Estas fotos pertenecen al blog de Patri.

18 de octubre de 2011

capitulo 33 /Borrachos/

AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. La única verdad fue que Ángel se fue de SLQH. Algunos diálogos están sacados de la realidad, pero solo los que tienen lugar dentro del plató. Disfrutad!



Capitulo 33 <Borrachos>

La cara de Berta durante la cena no era muy buena desde que aquel atractivo camarero le preguntara por mi. Estabámos hablando Ángel, Dani y yo y ella estaba como ausente, no intervenía en la conversación y a mi no me gustaba verla así y todo por un camarero.
La miré y ella fijó su mirada en mi.
-¿Me vas a explicar lo que te pasa?-le pregunté en voz baja
Berta desvió la mirada a los chicos, dándome a entender que no me lo podía contar ahí. Le asentí y entonces cogí mi bolso.

-Oye chicos, voy…fuera un momento, enseguida vuelvo ¿de acuerdo?
-Vale-me dijo Ángel. Le di un besito y salí.
Al poco tiempo salió Berta. Que se paró a mi lado de brazos cruzados. La miré algo Mosqueda.
-Berta ¿Qué has hecho con ese chico?
Mi amiga me miró-No he hecho nada…
Fruncí el ceño-¿Qué ha pasado?
Ella tomó aire y me miró-Pues, al salir del baño estaba ahí apoyado y…se ha acercado a mi-hizo una pausa-pensaba que quería algo conmigo, pero no.
-¿Entonces?
Mi amiga desvió la mirada-Pues me ha preguntado que como te llamabas y tu número de teléfono.
Abrí los ojos como platos y me puse una mano en el pecho-Pero…¿Yo?
Berta asintió-Le has gustado tu…
-A ver, un momento-dije negando con la cabeza-¿Se puede saber porque te enfadas? ¡Berta! ¿Qué pasa con Dani?
Berta se encogió de hombros.
-No me lo puedo creer-dije sorprendida-No puedes hacerle esto a Dani
Ella resopló-Mira, vamos a dejar al puto camarero de los huevos y vamos a pasarlo bien
Asentí-Pero no quiero que estés ausente ahí adentro
Berta me asintió-y como te lo tires…me enfado contigo-me dijo señalándome.
Solté una carcajada-¡Berta! ¿Cómo me lo voy a tirar? ¡Tengo novio, y estoy completamente feliz con él!
-¡Más te vale!-me dijo bromeando.

Volvimos con los chicos, Berta parecía que estaba más contenta o al menos fingía muy bien. Al entrar, vi que Dani y Ángel estaban un poco borrachines, Berta y yo nos miramos al ver que habían bebido más de la cuenta. Entre risas y más risas, Berta y yo al final también acabamos algo tocadas por el alcohol. Después de aquel restaurante nos fuimos a un bar-discoteca y nos sentamos en la barra. Allí pedimos más copas, reímos y volvimos a reír.
La verdad es que estaba siendo la mejor cena que habíamos tenido los cuatro juntos, yo al menos me lo estaba pasando de muerte. Berta terminó llorando de la risa con una tontería que dijo Dani y su risa era contagiosa por lo que yo también acabé riéndome a carcajadas.

-Creo que debería de dejar de beber ya-dije dejando una copa en la barra
Dani me miró-¿Por qué? ¡Hay que terminárselo todo!-cogió mi copa y me la dio de nuevo, la cogí.
-Es que ya voy muy pedo, Dani.
Dani soltó una carcajada-No, ¡Que va! No vas pedo, el que va pedo soy yo.
Berta que aún se estaba riendo por la tontería que había dicho antes Dani, lo cogió de repente y  lo acercó a ella, ambos se envolvieron en un caluroso beso.
Ángel los miraba bailando a un lado y a otro al lado de mí. Me miró y me sonrió.
-Que borrachos que van-le dije con una sonrisa. Ángel se acercó a mi cara y me puso una mano en la mejilla, nos miramos a los ojos.
-¿Sabes que estás preciosa esta noche?
-¿Sabes que te quiero?-dije en un susurro. Su aliento me golpeaba en la cara, sus labios estaban cada vez más cerca.
-Yo te quiero más
-¡Que borracho estás!-le dije riéndome
Ángel sonrió y rozó su nariz con la mía-los borrachos dicen la verdad ¿No?
Asentí mirándole a la boca, deseosa de besar sus labios.
-Pues yo te digo que voy a estar contigo siempre, que te quiero con locura y que quiero ser el padre de tus hijos.
Tras decirme esto, le besé, le besé como si no hubiese un mañana, al compás de aquella estúpida música que sonaba.

-Eh, tortolitos-Nos dijo Dani. Ángel y yo nos separamos y le miramos-Vale ya…que no os tenéis que meter tanto la lengua.
Empezamos a reírnos todos a carcajadas. Después de esas copas, pedimos otra ronda, lo que empeoró las cosas. Ángel y Berta empezaron a revolucionarse, estaban hiperactivos, sin embargo, Dani y yo estábamos muertos en la barra, sin ganas de hacer nada, con dolor de cabeza.
Ángel y Berta se bajaron de los taburetes y se fueron a bailar, los perdí entre la gente. Dani se apoyó con el codo en la barra.
-Creo que me voy a morir-me dijo bromeando
-Nos hemos pasado-dejé un poco de cubata que me quedaba en el vaso y me apoyé en la barra del mismo modo que Dani-Ya verás mañana.

Mientras que nosotros estábamos medio muertos en la barra, Ángel y Berta estaban dando saltos y cantando a gritos en medio de la pista. Parecían dos locos escapados del manicomio.
De repente, Berta se colgó del cuello de Ángel tras hacer un movimiento brusco.
-Joder, que me caigo-le dijo-ya no mantengo el equilibrio.
-¿Por qué coño hemos bebido tanto?-preguntó Ángel-Nunca sabemos controlarnos.
Berta asintió-La verdad es que no, yo creo que nos sentimos más jóvenes bebiendo.
Ángel negó-Eso es mentira, yo no me siento más joven
Ella se encogió de hombros-Pues entonces no lo sé, pero yo llevo un pedo, impresionante.
Ángel soltó una carcajada-Yo he bebido más que tu, mañana no me voy a acordar de nada.
De repente, sin esperarlo, los labios de Berta estaban besando a los labios de Ángel. Este no la rechazó en ningún momento, si no que la agarró fuerte para que no se escapase, y se besaron durante un largo rato.
Al separarse, Berta le miró a los ojos-¡Que bien besas! ¡No me lo esperaba!
Ángel le miro con una mirada picarona-¿Has visto que bien que beso? Pues ya verás que bien que hago otras cosas…
Berta frunció el ceño y Ángel le cogió la mano, esta se limitó a seguirle
-¿A dónde vamos?-le gritó, pero él no le hizo caso.
Se metieron al baño y se encerraron, este apoyó a Berta contra la puerta y se miraron a los ojos. Berta le sonrió.
-¿Vamos a hacerlo?-le preguntó sin apenas poder vocalizar. Ángel le asintió-¿Aquí?-Ángel volvió a asentirle, cada vez más cerca de su boca-¡Que morbo! ¿No?
-Morbo a que nos pillen-dijo Ángel y le dio un fogoso beso, antes de separarse le mordió el labio.
Lentamente y sin ser conscientes de nada, lo hicieron allí, contra la puerta del baño, aquello fue sexo sin amor, lo que se conoce como un “aquí te pillo aquí te mato”

Y mientras nos ponían los cuernos, Dani y yo estábamos casi durmiendo apoyados en la barra. La cabeza de Dani se le resbaló de la mano y entonces se sobresaltó. Me miró y se bajó del taburete acercándose a mi.
-Oye…Patri-me llamó dándome toques en el hombro.
Me desperté y le miré-¿Qué pasa?
-Deberíamos de irnos ya
Asentí-Sí, deberíamos de irnos.
-¿Dónde están estos?-preguntó.
Miré a todos lados-No sé, no les veo, deben de estar bailando.
Dani se sacó el móvil del bolsillo-Voy a darle un toque a Berta, a ver si lo escucha y vienen.

El móvil de Berta empezó a sonar en el bolsillo de su pantalón. Ambos estaban poniéndose bien la ropa en ese momento, acababan de terminar de saciar su pasión. Berta miró el móvi.
-Joder, es Dani, vamos para allá.
Ángel la miró con una sonrisa-¡Has estado bien! ¿eh?
Berta le miró con una sonrisa de asesina en la cara-¡Esto no tenía que haber pasado en la  vida! A ver como miro yo ahora a Dani a la cara.
Ángel se limitó a soltar una carcajada.
-No te rías, idiota
Ángel le acarició la cara-No te enfades Patricia
Berta frunció el ceño y le apartó la mano de la cara. Abrió la puerta del baño y se dio la vuelta-De esto ni una palabra a nadie ¿vale?
-¡Que no!

Ambos volvieron a donde estábamos y Dani les dijo que ya nos íbamos a casa que estábamos todos muy mal y necesitábamos dormir.
Cogí a Ángel por el hombro-¿Qué te pasa mi niño? ¡Estas cansado!
Él me asintió-No veas si estoy cansado-miró a Berta-Esto de bailar que…cansa mucho.
Le di un beso en la comisura de los labios-¡Guapo! Nos vamos a casa ya ¿te quedas esta noche conmigo?
Ángel se lo pensó durante un rato-Eeeeh, no lo sé
Fruncí el ceño  y me abracé a él-Venga, vamos a pasar la resaca juntos, abrazaditos en la cama.
Ángel miró a Berta, la verdad es que no sabía porque la miraba, pero lo hacía sin pensar-Vale, sí, duermo contigo esta noche-me dio un dulce beso en los labios y nos fuimos de aquel bar, a dormir, porque lo necesitábamos todos.

Continuará...


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