


 Capitulo 19 <Ridículo>

No podía entender que no le hubiera abierto la puerta Ángel ¿Por qué no lo había hecho? ¿Tenía miedo? Aquella era la oportunidad perfecta para decirle que le quería, que quería estar con él, los dos solos, una casa solo para nosotros…¿Qué más podía pedir? Me separé de la puerta y me fui a sentarme en el salón, entonces empecé a pensar
-¿Qué estaría haciendo ahora si Ángel estuviera aquí sentado conmigo? En este sofá podría estar más cómoda aún si estuviera él.
Miré la mesa-Y seguramente en esa mesa habrían unas galletas y unas cervezas o algo así.
Suspiré y me hice hacía atrás, cerrando los ojos. Entonces, miré mi móvil y pensé en llamarle, pensé en hacerle que volviera, las ganas eran fuertes, pero mi cabeza me decía que no.

Al  día siguiente, me desperté en el sofá, me había dormido ahí, pensando en si le llamaba o no. Me reí, me resultaba un poco patético porque me había dormido sin ni siquiera darme cuenta, y había estado ahí toda la noche.
Miré el reloj, encima llegaba tarde a trabajar, me maquillarían corriendo y aquello no me gustaba, no me gustaban las prisas.

Llegué a globomedia, y por el pasillo, no podía ir más rápida, de repente, Dani me salió de la nada, me puso las dos manos en los hombros y me frenó.
Le miré a los ojos-¿Qué quieres? ¡Tengo prisa!
Dani sonrió-¿Has hablado con Ángel ya?
Le miré como molesta-¿Me has parado para preguntarme eso? ¡Tengo prisa!-volví a repetirle
Él me soltó los hombros-Patricia, acepta la realidad de una puta vez ¿quieres? ¡Berta piensa exactamente lo mismo que yo, tienes que decírselo!
Asentí, como quitándole importancia y le aparté de en medio-Me voy
-Pero hazme caso
-Cállate la boca.

Dos pasillos más allá, me encontré con Berta que me preguntó exactamente lo mismo, parecía que lo tenían todo estudiado. Le dije que no, y que me dejara en paz, se lo dije de mala manera y se enfadó conmigo, ese día a plató salió enfadada y la verdad es que se notó la tensión entre las dos.
Después del programa, la vi por el pasillo y ni me dijo adiós ni nada, realmente le había molestado como le había respondido.
Cuando me fui a casa, Dani apareció por atrás de Berta.
-¿Se puede saber lo que os pasa?
Berta se giró y le miró-Nada, que hoy está insoportable, prefiero no hablarle porque me contesta mal
Dani se encogió de hombros-No tiene un buen día
Ella negó con la cabeza-no, y cuando no tiene un buen día está muy distante.
-Sigue sin querer hablar con Ángel
Berta asintió-Eso solo tiene que ser por una cosa
Dani la miró fijamente-Porque es tímida y reservada y le cuesta expresar sus sentimientos
Ella negó con la cabeza-no creo que sea por eso, Patri en ese aspecto, si de verdad está enamorada, se lo diría.
Dani frunció el entrecejo-¿Entonces?
-¡Carlos!-dijo Berta sin más
Dani se quedó boquiabierto-¿Carlos?
Berta asintió-Creo que rompió con él y ahora se está arrepintiendo.
Él negó rotundamente-No creo, Berta, tu no sabes lo que me dijo a mí, se sincero muchísimo conmigo y me lo contó todo, no creo que sea por él.
Al escuchar eso se encogió de hombros-Entonces…no se me ocurre otra cosa
-Algo le está impidiendo decírselo-hizo una pausa-El miedo a que le rechace no, porque ella sabe que Ángel se muere por ella.
Berta miró a Dani-¿Por qué no le dices a Ángel que se lance?
Dani asintió-Se lo dije, y fue a buscarla a su casa, pero no estaba…
Berta hizo una mueca-Pues vaya…el día que estén juntos y que sean felices, haré una fiesta
Ambos soltaron una carcajada y estuvieron un rato en silencio, hasta que Dani lo rompió diciendo lo que pensaba en ese momento.
-Yo creo que es porque han pasado demasiado tiempo juntos, siendo amigos y ahora ella está como bloqueada, no puede entender que sienta algo por él…
Berta asintió lentamente-Puede ser…lo veo lógico.

Apreté con fuerza el volante, estaba furiosa, las lágrimas caían por mis mejillas y los ojos se me estaban empapando, de manera que no veía casi nada la carretera.
En un semáforo me sequé las lágrimas con las manos e intenté dejar de pensar en todo eso que tenía mi mente colapsada. Al llegar a casa, me metí corriendo y me encerré en el baño durante horas. Nunca había estado así, estaba confundida, no sabía que hacer, mis amigos me decían que se lo dijera a Ángel, pero no tenía confianza en mi misma, había algo que fallaba.

-¿Yo? ¿Con Ángel?-pensé-¡Es ridículo!-Entonces me di cuenta de que me parecía patético salir con él, me parecía muy raro tenerle como novio. ¿Por qué? Dani ya se lo había explicado a Berta, demasiado tiempo siendo amigos, compañeros…
Aunque siempre habíamos tenido una tensión sexual bastante fuerte.
Salí del baño y me senté en el sofá, ya parecía que me había calmado un poco más. De repente, mi móvil empezó a sonar, era Ángel. Nada más ver su nombre en la pantalla, la mano empezó a temblarme y mi corazón se disparó. Cogí el móvil y me quedé observando el nombre, entonces me decidí a cogerlo.
-¿Si?
-¡hombre, la desaparecida! ¿Qué tal?
Sonreí-Bien, ¿Y tu?
-Muy bien…
Hubo un rato de silencio, lo que hizo que me pusiera más nerviosa aún.
-Mira, te llamaba para ver si tenías un hueco por ahí, y que si te venía bien que quedásemos, en un bar, o bien para cenar, o en tu casa o incluso en la mía
Respiré hondo-¿Para?
Ángel sonrió-Pues para hablar…los viejos compañeros-hizo una pausa-Bueno, no tan viejos, se tienen que reunir de  vez en cuando, no pueden perder el contacto.
Sonreí y me quedé pensativa.
-¿Qué me dices?
-Pero…¿viene alguien más?-dije algo nerviosa
Ángel se quedó que no sabía que responder-Eh…no, nadie más, creo que no nos hace falta nadie más para tomar unas copas. Hemos estado presentando un programa solos durante cinco años.
Sonreí y respiré hondo.
-¿Te apetece, Patri?
Tardé en contestar y finalmente le dije con una sonrisa-¡Me apetece un montón!

Continuará...

27 de septiembre de 2011

Capitulo 18 /Emociones/

AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. La única verdad fue que Ángel se fue de SLQH. Algunos diálogos están sacados de la realidad, pero solo los que tienen lugar dentro del plató. Disfrutad!


Capitulo 18 <Emociones>

No tenía ni idea de que porque le había dicho aquello a Berta, porque le había dicho que no le diría nada a Ángel, si por él lo había dejado todo. ¿Cómo ahora estaba tan decidida de no decirle nada? Ni yo misma lo sabía, pero lo sentía así, y si mi mente me decía que no, era por algo, así que no decidí ser una tumba. No volví ni a mencionar a Ángel en toda la semana, no hablé de él, no escuché las conversaciones que estaban teniendo sobre él, nada. Traté de esquivarlo completamente.

Parecía que no me interesaba ningún tema sobre él. Berta me lo notó, pero decidió no preguntarme nada. Estuve unos días un poco evadida de todos, centrada en mí, pensando en mis cosas, en el programa estaba como ausente, no prestaba mucha atención al guión, solo me limitaba a leer lo que ponía.
Después de un programa, Berta me cogió y me dijo que esa noche iba a cenar con Dani. Le sonreí.
-Me alegro por vosotros-hice una pausa-Pero…¿Estáis juntos ya?
Berta me negó con la cabeza-Ninguno de los dos queremos una relación estable, no de momento.
Agaché la cabeza-Bueno, pues que vaya bien la cena-le dije algo triste, y me di la vuelta. Berta me cogió del brazo y la volví a mirar
-Patri-me dijo-No he terminado de hablar contigo
-Dime
Berta sonrió-Era por si llamábamos a Ángel y nos íbamos los cuatro
Abrí los ojos como platos, me estaba diciendo de hacer una cena de parejitas, porque ya no nos veríamos como amigos entre nosotros, si no como algo más. La idea me aterraba, por lo que le negué rotundamente.
-¿Cómo que no? Será divertido
Negué-Que te digo que no. Prefiero quedarme en casa…
Berta me miró a los ojos-¿Y que vas a hacer en casa allí sola? ¡Vente!
Volví a negar-Berta no insistas, de verdad, no me apetece irme.
-Pero estará Ángel-dijo subiendo y bajando la cejas.
Agaché la cabeza, rezando para que no estuviera roja como un tomate.

Mi amiga me insistió unas cuantas veces más, pero yo era fiel a mi idea de no ir a esa cena, no sabía porque pero no quería ver a Ángel, no me apetecía para nada ir y quedarme a solas con él, sentarme a su lado, hablar con él.
Llegué a casa y me puse cómoda, me di una ducha y me senté a ver la tele mientras cenaba.
Mientras tanto, Berta y Dani estaban cenando en un restaurante, ella se había puesto su mejor vestido para esa noche, que para ella era especial. Ninguno quería una relación estable, pero en el fondo era lo que necesitaban.
Estuvieron hablando de mí, Dani le contó la verdad de porque Ángel se había ido del programa y Berta se quedó bloqueada. No se podía creer que se hubiera ido por amor.
-¿Tan enamorado está de ella?
Dani asintió-Eso y más. Te lo digo de verdad, quiso olvidarla, por eso se fue, porque le estaba matando por dentro.
Le contó que le había puesto el móvil mientras Patri se declaraba y que lo escuchó todo. Mi amiga se emocionó de verdad.
-Pero Dani…tienen que estar juntos…
Dani asintió-Lo sé, pero no lo están
Berta se quedó pensativa-Patri le quiere, y él la adora y mucho más…creo que son una pareja perfecta
Él volvió a asentir-Pues si, deberían de estar juntos
-Pero ella me ha dicho que no le piensa decir nada a Ángel
Dani se encogió de hombros-¿Y eso?
Berta negó con la cabeza-Pues ni idea. Creo que tiene miedo
-Él también tiene ese miedo
-Miedo de que se rechacen
Dani asintió-Tenemos que hablar con ellos.
Berta se sacó el móvil del bolsillo
-¿Qué vas a hacer?
-Voy…a llamar a Ángel
Dani frunció el ceño-¿Para que?
Ella se quedó pensativa unos segundos y después soltó una carcajada-Pues la verdad es que no lo sé.
Dani sonrió mientras negaba con la cabeza-No tienes remedio.

Estuvieron hablando más y más sobre el tema, y como por arte de magia, las cosas del destino, mientras ellos hablaban sobre nosotros. Ángel llamó la puerta de mi casa. Me levanté del sofá, extrañada, a esa hora nadie iba a mi casa. Antes de abrir o de decir “¿Quién es?” miré por la mirilla, al verle, mi corazón se disparó, cerré la mirilla y me apoyé en la puerta, respiré hondo, no sabía que había venido a hacer a mi casa. No quería abrirle. Al ver que no abría, él volvió a llamar al timbre, corrí hacia el salón y apagué la tele y la luz, para que no viera que estaba en casa, entonces volví a mirar por la mirilla, su cara era de pena, le molestó que no estuviera en casa, miró fijamente a la puerta y resopló, al ver que no estaba, se dio la vuelta y se fue.
Me apoyé en la puerta y respiré hondo, me puse la mano en el corazón y miré al techo, estaba confundida, triste y alegre a la vez. Estaba sumergida en una mezcla de emociones.

Continuará...

26 de septiembre de 2011

Capitulo 17 /Corre y Díselo/

AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. La única verdad fue que Ángel se fue de SLQH. Algunos diálogos están sacados de la realidad, pero solo los que tienen lugar dentro del plató. Disfrutad!


Capitulo 17 <Corre y díselo>

Aquel día, Ángel se levantó muy temprano, apenas había salido el sol, cuando él ya estaba dando vueltas y pensando, pensando en como me iba a decir las cosas, en como iba a hacer para que yo me lanzara. Él tenía miedo a lanzarse, tenía miedo de que le rechazara de nuevo. Lo quería hacer todo bonito, de una forma especial, de una forma en la que cayera rendida a sus pies.
Pensó y pensó pero no encontró la manera adecuada de hacerlo. Dejó pasar el tiempo y yo cada día que pasa me arrepentía más de habérselo dicho a Dani, de que lo supiera todo, cada vez que me veía me alzaba las cejas, dándome a entender que tenía que hablar con Ángel o me hacía algún comentario sobre el tema que solo entendíamos los dos.

Aquella mañana, Dani no estaba en su puesto de trabajo, me extrañé, pero fui a buscar a mi amiga Berta al camerino, quería contarle a ella también la historia, ya que lo sabía Dani, pensé que también tenía que saberla mi mejor amiga. Estaba dispuesta a contarle todo lo que sentía por Ángel, a contarle que había roto con Carlos, a contárselo todo.
Llamé a la puerta varias veces y tardó en abrirme, al ver que le insistía dando golpes en la puerta me gritó “¡Que ya vooooy, Patri!”. Abrió la puerta y asomó la cabeza, me extrañé, estaba como fatigada y tenía el pelo en la cara. Empujé la puerta pero ella no me dejó abrirla más.
-¿Pasa algo?-preguté
-No, dime, ¿qué quieres?
Fruncí el entrecejo y la miré bien, me di cuenta de que se estaba tapando con un montón de camisetas.
¿Fatiga? ¿Pelos en la cara? ¿Envuelta en camisetas? ¿Con quien se lo estaba montando Berta?
Abrí los ojos como platos y le dije en voz baja-¡Abre la puerta!
Ella me negó-Dime lo que quieres, estoy liada
Empujé a la puerta, pero ella hacía presión y no me dejaba abrirla-¡Que no pases, Patri!
-¡Berta!-le grité-Déjame pasar, quiero saber lo que estás haciendo.
-Luego te lo cuento-Me dijo empujando más fuerte.

Forcejeamos un poco y finalmente, gané yo. Conseguí abrir la puerta, Dani apreció ahí, al fondo del camerino, tapándose con su ropa. Me quedé boquiabierta y les miré a los dos.
-¡Que fuerte!-dije sin poder creérmelo. Miré a Berta-¿Esto desde cuando?
Berta se encogió de hombros-¿Calentón mañanero?
Negué con la cabeza-Que fuerte, que fuerte, esto no me lo esperaba, ha sido un shock.
-Patri...el otro día Dani y yo…bueno, que…surgió. Nos besamos y…
Asentí-Lo sé, lo sé, imagino lo que pasó después
Dani asintió-Desde aquel momento, no hemos podido parar.
Berta sonrió y me miró-Es…un vicio.
Cogí el pomo de la puerta-Bueno, pues, yo venía a hablar contigo-dije señalando a Berta-Pero os dejo seguir con lo vuestro-Les sonreí y flipando, cerré la puerta.

Me alejé sin creerme lo que había visto, Dani y Berta se lo montaban desde hacía días y yo sin enterarme…Con razón les veía menos a los dos por maquillaje y por los pasillos. Estaban en el camerino, con sus cosas personales.
De repente, una mano me tocó el hombro y extrañada me di la vuelta, frente a mí me encontré con Ángel. Abrí los ojos como platos y retrocedí unos pasos.

-¿Qué haces aquí?
Él se encogió de hombros-Te echaba de menos
La verdad es que había ido hasta allí sin haber pensado en que me iba a decir, sin saber que hacer para que cayera rendida en sus pies, y al verme se bloqueó, por lo que decidió que solo iba a verme.
Sonreí-Has hecho bien en venir, yo también te echaba de menos
Ángel sonrió al recordar todo lo que le había dicho a Dani y que él había escuchado por el móvil. Dudamos en si darnos un abrazo o no, finalmente no nos abrazamos.
-Podrías entrar en directo hoy-le dije con una sonrisa
Ángel negó-La gente se volvería loca, no, no puedo entrar en directo más
Agaché la cabeza-Ángel-hice una pausa-te soy sincera. Los programas sin ti no tienen sentido, no tienen gracia.
Él se encogió de hombros y sonrió.
-Por cierto-le dije-¿no me dijiste que no me ibas a ver nunca más? ¿qué haces aquí?
Ángel se dio la vuelta-Bueno, pues me voy-me dijo bromeando.
Le cogí del brazo y le hice que me mirase-Que no, bobo. Me alegro de que aquello no fuera de verdad, porque no me hacía a la idea de no verte nunca más
Ángel se quedó pensativo-Aquello…-hizo una pausa-fue, una tontería de las mías.
-Menos mal-suspiré y ambos nos reímos. Entonces me di cuenta de que la risa de Ángel me encantaba, que me transmitía confianza, que me invitaba a quedarme con él para siempre, por no hablar de su mirada.

Me hubiera gustado invitarle a tomar algo después del programa, pero no sé porque no le dije nada, no se lo propuse, y él a mi tampoco. Yo no lo hice por vergüenza. Ángel, sonriente, me preguntó por Carlos. Le dije que estaba bien, después me extrañé ¿Por qué había dicho aquello? ¿No le iba a decir que ya no estaba con él? ¿qué me pasaba?
Estuvimos un rato hablando y después, me fui a hacer el programa con la esperanza de que al terminar, Ángel estuviera allí, porque estaba decidida a decirle si nos íbamos a tomar algo. Pero él se había ido. Ya no estaba.
Iba por el pasillo, a toda prisa, para coger mi coche, quería irme de allí rápido y no sabía porque. Solo quería que pasaran los días, quería…quería estar con Ángel.
Berta me llamó desde el otro lado del pasillo y vino corriendo hacia mí.

-Patri, quería hablarte sobre lo que has visto
Sonreí-Creo que está todo muy claro, ¿No?
Berta se encogió de hombros-Que…no lo cuentes a nadie ¿Vale?
Asentí-A nadie…pero entonces, ¿solo sois amigos que cuando se les antoja se acuestan?
Berta agachó la cabeza, avergonzada y después me miró fijamente-No lo sé.
-¿Sientes algo? ¿O es solo sexo?
Berta se encogió de hombros-Bueno…no sé, yo diría que, es solo sexo.
-¿De verdad?
Berta me asintió
-¿De verdad de la buena?
Ella soltó una carcajada-¡Bueno, vale, a lo mejor algo si que siento por él!
Abrí los ojos como platos-¡No me lo puedo creer!
Asentí-Pues si, Patri…es así.
-Bueno, pues nada…a ver que pasa entre vosotros
Berta me miró fijamente-Y…¿para que me buscabas?
Respiré hondo-Quería decirte una cosa-la miré-He roto con Carlos
Mi amiga abrió los ojos como platos-¿De verdad?
Asentí-Y tan de verdad-hice una pausa-Berta…estoy enamorada de Ángel
Berta se llevó una mano a la boca-¡Tía, y él de ti también!-exclamó-¡Corre y díselo!
Negué con la cabeza-Ha estado aquí antes del programa
-¿Se lo has dicho?-me preguntó nerviosa. Negué con la cabeza y ella me cogió del brazo-Venga, vamos a decírselo.
Me solté bruscamente y ella se dio la vuelta-¡Berta!-le dije casi gritando-No voy a decirle nada ¿está bien?-la miré fijamente-Pues eso…

Continuará...

23 de septiembre de 2011

capitulo 16 /confesiones/

AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. La única verdad fue que Ángel se fue de SLQH. Algunos diálogos están sacados de la realidad, pero solo los que tienen lugar dentro del plató. Disfrutad!


Capitulo 16 <Confesiones>

Esa noche, Carlos durmió en la habitación de invitados, le dije que no quería dormir en la misma cama. Al principio se enfadó, pero luego pensó que quizá era mejor ir poco a poco, él estaba completamente convencido de que volveríamos a estar juntos. La verdad es que estuve dándole vueltas a la cabeza, pensando en cómo iba a echar a Carlos de allí.

Al día siguiente, Dani me llamó. Me contó que había hablado con Ángel y que no estaba dispuesto a volver a verme. Que se negaba, que insistió todo el tiempo en que no lo haría. Agaché la cabeza al escuchar todo aquello, con un nudo en la garganta. A punto de llorar.
-Pero ¿Cómo que no? Tienes que convencerle, Dani
-Lo siento, lo he intentado pero es fiel a su idea
Aquel día, no le hice caso a Carlos en todo el día, desaparecí y le dejé solo en casa. No volví hasta la noche. Abrí la puerta lentamente y entré sin hacer ruido, pero él estaba despierto, viendo la tele.
-¿Qué te pasa?-me dijo al verme llegar con esa cara
-Nada-dije sin más, y me senté a su lado.
Él me miró-Vamos, sé que te pasa algo
Negué rotundamente
-Puedes contármelo, puedes confiar en mí
Le miré a los ojos dudando en si se lo debía contar o no. Finalmente negué y no se lo conté.
-¿Es por algo que te ha pasado?
Suspiré-Vamos a dejar el tema Carlos. No quiero hablar de esto ahora
-Pero yo quiero saber lo que te ha pasado-me dijo poniéndome una mano en la rodilla.
Negué-otro día te lo cuento
Esta vez fue él quien me negó-No, porque entonces nunca me lo cuentas.
Respiré hondo y entonces se lo dije-Es por Ángel.

Al escuchar aquello, ya no puso tanto empeño para que se lo contase todo con detalle-Ah…-me dijo sin más y se movió inquieto en el sofá.
-Me dijo que iba a cambiar de vida y que…no quería saber nada de ninguno de sus compañeros
Carlos me miró sorprendido-¿En serio?
Asentí-De verdad, y Dani y yo intentamos convencerle de que no tiene que dejar de hablarnos y…
Carlos me interrumpió-¿Le quieres, verdad?
Me callé de repente y le miré a los ojos-Sí-dije sin pensarlo.
Carlos agachó la cabeza y asintió
-Por eso me molesta tanto que no quiera saber nada de mí
Él me miró-Él también te quiere, Patricia. En los programas se le veía en la mirada.
Sonreí de lado y agaché la cabeza. Él se levantó y le seguí con la mirada-¿a dónde vas?
-Me voy
Me extrañé-¿Cómo que te vas?
Carlos sonrió-Patricia, no hago nada aquí, si me quedaba era para recuperarte, pero…nuestra etapa ya pasó, ahora tienes que cambiar tu vida. Y si es Ángel el siguiente corre a por él…te hará feliz-tras decirme esto, se fue a la habitación a coger las pocas cosas que tenía. Y salió. Yo estaba apoyada en la puerta, esperándole.
Nos miramos a los ojos-Lo siento-le dije algo triste por él.
Carlos se encogió de hombros-Bueno…tengo que aceptarlo. Seré fuerte
Le sonreí y le di un abrazo-Eres un chico genial, y lo sabes
Él me dio un beso en la mejilla-Y tu eres la mujer perfecta-Abrió la puerta y nos despedimos con otro abrazo.

Se fue, se fue sin que yo se lo pidiera, me dijo que sería fuerte, pero conociéndole, seguro que nada más cerrar la puerta ya estaba llorando.
Suspiré, era la segunda vez que me despedía de Carlos, pero aquella vez no sentí lo mismo que la primera, porque sabía que ahora estaría más tranquila, más libre.
Cogí mi móvil, ningún mensaje, me esperaba al menos uno, de Ángel. Y aunque parecía raro, yo tampoco le envié ninguno, quería esperar a ver si él, era quien venía a buscarme. Era como una lucha, a ver quien aguantaba más.

Llegó el lunes, y yo llegué a trabajar un poco tarde. Dani me vio pasar por la puerta de guión y ni entré.  Se levantó de la silla y fue a buscarme, por atrás escuché mi nombre, me estaba llamando, así que me paré y esperé a que llegara.
-¡Patricia!-me dijo al llegar a mi lado
-Dime
-¿Cómo estás?
Me encogí de hombros-Voy a hacer un programa y…me voy a casa, la verdad es que mis ánimos nos están muy bien
Él me acarició el hombro-Vamos, que no pasa nada. Sonríe.
Le miré a los ojos-¡Es que es tan idiota!-le dije de repente-Así, de un día para otro no quiere saber nada de mí.
-Yo hablé con él y la verdad es que tiene las ideas muy claras-En ese momento, Dani llevaba el móvil en la mano, lo notó vibrar, estaba en silencio, disimuladamente, vio que era Ángel quien le llamaba, y fue de mente rápida, sin que yo me diera cuenta, descolgó el móvil y lo puso de manera que Ángel escuchar todo lo que estaba diciendo yo.
-Pues es que de verdad, me ha puesto de los nervios, y no puedo estar triste siempre, no, no entiendo como no quiere verme más.
Dani me miró a los ojos-La verdad es que podía olvidarse de lo mucho que te quiere y podría tratarte como amiga, pero no lo entiende.
Me encogí de hombros-Si hubiera sabido hacer eso, no se hubiera ido del programa
-¡Este Ángel!-exclamó Dani. Ángel escuchaba expectante al otro lado del teléfono.
Resoplé-Yo ya no sé que hacer, Dani, no paro de darle vueltas, por las noches no hago otra cosa que pensar en lo que le puedo decir para hacerle entrar en razón y…-hice una pausa-No sé, no sé que hacer-agaché la cabeza y Dani me miró fijamente.
-Patricia, te voy a hacer una pregunta un tanto delicada-comprobó que Ángel aún no había colgado y siguió hablando-¿Me vas a responder con sinceridad?
Asentí-Está bien
-Somos amigos ¿No? Puedes contármelo
Asentí-Dime
-¿Estás enamorada de Ángel?
Le miré con los ojos abiertos como platos y tardé en contestar unos segundos-Sí
En ese momento la cara de Dani era todo un poema.
-¿Para que negarlo? Si ya no puedo hacer nada, sí, le quiero, le quiero mucho y me he dado cuenta  ahora que ya no está aquí, ahora que ya no quiere saber nada de mí.
-Pero…tu tienes pareja
Le miré a punto de llorar-Lo he dejado
Dani respiró hondo-Joder.
-Lo he dejado porque quiero luchar por Ángel, pero si él no quiere, pues…poco voy a luchar-me di la vuelta y sin decirle nada me fui. Dani se quedó allí parado y cuando me había alejado lo suficiente se puso el teléfono en la oreja.
-¿Ángel? ¿Lo has oído?
Ángel tardó en contestar-Joder que si lo he oído…Estoy llorando.
Dani se emocionó al ver a su amigo así-Tío, no llores, que entonces lloro yo también.
-La quiero, Dani, la quiero
-Y ella a ti. ¿A que esperas? ¡Ven un día a verla! ¡Bésala!
Ángel sonrió-Claro que sí, tío…

Continuará...

20 de septiembre de 2011

capitulo 15 /Quédate/

AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. La única verdad fue que Ángel se fue de SLQH. Algunos diálogos están sacados de la realidad, pero solo los que tienen lugar dentro del plató. Disfrutad!


Capitulo 15 <Quédate>

Me fui al aeropuerto, llorando. Lo que acababa de pasar había marcado un antes y un después en mi vida. Con Carlos había vivido momentos inolvidables, momentos que no se volverían a repetir.
-¿Y si he hecho mal?-pensé estando en el aeropuerto. Pero negué con la cabeza, algo me decía que todo estaba bien. Que así es como lo tenía que hacer.
Me fui a Madrid, evitando pensar más en Carlos, esa puerta ya estaba cerrada.

El lunes, fue el primer programa sin Ángel. Aquel día estaba feliz y no sabía porque. Fui a la máquina de cafés, como siempre, saqué dos cafés, como siempre. Y me fui a la sala de los guionistas, al mirar, vi que Ángel no estaba. Entonces se me cayó el mundo, había sacado un café para él, no me había acordado de que ya no estaba con nosotros. Dani me miró sonriente y entonces entré, le dejé el café encima de la mesa.
-Veo que no quieres perder la costumbre-me dijo sonriente al verme con el café-Pero Ángel ya no está.
Para disimular, le di el café-Es que en realidad es para ti.
Dani se extrañó-¿Para mí? ¡Vaya! Muchas gracias Patri
Me fui de allí, con una sensación bastante rara. Había sacado un café para alguien que ya no estaba allí. Por el pasillo me crucé con Berta. Esta me dio un abrazo mañanero, de los que a ella le gustaba dar. Entonces al verme la cara que llevaba me preguntó.
-¿Te pasa algo, Patri?
Me encogí de hombros-No, supongo que no.
-No veo que estés bien
La miré a los ojos-Es que…verás, he ido a llevarle un café a Ángel
Berta abrió los ojos como platos-Pero si Ángel
Asentí y no la dejé que terminase la frase-Lo sé, sé que no está, pero me he dado cuenta cuando he entrado en la sala de los guionistas.
Inmediatamente Berta me dio otro abrazo.
-Bueno, Patri, ya está-me miró fijamente-¿A ver esa sonrisa?
Entonces al escuchar en el tono en que me lo dijo, me reí de verdad.
Ella asintió-Así me gusta-me dio un apretón en la mano-venga, ahora a vestirte y a ponerte guapa.
Sonreí y me fui a mi camerino. No sabía porqué, pero no quería decirle que había roto con Carlos y tampoco quería decirle que…sentía algo por Ángel.

Me vestí pensando en él, fui a maquillaje pensando en él y entré a plató pensando en él. En las publicidades del programa miraba el móvil constantemente, para ver si tenía algún mensaje de Ángel. Pero nada, desde aquel que me envió diciéndome que no volveríamos a vernos, no sabía nada de él.
Y sí, tenían razón con aquello que dicen que “No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes” Yo perdí a Ángel y entonces me di cuenta de muchas cosas, me di cuenta de que era el motor fundamental del programa y que si él no estaba, el programa estaba como loco, que no tenía la misma gracia y que yo no lo hacía tan bien. Y sobre todo me dí cuenta de que le quería, que sentía yo también algo por él, y que había estado completamente ciega esos cinco años atrás. Me di cuenta de que me encanta su sonrisa, su forma de mirarme, sus tonterías, nuestras charlas en la publicidad. Me di cuenta de que me gusta todo de él.

El programa terminó y lo único que quería era irme a casa, no aguanta más dentro de aquel plató, todo me recordaba a él, y cada paso por el pasillo era una historia que contar.
La semana fue demasiado dura para mí. Todos parecían haberse acostumbrado, y yo intenté fingir que me había acostumbrado también. Y cuando me preguntaban que si estaba bien, les decía que si. Pero Dani, sabía que estaba mintiendo, pues me conocía bastante bien, Ángel le había contado demasiadas cosas detalladas sobre mí. Un día, después del programa, me cogió a solas y me dijo que quería hablar conmigo.

-Dime ¿que pasa?
Él me miró-Patricia, sé que no estás bien
Me encogí de hombros-¿Para que voy a engañarte Dani? No lo estoy
En otro momento le hubiera dicho lo contrario, pero es que necesitaba desahogarme con alguien.
-¿Qué te pasa?
Le miré y tomé aire-Verás…Estando en Mallorca, con mi chico, me llegó un mensaje de Ángel
Él abrió los ojos como platos-¿qué te dijo?
-Me dijo que…iba a cambiar de vida, de amigos, y que no volveríamos a vernos nunca.
Dani resopló-Este tío es tonto
Agaché la cabeza-Yo no quiero dejar de verle, no sé porque me dijo eso.
-No te preocupes, seguro que es una tontería de las suyas
Negué con la cabeza-Sé que hablaba completamente enserio.
Dani agachó la cabeza y después me puso una mano en el hombro-Bueno, tu no te preocupes, ni te pongas triste por eso ¿Vale? Yo hablaré con él.
Le sonreí y asentí-Gracias

Escuchar aquello fue un alivio, ya que no podía hacerme a la idea de que fuera a perder a Ángel como amigo. Al llegar ese día a casa, me encontré con Carlos en la puerta. Cerré los ojos fuertemente, tomé aire y me acerqué a él.
-Carlos ¿se puede saber que haces aquí?
Carlos me sonrió-He venido a luchar por ti
Negué con la cabeza-Estás loco
Él me negó-No estoy loco, estoy enamorado.
Me llevé las manos a la cabeza, la verdad es que ese día iba bastante guapo. Seguro que se había puesto así para impresionarme y lo estaba consiguiendo.
-Mira, acabo de llegar de trabajar y no me apetecen líos-fui a abrir la puerta, pero él se puso delante.
-Déjame pasar, déjame que hable contigo tranquilamente, como personas civilizadas-me dijo mirándome a los ojos. Y yo, no podía resistirme a que me hablara así, por lo que le dejé pasar a casa.
-Anda ponte cómodo-Le dije mientras iba a dejar todas la cosas que llevaba.
Saqué unas olivas y unas coca-colas y nos sentamos en el sofá del salón.
-Bueno, dime ¿qué vienes a llorarme?
Carlos sonrió-No, claro que no-me miró fijamente-¿Es que tu ya has superado la ruptura?
Le miré sin saber que contestar, por una parte sí, porque no dejaba de pensar en Ángel, pero por otra parte, me acordaba mucho de él y de todo lo que había vivido a su lado. Sin importarle la contestación, se fijó en que aún llevaba el collar que me regaló puesto, y sonrió.
-Aún lo llevas-me dijo
Lo cogí-Claro que lo llevo, te dije que no me lo quitaría.
-Algún día te lo quitarás, lo sé-me dijo  triste
Le puse una mano en el hombro-No lo voy a llevar eternamente, pero…ese día aún está muy lejos.
Carlos me miró-Patricia…¿te das cuenta? Si no te has quitado el collar es porque aún sientes algo por mí.
Suspiré-Carlos, la ruptura aún está muy reciente, claro que siento algo. Eso le pasa a todos.
Él no dejaba de mirarme-Entonces…¿Significa esto que cuando dejes de sentir algo por mi te quitarás el collar?
Miré hacia otro lado-Carlos, ¿podemos cambiar de tema?
Carlos me cogió una mano-Estoy aquí Patricia, porque este tiempo me he sentido muy solo. Porque no paraba de pensar en ti, de echarte de menos. Porque no podía dejar de quererte. Necesitaba verte
El corazón me latía más fuerte en ese momento.
-Me dijiste que lo dejábamos por las circunstancias, y te entiendo-hizo una pausa-por eso, he decido que…me voy a venir a vivir aquí
Abrí los ojos como platos-¿cómo?
Asintió-Que si, que me vengo a Madrid, lo único que quiero es estar contigo y si me tengo que venir aquí, pues lo hago. Todo por ti, mi vida.
Negué con la cabeza-¿pero como te vas a dejar el trabajo y todo?
Carlos se  encogió de hombros-No pasada nada, habrán más soluciones ¿qué me dices?
No sabía que decirle.
-Si quieres me vengo aquí, a tu casa y si no, ya me buscaré un pisito por aquí cerca.
Negué con la cabeza-Estás loco.
Él vino a darme un beso, pero le aparté-Carlos…creo que no es buena idea, esto.
Se extrañó-¿Cómo que no? Si, me dejaste porque estábamos lejos.
Me encogí de hombros-Pero Carlos, la vida da muchas vueltas ¿sabes? No creo que debas de mudarte. Hazme caso.
Él se levantó-No me quieres, dímelo, y terminamos antes. ¿Estas con alguien verdad? Por eso no me echabas de menos-Se dirigió a la puerta y la abrió-Que te vaya bien, guapa, ya no vendré más en tu busca, te dejo vivir tu vida.

En ese momento el corazón se me estaba encogiendo cada vez más y más, no podía verle así, me dolía de verdad y si me dolía era porque lo que sentía por él era más fuerte de lo que pensaba.
-Carlos espera-le dije inconscientemente. Él se dio la vuelta y entonces me di cuenta de que le había llamado-Eh…que…-no sabía que decirle-Que no quiero que te vayas así.
Carlos cerró la puerta, esperando a que siguiera hablando. Entonces mi subconsciente me traicionó y le dije lo que pensaba, pero que no quería que pasara.
-Carlos quédate un tiempo en mi casa…
La cara de Carlos en ese momento era un poema. Con una sonrisa en la cara me dijo-¿De verdad?
Asentí no muy convencida-Sí, quédate y ya  vemos lo que pasa
Carlos se acercó a mí, me cogió la cara y me dio dos besos en las mejillas-Claro que si Patricia, vamos a vivir juntos un tiempo. Verás como todo cambia.
Puse cara de “Si, veremos a ver”. La verdad, es que no sabía porque le había dicho aquello, ahora lo tendría en casa y volveríamos juntos y seríamos felices, y sonaba bastante bien, porque yo a Carlos le quería un montonazo, pero algo me decía que la felicidad plena estaba en Ángel.

Continuará...

18 de septiembre de 2011

capitulo 14 /Está completamente loco/

AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. La única verdad fue que Ángel se fue de SLQH. Algunos diálogos están sacados de la realidad, pero solo los que tienen lugar dentro del plató. Disfrutad!

Capitulo 14 <Estás completamente loco>

¿no os ha pasado alguna vez que os despertáis sobresaltados? Pues así me desperté yo aquella mañana, no recordaba lo que estaba soñando, pero me desperté así. Carlos seguía durmiendo placidamente a mi lado. Le miré y traté de respirar con normalidad. Miré la hora, eran las ocho. No sabía que hacer, estaba nerviosa, inquieta. Me levanté de la cama, me lavé la cara y me vestí. Desayuné lo primero que pillé por ahí y esperé a que Carlos se despertara.

Este abrió los ojos y fue a abrazarme, pero se quedó abrazando al aire. Extrañado se incorporó y vio que no estaba, miró la hora y se extrañó más todavía. Salió a buscarme, con unos shorts, que le marcaban todo.
Le miré llegar y me levanté del sofá. Él me sonrió, aún con los ojos medio pegados de sueño. Me cogió de la cintura y me dio un besito.
-¿Por qué te has despertado tan temprano?-me preguntó mientras me cogía de la cintura
Me encogí de hombros. Estaba incómoda entre sus brazos, no me sentía bien. Di un paso atrás y me separé de él. Le miré a los ojos y tomé aire-Carlos, tengo que hablar contigo.
La cara de sueño de Carlos se puso bien de repente-¿Cómo que tienes que hablar conmigo?-no le gustó nada como sonó eso.
Le cogí la mano y lo senté en el sofá, yo me senté a su lado. Carlos me cogió la mano y me miró a los ojos-¿Estas embarazada? ¿vamos a tener un hijo?
Negué con la cabeza, estaba seria. Agaché la cabeza y le di un apretón en la mano.
Carlos negó con la cabeza-No me gusta como se está poniendo esto-me dijo asustado, y más asustado estaba al verme la cara que tenía en ese momento.
-Esto…es muy duro para mí-le dije. Carlos negaba con la cabeza
-No me puedo creer que esto vaya a pasar-dijo desviando la vista.
Le miré a los ojos-Carlos…en algún momento tenía que pasar. Y ha llegado-le dije para hacerlo entrar en razón-Lo siento, pero no puedo seguir con esta relación
Él me miró aterrado-¿Por qué? No lo entiendo.
Me encogí de hombros-Carlos, las cosas pasan así, y si te digo la verdad, esta relación no va a ningún sitio. Es un poco complicado tener que estar volando para poder verte y…ya no siento lo mismo que sentía antes, entiéndeme
Él me dio un beso en la mano-¿De verdad quieres romper?
Asentí con la cabeza, mientras una lágrima me caía por la mejilla-Si, estoy segura, lo llevo pensando detenidamente y es lo que quiero.

Entonces, por primera vez en mi vida, desde que le conocía, vi a Carlos llorar. Empezó a llorar y a llorar, se tapó la cara con las manos y yo le miraba sin saber que hacer, me sentía mal. No me gustaba verle así y a mí también me entraron ganas de llorar al ver la escena. Por un momento levantó la cabeza y me miró, tenía los ojos rojos. En ese momento, yo también empecé a llorar, ambos nos abrazamos con fuerza.
-Carlos no lo pongas todo más difícil ¿vale?-le dije mientras le abrazaba
-No puedo creer que te haya perdido-hizo una pausa-¿qué es lo que he hecho mal?
Le abracé más fuerte aún-No has hecho nada mal, son las circunstancias-Él me dio un tierno beso en la mejilla
-Te quiero, y siempre te querré, no lo olvides
Cerré los ojos con fuerza, las lágrimas cayeron más deprisa. Le puse una mano en la cabeza y le acaricié le pelo.
-No lo olvidaré-dije con la voz entrecortada por las lágrimas-gracias por hacerme feliz todo este tiempo. Por que siempre me hacías sentir como una reina
Nos separamos y él me miró sonriente-Era lo que te merecías, amor-me dijo acariciándome la barbilla.
Agaché la cabeza. No sabía que decirle, ya está, lo más difícil ya estaba hecho. Me limpié las lágrimas y le miré. Entonces él se abalanzó sobre mí, ambos nos envolvimos en un profundo beso, lleno de amor y dulzura. Carlos iba haciéndome hacia atrás en el sofá, cada vez más, hasta que finalmente quedé completamente debajo de él, Carlos me cogí la cara, ninguno de los dos queríamos separarnos de aquel beso, sabíamos que era el último y teníamos que disfrutarlo. Me dejé llevar y le puse una mano en todo el culazo, llevaba aquellos shorts blancos, que siempre le había dicho que me volvían loca. Lentamente, Carlos se separó de mi boca y nos miramos a los ojos.
-Patricia-me dijo
-¿Qué?-contesté en un susurro
-¿El de despedida?-me propuso sonriente. Le cogí la cara y le devolví la sonrisa-Eso no se pregunta, eso se empieza y ya está.
Carlos me sonrió-Siempre me ha encantado escucharte hablar así de flojito, notando tu aliento en mi cara.
Le rodeé el cuello con los brazos y lo acerqué a mi boca. Nos besamos con ganas. Carlos empezó con su juego de siempre, de ir dándome besito por el cuello e ir bajando.
La temperatura subió, terminamos besándonos por el suelo, hasta que le pedí a Carlos que nos levantásemos porque me estaba haciendo daño. Este se levantó y me tendió la mano para que me levantase yo. Me levanté pasando muy cerca de su boca. Nos miramos a los ojos, noté el calor de sus labios de lo cerca que estaba de mí, y sin esperármelo, empezó a besarme nuevamente. Me cogió en peso y avanzó unos pasitos, hasta apoyarme contra la pared. Nuestros cuerpos estaban deseosos, a punto de caramelo. Él dejó de besarme por un momento y sin apenas separarse de mí, me preguntó.
-¿Estas segura de que quieres dejarlo después de esto?-alzó una ceja.
Sonreí a modo de niña pequeña-Carlos, no me vas a comprar con el sexo.
Él sonrió y me dio un piquito-Te echaré de menos-me dijo, y no me dio tiempo a contestar, ya que vino a besarme.

Terminamos haciéndolo en el salón, usando la energía que te aporta la mañana. Y me atrevería a decir, que fue uno de los mejores, no solo que había tenido con él, si no que había tenido con todos los hombres con los que había estado a lo largo de mi vida.
Me puse bien la camiseta y me arreglé el pelo. Respiré hondo. Carlos vino detrás de mí-No te vayas-me dijo
Mientras andaba por el pasillo a coger mi maleta le dije-Carlos, si, me voy
Él resopló-No sabré que hacer si no estoy contigo
Me di la vuelta y le di un piquito para que se callase.
Se quedó parado y se apoyó en la pared. Salí con todas mis cosas y pasé por delante de él sin hacerle caso, entonces vino detrás.
-Patricia, dime la verdad. ¿Hay otro hombre?
Abrí los ojos como platos, pero no me dí la vuelta para verle, tampoco le contesté.
-¿No respondes? ¿Tengo que interpretarlo como un sí?
Entonces, me mordí el labio, cerré los ojos y me armé de valor, me giré y le miré a los ojos, sonriente, como si no pasara nada-Carlos, te he dicho que esto es por las circunstancias
Me negó-Lo siento, pero no te creo
Me encogí de hombros y él se acercó a mí, agarrándome de la cintura.
-Me vas a dejar, está bien, pero por lo menos no me engañes, dime la verdad
Volví a besarle, le di un apretado beso.
-No hay nadie, Ángel-al escuchar lo que le había dicho, me quedé petrificada. No me lo podía  creer, pero sí, lo había dicho y él lo había escuchado. Se separó de mí y me miró sin poder creérselo.
-¿Ves? ¡Así que es él! ¡El enano!
Agaché la cabeza-Carlos…entre él yo no hay nada ¿está bien?
Carlos me asintió, pero sabía que en el fondo no era así, sabía que en el fondo si que había algo. Abrió el cajón del mueble que había en el pasillo.
-Toma, ya que te vas, te daré esto, que luego se me olvida
Le miré extrañada. Era un regalo-¿y esto?-le dije enseñándole el regalo que me acababa de dar.
Él sonrió y se encogió de hombros-Hoy es nuestro aniversario.
Al escuchar eso, se me cayó el mundo abajo. ¿Se podía ser más gilipollas? ¡Le había dejado el día de nuestro segundo aniversario! Y yo ni me había acordado. Se me quedó cara de tonta.
-Carlos yo…
Él me interrumpió, no me dejó seguir hablando-No pasa nada, si no tienes regalo no importa, aquí está el mío, ábrelo y disfruta.
Le miré a los ojos-Lo siento

Empecé a romper el papel de regalo, estaba nerviosa por lo que pudiera ser. Vi una cajita, le miré, temiendo que fuese un anillo, con el que fuera a pedirme matrimonio o algo así. Abrí la caja atacada de los nervios. Y me quedé boquiabierta.
-¡Estás completamente loco!-le dije al ver lo que era
Él me sonrió-¿Acaso no te lo mereces?
Negué-Después de haber roto contigo, no-se lo devolví-de verdad, quédatelo y cuando encuentres al amor de tu vida, se lo regalas que seguro que le encantará.
Carlos no lo cogió, me lo empujo hacia mí-Es tú regalo. ¿Qué más da que ya no estemos juntos? Es tuyo y de nadie más, espero vértelo puesto de vez en cuando por el programa.
Lo miré sin poder creérmelo, era un collar de oro, un circulito colgaba de él. Como chafado. Era precioso y en el círculo, ponía la inscripción de nuestro día, del día en que empezamos.
-Pues…muchas gracias. Me lo verás puesto claro que si-le miré a los ojos-Es más…-Lo saqué de la caja y se lo dí-Pónmelo tu ahora.
Carlos sonrió. Le di la espalda y me lo puso-¡Te queda terriblemente bien!-me dijo
-¡Gracias!-guardé la caja en la maleta-Me lo has puesto tú y ya no me lo quitaré. ¿Te parece bien?
Él asintió-me parece genial
Abrí la puerta de la casa-Bueno…me voy
Él hizo un intento por no romper a llorar
-Si quieres algo, lo que sea, ya sabes donde estoy
Asentí y saqué las maletas a la puerta. Nos miramos a los ojos unos instantes, y entonces volví a darle un abrazo. Nos estuvimos abrazando unos cinco minutos largos y en ese abrazo, las lágrimas salieron solas por parte de los dos. Me separé de él lentamente.
-Carlos, llegó la hora, me voy
-Lleva cuidado, guapísima. Te llamaré para ver como te va
Asentí sonriente-Estaré contentísima de recibir tu llamada-Le guiñé un ojo, él hizo lo mismo. Cargué con las maletas y me di la vuelta. Él se quedó mirándome hasta que me perdió de vista. Resopló y dio un portazo, lleno de rabia.

Continuará...

capitulo 13 /No volveremos a vernos/

AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. La única verdad fue que Ángel se fue de SLQH. Algunos diálogos están sacados de la realidad, pero solo los que tienen lugar dentro del plató. Disfrutad!


Capitulo 13 <No volveremos a vernos>

Dani corrió más que nunca para llegar a tiempo al aeropuerto. Una vez allí, lo recorrió para buscar dónde estaban los vuelos a Mallorca. Después de casi unos quince minutos dando vueltas, uno de seguridad se lo indicó. Corriendo, fatigado, llegó. Me buscó, pero no me encontró. Entonces, me vio que iba con la maleta al otro lado de una cristalera, me dirigía a la pista. Empezó a correr y se pegó al cristal, lo golpeó y lo golpeó, gritaba mi nombre como un poseso, toda la gente le miraba. Al final me di cuenta y le miré extrañada. Me acerqué al cristal y me encogí de hombros, como preguntándole “¿Qué quieres?”.

Él empezó a gritarme, a contarme el verdadero motivo por el que Ángel se iba del programa. Le escuchaba algo mal, pero le entendía. Me dijo que se iba porque estaba demasiado enamorado, porque no podía seguir viéndome, que le dolía estar conmigo y no poder ser nada más. Me quedé boquiabierta. No podía creerme lo que estaba escuchando. Él me asintió varias veces y me dijo que era verdad. Y sí, no dudaba de que fuese verdad, porque Dani había ido al aeropuerto a contármelo, por lo tanto, mentira no podía ser.
-Y he pensado que deberías de saberlo-terminó diciendo.
Asentí con la cabeza y forcé una sonrisa-Muchas gracias Dani-le dije adiós con la mano y seguí mi camino. Dani se extrañó, se esperaba que tras escuchar aquello, yo no me iría a Mallorca.
Fui cabizbaja todo el camino. Me monté en el avión, si antes no tenía ganas de irme, tras escuchar aquello tenía aún menos. La azafata me indicó mi asiento, me senté al lado de la ventanilla, suspiré. Por mi mente en ese momento estaban pasando millones de cosas e ideas. Apoyé la cabeza y me quedé mirando por la ventana. El avión despegó. Al cabo de un rato, busqué en mi bolso el mp4, y me puse a escuchar música, para tranquilizarme un poco, para pensar aún mejor. Pero no conseguí hacerlo, empezó a sonar una canción triste y me puse a llorar como una tonta.

-¿Qué tal?-le preguntó Ángel al ver llegar a Dani por el pasillo. Este negó con la cabeza y se encogió de hombros
-Se ha ido-dijo sin más.
Ángel agachó la cabeza y Dani le puso una mano en el hombro a su amigo.
-Se nota que le quiere-hizo una pausa-¡Está enamorada, Ángel! Creo que deberías estar contento porque ella es feliz así. Y si de verdad la quieres, te alegrarías por ello
Ángel negó con la cabeza-No lo entiendes, yo quiero que sea feliz conmigo.
Dani se encogió de hombros-Amigo, tendrás que esperar a que llegue tu momento.

Me limpié las lágrimas, cada vez lo tenía más claro.  Iba decidida a romper con Carlos, esto no iba a ningún puerto. No podía ser siempre lo mismo, solo le veía los fines de semana y tenía que ser yo la que se moviera hasta allí. Además, algo me decía que ya no sentía lo mismo por él. Que alguien me estaba robando el corazón.
Cambié de canción, intenté poner una alegre para animarme, pero no lo conseguí, me aterraba la idea de que fuera a romper con él. Me quería demasiado y se quedaría muy mal. Además que tenía muchas ganas de verme, y estaría feliz, no podía llegar y quitarle toda esa felicidad de repente, además tampoco estaba muy segura de que hacer aquello fuera lo correcto. “¿Y si estaba tomando decisiones apuradas? ¿Y si aquello era solo porque Dani me había rallado la cabeza?”
Decidí esperar a ver a mi chico, según lo que sintiera al verle, al estar con él, al besarle, ya me aclararía más.
Me bajé del avión, con los auriculares puestos. Sabía que Carlos había ido a recogerme al aeropuerto, por lo que antes de llegar donde  él estaba, me quité los auriculares y los guardé. Volví una curva y allí estaba él. Esperándome con su sonrisa puesta y con un gorrito. Le encantaban los gorritos.
Le di un gran abrazo y un bonito beso.

-¿Qué tal estas preciosa?
Le sonreí-Bien
-¿Todo bien?
Asentí, empezando a ponerme un poco nerviosa. Nos fuimos de allí.
El final del día estuvo bastante bien, Carlos tenía pensado un bonito paseo por la ciudad y después tenía reservada mesa en un restaurante, a decir verdad, no me podía quejar porque siempre me trataba como a una reina. Hablamos y hablamos sobre cosas, o mejor dicho, habló él, porque yo esa noche no estaba muy animada después de todo lo que había pasado. Carlos me miraba con esa mirada tan dulce, esa mirada que sabía perfectamente lo que significaba, después de esa bonita cena, quería ir a casa a pasarlo bien haciendo cosas de mayores, y yo, no tenía ganas. Así que, sintiéndolo mucho, se quedaría sin “jugar” conmigo esa noche.
-He visto el programa-me dijo-Había un momento en el que casi lloras
Le miré a los ojos-¿Podemos cambiar de tema?-No me sentía nada a gusto hablando de aquello con él. Estaba muy reciente aún, y Ángel se me venía a la cabeza.

Ángel se sentó en la orilla de la cama, pensando en que ya no volvería a hacer más programas conmigo, pensando en que…la había cagado. Si se hubiera quedado, podría haber luchado por mí. Pensó.
Resopló y se acostó hacia atrás, miró su móvil, pensó en enviarme un sms, pero estaba con mi chico y le daba un poco de miedo, por si él cogía el móvil o algo. Cerró fuertemente los ojos y me imaginó ahí, acostada a su lado. Me imaginó tan bien que hasta podía olerme. Abrió los ojos y de repente, se sintió solo.
-Ha llegado el momento de olvidarla-Se dijo a él mismo-Si he hecho esto es por algo, para que salga de mi vida, para que me enamore de alguien correspondido. He ido a buscar a la mujer más inaccesible de todas.

Carlos no paraba de darme besos por el hombro, yo estaba acostada, dándole la espalda, él estaba cariñoso esa noche. Cerré los ojos y dejé que me besara todo lo que quisiera, no me molestaban esas caricias. De pronto, me hizo el pelo hacia atrás, y empezó a besarme por el cuello, él sabía que haciendo aquello conseguiría ponerme tontita. Me di la vuelta y le miré.
-Carlos, puedes hacerme todos los mimos y caricias que quieras, pero hoy no va a pasar nada
Él se extrañó-¿Por qué no, mi amor?
-Por que no estoy con ánimos después de todo lo que ha pasado hoy
Asintió-Te entiendo-Me dio un besito de buenas noches-Bueno cariño, que duermas bien, mañana será otro día.
Me di la vuelta y cerré los ojos, pensando en que al día siguiente, rompería con él. El tiempo se agotaba, debía de decírselo cuanto antes.
Cuando estaba casi durmiendo, noté una vibración, era mi móvil que estaba encima de la mesilla. Me giré un poco y miré a Carlos, estaba durmiendo como un tronco. Miré la hora, eran las dos y media  de la madrugada y el mensaje era de Ángel. Cerré los ojos fuertemente antes de abrirlo.

“Hola, quiero decirte que todo lo que te ha dicho Dani era verdad, ¿para que negarlo? Solo quiero decirte que seas muy feliz con tu chico y que  ya no volveremos a vernos, voy a cambiar totalmente de vida, de amigos…y no, no estoy borracho, estoy tumbado en la cama, pensativo, ha sido un placer conocerte. Suerte en la vida, preciosa. Besos, Ángel”

Empecé a llorar como una tonta, en silencio, para no despertar a Carlos, dejé el móvil encima de la mesilla y apreté mi  cara contra la almohada, la dejé empapada de lágrimas. No podía parar de llorar, sabía que aquellas palabras de Ángel eran de verdad. Que así, en cuestión de horas ya no quería saber nada de mí. Sus palabras llegaron a lo más profundo de mi corazón y por un momento, me pregunté que hacía allí, en la casa de Carlos, sentí que yo no debería de estar ahí en ese momento. No tenía fuerzas ni para responderle al mensaje, cerré los ojos para intentar dormir y de lo cansada que estaba, me quedé durmiendo sin apenas enterarme. Debía descansar pues, al despertar, le daría la mala noticia a Carlos y me iría a casa, posiblemente a hablar con Berta.

Continuará...