Estas fotos pertenecen al blog de Patri.

11 de septiembre de 2011

capitulo 8 /me voy para no verte más/

AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. La única verdad fue que Ángel se fue de SLQH. Algunos diálogos están sacados de la realidad, pero solo los que tienen lugar dentro del plató. Disfrutad!

Capitulo 8 <Me voy para no verte más>

Ángel me miraba asustado, yo seguía buscando el móvil, intenté soltarme el brazo para buscar mejor, pero Ángel no me dejaba, en aquel momento tenía miedo, me veía muy dispuesta a llamar a mi chico. Le miré mientras buscaba el móvil, con mirada de asesina. Parecía mentira que cinco años de amistad fueran a romperse por un beso tonto. Él no dejaba de mirarme horrorizado, al fin, encontré mi móvil. Lo saqué y se lo enseñé sacándole la lengua.
-Es que se te va a caer el pelo, idiota
Diría que se puso pálido al verme buscar el número de mi chico en la agenda y de  repente, me pegó un manotazo, mi móvil cayó al suelo, lo cogió antes que yo y lo lanzó lejos. No podía creerme lo que acababa de hacer, le miré boquiabierta.
-¿Pero tu eres gilipollas?-Le grité. Ángel me soltó el brazo-¿Has perdido la cabeza o que te pasa?-le golpeé varias veces en el pecho. Ángel no me decía nada-¿Dónde está mi móvil?-miré a todos sitios pero no lo veía, no sabía a donde había caído-¡Eres un capullo!-volví a pegarle en el pecho-Entonces Ángel no aguantó más que le insultara de aquella forma, que le pegara cada vez que me diera la gana.
-Y tu eres una pija-en realidad no pensaba eso, pero sólo lo hacía para defenderse
Le miré con los ojos entornados-Que engañada me has tenido estos años atrás
-¿Engañada? ¿Pero que dices rubia?
-Tu no eres en realidad como pensaba que eras…eres lo peor

Empezamos a discutir allí, sin pausas, se me olvidó que mi móvil andaba por ahí, perdido. Pero en aquel momento el móvil me daba igual, lo que quería era desahogarme y la verdad es que lo estaba consiguiendo.
-Es que en el programa de mañana me va a dar todo igual, ¿te vas? Pues vete, mira, yo diría que hasta mejor para mí-grité
-Si, en realidad me voy para no verte más ¡que lo sepas!
Abría la boca, aquello me había llegado-¡Lo que tenías que haber hecho era irte mucho antes! Seguro que ahora que no estás a mi lado me va todo mucho mejor…
-Te hundirás en la miseria, y lo sabes
Le saqué el dedo-¡Que te den Ángel Martín!
-Eres una infantil que lo sepas
Le empujé bruscamente-y tu eres un inmaduro de mierda, que no tienes ni puta idea de las cosas y que te importa todo un carajo.
Ángel se encogió de hombros-¿Y si lo soy  que?
Le miré furiosa, no tenía contestación para aquello-Mira, te juro que mañana te voy a dejar en ridículo delante de todos, haré que se lleven una mala imagen de ti
Ángel sonrió-Te recuerdo que el que escribe los guiones soy yo, puedo hacer lo que me plazca
-Si no me da la gana de leer la puta mierda que vas a escribir no lo leo, improvisaré.
-¡Mira, me estás hartando ya!-gritó-vete a la mierda Patricia
Le volví a empujar-¡Ve a buscar mi móvil o no dejaré que te vayas de aquí en toda la noche! ¿has oído, imbécil?

La pelea se prolongó unos minutos más, pero no llegamos a las manos, simplemente nos gritamos y nos gritamos a modo de dos niños pequeños.

Me desperté, estaba un poco inquieta, estaba amaneciendo, me froté los ojos, estaba tapada con una sabanita blanca. Miré el reloj que se proyectaba en la pared para ver la hora y volví a cerrar los ojos, eran las seis de la mañana por lo que tenía un rato más para dormir. Pero de repente, abrí los ojos, asustada, en mi habitación no había ningún reloj que se proyectaba en el techo y…¿Por qué alguien me estaba abrazando?. Tragué saliva y me giré lentamente, Ángel dormía placidamente a mi lado. Cerré los ojos fuertemente, rezando para que estuviera soñando. Levanté la sábana y miré por debajo, estábamos desnudos.
-Esto es muy fuerte-pensé-esto no puede estar pasando-me pellizqué fuertemente, pero solo conseguí hacerme daño.
-Ángel-le grité mientras le movía a un lado y a otro. Ángel se despertó, se desperezó y me miró sonriente
-Hola preciosa-me dijo contento
-¿Qué coño ha pasado aquí?-le dije avergonzada
Ángel me sonrió-Pues…parece que la noche ayer terminó bien ¿no?
Le empujé en el hombro-No, no terminó bien. Esto es lo peor que podía haber pasado.
Ángel sonrió-Que no, que estuvimos muy bien los dos
Le miré seriamente y resoplé-Joder, joder-me llevé una mano a la cabeza-Patricia, eres completamente tonta-me dije a mi misma.
Ángel fue a abrazarme, pero le aparté, así que, solamente me dio un beso en el hombro.
Me llevé las manos a la cara y Ángel me dio unos golpecitos en el hombro-Vamos, que no es para tanto
Le miré furiosa-¿Qué no es para tanto? ¡Joder Ángel, que nos hemos acostado!
Ángel sonrió-Ya…

Me tapé con la sábana y me levanté de la cama, miré a Ángel como comprobando que era verdad, que había pasado.
-Escucha, dos no lo hacen si uno no quiere
Le miré sin saber que decirle, por lo que le regalé un bonito piropo-¡Vete a la mierda!
Busqué mi ropa que estaba desperdigada por la habitación y me fui al baño a vestirme. Cuando entré en la habitación, Ángel estaba de pie, en calzoncillos. Me miró extrañado al ver que me había vestido
-¿Te vas?
Asentí-Y de esto, ni una palabra a nadie-le dije poniéndome el dedo en la boca.
Ángel asintió sonriente.
-¡Ángel!-le dije al ver que se reía-de verdad te lo digo
Él asintió varias veces-que si, que si, que de verdad…
Me di la vuelta para irme de una vez de allí, pero Ángel me llamó, así que me esperé a ver que quería.
-Oye, pero…¿qué pasa ahora entre nosotros?
Resoplé, en realidad huía de aquella pregunta, de ahí mis gana de irme cuanto antes. Le miré sin saber que contestar. Él se puso los pantalones y se puso las manos en las caderas, esperando una respuesta.
Con la cabeza agachada, anduve hasta la cama y me senté. Ángel me miraba.
-Ángel…entre nosotros no puede haber nada, creo que ya lo sabes
Ángel asintió-ya…Carlos
Le miré a los ojos-Si. La verdad, no sé que hago aquí, esto no debería de haber pasado.
Ángel soltó una carcajada, recordando como habíamos llegado hasta la cama. Le miré sonriente.
-¿Se puede saber de que te ríes?
-Estábamos discutiendo y discutiendo ¿te acuerdas?
Asentí
-y de repente, empezamos a besarnos así porque si
Agaché la cabeza, tímidamente.
-Estabas tan guapa así enfadada-me dijo con una sonrisa en la boca. Le miré y entonces abrí los ojos como platos.
-¡Mi móvil!-me puse una mano en la cabeza-al final no lo buscamos.
-La pasión nos pudo-me dijo con la mirada perdida.
-Oye, y todo lo que te dije…-hice una pausa-que, no quería decírtelo, no pienso todo eso que te dije, fue la furia del momento
Él me asintió y se sentó a mi lado-Lo sé, lo que yo te dije tampoco era de verdad
Le miré a los ojos sonriente-entonces…¿No piensas que soy una pija?
Me sonrió-No, no lo pienso ni loco, ni nada de lo que te dije
Le guiñé un ojo y me levanté de la cama-Pues, aclarado todo esto…
-¿Amigos?-me preguntó tendiéndome la mano para que sellara la propuesta.
Le miré la mano-Amigos-dije estrechándosela.
-Haremos un último programa, que no lo olvidará nadie
Asentí-Claro que si, lo haremos mejor que nunca

Me pareció increíble, como del odio pasamos al amor, y del amor a la amistad plena de nuevo. Me fui de su casa con una sonrisa cuando me tenía que haber ido furiosa, parecía no importarme mucho lo que hice. Al llegar a casa, no pude acostarme, me preparé para irme a globomedia.
Cuando llegué, todo era como antes, todo volvía a la normalidad. No estaba tan rara con Ángel, es más, le llevé el café que de vez en cuando le llevaba.
Llamé a la puerta y con su sonrisa me dijo que pasara.
-¿Qué tal?-me preguntó
-Muy bien ¿y tu?
Ángel me miró durante unos segundos a los ojos, con una sonrisa de tonto enamorado-No puedo estar mejor.
Le dejé el café junto al ordenador y Dani me saludó. Me enseñaron alegres algunos trozos de guión que tenían hechos y como siempre, eran geniales.
Dani me vio rara, toda la semana había estado triste, demasiado triste, no había aparecido por guión y el último día, el último programa de Ángel, yo estaba más feliz que nadie.
Le acaricié el hombro a Ángel-Bueno campeón, pues nos vemos en directo
Él me asintió-Ponte bien guapa
-Y tú-fue lo último que le dije. Salí de la sala y por el camino me encontré con Berta. La saludé con un abrazo, ella se extrañó bastante.

-¿Qué te pasa Patri? Te veo feliz
Asentí-Claro que estoy feliz, he aprendido que no vale la pena estar triste, tengo que aprovechar lo que queda
Berta asintió-claro que si, así me gusta, con una sonrisa y para adelante.
Le volví a dar un abrazo-¡Te quiero amiga!

Me fui dando saltos de alegría a mi camerino, quería vestirme, ese día quería ponerme sencillita, así que, fui a buscar entre toda la ropa que tenía. La hora del directo estaba cerca…

Continuará...

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