Estas fotos pertenecen al blog de Patri.

5 de septiembre de 2011

Capitulo 3 /Soy gilipollas

 AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. La única verdad fue que Ángel se fue de SLQH. Algunos diálogos están sacados de la realidad, pero solo los que tienen lugar dentro del plató. Disfrutad!


Capitulo 3 /Soy gilipollas/

Esa mañana, me levanté antes de lo normal. No podía dormir nada y menos después de que Ángel se pusiera a decir algo y al final no me lo dijera. Aquello, aunque pareciera mentira, me tenía nerviosa todo el día.
No tenía ánimos para nada, me vestí sin ganas y me fui a trabajar. No me molesté en pasar a saludar por guión. No quería verles, a ninguno. Quería estar sola. Me encerré durante un buen rato en mi camerino, sentada en un incómodo sofá, pensando, llorando. No estaba bien, las cosas no estaban saliendo como deberían de estar saliendo, todo había cambiado, ya nada era como antes.

Me relajé un poco y decidí salir a maquillaje, por el pasillo me crucé con Berta.
-Patri, vamos todos a guión, Ángel nos ha llamado para decirnos algo-me dijo y siguió andando sin esperar por si iba con ella. La miré unos instantes, fijé la vista en el suelo y seguí andando, a mi bola. No quería ir a ver que era aquello que decía Ángel.
Caminé un poco más, hasta que me encontré con Gonzalo, el regidor. Al verme la cara, me rodeó por el hombro con su brazo y me miró a la cara.
-¿Qué te pasa a ti?-me preguntó
Sin mirarle me encogí de hombros-No quiero verte triste. ¿A dónde vas?
-A maquillaje-contesté con la voz entrecortada. Entonces Gonzalo me cogió la cara e hizo que le mirara, vio que estaba llorando.
-¡Patricia!-me dijo sorprendido. Era la primera persona que me veía llorar de verdad en cinco años de programa-¿Qué pasa? ¿Por qué lloras?
Negué con la cabeza y me solté de él, quería seguir andando, pero Gonzalo no me dejó. Se puso enfrente y me cogió los hombros.
-Patricia no te voy a dejar sola-me dijo mirándome a los ojos-dime lo que te pasa
No le respondí, pero le mantuve la mirada
-Es por la marcha de Ángel ¿Verdad?-llegó a la conclusión él solito, al no responderle, supo que era por eso. Me dio la vuelta y volvió a rodearme con su hombro-Mira, ven aquí, Ángel nos va a decir algo
Agaché la cabeza, me limpié las lágrimas y empezamos a caminar. Él seguía cogiéndome
-No tienes que estar mal, le seguirás viendo
-No es eso Gonzalo-le dije sin apenas poder hablar-sé que le seguiré viendo, pero…no quiero que se vaya de aquí
Gonzalo se encogió de hombros y me miró durante unos segundos-es su decisión ¿Qué quieres que hagamos Patri?

Llegamos a la sala de los guionistas y allí estaban todos los del equipo, o la gran mayoría, los que dábamos la cara ante la cámara. Gonzalo entró y me guiñó un ojo. Me sorbí la nariz y me quedé apoyada en la puerta, de brazos cruzados. Ángel se subió a la mesa para hacer la gracia, con eso de que era pequeño, para que le viéramos todos. Miró alrededor y sonrió.
-Amigos-empezó diciendo-ya sabéis cual es mi decisión, me voy de aquí, han sido los mejores años de mi vida, os lo puedo asegurar a todos, y os doy las gracias a todos y cada uno de vosotros, porque habéis influido en mi vida de manera diferente. Quiero invitaros a todos mañana a cenar. Yo elijo restaurante y yo pago todo. ¿Qué os parece?
Todo el mundo empezó a cuchichear y a decir que les parecía bien, entonces Ángel me localizó, allí, apoyada en la puerta, cabizbaja, fijó su mirada en mí y su sonrisa se borró por completo. En ese momento en el que me estaba mirando, alcé la vista y nuestras miradas se encontraron durante un largo rato. Respiré hondo y volví a fijar la mirada en mis pies.
-Lo dicho-concluyó Ángel, quería que todos se fueran cuanto antes para ir a hablar conmigo-Que mañana no hagáis planes que nos vamos a cenar, ya os diré hora y lugar ¿Vale?
Todos empezaron a salir de allí, pero yo me quedé apoyada en la puerta, como queriendo ir a hablar también con Ángel.
Salió la última persona de la sala y entonces me di la vuelta para irme yo también, cuando él me tocó el hombro, me giré lentamente y me encontré con su mirada.

-Patricia-me dijo. Yo no pude evitar agachar la cabeza
-¿Qué pasa?
-¡Estas triste!
Le miré un instante
-No quiero verte así-me dijo poniéndome una mano en el hombro-Déjame que te vea feliz estos últimos días que me quedan de programa, no quiero verte triste, quiero verte sonreír…quiero ver a la Patricia de siempre, si no, me llevaré un mal recuerdo.
Le forcé una sonrisa y él me negó con la cabeza-Así no, y lo sabes, yo quiero tu sonrisa natural
Desvié la mirada y di un paso atrás, como queriendo apartarle la mano de mi hombro.
-No puedo Ángel-le dije sin más
Él suspiró-No me digas eso
Le miré a los ojos, iba a llorar y como no quería que me viera llorar, me di la vuelta y me fui. Ángel se quedó mirándome, pero no vino detrás de mí. Aquello le dolió, sabía que lo estaba pasando muy mal.

Pasada una media hora, salí a por una cosa al coche, al cerrar la puerta y al girarme, allí estaba Ángel, la verdad es que me asustó un poco. Sonreí porque me había asustado y me paré frente a él.
-¿Qué?-le dije. Él no me contestó. Miré la entrada y le miré a él-¿Me dejas pasar?
Ángel siguió sin contestarme y no me quitaba la mirada de encima
-¡Ángel!-le dije llamándole la atención. Ángel sonrió y me miró, como queriendo decirme algo. Entonces recordé que tenía algo que decirme-Oye… ¿Me vas a decir eso que me dijiste el otro día?
Ángel sonrió de lado y desvió la mirada, había conseguido ponerlo nervioso. Entonces me miró y me negó.
-Olvídalo ¿Vale?
-¿Cómo quieres que lo olvide? Debía de ser importante
Ángel negó rotundamente-Que va, no lo era, era…una tontería-dijo quitándole importancia
Incliné la cabeza y le sonreí-vamos, sé que no es una tontería y quiero que me la digas
-Quizá te la diga otro día
Respiré hondo-¿Cuándo? ¿Cuándo te hayas ido de aquí y ya no te vea?
Ángel sonrío y me miró a los ojos-No boba, otro día como por ejemplo…mañana
Le miré frunciendo el ceño-¿y porque tiene que ser mañana y no puede ser ahora que estamos solos?
Ángel se encogió de hombros y se dio la vuelta, empezamos a caminar hacia la puerta y subiendo las escaleras me paré y le miré.
-Ángel…yo quiero que me lo digas ya, no puedo esperar hasta mañana
Ángel negó como muy concentrado en mí, se mordió un poco el labio y me dijo-No…la verdad es que yo tampoco puedo-seguidamente, subió unos escalones para estar a mi altura, me cogió la cara con las dos manos y me besó. Fue un beso dulce, tierno, donde únicamente se rozaron nuestros labios, nada más. Berta, que también salía en ese momento al coche, se quedó en el intento de abrir la puerta, que era de cristal, nos vio desde dentro y boquiabierta se dio la vuelta.
Ángel se separó de mí y nos miramos a los ojos, seguidamente me soltó la cara y subí un escalón.
-¡Ángel!-le dije sorprendida. La verdad es que no sabía que decir-Pero…
Ángel agachó la cabeza y después me miró-Patricia, lo siento
Subí otro escalón y seguidamente otro y le dejé allí, me fui sin decirle nada. Ángel me llamó antes de que desapareciera por completo, pero no le escuché. Se quedó mirando a la puerta, respiró hondo, arrepintiéndose en parte de lo que acababa de hacer y se sentó en los escalones, tapándose la cara con las manos.
-¡Es que soy gilipollas!-se dijo a él mismo.

Continuará...

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