Estas fotos pertenecen al blog de Patri.

29 de octubre de 2011

capitulo 39 /Hay que ser fuerte/

AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. La única verdad fue que Ángel se fue de SLQH. Algunos diálogos están sacados de la realidad, pero solo los que tienen lugar dentro del plató. Disfrutad!

CAPITULO 39 <Hay que ser fuerte>

Un día antes, se veía claramente la tensión en el plató, en las publicidades se escapaban lagrimillas y yo estaba mucho más sensible a la hora de hablar con mis compañeros. Al día siguiente me esperaban emociones muy fuertes que no sabía si podría superar o no. No quería que llegase ese día nunca, no quería que terminase ese programa en la vida. Al decir las últimas palabras y cuando Gonzalo dijo que estábamos fuera, las lágrimas empezaron a caer por mis mejillas y me quedé allí sola, sentada en aquel marrón sofá. De repente, Berta se sentó a mi lado y me pasó las manos por los hombros.
-No llores-me dijo sonriente. La miré
-Es que no me lo puedo creer, Berta. Mañana es el último.
Ella asintió-Pero será un gran programa
-Pero después de ese no vendrán más ¿Qué voy a hacer el lunes?
Berta me dio un beso en la cara-Sabes que puedes llamarme siempre que lo necesites, que siempre que pueda iré a donde quieras.
Sonreí y le di las gracias solo con los labios.
-Claro que si, amiga. Y ahora no pienses en lo que pasará después del último programa ¿vale?
Asentí y cerré fuertemente los ojos, una lágrima me calló por la mejilla.
-Tienes que ser fuerte
-Lo sé-dije casi gritando-Pero no puedo, esto es muy duro.

Después de un buen rato hablando con Berta, me fui a casa. Esa noche, no cené casi nada, solo de pensar en el día que me esperaba, se me cerró el estómago. Me fui a la cama sin cenar y casi llorando, tenía el estómago revuelto y una sensación bastante rara en el cuerpo. Alguna que otra lágrima se me escapó esa noche antes de dormir. No podía dejar de pensar en lo que pasaría, en cómo sería todo.
Ese viernes, me levanté antes que nunca, estaba nerviosa, me fui a globomedia y empecé a dar vueltas por allí, a mirar detenidamente cada rincón, a pensar, a recordar miles de historias que por allí había pasado.
Me quedé embobada mirando una estantería, aquello me traía buenos recuerdos y con una sonrisa me di la vuelta mirando al suelo y me choqué con alguien.
-Lo siento-Dije y después miré a ver quien era. Al verle, me quedé de piedra-¿Qué haces aquí Ángel?
Él me sonrió-último programa, vengo a despedirme de mis compañeros.
Le miré a los ojos y sonreí-Te podrás creer que estoy nerviosa
-Es normal, es el fin de una gran etapa.
Asentí-Una etapa enorme, no quiero que se acabe nunca.
Sin pedírselo y sin esperarlo, se acercó a mi y me dio un gran abrazo, yo no le rechacé, sino que le abracé también, hacía tiempo que no le abrazaba de aquella manera, pero esa vez no le abracé como a mi novio, sino como a mi amigo, era alucinante como había cambiado mi visión hacía él en tan poco tiempo.

En ese momento en el que nos abrazábamos Berta llegaba por la punta del pasillo y al vernos, se dio la vuelta y se fue, algo desconcertada. Ángel aprovechó aquel momento para pedirme otra oportunidad. Me separé lentamente de él y le miré a los ojos.
-Ángel, está siendo todo muy bonito, no lo estropees ¿vale?
Ángel sonrió-Pero…¿Me la vas a dar?
Resoplé-Ya te dije que no-Me di la vuelta y me fui dejándolo allí.
Antes de salir en directo, hablé con todos mis compañeros, me abracé con todos y cuando fui a volver a abrazar a Ángel, me dijeron que se había ido.
Minutos antes de empezar el último programa, me llegó un mensaje al móvil, no podía estar más nerviosa. Cogí el móvil y la mano me temblaba, era Carlos, mi sonrisa fue enorme al ver que era él.
“Preciosa, mucha suerte en el último programa, quería ir para estar ahí esta mañana, pero no ha podido ser, lo siento, ya nos vemos, abrazos, guapa”
No pude sonreír más al verlo y le contesté lo más rápida que pude “Eres un sol, estoy deseando verte, muchas gracias por todo, estoy nerviosa, espero no llorar mucho, besitos guapo”

Nada más contestar, me dijeron que me preparase que ya íbamos a entrar, dejé el móvil por ahí, encima de una mesa y respiré hondo, evité pensar que iba a entrar en el directo del último programa, intenté pensar que era un programa como otro cualquiera, pero es que era imposible. El ambiente era totalmente diferente y el guión no podía ser más emotivo. Entré en directo como una valiente y di la cara, puse la mejor de mis sonrisas y di paso a todos los colaboradores para reunirlos a todos en plató. Se me estaba haciendo más duro de lo que me esperaba y al dar paso a Miki, me vine abajo, me emocioné y unas lagrimillas se acumularon en mis ojos, aunque no llegaron a caer.
-Aguanta Patricia, aguanta-pensaba mientras respiraba hondo y me ponía una mano en la boca. Increíblemente, aguanté, no lloré y supe seguir adelante con una sonrisa. Cada minuto que avanzábamos en el programa era menos tiempo que faltaba para su fin. Las sensaciones eran increíbles y estamos teniendo montones de sorpresas. No me podía hacer a la idea de que no fuera a vivir aquello nunca más. Cada vez estaba más triste. Y sobre todo, estaba triste y débil, con lágrimas en los ojos y de veras se me notó, cuando me tocó decir aquella frase que marcó mi corazón y el de miles de personas más “Nos quedan 10 minutos para dejar de existir…” no supe como tuve el valor de decir aquello sin romper a llorar, pero lo dije y puedo asegurar que esa frase pasará a la historia, como la simple frase que consiguió sacarle las lágrimas a muchas personas.

Continuará...

No hay comentarios:

Publicar un comentario