Estas fotos pertenecen al blog de Patri.

24 de octubre de 2011

CAPITULO 37

AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. La única verdad fue que Ángel se fue de SLQH. Algunos diálogos están sacados de la realidad, pero solo los que tienen lugar dentro del plató. Disfrutad!




CAPITULO 37 <Te quiero, creeme>

No me molesté en maquillarme, me presentaría a hablar con Ángel con mi cara de dolor, con mi cara llena de ojeras, con mi cara triste, con la cara que tenía por culpa de Ángel. No habíamos quedado para ir a hablar a ningún sitio, lo arreglaríamos en la calle, en el lugar donde habíamos quedado.
Me bajé del coche y esperé a que llegase, el tiempo estaba algo feo esa noche, parecía que iba a llover. Le esperé a menos diez minutos, era raro Ángel nunca se retrasaba pero parecía que ese día tenía miedo de llegar.
Me apoyé en el coche y esperé a que llegase. Al cabo de un rato, le vi aparecer por la punta de la calle. Venía cabizbajo, con las manos en los bolsillos. Al llegar, se paró delante de mí, no sabía si darme dos besos, si darme un beso en la boca…pero al ver que yo no reaccionaba, no me dio nada. Nos miramos a los ojos durante unos segundos y yo le saludé, entonces él me devolvió el saludo, no entendía nada.
-Bueno, dime que te pasa-me dijo mirándome fijamente.
Negué con la cabeza-No, dime que te pasa a ti.
Ángel se puso una mano en el pecho-¿A mi?-me dijo extrañado
Asentí-A ti, a ti…
-Si la que estás rara eres tu, que ni me contestas ni me llamas ni nada.
Tomé aire-¿no tienes nada que contarme?
Ángel negó con la cabeza y yo le miré con asco. Me crucé de brazos y resoplé desviando la mirada. Me estaba enfadando mucho y sabía que aquello acabaría muy mal.
-Mira, si por mi fuera, esta noche no te hubiera llamado para quedar, no te hubiera llamado nunca más.
Ángel abrió los ojos-¿Por qué?
Negué con la cabeza, estaba cada vez más enfadada-¿Por qué me preguntas? ¿De verdad me lo preguntas?
Ángel se acercó a mi, como tratando de calmarme-¿Qué te pasa? No me digas que no llevas unos días rara…
Asentí-Claro que llevo unos días rara, pero es por tu culpa.
Ángel abrió los ojos como platos-¿Se puede saber que he hecho ahora? Fuiste tu la que un día no me contestaba a los mensajes, la que no me contestaba a las llamadas.
Le miré de arriba abajo-Si supieras que te odio…
-¿Cómo?
Asentí y agaché la cabeza, en ese momento una lágrima cayó por mis mejillas. Él me puso una mano en el hombro.
-Eh, no llores…cuéntame las cosas. Dime que ha pasado.
Alcé la mirada y le miré a los ojos, me contuve un grito, pero no pude contenerme un manotazo que le di en la cara. Sonó fuerte y la mano me picaba, este se llevó una mano a la cara y me miró confundido.
-Pero bueno…¿Te has aficionado ahora a darme guantazos?
Le miré mientras lloraba-Te mereces todos lo que te de-hice una pausa-Gilipollas
-No me insultes.
-Es que es lo que eres…un completo gilipollas.

Ángel me cogió el brazo pero me solté bruscamente. Estuvimos un rato en silencio y él me acorraló contra el coche, mirándome a los ojos, yo esquivaba su mirada y no dejaba de llorar. Cansado de verme así, me cogió de la barbilla e hizo que le mirase a los ojos.
-Explícame lo que te pasa
-¡No, explícamelo tú!-le grité
Ángel un poco cansado, se hizo hacía atrás y también gritando me dijo-¡Es que no sé que coño tengo que explicarte!
Negué con la cabeza-¿Ya se te ha olvidado? ¡Es imposible, pero si le metiste la lengua hasta la campanilla! ¡Un beso así no se olvida de la noche a la mañana!
Ángel me miró con los ojos abiertos como platos, a ver su reacción le señalé con el dedo-¿Ves como sabes de lo que hablo?-Negué con la cabeza-Como te odio…¡Te odio!-grité.
-Patricia…
Le pegué un empujón-Ni Patricia ni Patricio…No quiero verte en mi puta vida ¿me oyes?
Ángel se acercó a mí y me puso las manos en los hombros-Escúchame
Le miré a los ojos, tenía la respiración agitada.
-No quiero que te enfades, me estás diciendo cosas que no sé. Cuéntame las cosas…
Le empujé-¿Quieres que te lo cuente? Está bien…tu, Berta, un bar…beso alucinante, fin de la historia.
Ángel dio un paso hacía atrás, no sabía que decir, les había visto. Le miraba fijamente, esperando que me dijera algo.
-¿Qué?-Le dije furiosa-¿Nada que decirme?-Asentí-Está bien, que sepas que hemos terminado, no quiero que me vuelvas a llamar, no quiero saber nada de ti.
-Déjame que te lo expliqué al menos ¿No?-dijo empezando a enfadarse.
Le miré, esperando para escuchar sus llantos, su versión de la historia, sus lo sientos-Mira, Berta me lió, me besó ella un día y…me dejó pillado.
Negué con la cabeza-Si es que no estás en lo que estás…es que te besa cualquiera y ya te haces la cabeza un lío, es que en realidad no me quieres
Ángel se quedó boquiabierto al escuchar esto último-¿Qué no te quiero Patricia? ¿Qué no te quiero? ¿Cómo puedes decirme esto?
Negué rotundamente y le miré a los ojos, las lágrimas seguían cayendo por mis mejillas-¡No me quieres!-Le grité-Dame una prueba para que crea que me quieres de verdad.
Ángel me miró, le estaba doliendo todo lo que estaba pasando en tan poco tiempo-Te he hecho la mujer más feliz del mundo…te he regalado de todo, te he tratado genial.
Negué con la cabeza-Ángel…me has puesto los cuernos y cuando no di señales no mostraste interés en saber que me pasaba.

Él agachó la cabeza, se estaba quedando sin argumentos-Te quiero, créeme.
Negué con la cabeza y me limpié una lágrima-Lo siento pero no me lo creo-Me di la vuelta y abrí la puerta del coche, yo me iba de allí, pero Ángel me cogió del brazo y cerró cuidadosamente la puerta. Volví a apoyarme en el coche.
-Patricia, lo siento.
Desvié la mirada y resoplé-Sabía que tendría que aguantar sus perdones.
Él me miró con cara de pena-Berta me lió como ya te he dicho…y, no sabía lo que sentía por ella, así que, esa noche que nos viste, quedé con ella para ver lo que sentía en realidad, pero me di cuenta de que eran paranoias mías y que no sentía nada, que te quería a ti. Te quiero más que a nadie-Me cogió de los hombros-Patricia, eres mi vida. Por ti lo daría todo.
Le aparté bruscamente las manos de los hombros-Ángel, para mi, estas muerto.
Ángel resopló-No me puedes decir eso. No puedo, no puedo aceptarlo.
-¡Pues acéptalo!-le grité-Yo no perdono infidelidades-Y cuando quedes de nuevo a Berta para tirártela, le dices, que tampoco quiero saber nada de ella.
Ángel me miró, no sabía que decir-Patricia, ¿hay alguna posibilidad de que se arreglen las cosas?
Negué rotundamente-Ninguna-Dije sin más-Para mi todo esto ha sido un shock muy fuerte. Yo te quería, yo confiaba en ti, pero después de esto, me has demostrado la clase de persona que eres-negué con la cabeza-No mereces la pena Ángel Martín. Lo siento-Le miré una última vez y entonces me subí al coche, él se quedó mirándome, allí parado como un tonto. Dentro del coche le volví a mirar, arranqué y me fui.
Ángel se quedó allí, le había dejado, todo había terminado y él la había cagado. La había cagado pero bien. Me había perdido para siempre y encima no tenía ninguna posibilidad de que se arreglaran las cosas y que en un futuro volviéramos a estar juntos, ya que lo que había pasado había sido bastante fuerte. Nada más irme, empezó a llorar. Se estaba conteniendo delante de mi para no quedar como un blando, pero en realidad tenía unas ganas enormes de desahogarse. Le pegó una patada a una papelera y se limpió unas lágrimas. Se sentó en la acera, apoyado en la pared y allí, en la oscuridad de la noche siguió llorando. Pensando en todo lo que había hecho, pensando en lo que había perdido.
-Si es que soy completamente idiota, y todo por no saber controlarme, por pensar cosas que no son, por ver la realidad distorsionada.
Se descargó a gusto allí, y lloró hasta que no pudo más. Cuando allí ya no hacía nada se fue a montarse en el coche. Desde allí, llamó a Berta.

-Dime Ángel
-Berta…-dijo con la voz entre cortada
-¿Qué te pasa rey?-preguntó al notarle la voz mal.
Ángel tardó en contestar-Pues…verás, acabo de quedar con Patri
-¿Y que? ¿Qué le pasaba?-preguntó deseando escuchar la respuesta
-Nada bueno
-¿Cómo?
Ángel asintió y se sorbió la nariz-Me ha dejado-hizo una pausa-Hemos roto.
Berta abrió la boca, no podía creerse lo que estaba escuchando-¿Qué?
-Que si, que me ha dejado.
-Pero, pero, pero ¿Por qué?
Ángel se limpió las lágrimas y dio un golpe al volante-Nos vio Berta, nos vio
Ella no contestó, no podía creerse nada.
-Nos vio comiéndonos la boca en aquel bar, cuando yo te dije que quería salir de dudas
Berta se llevó una mano a la boca-Joder que fuerte.
Él asintió.
-Con razón no me hablaba, ni me saludaba.
-Pues era por eso, me ha dicho que ya no quiere saber nada de mi, y que te diga que de ti tampoco
En ese momento Berta empezó a llorar-¿No quiere saber nada de mí?
Los dos estaban llorando y les costaba a hablar.
-No, no quiere.
-Joder, joder, joder…he perdido a mi mejor amiga-dijo llena de rabia. Se llevó una mano a la cabeza-¡Pero esto no puede estar pasando!
-Berta mira…yo no sé qué hacer ahora
Ella se quedó pensativa-Tu lo tienes más fácil, pero yo, que la tengo que ver todos los días…que tengo que hacer un programa con ella…¿Cómo cojones lo voy a hacer Ángel después de esto?
Él se encogió de hombros-No lo sé Berta…ya, me da igual todo, Patricia se ha ido de mi lado, me lo han quitado todo en la vida, ya no me quedan ilusiones-dijo cada vez con la voz más apagada.
Berta suspiró-Pero tu no te preocupes que en cuanto se le pase el enfado, Patri volverá contigo.
Ángel sonrió al escuchar eso y necesitaba comprobar que era verdad eso que decía-¿Cómo lo sabes?
-Porque ella te quiere, te quiere demasiado y sé que volverá a tu lado, volverá a buscarte.
Él cerró los ojos con fuerza-Ojalá-dijo sin más.

Continuará...

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