Capitulo 23 <Patri es muy fuerte>
Había pensado incluso en ir a Mallorca y plantarme en la casa de Carlos, aunque él me hubiera dicho que no fuera. Tenía que hablar con él, tenía que decirle que iba a ser padre, y sobre todo tenía que decirle que dejara a la chica esa con la que estaba, que aunque no la conociera de nada, ya me caía fatal.
Pero decidí que plantarme allí sería una completa locura, Carlos se volvería loco y no me dejaría hablar con él, por lo que tendría que volverme sin ningún resultado.
A la hora, me levanté del sofá y volví a llamar a Carlos, no sé, quizá era que antes era muy temprano y no sabía lo que decía. Le llamé y dejé que sonara durante un largo tiempo, pero no me lo cogió. A los pocos minutos me llegó un mensaje. “No me llames, estoy con mi chica y se enfada si contesto”
Resoplé. Aquello era lamentable, aquella chica hacía lo que quería con el pobre Carlos, y él, un tío inteligente ¿Cómo permitía que jugaran así con él? No lo podía entender, Carlos había tocado fondo. Me quedé pensativa, no sabía que hacer. Así que me levanté del sofá y me fui a casa de Berta. Tenía ganas de verla, pero al llamar a la puerta, me dijo que estaba con Dani y que les había interrumpido en un momento un poco…
-No importa, disfruta de ese momento-le dije antes de irme. Cabizbaja empecé a andar, mi amiga me miró desde la puerta hasta que me perdió de vista, le dolía que me fuera así, pero a pesar de eso no me retuvo.
Andaba por la calle, pensando en todo un poco, en como sería mi vida a partir de ahora. ¿Sería una madre soltera? Mis ojos se llenaron de lágrimas, no podía hacerme a la idea de que fuera a tener un hijo y la idea de contárselo a mi madre me aterraba.
Decidí ir por una calle por donde no pasa a penas la gente, pues empezaba a estar un poco agobiada. Y por cosas del destino, Ángel estaba sentado en un banco, mirando al suelo, me paré enfrente de él y entonces alzó la cabeza. Al verme, me sonrió.
-¡Patricia! ¿Qué haces aquí?
-Paseaba-le dije encogiéndome de hombros
-¿Qué tal?
Desvié la mirada, dando muestras de que no estaba muy bien. Ángel dio unos golpecitos en el banco para que me sentase a su lado, y así lo hice.
-Carlos no quiere saber nada de mi, ni siquiera quiere que vaya a hablar con él, que tiene novia y que se pone celosa
Ángel me miró con los ojos abiertos como platos-¡Que fuerte!-desvió la mirada-¿Y ahora que vas a hacer?
Me encogí de hombros-Quiero morirme
Inmediatamente, Ángel me puso una mano en la rodilla y me miró a los ojos-¡Ey! No digas eso…
Agaché la cabeza y me limpié una lágrima-Es que todo me está saliendo mal-dije casi gritando. Tu te vas del programa, rompo con Carlos y ahora, estoy embarazada…
Ángel me miraba triste y me dio un apretón en la rodilla-No te preocupes
Le miré, dos lágrimas caían acompasadas por mis mejillas-¿Qué no me preocupe? ¡Mi vida se está convirtiendo en una mierda! ¿y quieres que no me preocupe?
-Patricia. Vas a tener un hijo, y verás que cuando lo tengas, eso te va a cambiar completamente tu visión del mundo, y vas a ser la más feliz.
Negué con la cabeza-Ese niño es fruto de una relación rota…no, no puedo estar feliz, me falta la otra mitad.
Ángel me quitó mano de encima y agachó la cabeza. Nos quedamos en silencio y yo seguí llorado, sin hacer mucho ruido. Me daba vergüenza llorar delante de la gente.
-¿Qué coño hago ahora?-dije para mí, pero Ángel lo escuchó. Se hizo hacía atrás y me miró.
-Tienes que ser fuerte-me dijo sin apartarme la vista-Encuentra la manera de contárselo a Carlos, por mucho que su novia se ponga celosa.
Desvié la mirada-¡Que le jodan a Carlos!
Ángel negó-¡Patricia, escucha, va a ser padre, y como padre que es debe de saberlo!
Me levanté del banco, seguía llorando, estaba realmente agobiada. De repente, empecé a marearme. Cerré fuertemente los ojos y al abrirlos, veía borroso. Parpadeé varias veces pero no conseguía ver bien.
-Ángel…Ángel no veo-le dije asustada, y le tendí una mano para que me la cogiera.
Poco después, empezó a faltarme la respiración y seguía sin ver, cada vez veía menos. Llegó un momento en el que dejé de escuchar, estaba asustada, no sabía lo que me pasaba y todo estaba pasando muy rápido. Sin esperármelo, dejé de ver absolutamente y caí al suelo.
Ángel se asustó al verme caer, y se levantó corriendo del banco gritando mi nombre. Se agachó junto a mi y me cogió de la cabeza. Miró a todos lados, en busca de ayuda. Al no ver a nadie, me dio unos golpecitos en la cara.
-Patricia…Patricia despierta-me dijo mientras me movía la cabeza-Patricia…vamos, dime que estás bien-Al ver que no reaccionaba, comprobó que al menos respiraba y que tenía pulso. Y sí, lo tenía. Me hizo el pelo hacía atrás, y volvió a darme unos golpecitos en la cara. Seguía sin reaccionar, y llorando, cogió el móvil y llamó a una ambulancia.
-Patricia joder, dime que te pondrás bien-decía sin separarse de mí-Si me estás escuchando, despierta, mueve un dedo, lo que sea-dijo ya desesperado.
Yo seguía sin reaccionar. Tampoco le escuchaba.
-Patricia, escucha…¡Te quiero! ¿Me oyes? ¡Te quiero y nunca dejaré de quererte! ¡Ponte bien, amor!-me dijo entre lágrimas. Estaba llorando tanto que sus lágrimas caían en mi camiseta.
La ambulancia no tardó en llegar. Inmediatamente se bajaron al menos cuatro médicos y lo primero que hicieron fue separar a Ángel de mi, lo cogieron y lo alejaron, después, me subieron en una camilla, me pusieron oxígeno y me metieron en la ambulancia.
-¿Estás bien?-le preguntó un médico a Ángel
Este con la mano en el pecho y algo fatigado le asintió.
-¿Qué le ha pasado?
Ángel se encogió de hombros-Estaba hablando y de repente, me dijo que no veía y se cayó al suelo.
El médico asintió-¿Eres su pareja?
Ángel negó-Soy una amigo
-De acuerdo, sube con nosotros en la ambulancia.
Nos pusimos de camino al hospital, durante todo el camino Ángel iba sentado a mi lado, llorando. No podía dejar de llorar. Al llegar al hospital, me bajaron corriendo de la ambulancia y me llevaron a una habitación. Ángel se bajó y fue detrás, pero a su ritmo. Estaba preocupado por mí. Esperó y esperó en la sala, hasta que un doctor salió a hablar con él.
-¿Ángel?
Al verle, Ángel se levantó de la silla y todo-¿Como está Patricia?
-Tranquilo, está bien.
Al escuchar eso, Ángel respiró hondo.
-ha sufrido un desmayo, lleva días sin comer y estaba nerviosa y agobiada.
Ángel asintió-¿Pero está bien?
-Sí, se está recuperando, ha despertado y ahora mismo está durmiendo, le hemos puesto un suero, mañana quizá podrá volver a casa.
-De acuerdo-le dijo y se disponía a sentarse cuando el doctor continuó hablando.
-Ah, y…una cosa más-le dijo serio-Esperaba un bebé ¿Verdad?
Los ojos de Ángel se abrieron como platos y le miró fijamente-Sí
El doctor agachó la cabeza-Bien, a ella no se lo hemos querido decir, pero…lo ha perdido.
Ángel no dejaba de mirarle-¿Cómo?-le dijo horrorizado
-¿Era usted el padre?
Ángel negó con la cabeza-No, no era yo.
-Pues, lo siento mucho, pero lo ha perdido
Ángel se sentó en la silla y trató de respirar hondo.
-¿Se lo dice usted a ella?
Ángel asintió-Yo se lo digo-apenas podía respirar con normalidad.
El doctor le puso una mano en el hombro-¿Quiere un vaso de agua?
Ángel le miró-Por favor.
El doctor fue a llevarle el vaso y Ángel se lo bebió de un trago.
-Le pedimos que le diga la noticia cuando ya esté mejor ¿de acuerdo? Ahora, le puede resultar muy traumático, está muy débil.
Ángel asintió y se pasó una mano por la frente-Joder-se quedó mirando al suelo-¿Puedo entrar a verla?
El doctor negó-No, aún no, un poco más tarde, cuando su cuerpo vuelva a la normalidad
-Está bien, gracias doctor.
El doctor se retiró y Ángel se quedó allí, bloqueado, pensando en como me lo iba a decir. Era algo muy fuerte, y sabía que aunque yo no quisiera tenerlo, al fin y al cabo era mi hijo y me dejaría en un estado de shock.
Decidió que si yo iba a pasar la noche en el hospital, él la pasaría conmigo, que no se separaría ni un minuto de mi lado. También aviso a Berta y a Dani de lo que había pasado, pues pensó que sería lo que yo quería.
Berta llegó corriendo, y vio a Ángel sentado en la sala de espera.
-¿Cómo está?
Ángel le asintió-Está durmiendo, y está mejor. Le han puesto suero y demás cosas, tiene que pasar la noche aquí
Berta se sentó al lado de Ángel y le acarició la espalda-Vaya susto ¿No?
Ángel asintió-Cuando la he visto que no reaccionaba…he empezado a llorar-y al contar eso se puso a llorar. Berta le abrazó.
-Se va a poner bien, Patri es muy fuerte-le dijo mientras le abrazaba.
Ángel se separó de ella y la miró a los ojos-Berta…ha perdido al niño.
Al escuchar eso, Berta se llevó la mano a la boca y empezó a llorar-¿Cómo?
Ángel asintió-Lo ha perdido…
Continuará...
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