Estas fotos pertenecen al blog de Patri.

21 de febrero de 2012

capitulo 17 Amigas forever

AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. Disfrutad!

 capitulo 17 <Amigas forever>

Estaba leyendo unos informes en medio del pasillo, cuando Dani se paró delante de mi, bajé los informes y le miré sonriente. Él abrió los brazos y yo me lancé con ganas, envolviéndonos en un abrazo.
-Cariño-le dije- ¡Cuanto tiempo sin verte!- le di un apasionado beso, me daba igual que nos vieran los compañeros.
-Nos vimos ayer- me dijo sonriente.
-Pues es, mucho tiempo...- me separé de él después de darle un apretado beso y le sonreí, volví a concentrarme en los informes y entonces, empecé a escuchar jaleo, alcé la vista y vi a dos de mis compañeros entrando con un detenido, este iba mirando al suelo, la mandíbula se me abrió al ver quien era, sorprendida, le tiré los papeles contra el pecho a Dani, este los cogió en un acto reflejo y fui a ver al detenido. Llegué tarde, ya lo habían metido a la sala. Pillé a mi compañero cerrando la puerta y me paré a hablar con él.
-¿Un detenido?
-Si, pero este caso no te corresponde hoy, puedes estar tranquila
Negué rotundamente- ¿Que ha hecho?
-Es un sospechoso, no sabemos si ha podido ser él, pero se llama igual que la persona que buscamos- me puso una mano en el hombro- pero ya te digo que estés tranquila, hoy no te toca esto.
-¿Que ha hecho?- volví a preguntarle, ya que no me había contestado.
-Violación a una chica.
Al escuchar eso los ojos se me abrieron como platos y nerviosa, puse la mano en el pomo de la puerta- Yo me encargo de esto.
-Pero que no te toca.
-Bueno, a quien le toque dile que yo me encargo- abrí un poco la puerta y el siguió hablando.
-No te has leído los informes sobre el caso.
Le lancé una mirada que daba miedo- No me digas como tengo que hacer mi trabajo- le sostuve la mirada una última vez, abría la puerta y entré.
Me crucé de brazos y nos miramos fijamente, él se sorprendio al verme allí.
-¡Patricia!
Fui a la mesa y apoyé las manos en ella- ¿Violación?
-¿Que?- dijo muy extrañado.
-Ángel ¿QUe has echo con mi amiga?
Él frunció el ceño- Yo no he hecho nada con Berta.

No le quitaba el ojo de encima- ¿Que te crees que haces aquí?
Él se encogió de hombros- No tengo ni idea.
-Tío, que te acusan de violación.
Él abrió los ojos y empezó a ponerrse nervioso- Yo no he violado a nadie, te lo juro, Patricia- me agarró una mano- ¿Como voy yo a violar a alguien?
Me senté en la silla, enfrente de él y le miré a los ojos- ¿Seguro que Berta está bien? Que cuando te dije que te fueras a por ella, no lo decía de esa manera.
Ángel sonrió y se llevó una mano al corazón- Patricia, quiero a Berta con toda mi alma, te lo juro y estoy pasando momentos bonitos con ella.
Alcé una ceja- ¿Al fin te la has tirado?- Él negó y yo me hice hacia atrás en la silla resoplando- ¿Cuando piensas hacerlo? ¡Que se muere por follar contigo, joder!
Ángel me pidió que bajase el tono poniendose una mano en la boca- La invité a cenar a casa y cuando ya iba todo bien se fue sin dar explicaciones y me dejó colgado.
Fruncí el ceño- ¿Se fue?- desvié la mirada- ¿Berta rechazando al hombre de sus sueños cuando por fin lo tiene en el bote?
Ángel asintió lentamente con la cabeza.
-Pues no lo entiendo- me incorporé en la mesa- ¿Por qué se fue?
-No lo sé, no me lo dijo.

Me quedé pensativa por un momento y entonces cambié de tema otra vez- ¿y a ti porque coño te han cogido como sospechoso?
-Ni idea, pero tengo miedo Patricia.
Le miré sonriente- Tranquilo, no te va a pasar nada.
Él suspiró, quitándose un gran peso de encima.
-Pero...vuelve a llamar a Berta ¿De acuerdo? y haz lo que tienes que hacer con ella.
Ángel soltó una carcajada y asintió, feliz- Está bien, lo haré.
Le señalé con el dedo y me levanté de la silla- ¡Pero hazlo! 
Guiñó un ojo- Que si, lo haré.
Me levanté de la silla y cuando estaba apunto de salir de la sala empezó a hablarme.
-Tu debía de ir pensando en hacer las paces con ella
Le miré interesada.
-Si me ha perdonado a mi ¿Por qué a ti no?
Asenté y le miré para que continuara hablando.
-Además, me ha contado que tiene unas ganas horribles de recuperar tu amistad.
Alcé las cejas- ¿De verdad que te ha dicho eso o te lo estas inventando?
-Me lo ha dicho.
Le miré una última vez y salí de allí, dudando en si eso que me había dicho era cierto.

Al salir de la sala fue a buscar a Dani, quería preguntarle si aquello que Ángel me había dicho era verdad o no. Le encontré en un pasillo, al ver que estaba seria, él también se puso serio.
-Dani- le dije- ¿sabes algo de Berta con respecto a mi?
Él se encogió de hombros- algo ¿Como qué?
-Pues, si me echa de menos, si podría volver a hacer las paces con ella.
Dani se quedó pensativo y después me miró fijamente- Yo creo que si vas a buscarla, lo arreglarás.
Seguí mirandole, esperando que continuase hablando.
-Estoy convencido, lo arreglarás.
Fijé la mirada en el suelo y pensé que si iba a buscarla acabarías por arreglaro, me vino un flash de repente, supe que todo iría bien. Miré a Dani y sonreí de lado.
-En cuanto salga de aquí voy a su casa.
De repente Dani se me avalanzó y me dio un dulce beso en los labos, atrayéndome fuertemente hacía él. Al separarme le miré extrañada.
-¿Que haces?
-Me encanta poder besarte cuando me apetezca, besarte y saber que no me dirás que no.
Sonreí y le di un apretado beso- Sigamos trabajando- le guiñé un ojo- y recuerda que luego iré a tu casa, así que tarda en llegar un rato.

Al salir del trabajo me puse muy nerviosa, iba a casa de Berta, no sabía como iba a pasar todo, no sabía como sería la reacción de Berta.
Llegué y me planté delante de la puerta, respolé y sin pensarlo más veces llamé al timbre.
Los nervios se apoderaron de mi, respiré hondo varias veces y cuando se abrió la puerta la miré fijamente, sin saber que decir. La car de Berta dibujó una amplia y perfecta sonrisa, abrió los brazos y de repente gritó- ¡Patriiiiiiiiiiiiiiii!
Sonreí, contenta de ver que había reaccionado de una manera que para nada me esperaba, corrí a darle un abrazo, fue un intenso abrazo, llevábamos mucho sin vernos. La abrazaba fuertemente, volviendo  a sentir conmigo a mi amiga, no me podía creer que la estuviera abrazando de nuevo, que se alegrase de verme. Durante aquel abrazo las dos rompimos a llorar, y mientras llorábamos nos abrazábamos, más llorábamos.
Al separarnos nos sonreímos- ¡Que guapa estás amiga!
Berta me miró fijamente- ¡Y tu! ¡Cuanto tiempo sin verte!
-Puedo... ¿Puedo pasar?
Berta me hizo un gesto para que entrase- No me lo puedo creer, llevaba un montón de tiempo queriendo que llegase este día.
Sonreí- Me he decidido de repente, no aguantaba un día más sin tu amistad.
Berta me abrazó con fuerza- ¡Eres la mejor, Patri!
-No, tu eres la mejor.
-Entonces... ¿Amigas de nuevo?
Asentí con una gran sonrisa- Claro que si, para mi tu nunca has dejado de ser mi amiga.
Ella me dio un beso en la mejilla-¡Si es que te quiero más!
-Bueno, cuéntame- le dijo poniéndole una mano en la rodilla- ¿Han pasado muchas cosas desde que no nos vemos?
Berta asintió- Como ves, me he cambiado de casa, ahora vivo con Dani- me miró a los ojos- que es un hombre  estupendo, nos llevamos genial y le quiero un montón y... Ángel ha vuelto a mi vida.
Alcé las cejas al escuchar eso, haciéndome la sorprendida- ¿De verdad?
-Sí.
-¿Y que pasa con él?
-Supuestamente somos novios.
Abrí los ojos como platos- ¡Que bien! ¿y que tal con él? por fin has...
Ella negó rotundamente- No ha pasado nada todavía, pero... bueno, ese es un tema del que no quiero hablar.
-Bueno, seguramente no quedará mucho, si dices que ahora es tu novio, lo tienes mucho más fácil.
Berta me miró, pensando si contarme algo que tenía en mente o no, hubo un rato de silencio y fijalmente decició no contármelo, fuera lo que fuera eso que me iba a decir, no me lo dijo. Hablamos de mil cosas, buenas, malas, de todo un poco, fue un momento increíble, un momento que ambas llevabamos queriedno compartir mucho tiempo. Al escuhar la risa de Berta, una sonrsia seme dibujaba a mi en la boca, pues llevaba mucho tiempo sin escucharla y me di cuenta de lo mucho que me gustaba, de la gracia que me hacía.
Cuando me despedí de ella, nos dimos un gran abrazo, salí de la casa y al cerrar la puerta y girarme me choqué con Dani.
Él me sonrió alegremente- Hola mi amor ¿Ya lo has arreglado todo con Berta?
Asentí lentamente- Si, todo arreglado, volvemos a ser amigas- le besé alocadamente y bajé por su cuello- ¡Te quiero!- aquel fue el segundo "te quiero" de corazón que le dije.
Tras darle unos besos más, me fui, no sin antes recordarle que tenía que venir a mi casa a las ocho.


Continuará...

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