Estas fotos pertenecen al blog de Patri.

21 de octubre de 2011

capitulo 35 /Te mueres por besarme/

AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. La única verdad fue que Ángel se fue de SLQH. Algunos diálogos están sacados de la realidad, pero solo los que tienen lugar dentro del plató. Disfrutad!




Capitulo 35 <Te mueres por besarme>

La verdad es que estaba un poco enfadada con Ángel desde que me había hecho aquello. Berta no paraba de decirle a Ángel que si quedaban de nuevo. Ángel no sospechaba nada, pero en realidad Berta lo que quería era saber más de él, estar más tiempo a solas con él y poco a poco hacer que se enamorara de ella. Quedaron más de una vez a solas y Berta cada día que pasaba se daba cuenta de que le encantaba Ángel, poco a poco se sentía más a gusto con él. Y le miraba con una cara de enamorada que no podía con ella, lo raro era que Ángel no se daba cuenta de la realidad.

Después de varias quedadas, estaban una noche en un bar, Berta le estaba hablando de una anécdota que le había pasado esa mañana en globomedia y Ángel no paraba de reírse, era bastante graciosa. Mientras que Ángel se reía, Berta le miraba con cara de idiota y de repente, dijo que era su momento, se lanzó a besar sus labios, pero Ángel se separó enseguida, esta vez no le siguió el rollo.
-¿Qué haces? ¡Estás loca!-le dijo
Berta desvió la mirada muerta de vergüenza, pues ese día no iban borrachos ni mucho menos-Perdón
-¿Qué ha significado esto?
Berta se puso el pelo tras la oreja-Es que, veras Ángel desde lo que nos pasó en la discoteca estoy pillada por tí-Le miró a los ojos-Ya está, ya lo he dicho.
Ángel se quedó boquiabierto-¿Cómo?
Ella asintió-Que si, que me gustas, joder, que no sé tienes algo especial…y bueno, tenía que intentarlo.
Él negó rotundamente-Lo siento Berta, pero entre nosotros no puede haber nada y lo sabes
Berta cogió su bolso-Perdona, perdona, tienes razón-Se bajó del taburete-Lo siento Ángel, no me mires con otros ojos a partir de ahora ¿vale? Seguimos siendo amigos-Le miró a los ojos durante unos segundos-Lo siento-Salió del bar y le dejó allí solo.
Ángel se quedó un par de horas más allí, se tomó dos copas más y se quedó pensando en el beso que le había dado Berta, en lo que le había dicho, aquello de una forma tan sincera. Y entonces se dio cuenta de que a él también le había gustado aquel beso y empezó a recordar cosas, lo que pasó en aquella discoteca, empezó a recordar lo que gozó en tan solo unos minutos.
-¿Me gusta Berta? ¿Qué me pasa?-pensó. Y empezó a hacerse un lío. Quería sacar algo en claro, pero cada vez se liaba más. No entendía nada.
Fue a mirar la hora en el móvil y entonces vio un mensaje mío, se lo acababa de enviar.
“Cariño, a lo mejor estás durmiendo ya, o no, pero te necesito, necesito tu compañía ¿vienes?”
Ángel sonrió al ver aquel mensaje, por un lado quería ir, pero por otro no. Se lo pensó detenidamente sentado en aquella barra y cuando lo tuvo claro, me envió un mensaje.
“No te duermas guapa, que voy para allá”

Esa noche no hicimos nada, y no fue porque yo no quisiera si no porque él estaba raro y cansado, por lo que me limité a abrazarlo y a darle besitos mientras él me abrazaba. Le notaba como ausente y pensé que sería por culpa del cansancio, lo que no sabía era que en realidad estaba dándole vueltas al tema de Berta, al beso que le había dado, a todo…Tenía la mirada fija en el techo y una mano tras la cabeza, con  el otro brazo me rodeaba y me acariciaba.
-Vamos a dormir ya ¿vale?-apagué la luz y le di un besito en el hombro. Me acosté a su lado, apoyándome en su pecho.
Él siguió con los ojos abiertos, pensando en lo mismo, y entonces supo lo que debía de hacer para salir del lío. Al comprobar que me había dormido, cogió el móvil y le envió un mensaje a Berta “Berta, quedamos mañana por la noche a la misma hora en el mismo bar de hoy, tengo que comentarte unas cosas”
Berta no tardó en responderle “Allí estaré. ¿Qué me tendrás que comentar? Esta noche ya no duermo…dulces sueños, rey”
Ángel sonrió al leer lo de “Rey” dejó el móvil encima de la mesilla y se acomodó a mi lado, tardó un buen rato más en dormirse ya que no paraba de darle vueltas al mismo tema y sobre todo, a lo que iba a hacer al día siguiente cuando quedase con Berta.
-Perdóname-Me dijo en un susurro y después me dio un tierno beso en el hombro. Ya se estaba disculpando de algo que todavía no había hecho…

Me desperté abrazada a él, me encantaban esos despertares, le di un beso en el hombro y me quedé mirando como dormía durante un rato.
Lentamente comenzó a desperezarse y abrió los ojos lentamente.
Le miré con una sonrisa y él pasó un brazo por detrás de mi y me sonrió aún medio dormido.
-Buenos días-Le dije con una sonrisa
-Buenos días-su voz estaba apagada todavía
Se desperezó varias veces y me dio un besito cuando ya estaba más despierto.
-Que bien sienta despertar al lado de lo más bonito de Valladolid.
Sonreí y le besé el hombro.
Desayunamos tranquilamente, y nada más desayunar él me dijo que se iba, le propuse que me acompañase a globomedia como había hecho otras veces pero me dijo que no, se acordó de Berta y decidió no acompañarme.
-Me voy ya cariño, nos vemos mañana ¿vale?
Fruncí el ceño-¿No nos vamos a ver después? ¿Esta noche no duermes aquí?
Desvié la mirada buscando una excusa rápida-No, no, hoy no, es que tengo cosas que hacer en casa de mis padres
Me encogí de hombros-Bueno, como quieras-Me acerqué a él y le di un besito en los labios-Lleva cuidado, bonito.
-Bonita tu-me guiñó un ojo y se fue de casa. La verdad es que no me había creído ni una sola palabra que me había dicho. No es que desconfiase de él, pero algo me decía que esa noche tenía que seguirle, esa noche tramaba hacer algo de lo que no quería que me enterase. Quizá me arrepentiría de lo que iba a hacer por mucho tiempo, pero sabía que debía de hacerlo.

En globomedia, Berta estuvo más rara de lo normal y pendiente del móvil casi todo el rato. Cuando estaba haciendo su sección cada vez que ponían un vídeo, esta cogía el móvil y enviaba un mensaje. En la pausa de publicidad la miré con una sonrisa y me acerqué a ella con la silla.
-¿Qué te traes entre manos pillina?
Berta sonrió y encogió un hombro-Nada
-Venga, que durante la sección no paras de enviarte mensajitos con alguien…¿es ese chico que me dijiste?
Ella me asintió.
-¿y qué? ¿quedáste con él? ¡No me dices nada últimamente!
Berta me miró a los ojos, le dolía que las cosas estuvieran pasando así, sabía que en un momento u otro me haría mucho daño al enterarme de la realidad.
-Sí, sí, quedé con él
Le sonreí y alcé las cejas-¿Y qué tal?
Ella me miró con una sonrisa de tonta en la boca y se acercó a mí-Es el hombre perfecto-Me dijo en voz baja
-¡No me digas!
Berta asintió-Que si, que es el hombre perfecto y que cada día le quiero más.
-¿Le quieres?
Berta encogió un hombro-Bueno, es una forma de hablar, no, está claro que aún no le quiero. Eso son palabras mayores.
Sonreí-que callado te lo tenías, ¿y que te dice en esos mensajes?
Ella me miró, como dudando si decírmelo o no-Bueno pues…que estoy hoy muy guapa y…esta noche hemos quedado.
Abrí la boca, sorprendida-¡Que bien! ¿No?
Berta asintió-Pues si, tengo ganas de volver a quedar a solas con él.
Le puse una mano en el brazo-Pues adelante, amiga. Y…a Dani ¿Le has dicho algo?
Negó con la cabeza-Nada
-¿Se lo dirás?
Me miró con cara de pena-Me da lástima, no le sentará bien
-Peor le sentará si se entera después de que te has estado viendo con otro…
Berta asintió-Sí, bueno…ya se lo diré.

Esa noche Berta se puso tremendamente guapa, cuando ella llegó Ángel ya la estaba esperando desde hacía rato en el bar, estaba nervioso. Ella llegó y se dieron dos besos. Ángel la miro de arriba abajo.
-Que guapa que estás Berta
Ella sonrió agradecida. Se sentaron en la barra, como siempre, no tenían ganas de cenar, solo querían tomar unas copas.
Empezaron a hablar de cosas, como siempre hacían, quizá para romper un poco el hielo, ya que lo dos estaban tímidos cuando quedaban a solas.
Hubo un rato de silencio y entonces Berta no aguantó más y se lo preguntó, ella quería saber porque estaba allí ese día.
-Bueno Ángel, creo que estamos aquí los dos por algún motivo…
Ángel asintió y fijó la mirada en su copa-Sí…
-Dime ¿Qué pasa?
Él empezó a ponerse nervioso-Berta es que…cuando me besaste ayer, que por cierto estábamos sentados juntos aquí. Pues, me quedé bloqueado, pensativo…
Berta alzó una ceja, se hacía una idea de cómo iba a terminar aquello.
-Y entonces me di cuenta de que me gustó, me quedé hecho un lío…

En ese momento, yo me bajé del coche, había seguido a Ángel como bien tenía pensado hacer. Dos coches más allá vi aparcado el coche de Berta y me quedé bloqueada, recordé lo que mi amiga me había dicho esa mañana “He quedado con él esta noche”.
-No me jodas de que “Él” es Ángel…-pensé a punto de cargarme a alguien.

Los ojos de Berta estaban iluminados y su boca sonreía al máximo.
Ángel asintió-Entonces, si he quedado hoy contigo es, para probar…para volver a experimentar ese beso y saber de verdad lo que siento por ti, porque, en serio, que me quedé muy bloqueado.
Berta le miraba sonriente, en ese momento era la más feliz del mundo. Le asintió varias veces con la cabeza-Claro que si, claro que experimento contigo lo que haga falta, y más cuando se trata de besar tus carnosos labios.
Ángel sonrió-Berta lo que te voy a pedir es que no te pilles por mi, por favor.
Ella negó-Demasiado tarde me pides las cosas.
Se bajó del taburete y se pegó a Ángel, le alzó los brazos al cuello y él la rodeó por la cintura, estaban muy cerca el uno del otro. Berta rozó su nariz con la de él y me miró a los ojos.
-¿Sientes algo?
-No-le dijo en un susurro.
Berta acarició sus labios, rozándoselos con los suyos, este entre abrió la boca y cerró los ojos, pero Berta le dejó con las ganas de profundizar ese beso. Se hizo un poco hacía atrás y le miró de nuevo a los ojos.
-Te mueres por besarme, has abierto la boca y cerrado los ojos
Ángel sonrió y esta vez fue él el que jugó a rozar sus labios contra los de ella. Berta cerró los ojos esperando recibir un beso más grande y Ángel le hizo lo mismo, dándole a probar de su propia medicina.
-¡Has hecho lo mismo!-le dijo él sonriente.
Berta sonrió sin dejar de mirarle a los ojos y le puso una mano en la cabeza-Pero es que yo si que me muero de ganas por besarte-bajó su mirada a sus labios y esa vez si que se fundieron en un largo e interminable beso.

Abrí la puerta y entré en aquel bar, di dos pasos, mirando a todos lados, buscando a Ángel y a Berta, rezando por que estuvieran en el mismo sitio, pero cada uno por separado y que Ángel estuviera tomando algo con un amigo o incluso con su hermano. Pero no, al desviar la mirada a frente, me los encontré a los dos, y no por separado no, si no que más únidos que nunca. Me quedé contemplando la escena unos instantes. No podía creerme que aquello fuese verdad, mi novio y mi mejor amiga, comiéndose a boca con más ganas que nunca. Empecé a llorar y no podía reaccionar, sentía que tenía que ir a partirles la cara, pero salí de allí corriendo. Me paré delante del coche y me apoyé en él con las dos manos, mirando hacia abajo, fatigada. De repente le di un puñetazo al coche con tanta fuerza que me hice daño en la mano y seguidamente grité de rabia.
Me di la vuelta y me apoyé en el coche, me estaba ahogando con mis propias lágrimas y empecé a moquear. Alcé la cabeza al cielo y cerré los ojos con fuerza, al volverlos a abrir, la rabia vino a mi de nuevo y volví a gritar golpeando de nuevo al coche violentamente. Un chico que pasaba por allí en ese momento, se quedo mirándome y no dudó en acercarse a mí.

-Perdona ¿Estás bien?
Le miré con los ojos llenos de lágrimas-¿No ves que no?-le dije bruscamente
-¿Necesitas algo?
Negué con la cabeza-Gracias, quiero estar sola.
El chico se alejó mirándome fijamente, se había quedado bloqueado al verme golpear el coche con esa fuerza.
Me limpié las lágrimas y subí al coche, no podía dejar de llorar, aporreé el volante y después me agarré a él tan fuerte que mis nudillos se pusieron blancos, arranqué y me fui de allí, pues si me quedaba al final terminaría por entrar y cometer una locura.


Continuará...

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