Estas fotos pertenecen al blog de Patri.

18 de octubre de 2011

capitulo 34 /¿te acuerdas?/

AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. La única verdad fue que Ángel se fue de SLQH. Algunos diálogos están sacados de la realidad, pero solo los que tienen lugar dentro del plató. Disfrutad!



CAPITULO 34 <¿Te acuerdas?>

La vibración del móvil despertó a Ángel, yo estaba durmiendo abrazada a él. Este, se desperezó y cuidadosamente me apartó la mano y se incorporó en la cama, cogió el móvil y bostezó antes de contestar.
-¿Si?-Dijo en un susurro para que no me despertase.
-¡Ángel!-La preocupada voz de Berta sonó al otro lado del aparato.
-Dime
-Soy Berta, tengo que hablarte de una cosa
Ángel se llevó una mano a la cabeza, le dolía bastante-Berta, no sabes como me duele la cabeza
Berta asintió-Y a mi también, pero más me duele algo que hicimos anoche
Ángel frunció el ceño-¿Qué? ¿Qué hicimos? No recuerdo nada, maldito alcohol…
Berta no contestó
-¿Qué pasó?-volvió a preguntarle en voz baja
-Ángel…ayer, en la discoteca…¿Te acuerdas?
-No
Berta resopló-Joder Ángel. ¿La única que se acuerda de eso soy yo?
-¿Qué pasó?
-Nos fuimos al baño…y, bueno, pasó
Ángel abrió los ojos como platos y me miró, que estaba allí acostadita a su lado, durmiendo como un tronco.
-Que lo hicimos, ahí, contra la puerta del baño…a lo salvaje.
Él negaba con la cabeza y me miraba de vez en cuando, no podía creérselo. Me había engañado.
-No puede ser-fue todo lo que dijo.
-Pues si puede ser, porque pasó, Ángel…
Él cerró los ojos fuertemente y respiró hondo-Vale, me lo voy creyendo, por eso no encontraba al llegar a casa el preservativo que tenía en el bolsillo del pantalón.
-¿Ves? Lo usaste ayer-hizo una pausa-¡Conmigo!
Ángel se pasó una mano por la frente-Joder Berta-me miró durante unos instantes y le pasé la mano por encima, abrazándole en sueños. Él estuvo a punto de llorar al ver ese gesto y al pensar en lo que había hecho.
-Tu te acuerdas pero yo no. Es que no me acuerdo de nada.
Berta respiró hondo-Ángel, aunque no te acuerdes, pasó y…le has puesto los cuernos a Patricia, tío. ¡Conmigo! Es que…
-Berta-le dijo en un susurro-ya, ya está, no digas más
Esta empezó a llorar-Es que ya no voy a poder mirar a Patri a la cara.
Ángel me miró de nuevo y me puso una mano en el hombro, acariciándome lentamente.
-No pienses más en eso, vamos a olvidarlo.
Berta negó-No puedo-gritó
Él se extrañó-Pues tienes que hacer un esfuerzo...

Estuvieron un rato sin hablar y entonces Ángel le volvió a preguntar-Pero…¿Seguro que no me estás engañando?
Berta negó con la cabeza-Que no, que no te estoy engañando, Ángel ¿para qué querría engañarte?-hizo una pausa-oye ¿Se lo vas a contar a Patri?
-No, no voy a hacerlo ¿y tu a Dani?
Berta negó-No, si tu no dices nada yo tampoco, no podemos decirlo, nos matarían a los dos.
Ángel se pasó una mano por la cara-Bueno…pues ya hablamos ¿vale?
Colgó y se acostó a mi lado. Me abrazó y me contempló mientras dormía, pensando en lo que Berta le había dicho, aunque él no se acordaba de absolutamente nada, sentía que me había traicionado. Dejó de abrazarme y me dio la espalda.
Yo seguía feliz en mi mundo y Ángel me ponía una falsa sonrisa, ya que desde que pasó aquello no dejaba de darle vueltas a la cabeza, no podía dejar de estar incómodo conmigo, pero yo no le notaba raro.

-Soy tan feliz contigo-le dije un día. Estábamos en un pasillo de globomedia, él me tenía acorralada contra la pared.
Ángel me regaló una sonrisa-Vas a hacer hoy un programa divertidísimo-me dio un beso y yo le sonreí.
-Más divertidísimo sería si estuvieras tu a mi lado
Ángel sonrió-Pues si, pero…pasó lo que pasó, ya sabes
-¿Volverías?-Le pregunté mirándole a los ojos.
Ángel asintió-claro que volvería, solo para ver esa sonrisa que me regalabas siempre cuando te reías con mis bromas
Le besé-Eres lo mejor de mi vida.
Ángel desvió la mirada, esas palabras se le clavaban en los más profundo del corazón, me vía tan enamorada y él pensaba en lo que me había hecho y se sentía el hombre más asqueroso del mundo.
En ese momento, Berta pasó por allí y nos vio acaramelados, al verla, Ángel se separó de mi.
-Buenos días-le dije
-Buenos días-Dijo ella sin siquiera mirarme a los ojos.
Al pasar por delante, ella y Ángel se miraron fijamente y se siguieron con la mirada. Berta siguió su camino y Ángel se quedó mirándola.
Le cogí de la camiseta y lo atraje a mí-¿No sabes que es de mala educación no saludar a la gente?
Ángel me miró mordiéndose el labio-Bueno, lo siento-me dio un besito.

Más tarde me fui al camerino y Ángel se fue de allí, antes de montarse en el coche, escuchó que alguien le llamaba por atrás, era Berta. Llegó y se paró junto a él. Se miraron a los ojos, muertos de la vergüenza, no se habían visto desde lo que pasó en la discoteca.
-Ángel…
-Dime guapa
Berta le miró con una sonrisa al escuchar lo de “guapa”-tengo que decirte algo
Ángel abrió los ojos como platos-Se lo has dicho a Dani
Ella negó con la cabeza-No se lo voy a contar, Ángel…
-Entonces, dime.
Berta tomó aire, no sabía como empezar-Es que…no sé como decírtelo
-Suéltalo de golpe-le dijo él.
Ella desvió la mirada-No es fácil decirlo…es que, resulta que…
Ángel la miraba fijamente esperando escuchar algo, pero Berta cada vez estaba más nerviosa.
-Me di cuenta desde que pasó eso de una cosa…
-Sí…-le dijo él para que siguiera hablando.
Berta negó con la cabeza y se pasó una mano por la cabeza-No, no puedo decírtelo.
Ángel se encogió de hombros-Bueno…pues como quieras
-Es que, me da vergüenza-hizo una pausa para tragar saliva-Quizá otro día…-Se dio la vuelta y se fue, dejándolo allí con cara de tonto y con la intriga.

Y lo que en realidad quería decirle era que desde que había pasado eso entre ellos, que se había quedado pillada por él, que no paraba de pensar en él y en lo que había disfrutado. Se dio cuenta de que le encantó y que volvería a repetirlo las veces que hiciese falta. Que Ángel tenía algo especial, su mirada, su sonrisa…tenía, algo. Algo que le encantaba y por eso, más le costaba mirarme a la cara porque en cierto modo, sentía algo por mi novio. Dejó pasar el tiempo, pero esa sensación no se iba, y sentía que me lo tenía que contar. Estuvo dándole vueltas antes de hacerlo, sabía que me lo tomaría mal, que dejaría de hablarle, así que se le ocurrió otra cosa…

-Bueno Berta, dime ¿Qué querías decirme?-Estábamos en el salón de su casa, me había sacado unas coca-colas y algo de picar.
Berta me miró sonriente-Verás Patri, es que… es un poco fuerte.
Abrí los ojos como platos-Te escucho.
-Resulta que, hace una semana más o menos…pues, me acosté con un chico.
Me llevé una mano a la boca-¡Que fuerte!-exclamé sorprendida-¡El camarero!
Berta soltó una carcajada-No. ¡Más quisiera! Fue un chico que conocí y…nos fuimos a la cama
No podía creerme lo que me estaba contando-¡Berta! ¿Y Dani?
Berta resopló-Patricia, con Dani no tengo una relación estable.
Negué con la cabeza-Si que la tienes, Berta. Quedáis, os veís, os regaláis cosas, salís a cenar…os acostáis, os queréis…sois una pareja.
Ella se quedó pensando unos segundos y después me miró-Bueno, pues…le he puesto los cuernos entonces.
Negué con la cabeza-es que Berta, de verdad…No me esperaba esto de ti ¿eh?
-¡Si supieras la verdad, amiga, entonces alucinarías mucho más!-pensó.
-Bueno, sigue-dije tras darle un sorbo a mi coca-cola.
Berta tomó aire y me miró a los ojos-La cuestión es que ahora…yo me he quedado pillada por ese chico y me he dado cuenta de que aquello me encantó y que me gustan muchas cosas de él, su sonrisa, sus ojos…
Asentí-Pero ¿Quién te gusta más? ¿Dani o el chico nuevo?
Berta dudó unos instantes-El chico nuevo
Di un sorbo al refresco-Mira Berta, si de verdad te gusta más que Dani, habla con él, queda con él y mira, si funciona, pues adelante.
Berta me asintió-¿Si? ¿Debería de quedar con él?
Le asentí-Pero que sepas que me parece fatal que te acostaras con ese tío
Mi amiga me miró con cara de pena y después me dio un abrazo para intentar disimular las lágrimas.
Le di un beso en la mejilla-Tu queda con él y a ver qué pasa…si vas a ser más feliz, yo me alegro.
-Jo Patri, es que eres un sol-me dio un beso en la mejilla y me frotó la espalda.
-Me lo tienes que presentar ¿eh pillina?-le dije dándole un codazo en el brazo.
Berta sonrió-Me parece que ya le conoces de algo-pensó mientras me miraba sin poder creerse lo que estaba pasando.

Berta sabía que para que ella fuese feliz con Ángel, si todo salía a su favor, tendría que dejar que yo y Dani nos hundiéramos en un mar de lágrimas y de verdad que le dolía pero estaba pasando por una racha de egoísmo donde solo le importaba ella, así que estaba dispuesta a llegar hasta donde hiciese falta.

Continuará...

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