Estas fotos pertenecen al blog de Patri.

2 de septiembre de 2011

Capitulo 2: "El Enano dice adiós"

AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. La única verdad fue que Ángel se fue de SLQH. Disfrutad!


Capitulo 2 <Un día menos>


Ángel ya había anunciado que se iba del programa y yo me sentía…mal. Mi cara no tenía expresión, estaba como enfadada con todo el mundo. Le dí mil vueltas al tema, intentando encontrar una forma para que Ángel no se fuera.
En casa, no sé cuantas veces rompí a llorar, sí, realmente estaba afectada por su marcha, Ángel era más que un compañero, era mi amigo y sentía algo muy especial por él, no entendía que se fuera a ir así, tan de repente y sobre todo, avisando con tan poco tiempo, tanto a sus compañeros como a los espectadores.

Esa noche la pasé muy mal, estaba tumbada en la cama. Un paquete de pañuelos estaba tumbado junto a mí y un montón de pañuelos usados se extendían por la habitación. Y es que no sabía como para de llorar, me sentía como una niña pequeña. “Patricia, creo que ya eres algo adulta para estas cosas” me decía a mí misma. Me costó muchísimo dormirme y cuando lo conseguí, empecé a dar vueltas en la cama, estaba inquieta.

-¡Ángel!-Grité sobresaltada en sueños, y en ese momento me desperté fatigada. Miré a mi alrededor y vi que todo lo había soñado, con la mano en el corazón, intenté volver a respirar con normalidad.
Volví a tumbarme en la cama y resoplé cerrando los ojos, cuando vine a darme cuenta, me había dormido.
A la mañana siguiente, me desperté muy temprano. Quería verle, quería abrazarle, quería…pedirle que no se fuera. Entré a globomedia algo nerviosa, crucé por varios pasillos y subí en el ascensor. Finalmente, llegué a la sala de los guionistas, ni si quiera pasé antes por mi camerino a dejar las cosas, las ganas me podían. Llamé a la puerta abierta y como siempre Dani y Ángel me miraron con una sonrisa, entonces entré. Creo que se me notaba la cara de tristeza que llevaba ese día, porque ambos me miraron extrañados.

-¿Qué tal chicos?-les pregunté mirando la pantalla del ordenador
-Bien, aquí, terminando unas cosas-contestó Dani. Ángel asintió
Les miré a los dos-¿Qué locuras habéis escrito hoy?
-Hemos escrito una parte muy graciosa, tuya
Le mire fijamente a los ojos, la verdad es que no me estaba enterando de lo que me estaba diciendo, me estaba hablando, pero no le estaba escuchando, estaba pensando en que todo se iba a la mierda.
-¿Quieres leerlo?-solamente escuché eso de todo lo que me dijo
-Vale-cogí una silla y me senté a su lado, apoyándo la cabeza en mi mano.
Ángel fue explicándome más o menos como lo tenía que hacer y la verdad es que no me gustó lo que había escrito. Tenía que hacerme la enfadada por su marcha. Tras leerlo todo, respiré hondo y me hice hacia atrás. Él me siguió con la mirada, esperando una respuesta, una opinión. Se hizo el silencio, y de repente, dije-No me gusta.
La cara de Ángel en ese momento, es imposible de describir. Se incorporó hacia mí y apoyó los codos en las rodillas, mirándome fijamente.
-¿Cómo que no te gusta? ¿Por qué no te gusta?-me preguntó casi en un susurro. Nuestra mirada se encontró por un momento, pero no pude sostenerla por mucho tiempo. Miré a Dani, dándole a entender a Ángel que quería que nos fueramos a solas. Era impresionante la capidad que teníamos para saber lo que queríamos solo con las miradas o los gestos, nos conocíamos demasiado el uno al otro. Él se giró, miró a su amigo y después se levantó de la silla. Me levanté tras él y salimos al pasillo.
Ángel miró a todos lados-¿Te viene bien aquí?
Fruncí los labios y yo también miré a mi alrededor-¿Vienes a mi camerino?-Al preguntarle esto Ángel se extrañó demasiado.
-¿No podemos hablar aquí?-me preguntó-es que tengo que terminar unas cosas y no tengo mucho tiempo
Agaché la cabeza, como dándole pena y entonces, sin siquiera decirle nada, él continuó diciéndome-Está bien, vamos a tu camerino un momento…

Abrí la puerta algo nerviosa y Ángel entró. Cerré la puerta y él se giró para mirarme con una sonrisa en la cara-a ver, dime ¿Por qué no te gusta lo que he escrito?-me preguntó.
Le miré unos instantes y me crucé de brazos-Porque…tengo que fingir que estoy enfadada y…es así como estoy de verdad
Ángel frunció el ceño y espero a que siguiera hablando
Fijé la mirada en el dibujo de su camiseta-Ángel…no sé, no me apetece hacer ese trozo
-¡Vamos!-dijo abriendo los brazos-¡Es un trozo muy bueno! A la gente le va a hacer mucha gracia
Negué rotundamente-Ángel, entiéndeme, si tengo que hacer de enfadada, me va a salir de verdad y…
-Bueno, pues más risa-dijo interrumpiéndome-dime que lo harás
Negué con la cabeza
-Vamos Patricia-se hizo un rato de silencio-me ha costado mucho escribirlo-me mintió
Negué todas las veces que me insistió
-Hazlo por mí ¿vale?-dijo en un tono más bajo, avanzó con la mirada fija en mis ojos, abrió la puerta y se fue. Le seguí con la mirada hasta que le perdí de vista y algo molesta, fui a buscar el vestido que me pondría ese día.

Cuando me estaba cambiando, una lágrima me cayó. Me limpié rápidamente. “Patricia ¿Estás llorando?”- pensé-vamos, eres una boba.
De repente, la puerta se abrió bruscamente y Ángel entró algo fatigado-¡Patricia está bien, no hagas esa parte!-dijo nada más entrar. Un grito inundó el camerino, me había asustado por su violenta aparición y me había pillado en ropa interior. Me tapé rápidamente con el vestido y le miré. Ángel, al ver que había entrado en un mal momento, me pidió disculpas.
-Joder tío, llama antes de entrar ¿No?-le dije timidamente y tapándome como podía
Ángel sonrió y me hizo un repaso de arriba abajo-Bueno, que…esa parte, que no la hagas
Fruncí el ceño-¿Ahora me dices que no?-El se encogió de hombros y yo le negué con la cabeza-No, la voy a hacer Ángel…
-Pero si me has dicho que…
Esta vez fui yo la que le interrumpió a él-Ya está Ángel, la voy a hacer, no te preocupes
Ángel asintió y se quedó ahí parado, ambos nos miramos fiamente, él no paraba de sonreir al verme tapadita con el vestido. Al ver que no se iba, avancé hacia él, aún tapandome, por lo que los andares eran un poco patosos.
-Por favor, ¿Me dejas que me vista?-le dije cariñosamente, abriéndole la puerta
Él asintió, salió del camerino y cerré de un portazo.

Entramos en directo, y llegó la parte del guión que tanto odiaba, tenía que cantarle a Ángel una canción. Antes de empezar con la parte, ambos nos miramos y él con la mirada me preguntó-¿Estás segura?-a lo que yo le asentí, disimuladamente, para que la gente no se diera cuenta. Él me sonrió como diciendo-pues adelante.
Lo hice lo mejor que pude, aunque se me notó muy seria. A pesar de todo, tenía que estarlo por exigencias del guión. Me esforcé para no llorar, y lo conseguí. Tras el programa, sentí un gran vacío. Era un programa menos con el enano. Me cambié de ropa y me fui, pensando que Ángel ya hacía rato que se había ido, como de costumbre. Pero para mi sorpresa, me estaba esperando junto a mi coche. Me paré enfrente de él y no le dije nada. Él me miró sonriente.
-Gracias-fue todo lo que me dijo
Le miré fijamente a los ojos-¿Por qué?
-Porque lo has hecho genial
Agaché la cabeza, hubiera sonreido por el cumplido, pero es que en esos momentos, no sabía lo que era sonreir. Ángel se apoyó en mi coche y se cruzó de brazos. Le miré, aún sin decirle nada.
-¿De verdad estás enfadada?
Le miré por un momento a los ojos y después, desvié la mirada al suelo-Si, lo estoy-le dije sin más. Sabía que si hablaba más de la cuenta rompería a llorar delante de él, y no quería.
-Patricia yo…lo siento, de verdad, pero necesito acabar ya esta etapa-me dijo sin apartarme la mirada. Negué mientras hablaba.
-No tienes que disculparte, Ángel. Es tu decisión-le miré a los ojos-Intentaría hacer cualquier cosa para que no te fueras, pero no encuentro la manera.
Ángel miró al frente y respiró hondo, parecía que aquello le había llegado.

Tras decir aquello, se hizo el silencio. Después, Ángel me miró a los ojos, algo nervioso.
-¿Puedo decirte algo?
De la forma en la que me lo dijo, hizo que se me pusieran los pelos de punta.
-Te escucho
Desvió la mirada y se mordió el labio, al final por lo que fuera, decidió no decirme lo que tenía en mente-Nada, déjalo, era una tontería
-No pasa nada, dime que tontería ibas a decirme
Me miró y negó con la cabeza, se separó del coche y me sonrió-Que nada, que pases un buen día
Le sonreí-Igualmente-abrí la puerta y nos miramos unos instantes-que te vaya bien-me monté-nos vemos mañana
-Hasta mañana-me dijo cerrándome la puerta. Y se quedó parado mirándome, hasta que me fui de allí, pensando en porque no me había dicho aquello que iba a decirme, aquello le llevaba rondando por la cabeza más de cuatro años.


Continuará...

No hay comentarios:

Publicar un comentario