Estas fotos pertenecen al blog de Patri.

31 de octubre de 2011

CAPITULO 40 /No quiero que te vayas/

AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. La única verdad fue que Ángel se fue de SLQH. Algunos diálogos están sacados de la realidad, pero solo los que tienen lugar dentro del plató. Disfrutad!




CAPITULO 40 <No quiero que te vayas>

Ya está, el programa había terminado, se había acabado para siempre. Se había cerrado una gran etapa en mi vida y la despedida con mis compañeros fue muy dura. Aunque sabía que nos podíamos volver a ver de vez en cuando, siempre y cuando nos llamásemos. Los primeros días de haber acabado el programa, yo estaba un poco ida. No sabía lo que debía de hacer, estaba perdida, desconcertada. No me podía hacer la idea de que no iba a hacer más programas diarios, que no iba a volver  decir “hasta mañana corazones” ni  “hola ¿Qué tal? Bienvenidos a sé lo que hicisteis…”
Era algo que no podía aceptarlo, lo estaba pasando realmente mal y no contaba con el consuelo de nadie. No quería llamar a ninguno de mis compañeros para no molestarles a ellos también, para que no les llegara la nostalgia. Así que me dediqué a estar encerrada en casa todo el tiempo, a salir lo menos posible. Ya no sabía que hacer para dejar de llorar, para asumir todo lo que había pasado.

Mi figura de chica impecable y guapa que tenía del programa, hubiera caído por completo si alguien me hubiera visto en aquellas condiciones, me convertí en una Patricia descuidada, dejada, sin maquillar, con ojeras, con el pelo alborotado y todo el día en pijama, era una Patricia sin ganas de vivir la vida, sin ganas de hacer nada. Y llegó un momento en el que se me juntó todo, la pérdida del programa y que Ángel llegó a mi cabeza, llegó él y todos los momentos que habíamos pasado juntos. Y yo más lloraba, e intentaba borrar esas imágenes de mi cabeza, pero era imposible. Entre unas cosas y otras no habría nada ni nadie que me hiciera levantar cabeza en al menos, dos meses.

Poco después, me di cuenta de lo equivocada que estaba, de repente, el amor llamó a mi puerta, literalmente. Me levanté y sin mirar por la mirilla ni nada, abrí la puerta, no me importaba que me vieran así. Al ver quien era, mi cara se transformó y solo él, consiguió ponerme una sonrisa después de mucho tiempo. Nos quedamos mirándonos fijamente durante unos segundos y yo me mordí el labio y negué con la cabeza, no me podía creer que estuviera allí, en mi casa.
-Pero bueno…-dije sorprendida. Era Carlos, había vuelto, era el hombre más atento que había conocido jamás y aquellas visitas espontáneas me encantaban.
Carlos me sonrió y abrió los brazos.
-¿Cómo tu por aquí?-le pregunté.
Él dio un paso adelante-Aquí estoy…tenía que venir, sé que me necesitas
Asentí varias veces, como desesperada y le cogí del brazo, haciendo que entrase en casa. Cerré la puerta y me di la vuelta buscándole. Él me sonrió, con una sonrisa preciosa en su boca.
-Gracias por venir, Carlos.
-De nada guapa ¿Estás bien?-se acercó a mi y me acarició el brazo.
Le asentí-Más o menos, estoy intentando llevar esto de la mejor manera posible, pero…
-Pero sola-me interrumpió él
Le miré a los ojos y le asentí.
-Sola no podrás superarlo nunca-me dijo acariciándome la barbilla-y por eso estoy aquí.
Me mordí el labio y agaché la cabeza-Ya lo sé, no puedo entender que todo haya pasado así, tan rápido…además estoy aquí sola y…-hice una pausa, sentía ganas de llorar y él no dudo en venir a darme un gran abrazo. Le apretujé con fuerza-…y Ángel viene a mi cabeza a menudo y más lloro.
Carlos me abrazó aún con más ganas al escuchar que hablaba de Ángel y después me dio un beso en la cabeza y se separó de mí.
-No te preocupes preciosa, que aquí estoy yo para lo que haga falta-nos cogimos de las manos y nos sonreímos-Ahora me lo vas a contar todo, todo lo que te pasa, todo lo que sientes, y verás que terapia más buena y lo bien que te sientes después de hacerlo.
Le solté las manos y suspiré-Vale, me parece buena idea.

Esa noche, le conté a Carlos todo, absolutamente todo lo que sentía, todo lo que había vivido y él me escuchó sin perder detalle, sin aburrirse, me escuchó en todo momento y eso fue algo que yo agradecí un montón porque me hacía sentir a gusto contándole todo aquello, encima me aconsejaba, sabía que podía confiar en él, pues le conocía demasiado.
Él me dijo que no había tenido ninguna novia desde que lo dejamos y continuamente me decía cosas bonitas, sin pasarse, eso sí. Era un encanto, cada vez que me decía algo, conseguía ponerme nerviosa.
Una vez, se quedó mirándome fijamente, de esas miradas que te fundían, no sabía en lo que estaba pensando mientras me miraba, pero me estaba inquietando, de repente me dijo-¿Sabes que estás preciosa así?
Me sorprendí, pues iba echa un desastre-¿Así? ¿Cómo estoy ahora mismo?
Él me asintió
-Estas loco-dije sin más
-No, no estoy loco, soo digo que estas preciosa
Me miré de arriba abajo-Pero si voy echa un asco.
Él soltó una carcajada-¡Que cosas dices! ¡Tu nunca irías echa un asco!
Desvié la mirada mientras me reía-Bueno, pues muchas gracias
Carlos no dejaba de mirarme y yo le miraba también fijamente, sabía que algo se traía entre manos, siempre hacía lo mismo cuando estaba pensando bastante algo.

-Patricia-me dijo. Yo le miré-Me encantas, de verdad
No sabía que decirle, por lo que le sonreí.
-Te lo voy a decir…es que no sabes lo que siento cuando estoy contigo-hizo una pausa para tragar saliva-Es que no has dejado de gustarme nunca…
-Carlos…
No me dejó seguir, me interrumpió-Te quiero como el primer día y no sabes lo que he llorado delante de la tele, viéndote…
Agaché la cabeza y después le miré. Él me sonrió, había cierta tensión entre los dos, sobraban las palabras y Carlos supo lo que tenía que hacer, conocía todas las expresiones de mi cara al milímetro, así que, se lanzó a besar mis labios. Nos abrazamos en aquel beso, atrapándonos el uno al otro. Volví a sentir el calor de sus jugosos labios después de mucho tiempo y volvieron a mi esas sensaciones especiales cuando solo le besaba a él. Y no quise soltarlo nunca.

Al terminar aquel beso, nos miramos a los ojos y él me regaló una sonrisa.
-¿Qué me dices de esto?
Me relamí el labio-¿Qué quieres que te diga? ¡Un beso!
Él soltó una carcajada-pero…después de tanto tiempo, y que me haya lanzado así…
Me pasé una mano por la frente, no sabía que decirle, resoplé y le volví a mirar.
-Yo creo que…tu no sientes lo mismo por mí que yo.
Le puse una mano en la rodilla-Carlos…después de ti he tenido otra relación y…entiéndeme.
Él asintió-Lo sé, lo sé, ahora le estas olvidando a él
Agaché la cabeza, pensativa.
-A mi ya me has olvidado…-me dijo con carita de pena.
Se hizo un silencio y entonces, cerré los ojos y en décimas de segundo me pasó una vida por delante. Y en esa vida, la mayor parte del tiempo aparecía Carlos, donde más feliz estaba era con él. Recordé grandes momentos a su lado, desde que nos conocimos hace ya unos años, hasta el día que estábamos ahí, en ese sofá, y entonces comprendí que…yo también le quería y que nunca había dejado de quererle, simplemente, había hecho su amor a un lado.

Abrí los ojos y le miré, él estaba triste, sabía la respuesta, de pronto le puse una mano en el hombro, me acerqué a él y le di un dulce beso en los labios.
Me separé lentamente de él y le miré a los ojos.
-No quiero que te vayas-le dije en un susurro.
Carlos me dio otro besito y me acercó a él.
-Quiero que te quedes conmigo esta noche-le dije muy cerca de sus labios.
Él me negó con la cabeza y me acarició la cara-Me quedo, me quedo contigo hoy y las noches que hagan falta.
Nos fundimos en un precioso beso, lleno de amor y ternura.
-Te quiero-le dije casi sin pensar después de aquel beso.
Carlos me miró a los ojos extrañado-¿Cómo has dicho?
-Que te quiero-le di un besito-Quiero estar contigo, no quiero perderte nunca más
Él me sonrió-Yo si que te quiero-me cogió de nuevo y nos volvimos a fundir en un maravilloso beso. Yo creo que en mi vida le había dado tantos besos así de potentes seguidos. Aquel beso nos llevó hasta la cama y allí dejamos sellado nuestro amor, dejamos claro que ambos nos queríamos, y para ser sincera, aquella vez, Carlos me hizo el amor de la forma más dulce, cariñosa y delicada que me lo habían hecho nunca.

Me dormí sobre él, Carlos se quedó un rato despierto, acariciándome el pelo, pensando en lo rápido que había pasado aquello, y enseguida, al acomodarse en la cama, se quedó durmiendo. A la mañana siguiente, e desperté y le vi allí, a mi lado, sonreí. Estaba feliz de tenerle ahí, de que estuviera ahí y de que todo hubiera pasado así. Porque después de aquello me di cuenta de que Carlos era el hombre de mi vida, la única persona capaz de hacer olvidar mis problemas, la única persona que me entendía, me daba consejos y me hacía feliz.
Hizo un gesto brusco y se despertó, le miré y me apoyé en él-Cariño ¿Qué tal has dormido?
Él me sonrió y se frotó los ojos-Contigo aquí al lado, pues genial…
Le di un besito en el hombro y entonces él se quedó mirando el techo-Patricia…-dijo sin dejar de mirar arriba-Anoche estuve pensando y…el collar que te di, aún lo llevas.
Sonreí-Claro que lo llevo
-¿Por qué?
-Ya me lo preguntaste una vez ¿No?
Él me miró y sin responder a mi pregunta me hizo otra- ¿Por qué cuando estuviste saliendo con Ángel no te lo quitaste? Era un regalo de tu ex y tenías un novio nuevo…te lo tendrías que haber quitado en esa etapa-me miró y le miré-Y no lo hiciste…¿Por qué?
Le miré fijamente, muy seria y me incorporé en la cama-Porque te quiero-le di un dulce beso en los labios.
-Pero…no entiendo nada, estabas con Ángel…
Asentí-Carlos, me he dado cuenta de que te quería, por eso no me lo quitaba, en realidad ese collar significaba mucho para mí y subconscientemente no me lo quitaba.
Él me apretujó contra su cuerpo y me dio un beso en la cabeza.
-Te juro que no voy a perderte nunca
Fue lo último que me dijo antes de que volviéramos a hacer el amor de una forma especial, no había nada como un “buenos días” como aquel. Me encantaban esos despertares, me hacían sentir más joven.


Continuará...

Patricia Conde "El club de la comedia"

Fotos de "El club de la comedia de ayer" que hizo un monólogo bastante chulo! :)



Os dejo también con estas fotos del backstage, cuando Patri terminó de hacer el monólogo.

29 de octubre de 2011

capitulo 39 /Hay que ser fuerte/

AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. La única verdad fue que Ángel se fue de SLQH. Algunos diálogos están sacados de la realidad, pero solo los que tienen lugar dentro del plató. Disfrutad!

CAPITULO 39 <Hay que ser fuerte>

Un día antes, se veía claramente la tensión en el plató, en las publicidades se escapaban lagrimillas y yo estaba mucho más sensible a la hora de hablar con mis compañeros. Al día siguiente me esperaban emociones muy fuertes que no sabía si podría superar o no. No quería que llegase ese día nunca, no quería que terminase ese programa en la vida. Al decir las últimas palabras y cuando Gonzalo dijo que estábamos fuera, las lágrimas empezaron a caer por mis mejillas y me quedé allí sola, sentada en aquel marrón sofá. De repente, Berta se sentó a mi lado y me pasó las manos por los hombros.
-No llores-me dijo sonriente. La miré
-Es que no me lo puedo creer, Berta. Mañana es el último.
Ella asintió-Pero será un gran programa
-Pero después de ese no vendrán más ¿Qué voy a hacer el lunes?
Berta me dio un beso en la cara-Sabes que puedes llamarme siempre que lo necesites, que siempre que pueda iré a donde quieras.
Sonreí y le di las gracias solo con los labios.
-Claro que si, amiga. Y ahora no pienses en lo que pasará después del último programa ¿vale?
Asentí y cerré fuertemente los ojos, una lágrima me calló por la mejilla.
-Tienes que ser fuerte
-Lo sé-dije casi gritando-Pero no puedo, esto es muy duro.

Después de un buen rato hablando con Berta, me fui a casa. Esa noche, no cené casi nada, solo de pensar en el día que me esperaba, se me cerró el estómago. Me fui a la cama sin cenar y casi llorando, tenía el estómago revuelto y una sensación bastante rara en el cuerpo. Alguna que otra lágrima se me escapó esa noche antes de dormir. No podía dejar de pensar en lo que pasaría, en cómo sería todo.
Ese viernes, me levanté antes que nunca, estaba nerviosa, me fui a globomedia y empecé a dar vueltas por allí, a mirar detenidamente cada rincón, a pensar, a recordar miles de historias que por allí había pasado.
Me quedé embobada mirando una estantería, aquello me traía buenos recuerdos y con una sonrisa me di la vuelta mirando al suelo y me choqué con alguien.
-Lo siento-Dije y después miré a ver quien era. Al verle, me quedé de piedra-¿Qué haces aquí Ángel?
Él me sonrió-último programa, vengo a despedirme de mis compañeros.
Le miré a los ojos y sonreí-Te podrás creer que estoy nerviosa
-Es normal, es el fin de una gran etapa.
Asentí-Una etapa enorme, no quiero que se acabe nunca.
Sin pedírselo y sin esperarlo, se acercó a mi y me dio un gran abrazo, yo no le rechacé, sino que le abracé también, hacía tiempo que no le abrazaba de aquella manera, pero esa vez no le abracé como a mi novio, sino como a mi amigo, era alucinante como había cambiado mi visión hacía él en tan poco tiempo.

En ese momento en el que nos abrazábamos Berta llegaba por la punta del pasillo y al vernos, se dio la vuelta y se fue, algo desconcertada. Ángel aprovechó aquel momento para pedirme otra oportunidad. Me separé lentamente de él y le miré a los ojos.
-Ángel, está siendo todo muy bonito, no lo estropees ¿vale?
Ángel sonrió-Pero…¿Me la vas a dar?
Resoplé-Ya te dije que no-Me di la vuelta y me fui dejándolo allí.
Antes de salir en directo, hablé con todos mis compañeros, me abracé con todos y cuando fui a volver a abrazar a Ángel, me dijeron que se había ido.
Minutos antes de empezar el último programa, me llegó un mensaje al móvil, no podía estar más nerviosa. Cogí el móvil y la mano me temblaba, era Carlos, mi sonrisa fue enorme al ver que era él.
“Preciosa, mucha suerte en el último programa, quería ir para estar ahí esta mañana, pero no ha podido ser, lo siento, ya nos vemos, abrazos, guapa”
No pude sonreír más al verlo y le contesté lo más rápida que pude “Eres un sol, estoy deseando verte, muchas gracias por todo, estoy nerviosa, espero no llorar mucho, besitos guapo”

Nada más contestar, me dijeron que me preparase que ya íbamos a entrar, dejé el móvil por ahí, encima de una mesa y respiré hondo, evité pensar que iba a entrar en el directo del último programa, intenté pensar que era un programa como otro cualquiera, pero es que era imposible. El ambiente era totalmente diferente y el guión no podía ser más emotivo. Entré en directo como una valiente y di la cara, puse la mejor de mis sonrisas y di paso a todos los colaboradores para reunirlos a todos en plató. Se me estaba haciendo más duro de lo que me esperaba y al dar paso a Miki, me vine abajo, me emocioné y unas lagrimillas se acumularon en mis ojos, aunque no llegaron a caer.
-Aguanta Patricia, aguanta-pensaba mientras respiraba hondo y me ponía una mano en la boca. Increíblemente, aguanté, no lloré y supe seguir adelante con una sonrisa. Cada minuto que avanzábamos en el programa era menos tiempo que faltaba para su fin. Las sensaciones eran increíbles y estamos teniendo montones de sorpresas. No me podía hacer a la idea de que no fuera a vivir aquello nunca más. Cada vez estaba más triste. Y sobre todo, estaba triste y débil, con lágrimas en los ojos y de veras se me notó, cuando me tocó decir aquella frase que marcó mi corazón y el de miles de personas más “Nos quedan 10 minutos para dejar de existir…” no supe como tuve el valor de decir aquello sin romper a llorar, pero lo dije y puedo asegurar que esa frase pasará a la historia, como la simple frase que consiguió sacarle las lágrimas a muchas personas.

Continuará...

27 de octubre de 2011

Avance de Patricia en BuenAgente

Aquí os dejo con unas fotos del avance del capitulo de BuenAgente de mañana. El sábado pondré más fotos del capitulo. Y como ya ha anunciado el blog oficial de Patri, mañana intentaremos hacer TT esto #PatriciaCondeBuenAgente, si queréis más información pasar por el  blog, yo iré poniendo cosas en twitter  continuamente para que al final todo el mundo lo sepa. No dudéis en retuitear, así la información avanza mucho más rápida. A decir verdad, los avances son geniales ¿A que si? ¡Saludos! 

26 de octubre de 2011

Entrada especial: Berta Collado en "Mucho que perder..."

Promo de BuenAgente

Aquí os dejo con algunas fotos de Patri en la promo de BuenAgente, espero que os gusten. Y os digo una cosa, cada vez que habléis en twitter de la serie, poner # delante ¿vale? que nos puede servir para que sea TT, lo dudo mucho, pero bueno, cada vez que comentéis algo de la sería hacedlo así #BuenAgente.
Un Beso enorme! :)

25 de octubre de 2011

capitulo 38 /viernes 20/

AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. La única verdad fue que Ángel se fue de SLQH. Algunos diálogos están sacados de la realidad, pero solo los que tienen lugar dentro del plató. Disfrutad!



Capitulo 38 <Viernes 20>

Tras haber hablado con Ángel me quedé mucho más tranquila, como que me había quitado un peso de encima. Aunque me hubiera dolido en lo más profundo de mi corazón, sabía que había hecho lo correcto. Llegué a mi casa con lágrimas en los ojos, ya no estaba con Ángel, no me hacía a la idea, tardaría muchísimo en olvidarle, en dejar de quererle, pues lo que sentía por él era muy fuerte. No sabía cómo lo iba a hacer, pero sabía que debía de seguir adelante con una sonrisa, de nada me serviría pasarme los días llorando por él.

Nada más sentarme en el sofá, me llegó un mensaje al móvil, era de él, resoplé al ver que era suyo y entonces lo leí “De verdad ha pasado esto? No es una broma pesada o algo de eso? No puedo creérmelo, te quiero con toda mi alma y lo sabes”
Cerré los ojos con fuerza. Me lo estaba poniendo todo mucho más difícil, no sabía si contestarle o pasar de él. Me lo pensé detenidamente y finalmente le contesté.
“Si Ángel, esto ha pasado de verdad, todo se ha ido a la mierda por tu culpa, es la pura realidad”
Ángel no me contestó, quizá estaba llorando y no tenía fuerzas para hacerlo, pero tampoco me importó mucho que no me contestase.
Aquella noche entendí que me había quedado sola, sin novio, sin mejor amiga a la que contarle las cosas. Estaba sola, pero a decir verdad, no volví a llorar por él aunque le recordaba a todas horas y a cada cosa que hacía. De vez en cuando me venía abajo porque me sentía sola, en el programa se me notaba triste en más de alguna ocasión, aunque intentaba evitarlo lo máximo posible. Berta me miraba con cara de pena, como conteniéndose las lágrimas, pero no me saludaba, esquivaba mis miradas. Le dolía que todo hubiera pasado de aquella manera, que así de repente, dejáramos de hablarnos. Yo no tenía intención de ponerme a hablar con ella, al fin y al cabo había sido la que lo había empezado todo y en parte, por su culpa todo había pasado así.

Pasó el tiempo y parecí dejar el horrible tema en el olvido, me iba bien al fin y al cabo después de lo que había pasado. Así que, saqué mi alma de buena a la luz y ahora si que hablaba con Berta, pero lo justo, nada era como antes que nos contábamos todo con pelos y señales, ahora eran saludos por los pasillos y comentarios tontos acerca de vestidos y demás cosas que tenían que ver con el programa.

A principios de abril, Berta me paró por el pasillo un día toda apurada.
-Patri, tenemos una reunión urgente todos, en la sala de arriba.
Fruncí el ceño-¿Reunión importante? ¿Qué pasa?-le dije extrañada
Berta se encogió de hombros-Ni idea, solo sé que me han dicho que vayamos todos.
Fui a donde nos habían reunido dándole vueltas a la cabeza, pensando en para que nos querrían reunir a todos, solo lo hacían cuando nos alargaban el programa o nos lo acortaban un poco. Cuando llegué todos estaban allí. Al abrir la puerta me miraron y pedí disculpas.
-No pasa nada, siéntate, te estábamos esperando-me dijo el director del programa
-Gracias
Me senté en una silla y el director comenzó a explicarnos. Aquello no tenía muy buena pinta, él estaba tenso, estaba nervioso y le costaba hablar.
-Es duro, duro de asumir-Decía una y otra vez. Todos nos mirábamos extrañados, temiendo lo peor. Hasta que por fin, nos dijo-Chicos, el programa se acaba.
En ese momento se hizo el silencio y más de uno se echó a llorar. El director asintió.
-Sé lo que hicisteis morirá este viernes 20.
Miré a Berta y ella me miró a mí, vi que estaba llorando y en ese momento empecé a llorar yo también.
-Lo siento de verdad, pero no podemos continuar con este gran programa, ha llegado su hora-Fue lo último que nos dijo antes de dejarnos solos en la sala, nos dejo para que pensáramos, que hablásemos de nuestras cosas.
Me levanté de la silla con lágrimas en los ojos y me acerqué a Berta, ella me miró sentada en la silla y se levantó también.
-¡Amiga!-le dije sin más-No quiero terminar el programa enfadada contigo-le dije. Berta me sonrió de lado y se limpió unas lágrimas.
-Yo, de verdad, siento mucho toda la que he liado, es que…me meto donde no me llaman, en ningún momento quería que pasara esto, me comporté como una adolescente.
Me encogí de hombros, como quitándole importancia y sonreí-No importa Berta, el pasado, pasado es…-hice una pausa-ahora solo quiero hacer las paces contigo, que vuelvas a ser mi amiga.
Ella me asintió e inmediatamente nos dimos un gran abrazo.

La noticia no tardó en saltar en las redes sociales, y mi móvil no tardó en explotar al recibir tantas llamadas para confirmar la noticia, llamadas de amigos, familiares, mis padres…en un solo día dije que la noticia era cierta como unas 200 veces.
El último en llamar fue Ángel, tardó en llamarme porque no sabía si llamar o no, tenía miedo a que no se lo cogiera. Me llamó por la noche, cuando estaba cenando.
-Ángel-le dije como si no estuviera enfadada con él
-Hola
-Dime
-Oye, es que…he visto que sé lo que hicisteis acaba para siempre…
Asentí-Así es
-¿De verdad?
-Si, ya se muere Ángel…después de tantos años.
Ángel se mordió el labio-Joder, que fuerte, ese último programa será legendario.
-Será muy emotivo.
-Y tanto
-¿Algo más?
Ángel se quedó en silencio, quería decirme de nuevo que lo sentía por todo lo que había hecho pero sabía que si me lo decía pasaría de él y le colgaría.
-No, nada más-dijo finalmente
-Está bien Ángel, entonces voy a terminar de cenar
-Muchos besos guapa, y ánimos
-Gracias, buenas noches-Le colgué antes de que él pudiera despedirse.
-Te quiero-Me dijo una vez que ya había colgado.

Desde que sabía que el programa acababa estuve mentalizándome a mí misma día y noche de cómo sería el último programa, estuve pensando en que no tenía que llorar, que tenía que ser fuerte. Era algo muy fuerte, pues después de cinco largos años de risas, de la noche a la mañana ya no lo iba a tener, sería un cambio muy brusco, y tardaría en adaptarme. Y no solo pensaba en mi, sino también en mis compañeros, que ya no les vería tan a menudo, pensaba en la gente que estaba al otro lado de la pantalla, que supongo que serás tú, que estás leyendo esto. Y me deprimía, porque sabía que habría un montón de gente que lloraría delante de las teles en sus casas, un montón de gente que estaría sufriendo por mucho tiempo, que no aceptarían la ausencia de un programa que marcó por completo sus vidas. ¿Lloraste ese día? Entonces mis pensamientos nos estaban muy equivocados.

Quedaba una semana para el fin del programa y un día Berta me cogió y me encerró en su camerino. La miré extrañada.
-¿Qué pasa?-le pregunté.
Ella me miró a los ojos-Patri, tengo que decirte algo
La miré con los abiertos como platos-¡Estas embarazada!
Berta soltó una carcajada-No-se rió bruscamente-¡Lo que me faltaba!
-¿Entonces?-dije subiendo un hombro.
Ella agachó la cabeza y respiró hondo-Verás, estoy saliendo con Dani
Sonreí-¿Era eso? ¿Pero no estabais saliendo ya?
Berta negó con la cabeza-Aquello no era una relación ni nada, aquello era salir por salir y sexo puro y duro.
Solté una carcajada-Vaya dos.
Mi amiga se puso el pelo tras la oreja-Y eso, que estamos juntos, quería que lo supieras…antes de que terminase el programa
Asentí y la miré a los ojos-Al menos cinco años de programa te han regalado a un tío hecho y derecho.
Berta soltó una carcajada-Eso que me llevo.
Desvié la mirada, como pensando que a mí también me regaló un hombre, pero que todo se fue todo a la mierda.
Mi amiga me miró, sabiendo lo que estaba pensando-Lo siento, Patri, de verdad.
La miré-No tienes que disculparte
Ella asintió-Fui yo, fue todo culpa mía, claro que me tengo que disculpar.
Le puse una mano en el hombro-Que seáis los más felices del mundo-Ella me sonrió y asintió como dándome las gracias-Procuraré no enamorarme de tu novio-le dije haciendo la gracia y salí del camerino.
Berta sabía que era una broma, por lo que se rió, pero no sabía si iba con segundas o no, así que se quedó un poco bloqueada.

Cuando Ángel se enteró de que Dani y Berta estaban felices y contentos se enfadó bastante. Porque Berta había liado una y bien gorda que había hecho que rompiera conmigo, y ahora ella estaba feliz con su relación de siempre. La verdad es que aquello le había sentado como un jarro de agua fría y dijo que tenía que ir a buscarme de nuevo, que si Berta y Dani habían empezado una relación nosotros también podríamos empezar de cero.
Me llamó un día por teléfono, era por la mañana, temprano y aún no había ido a trabajar.
-Dime Ángel
-Patricia, te llamo para quedar un día de estos
Fruncí el ceño-¿Cómo para quedar?
Él asintió-Sí, me gustaría quedar contigo
Negué con la cabeza y cerré los ojos-Ángel…
-Patricia no-dijo interrumpiéndome-Quiero quedar contigo, quiero que me des otra oportunidad, podemos empezar de cero.
-Ángel, nuestra historia de amor es agua pasada…
Ángel se mordió el labio-No Patricia, me niego
Cerré los ojos-No quiero Ángel, lo siento, no doy oportunidades a la gente que me pone los cuernos ¿sabes?
Él le pegó un puñetazo a la mesa, lleno de rabia-Una sola, te juro que no lo haré más.
-Mira Ángel, no puedo confiar en ti…además, te estoy consiguiendo olvidar más fácil de lo que me esperaba…y estoy feliz. No quiero volver contigo.
Ángel no me contestó, no sabía que decirme después de aquello-Patricia…no lo haré más. Lo juro.
-Mira Ángel, vete a la mierda-dije sin más
-Lo siento-me dijo
-Hasta luego bonito-le colgué. Sabía que si no le colgaba, al final él volvería a decirme que quedara con él y estaríamos así por mucho tiempo. Y yo es que lo tenía demasiado claro, mi vida iba en otra línea, Ángel me había hecho mucho daño y en mis planes de futuro, él no aparecía. Él estaba en otra lista, en la lista del pasado y nada ni nadie me haría cambiar de opinión.

 Continuará...

24 de octubre de 2011

CAPITULO 37

AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. La única verdad fue que Ángel se fue de SLQH. Algunos diálogos están sacados de la realidad, pero solo los que tienen lugar dentro del plató. Disfrutad!




CAPITULO 37 <Te quiero, creeme>

No me molesté en maquillarme, me presentaría a hablar con Ángel con mi cara de dolor, con mi cara llena de ojeras, con mi cara triste, con la cara que tenía por culpa de Ángel. No habíamos quedado para ir a hablar a ningún sitio, lo arreglaríamos en la calle, en el lugar donde habíamos quedado.
Me bajé del coche y esperé a que llegase, el tiempo estaba algo feo esa noche, parecía que iba a llover. Le esperé a menos diez minutos, era raro Ángel nunca se retrasaba pero parecía que ese día tenía miedo de llegar.
Me apoyé en el coche y esperé a que llegase. Al cabo de un rato, le vi aparecer por la punta de la calle. Venía cabizbajo, con las manos en los bolsillos. Al llegar, se paró delante de mí, no sabía si darme dos besos, si darme un beso en la boca…pero al ver que yo no reaccionaba, no me dio nada. Nos miramos a los ojos durante unos segundos y yo le saludé, entonces él me devolvió el saludo, no entendía nada.
-Bueno, dime que te pasa-me dijo mirándome fijamente.
Negué con la cabeza-No, dime que te pasa a ti.
Ángel se puso una mano en el pecho-¿A mi?-me dijo extrañado
Asentí-A ti, a ti…
-Si la que estás rara eres tu, que ni me contestas ni me llamas ni nada.
Tomé aire-¿no tienes nada que contarme?
Ángel negó con la cabeza y yo le miré con asco. Me crucé de brazos y resoplé desviando la mirada. Me estaba enfadando mucho y sabía que aquello acabaría muy mal.
-Mira, si por mi fuera, esta noche no te hubiera llamado para quedar, no te hubiera llamado nunca más.
Ángel abrió los ojos-¿Por qué?
Negué con la cabeza, estaba cada vez más enfadada-¿Por qué me preguntas? ¿De verdad me lo preguntas?
Ángel se acercó a mi, como tratando de calmarme-¿Qué te pasa? No me digas que no llevas unos días rara…
Asentí-Claro que llevo unos días rara, pero es por tu culpa.
Ángel abrió los ojos como platos-¿Se puede saber que he hecho ahora? Fuiste tu la que un día no me contestaba a los mensajes, la que no me contestaba a las llamadas.
Le miré de arriba abajo-Si supieras que te odio…
-¿Cómo?
Asentí y agaché la cabeza, en ese momento una lágrima cayó por mis mejillas. Él me puso una mano en el hombro.
-Eh, no llores…cuéntame las cosas. Dime que ha pasado.
Alcé la mirada y le miré a los ojos, me contuve un grito, pero no pude contenerme un manotazo que le di en la cara. Sonó fuerte y la mano me picaba, este se llevó una mano a la cara y me miró confundido.
-Pero bueno…¿Te has aficionado ahora a darme guantazos?
Le miré mientras lloraba-Te mereces todos lo que te de-hice una pausa-Gilipollas
-No me insultes.
-Es que es lo que eres…un completo gilipollas.

Ángel me cogió el brazo pero me solté bruscamente. Estuvimos un rato en silencio y él me acorraló contra el coche, mirándome a los ojos, yo esquivaba su mirada y no dejaba de llorar. Cansado de verme así, me cogió de la barbilla e hizo que le mirase a los ojos.
-Explícame lo que te pasa
-¡No, explícamelo tú!-le grité
Ángel un poco cansado, se hizo hacía atrás y también gritando me dijo-¡Es que no sé que coño tengo que explicarte!
Negué con la cabeza-¿Ya se te ha olvidado? ¡Es imposible, pero si le metiste la lengua hasta la campanilla! ¡Un beso así no se olvida de la noche a la mañana!
Ángel me miró con los ojos abiertos como platos, a ver su reacción le señalé con el dedo-¿Ves como sabes de lo que hablo?-Negué con la cabeza-Como te odio…¡Te odio!-grité.
-Patricia…
Le pegué un empujón-Ni Patricia ni Patricio…No quiero verte en mi puta vida ¿me oyes?
Ángel se acercó a mí y me puso las manos en los hombros-Escúchame
Le miré a los ojos, tenía la respiración agitada.
-No quiero que te enfades, me estás diciendo cosas que no sé. Cuéntame las cosas…
Le empujé-¿Quieres que te lo cuente? Está bien…tu, Berta, un bar…beso alucinante, fin de la historia.
Ángel dio un paso hacía atrás, no sabía que decir, les había visto. Le miraba fijamente, esperando que me dijera algo.
-¿Qué?-Le dije furiosa-¿Nada que decirme?-Asentí-Está bien, que sepas que hemos terminado, no quiero que me vuelvas a llamar, no quiero saber nada de ti.
-Déjame que te lo expliqué al menos ¿No?-dijo empezando a enfadarse.
Le miré, esperando para escuchar sus llantos, su versión de la historia, sus lo sientos-Mira, Berta me lió, me besó ella un día y…me dejó pillado.
Negué con la cabeza-Si es que no estás en lo que estás…es que te besa cualquiera y ya te haces la cabeza un lío, es que en realidad no me quieres
Ángel se quedó boquiabierto al escuchar esto último-¿Qué no te quiero Patricia? ¿Qué no te quiero? ¿Cómo puedes decirme esto?
Negué rotundamente y le miré a los ojos, las lágrimas seguían cayendo por mis mejillas-¡No me quieres!-Le grité-Dame una prueba para que crea que me quieres de verdad.
Ángel me miró, le estaba doliendo todo lo que estaba pasando en tan poco tiempo-Te he hecho la mujer más feliz del mundo…te he regalado de todo, te he tratado genial.
Negué con la cabeza-Ángel…me has puesto los cuernos y cuando no di señales no mostraste interés en saber que me pasaba.

Él agachó la cabeza, se estaba quedando sin argumentos-Te quiero, créeme.
Negué con la cabeza y me limpié una lágrima-Lo siento pero no me lo creo-Me di la vuelta y abrí la puerta del coche, yo me iba de allí, pero Ángel me cogió del brazo y cerró cuidadosamente la puerta. Volví a apoyarme en el coche.
-Patricia, lo siento.
Desvié la mirada y resoplé-Sabía que tendría que aguantar sus perdones.
Él me miró con cara de pena-Berta me lió como ya te he dicho…y, no sabía lo que sentía por ella, así que, esa noche que nos viste, quedé con ella para ver lo que sentía en realidad, pero me di cuenta de que eran paranoias mías y que no sentía nada, que te quería a ti. Te quiero más que a nadie-Me cogió de los hombros-Patricia, eres mi vida. Por ti lo daría todo.
Le aparté bruscamente las manos de los hombros-Ángel, para mi, estas muerto.
Ángel resopló-No me puedes decir eso. No puedo, no puedo aceptarlo.
-¡Pues acéptalo!-le grité-Yo no perdono infidelidades-Y cuando quedes de nuevo a Berta para tirártela, le dices, que tampoco quiero saber nada de ella.
Ángel me miró, no sabía que decir-Patricia, ¿hay alguna posibilidad de que se arreglen las cosas?
Negué rotundamente-Ninguna-Dije sin más-Para mi todo esto ha sido un shock muy fuerte. Yo te quería, yo confiaba en ti, pero después de esto, me has demostrado la clase de persona que eres-negué con la cabeza-No mereces la pena Ángel Martín. Lo siento-Le miré una última vez y entonces me subí al coche, él se quedó mirándome, allí parado como un tonto. Dentro del coche le volví a mirar, arranqué y me fui.
Ángel se quedó allí, le había dejado, todo había terminado y él la había cagado. La había cagado pero bien. Me había perdido para siempre y encima no tenía ninguna posibilidad de que se arreglaran las cosas y que en un futuro volviéramos a estar juntos, ya que lo que había pasado había sido bastante fuerte. Nada más irme, empezó a llorar. Se estaba conteniendo delante de mi para no quedar como un blando, pero en realidad tenía unas ganas enormes de desahogarse. Le pegó una patada a una papelera y se limpió unas lágrimas. Se sentó en la acera, apoyado en la pared y allí, en la oscuridad de la noche siguió llorando. Pensando en todo lo que había hecho, pensando en lo que había perdido.
-Si es que soy completamente idiota, y todo por no saber controlarme, por pensar cosas que no son, por ver la realidad distorsionada.
Se descargó a gusto allí, y lloró hasta que no pudo más. Cuando allí ya no hacía nada se fue a montarse en el coche. Desde allí, llamó a Berta.

-Dime Ángel
-Berta…-dijo con la voz entre cortada
-¿Qué te pasa rey?-preguntó al notarle la voz mal.
Ángel tardó en contestar-Pues…verás, acabo de quedar con Patri
-¿Y que? ¿Qué le pasaba?-preguntó deseando escuchar la respuesta
-Nada bueno
-¿Cómo?
Ángel asintió y se sorbió la nariz-Me ha dejado-hizo una pausa-Hemos roto.
Berta abrió la boca, no podía creerse lo que estaba escuchando-¿Qué?
-Que si, que me ha dejado.
-Pero, pero, pero ¿Por qué?
Ángel se limpió las lágrimas y dio un golpe al volante-Nos vio Berta, nos vio
Ella no contestó, no podía creerse nada.
-Nos vio comiéndonos la boca en aquel bar, cuando yo te dije que quería salir de dudas
Berta se llevó una mano a la boca-Joder que fuerte.
Él asintió.
-Con razón no me hablaba, ni me saludaba.
-Pues era por eso, me ha dicho que ya no quiere saber nada de mi, y que te diga que de ti tampoco
En ese momento Berta empezó a llorar-¿No quiere saber nada de mí?
Los dos estaban llorando y les costaba a hablar.
-No, no quiere.
-Joder, joder, joder…he perdido a mi mejor amiga-dijo llena de rabia. Se llevó una mano a la cabeza-¡Pero esto no puede estar pasando!
-Berta mira…yo no sé qué hacer ahora
Ella se quedó pensativa-Tu lo tienes más fácil, pero yo, que la tengo que ver todos los días…que tengo que hacer un programa con ella…¿Cómo cojones lo voy a hacer Ángel después de esto?
Él se encogió de hombros-No lo sé Berta…ya, me da igual todo, Patricia se ha ido de mi lado, me lo han quitado todo en la vida, ya no me quedan ilusiones-dijo cada vez con la voz más apagada.
Berta suspiró-Pero tu no te preocupes que en cuanto se le pase el enfado, Patri volverá contigo.
Ángel sonrió al escuchar eso y necesitaba comprobar que era verdad eso que decía-¿Cómo lo sabes?
-Porque ella te quiere, te quiere demasiado y sé que volverá a tu lado, volverá a buscarte.
Él cerró los ojos con fuerza-Ojalá-dijo sin más.

Continuará...