Estas fotos pertenecen al blog de Patri.

13 de septiembre de 2011

capitulo 9 /Al que te quiere es a ti>

AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. La única verdad fue que Ángel se fue de SLQH. Algunos diálogos están sacados de la realidad, pero solo los que tienen lugar dentro del plató. Disfrutad!


Capitulo 9 <Al que te quiere es a ti>

Me desperté de un codazo, sobresaltada. Miré a todos lados, estaba en el coche, Berta conducía. Había sido una cabezada un poco tonta. Mi amiga se rió. Me froté los ojos, íbamos a la cena de Ángel. Sí, finalmente me había decidido a ir. Bajé la visera y me miré en el espejo, por si no llevaba bien la pintura después de dormir.
-¡Que te has dormido!-me dijo ella
Asentí-Es que hoy me he despertado muy temprano, más de lo normal, ¿Sabes?-me quedé mirando por la ventanilla-últimamente no duermo nada
Berta me miró unos segundos y volvió a concentrarse en la carretera
-No como nada…-dije sin dejar de mirar por la ventanilla.
-Eso no es lo que tienes que hacer, Patri.
La miré-Lo sé, e intento no hacerlo, pero es que no puedo, los nervios me ganan la partida
Berta sonrió-Venga, que hoy vamos a pasarlo bien.

Desde un principio dije que no iba a ir a esa fiesta, pero Berta era una experta en convencer a la gente, y me había convencido. Me quedé pensativa, recordando el sueño que había tenido en el rato que me había quedado durmiendo. Abrí los ojos como platos, en el sueño también iba a la cena y…la verdad es que no terminaba muy bien la cosa, amanecía en casa de Ángel, desnuda. Miré a Berta horrorizada, pero esta no me hizo caso, iba concentrada en la carretera. Volví a mirar por la ventanilla, lo raro había sido que el sueño también llegaba hasta el día del último programa, donde estaba feliz con todos. Me extrañé, a lo mejor aquello quería decirme algo, quería decirme que tenía que disfrutar del último programa al lado de un gran amigo y no pasarlo triste y deprimida. Volví a recordar que nos peleábamos, que nos acostábamos. Por un momento comprobé que llevaba el móvil en el bolso, ya que en el sueño,  Ángel me lo perdía. Sí, allí estaba, intacto. Y es que había sido tan real…
-Berta-le dije de repente, he hice una pausa-No quiero ir a la cena.
Berta me miró unos segundos-¿Por qué?
Agaché la cabeza-Es que…he soñado algo que, no me ha gustado nada
-Cuenta tía, cuenta-me dijo sonriente
La miré y sonreí yo también-Pues...estábamos en la cena y Ángel y yo-hice una pausa y Berta me miró.
-Vamos que os comíais toda la boca-tras decir esto soltó una carcajada
Miré por la ventanilla-Sí, y algo peor que eso.
Berta se sorprendió-¿Te lo llevaste a la cama?
La miré de repente y asentí de un cabezazo
-Joder, que fuerte.

Al final, me convenció de nuevo, diciendo que aunque lo hubiera soñado, no iba a pasar nada que yo no quisiera, que evitara quedarme a solas con él y todo iría bien y todos lo pasaríamos bien.
Aparcamos el coche y Ángel estaba en la puerta, recibiendo a todos. Me quedé un poco bloqueada, era igual que en mi sueño. Llegamos y Berta le dio dos besos y un abrazo.
Al verme, Ángel se sorprendió-¡Has venido!-dijo con una sonrisa de oreja a oreja-No sabes lo que me alegro.
Le sonreí y entré detrás de Berta. Nos sentamos en la mesa donde estaban todos. Yo me senté en medio de Berta y Dani, no quería que se quedara un asiento libre a mi lado, para que Ángel no se sentara. La última en llegar fue Cristina, después empezamos a cenar, y como en mi sueño, Ángel y Dani empezaron a hacer bromitas y nos hicieron pasar un buen rato entre risas y más risas. La verdad es que me estaba empezando a asustar porque todo estaba pasando como en el sueño. Recordé, y lo próximo era que fui al baño. “Patricia, aunque te estés meando por la pata abajo, no se va al baño”-pensé mientras fingía reírme de una broma que no me había enterado. De repente, Berta se levantó y me dijo que me iba al baño, yo le dije que no. Miré a Ángel y vi que me estaba mirando de una forma muy inquietante. Agaché la cabeza. La verdad es que la noche transcurrió bastante bien, me lo estaba pasando bien y no había nada fuera de lo normal, excepto, Berta, que a lo tonto, tonto se había pillado una borrachera impresionante y no paraba de reírse por tonterías y soltar burradas.
-Mira que cuadro más feo que hay ahí enfrente-dijo señalando el cuadro
-Madre mía, como va ¿No?-dijo Ángel sorprendido. Nunca la había visto así.
Asentí y la rodeé con el brazo-La que tiene que conducir y mira como va
Al ver que yo la rodeaba con el brazo, Berta me abrazó también-¡Amiga!-gritó-¡Te quiero!
Todos empezamos a reírnos.
-y yo Berta y yo-le dije
-Pero…pero yo te quiero más-dijo sin apenas poder vocalizar.
Sonreí y dejé de abrazarla-lo que tu digas
Berta empezó a reírse sola-Pero ¿sabéis que? Está mintiendo.
Todos la miramos extrañada
-Sí, Patri está mintiendo, dice que me quiere pero en realidad al que te quiere es a ti-dijo señalando a Ángel

En ese momento me puse colorada como un tomate, mi mirada se cruzó con la de Ángel que en ese momento no sabía que hacer, que decir, ni como reaccionar. Nos quedamos mirándonos intensamente durante  unos segundos, hasta que desvié la mirada.
-Que si, que si-continuó Berta, en aquel momento me quería morir-Que en el coche, de camino aquí…
La miré sabiendo lo que iba a contar, y le pegué un pellizco por debajo de la mesa, pero solo se quejó de que le había dolido, iba demasiado borracha, no entendía que quería decirle con aquel pellizco. Entonces solo empeoró las cosas, porque los demás vieron que lo que Berta estaba apunto de contar, yo no quería que lo contara.
-…Pues que ha soñado que se liaba con Ángel-yo estaba todo el rato con la cabeza agachada, prefería no ver las reacciones de la gente-y luego, se acostaban…
Todos me miraron, como para comprobar que aquello que Berta decía era verdad, mi cara lo dijo todo. Ángel no podía creerse nada y no dejaba de mirarme fijamente.
Dani sonrió y se frotó las manos-Bueno pues, los niños y los borrachos dicen la verdad
Todos empezaron a reírse, menos Ángel y yo, que estábamos en nuestro mundo. Yo tenía la cabeza agachada, sabía que estaría colorada y él, bueno, él seguía mirándome.

Berta asintió y medio un golpecito en el hombro-¿A que si, amiga? ¿A que te tiene loquita?
La miré fijamente a los ojos y no respondí, no entendía como mi amiga me había puesto de repente en esa situación tan incómoda.
Dani miró a Ángel-Tío-le dijo, este le miró-¿No dices nada respecto a todo esto?
Ángel se encogió de hombros-¿Qué quieres que diga?
Le miré durante unos instantes, muriéndome de ganas de que dijera algo, que diera su opinión.
-Pues ¿que te ha parecido lo que Berta nos ha contado?    
Ángel miró a su amigo-Pues…ha sido un sueño, tío-hizo una pausa y delante de todos dijo-Por desgracia
Las chicas se quedaron boquiabiertas, estaban enterándose de algo que nunca habían sospechado. Al escuchar eso, abrí los ojos como platos y agaché de nuevo la cabeza.

Y entonces, rompí el pacto que hice conmigo misma “No te quedes sola”. Me disculpé y salí afuera, lo necesitaba, no estaba el ambiente como para quedarme más tiempo sentada en aquella mesa, sin poder decir nada.
Salí y me senté en la acera.
Berta miró Ángel y sonrió-¡La tienes loca!-tras decir esto, le pegó otro trago a su copa. Ángel la miró y le apartó la copa
-Y tu no bebas más-le dijo riéndose.
Como yo me había ido, todos empezaron a hablar del tema, menos Berta que estaba partiéndose de la risa observando un tenedor. Dani le dio un golpecito en el hombro a Ángel-yo creo que debes de salir a buscarla, hablar con ella. ¿No ves que se ha ido? Estará mal.
Paula y Cristina asintieron-Es verdad Ángel, sal a buscarla, habla con ella
Dani asintió y me apretó en el brazo-ve.
Los miró a todos, no estaba muy convencido.
-Sal, pero nunca, nunca, la beses ¿De acuerdo? Solo empeorarás las cosas-le dijo Paula y le guiñó un ojo.
Ángel asintió y tomó aire-Bueno, pues, voy hablar con ella-Se levantó de la silla, dispuesto a salir a buscarme.
Berta le siguió con la mirada-¿Vas a follártela?
Ángel sonrió-Berta, vete a dormir ya, cariño
-¡Estoy bien!

Ángel volvió a tomar aire, miró a su amigo fijamente, este le deseo suerte, miró a Paula y a Cristina y sonriente, salió en mi busca.

Continuará...

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