Estas fotos pertenecen al blog de Patri.

1 de octubre de 2011

capitulo 20 /Darle de lo mejor/

AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. La única verdad fue que Ángel se fue de SLQH. Algunos diálogos están sacados de la realidad, pero solo los que tienen lugar dentro del plató. Disfrutad!


Capitulo 20 <Darle de lo mejor>

Estaba muy nerviosa, esa noche había quedado con Ángel y no sabía ni qué ponerme.  Estuve más de una hora para elegir la ropa, después, me di una ducha y me vestí. Justo a tiempo. Cogí el coche y algo nerviosa me dirigí a donde había quedado con Ángel. Aparqué cerca de la puerta del restaurante, miré y respiré hondo.

Al entrar, el camarero se acercó a mí y me preguntó-¿Patricia Conde?
-Sí-le dije
-Acompáñeme-me dijo. Y me llevó a una sala dónde solo habían parejitas cenando. Ángel estaba sentado en una mesa, dos velas estaban encendidas.  Extrañada, me senté enfrente de él, y le sonreí.
-¿qué significa todo esto?
Ángel sonrió-No significa nada, respira tranquila
Negué con la cabeza-Ángel…No puedo respirar tranquila si me creas este ambiente.
Ángel volvió a sonreír y me cogió una mano-De verdad, relájate, es un ambiente…bastante agradable, solo vamos a cenar.
Respiré hondo y le quité la mano lentamente de encima de la mía. Me eché una copa de vino y me la bebí de un trago. Ángel no dejaba de mirarme, su mirada me transmitía mil cosas aquella noche, y todas especiales.
-Estas…-hizo una pausa-guapísima esta noche
Sonreí-Me alegro oír eso. Pues me he pasado un buen rato viendo a ver que me ponía
Él sonrió-No tenías que haber pensado tanto, si con lo que te pongas estás guapísima…
Agaché la cabeza, no sabía como reaccionar ante piropos como ese
-Si hubieras venido con el pijama, también irías guapísima
Desvié la mirada-Está bien, basta ya Ángel…
Ángel asintió y con una sonrisa cogió el tenedor y pinchó lechuga que habían traído.

El tema de conversación se desvió a algo más normal, los nervios se me fueron y no pensé en nada, me lo estaba pasando muy bien y la noche se me estaba haciendo demasiado corta. Hablamos de mil cosas, de mil cotilleos, entonces, recordé que nos encantaba contarnos tonterías sin importancia de la gente o de nosotros mismos.
Durante la cena no paraba de hablar y de hablar, y Ángel se dio cuenta de que no estaba comiendo casi nada. Me miró fijamente a los ojos.
-¿Te pasa algo Patricia?
Negué con la cabeza-¿Por qué?
Él me señaló al plato-No has comido nada.
Miré mi plato, la verdad es que estaba casi toda la comida. Me encogí de hombros.
-¿Por qué? ¿No te gusta?
Asentí-Está muy rico todo, pero…
Ángel alzó una ceja-De verdad…¿Estás bien?
Desvié la mirada, pensando en lo que me pasa-Sí, estoy bien
Él negó con la cabeza-Mírame a los ojos-Le miré-No estás bien
Respiré hondo.
-No me mientras, no lo estás, no estás bien
Volví a fijar la mirada en el plato de comida, pero no le contesté. Le dije que iba al baño y la verdad es que allí me desahogue llorando durante un rato, sentada en la taza, evitando que se me corriera la pintura. Cuando me relajé un poco, salí y me miré en el espejo, me retoqué la pintura y respiré hondo.
Al verme llegar, Ángel sabía perfectamente que había estado llorando, así que, se levantó de la silla, y se sentó a mi lado. Me puso una mano en el hombro y me miró a los ojos.

-Patricia…¿qué te pasa? ¿me lo vas a contar?
Le miré, dudando si hacerlo o no. Sabía que no debía, pero…tenía la necesidad de hacerlo
-¿Te pasa algo?
Le asentí, evitando no romper a llorar
-¿Grave?
Me encogí de hombros-Pues…yo diría que sí
Ángel se extrañó-No me asustes, por favor-le noté que empezó a ponerse nervioso, y entonces le dije que se tranquilizara, que no era nada malo.
-Dímelo, puedes confiar en mí, lo sabes
Le miré a los ojos y respiré, sus ojos me miraban fijamente y de repente, una lágrima me cayó por la mejilla.
Ángel se extrañó y me dio un abrazo y un beso en la mejilla.
-No llores, preciosa. No soporto verte llorar…me hace daño.
Le miré y entonces forcé una sonrisa. Él me negó.
-Cuéntame lo que te pasa.
Le miré a los ojos y le sonreí-No es fácil, contarlo así, de repente ¿Sabes? A mi me costó asimilarlo…y si te lo cuento, te costará a ti
Ángel se extrañó-Patricia…¿tienes alguna enfermedad?
Negué rotundamente con la cabeza-No Ángel, no es nada de eso.

Hubo un rato de silencio, Ángel no paraba de darme apretones en la mano, estaba nervioso, no sabía que era y empezaba a preocuparse al verme llorar. En ese rato de silencio, lo usé para meditar conmigo misma y cuanto más pensaba, más ganas me entraban de llorar.
Cuando me calmé un poco, estuve dispuesta a contárselo a  Ángel. Le apreté con miedo en la mano y le miré a los ojos.
-Ángel…te lo voy a decir, porque tengo la necesidad de contárselo a alguien y bueno, ese alguien ahora mismo eres tú. Pero, júrame que no se lo vas a decir a nadie.
Ángel me asintió
-No me vale que me asientas y ya está, quiero que me lo jures
-Te lo juro
Le miré sin estar segura de que me lo decía de verdad-Por lo que más quieras
Ángel respiró hondo y sonrió-Te lo juro por lo que más quiero, que es por ti.
Sonreí y desvié la mirada, muerta de vergüenza.
-Está bien, pues, escucha…-hice una pausa-hace días que…-le apreté en la mano-No me viene…mi amiga de rojo
Ángel abrió los ojos como platos.
-Nunca se me atrasa y…lo está haciendo
Ángel tomó aire, la verdad es que le costaba aceptarlo, pero trató de calmarme a mí-Mira, a lo mejor este  mes está tonta, y te viene enseguida
Negué-Estamos a últimos y tenía que venirme a principios…Ángel yo creo que…estoy embarazada.
Ángel abrió los ojos como platos-Patricia, pero…
Negué con la cabeza-Si no me ha venido es por algo, Ángel
-¿Cuadran las fechas?-me preguntó apurado
Asentí con la cabeza-La última vez que me acosté con Carlos fue hace poco-le conté y vi como su cara se apagaba, le molestaba en lo mas profundo de su corazón escuchar eso.
-Pues…-dijo-No sé que decir…
Estuvimos un rato en silencio-Ángel, es imposible. No, no puede ser. Yo no quiero ser madre ya, tan pronto…
-¿Carlos lo sabe?-me preguntó
Negué con la cabeza, muerta de miedo-No quiero decírselo
-Debería de saberlo
Agaché la cabeza, pensando
-Debería de sabe que va a ser padre, deberías de estar con él, él te apoyará en estos momentos, en todo, te dará de lo mejor-hizo una pausa, ni él mismo se podía creer que me estuviera deciendo todo aquello-sé que con él serás feliz
Le miré, no entendía como Ángel sabía que había roto con Carlos si no se lo había dicho.
-Seréis feliz, de verdad, y más ahora con un hijo de por medio ¿Tu sabes como te va a cambiar la vida? ¡Será lo más bonito de tu vida! Y cuidarlo juntos será lo más grande
Le miré y negué-Ángel no me puedo creer que tu me estés diciendo esto, no me lo esperaba
-¿Sabes por que te lo digo?-Me dijo sin soltarme la mano. Le miré a los ojos-Porque te quiero, y sé que no te puedo tener, por lo que quiero que seas feliz, y te ayudaré a conseguirlo, y te aconsejo de cómo vas a poder ser feliz.
Agaché la cabeza, en ese momento estaba deseando besarle, deseando decirle que él a mí también me volvía loca y que a la mierda Carlos. Pero no lo hice, no lo hice porque me acordé que dentro de mi, estaba formándose una personita que vendría al mundo, y Ángel tenía razón, como hijo de Carlos que iba a ser, debía de decirselo, y debía de estar con él, para darle de lo mejor a mi hijo.

Continuará...

No hay comentarios:

Publicar un comentario