Estas fotos pertenecen al blog de Patri.

18 de septiembre de 2011

capitulo 13 /No volveremos a vernos/

AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. La única verdad fue que Ángel se fue de SLQH. Algunos diálogos están sacados de la realidad, pero solo los que tienen lugar dentro del plató. Disfrutad!


Capitulo 13 <No volveremos a vernos>

Dani corrió más que nunca para llegar a tiempo al aeropuerto. Una vez allí, lo recorrió para buscar dónde estaban los vuelos a Mallorca. Después de casi unos quince minutos dando vueltas, uno de seguridad se lo indicó. Corriendo, fatigado, llegó. Me buscó, pero no me encontró. Entonces, me vio que iba con la maleta al otro lado de una cristalera, me dirigía a la pista. Empezó a correr y se pegó al cristal, lo golpeó y lo golpeó, gritaba mi nombre como un poseso, toda la gente le miraba. Al final me di cuenta y le miré extrañada. Me acerqué al cristal y me encogí de hombros, como preguntándole “¿Qué quieres?”.

Él empezó a gritarme, a contarme el verdadero motivo por el que Ángel se iba del programa. Le escuchaba algo mal, pero le entendía. Me dijo que se iba porque estaba demasiado enamorado, porque no podía seguir viéndome, que le dolía estar conmigo y no poder ser nada más. Me quedé boquiabierta. No podía creerme lo que estaba escuchando. Él me asintió varias veces y me dijo que era verdad. Y sí, no dudaba de que fuese verdad, porque Dani había ido al aeropuerto a contármelo, por lo tanto, mentira no podía ser.
-Y he pensado que deberías de saberlo-terminó diciendo.
Asentí con la cabeza y forcé una sonrisa-Muchas gracias Dani-le dije adiós con la mano y seguí mi camino. Dani se extrañó, se esperaba que tras escuchar aquello, yo no me iría a Mallorca.
Fui cabizbaja todo el camino. Me monté en el avión, si antes no tenía ganas de irme, tras escuchar aquello tenía aún menos. La azafata me indicó mi asiento, me senté al lado de la ventanilla, suspiré. Por mi mente en ese momento estaban pasando millones de cosas e ideas. Apoyé la cabeza y me quedé mirando por la ventana. El avión despegó. Al cabo de un rato, busqué en mi bolso el mp4, y me puse a escuchar música, para tranquilizarme un poco, para pensar aún mejor. Pero no conseguí hacerlo, empezó a sonar una canción triste y me puse a llorar como una tonta.

-¿Qué tal?-le preguntó Ángel al ver llegar a Dani por el pasillo. Este negó con la cabeza y se encogió de hombros
-Se ha ido-dijo sin más.
Ángel agachó la cabeza y Dani le puso una mano en el hombro a su amigo.
-Se nota que le quiere-hizo una pausa-¡Está enamorada, Ángel! Creo que deberías estar contento porque ella es feliz así. Y si de verdad la quieres, te alegrarías por ello
Ángel negó con la cabeza-No lo entiendes, yo quiero que sea feliz conmigo.
Dani se encogió de hombros-Amigo, tendrás que esperar a que llegue tu momento.

Me limpié las lágrimas, cada vez lo tenía más claro.  Iba decidida a romper con Carlos, esto no iba a ningún puerto. No podía ser siempre lo mismo, solo le veía los fines de semana y tenía que ser yo la que se moviera hasta allí. Además, algo me decía que ya no sentía lo mismo por él. Que alguien me estaba robando el corazón.
Cambié de canción, intenté poner una alegre para animarme, pero no lo conseguí, me aterraba la idea de que fuera a romper con él. Me quería demasiado y se quedaría muy mal. Además que tenía muchas ganas de verme, y estaría feliz, no podía llegar y quitarle toda esa felicidad de repente, además tampoco estaba muy segura de que hacer aquello fuera lo correcto. “¿Y si estaba tomando decisiones apuradas? ¿Y si aquello era solo porque Dani me había rallado la cabeza?”
Decidí esperar a ver a mi chico, según lo que sintiera al verle, al estar con él, al besarle, ya me aclararía más.
Me bajé del avión, con los auriculares puestos. Sabía que Carlos había ido a recogerme al aeropuerto, por lo que antes de llegar donde  él estaba, me quité los auriculares y los guardé. Volví una curva y allí estaba él. Esperándome con su sonrisa puesta y con un gorrito. Le encantaban los gorritos.
Le di un gran abrazo y un bonito beso.

-¿Qué tal estas preciosa?
Le sonreí-Bien
-¿Todo bien?
Asentí, empezando a ponerme un poco nerviosa. Nos fuimos de allí.
El final del día estuvo bastante bien, Carlos tenía pensado un bonito paseo por la ciudad y después tenía reservada mesa en un restaurante, a decir verdad, no me podía quejar porque siempre me trataba como a una reina. Hablamos y hablamos sobre cosas, o mejor dicho, habló él, porque yo esa noche no estaba muy animada después de todo lo que había pasado. Carlos me miraba con esa mirada tan dulce, esa mirada que sabía perfectamente lo que significaba, después de esa bonita cena, quería ir a casa a pasarlo bien haciendo cosas de mayores, y yo, no tenía ganas. Así que, sintiéndolo mucho, se quedaría sin “jugar” conmigo esa noche.
-He visto el programa-me dijo-Había un momento en el que casi lloras
Le miré a los ojos-¿Podemos cambiar de tema?-No me sentía nada a gusto hablando de aquello con él. Estaba muy reciente aún, y Ángel se me venía a la cabeza.

Ángel se sentó en la orilla de la cama, pensando en que ya no volvería a hacer más programas conmigo, pensando en que…la había cagado. Si se hubiera quedado, podría haber luchado por mí. Pensó.
Resopló y se acostó hacia atrás, miró su móvil, pensó en enviarme un sms, pero estaba con mi chico y le daba un poco de miedo, por si él cogía el móvil o algo. Cerró fuertemente los ojos y me imaginó ahí, acostada a su lado. Me imaginó tan bien que hasta podía olerme. Abrió los ojos y de repente, se sintió solo.
-Ha llegado el momento de olvidarla-Se dijo a él mismo-Si he hecho esto es por algo, para que salga de mi vida, para que me enamore de alguien correspondido. He ido a buscar a la mujer más inaccesible de todas.

Carlos no paraba de darme besos por el hombro, yo estaba acostada, dándole la espalda, él estaba cariñoso esa noche. Cerré los ojos y dejé que me besara todo lo que quisiera, no me molestaban esas caricias. De pronto, me hizo el pelo hacia atrás, y empezó a besarme por el cuello, él sabía que haciendo aquello conseguiría ponerme tontita. Me di la vuelta y le miré.
-Carlos, puedes hacerme todos los mimos y caricias que quieras, pero hoy no va a pasar nada
Él se extrañó-¿Por qué no, mi amor?
-Por que no estoy con ánimos después de todo lo que ha pasado hoy
Asintió-Te entiendo-Me dio un besito de buenas noches-Bueno cariño, que duermas bien, mañana será otro día.
Me di la vuelta y cerré los ojos, pensando en que al día siguiente, rompería con él. El tiempo se agotaba, debía de decírselo cuanto antes.
Cuando estaba casi durmiendo, noté una vibración, era mi móvil que estaba encima de la mesilla. Me giré un poco y miré a Carlos, estaba durmiendo como un tronco. Miré la hora, eran las dos y media  de la madrugada y el mensaje era de Ángel. Cerré los ojos fuertemente antes de abrirlo.

“Hola, quiero decirte que todo lo que te ha dicho Dani era verdad, ¿para que negarlo? Solo quiero decirte que seas muy feliz con tu chico y que  ya no volveremos a vernos, voy a cambiar totalmente de vida, de amigos…y no, no estoy borracho, estoy tumbado en la cama, pensativo, ha sido un placer conocerte. Suerte en la vida, preciosa. Besos, Ángel”

Empecé a llorar como una tonta, en silencio, para no despertar a Carlos, dejé el móvil encima de la mesilla y apreté mi  cara contra la almohada, la dejé empapada de lágrimas. No podía parar de llorar, sabía que aquellas palabras de Ángel eran de verdad. Que así, en cuestión de horas ya no quería saber nada de mí. Sus palabras llegaron a lo más profundo de mi corazón y por un momento, me pregunté que hacía allí, en la casa de Carlos, sentí que yo no debería de estar ahí en ese momento. No tenía fuerzas ni para responderle al mensaje, cerré los ojos para intentar dormir y de lo cansada que estaba, me quedé durmiendo sin apenas enterarme. Debía descansar pues, al despertar, le daría la mala noticia a Carlos y me iría a casa, posiblemente a hablar con Berta.

Continuará...

No hay comentarios:

Publicar un comentario