Estas fotos pertenecen al blog de Patri.

7 de febrero de 2012

Capitulo 12 ¿Podrás perdonarme?

AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. Disfrutad!


Capitulo 12 <¿Podrás perdonarme?>


Berta estaba aquel día viendo la tele, enganchada a una película, estaba disfrutando con aquella película como una niña pequeña, le estaba encantando.
De repente llamaron al timbre, pero ella ni se enteró, estaba totalmente concentrada en la película, volvieron a llamar repetidas veces y entonces, Berta se levantó a abrir.
Al ver a Ángel al otro lado de la puerta, se quedó  boquiabierta.
-¡Sorpresa!- le dijo con una sonrisa muy sexy.
Berta no sabía como reaccionar, estaba flipando aún más con eso que con la película
-Pero...- dijo ella sin poder creérselo- ¡Ángel! ¿Que haces aquí?
Ángel no dejaba de sonreír ampliamente- ¡El amor llama a tu puerta!- dijo soltando una carcajada.
Berta sonrió y tras quedarse embobada en su preciosa sonrisa, le invitó a pasar. Le invitó a pasar como si nada hubiera pasado, sin ser consciente en ese momento de toda la historia que llevaba detrás.
Se sentaron en el sofá y se miraron sonrientes, sin saber que decir.
-Bueno...- dijo él.
Berta sonrió nerviosa- Bueno- repitió- ¿Que te trae por aquí?
-Pues... es que, tenía ganas de verte ¿Sabes?
Berta alzó las cejas y se mordió el labio, nerviosa, se puso el pelo tras la oreja.
-Quería verte, sí- asintió- es que, quería pedirte perdón por todo lo que pasó- en ese momento la miró a los ojos y entonces, supo que la quería, que le seguía gustando- y... si me perdonas, quería decirte que quiero que las cosas vuelvan a ser como antes, quedar a menudo... y todo eso.
Berta asintió, se  removió inquieta en el sofá.
-¿Que me dices? ¿Podrás perdonarme?
Ella le miró y sonrió de lado, asintió- Sí, estás perdonado.


Ángel resopló poniéndose una mano en el pecho, se sonrieron y Berta se abrazó fuertemente a él, notándole cerca, antes de separarse, Berta le dio un beso en el cuello.
-Si te digo la verdad, no me esperaba esto.
-¿No?
Ángel negó- No, porque... bueno, lo que pasó fue grave y no pensaba que fueras a perdonarme así, de repente y entonces...
Berta se lanzó a sus labios, callándolo con un beso, se lanzó porque mientras él hablaba, ella estaba pensando en lo que le costaba besarle, estar con él, Ángel le dijo que le gustaba ir despacio pero le dio igual y se lo jugó todo a una carta.
Le abrazó mientras le besaba, Ángel no la rechazó, si no que la agarró con fuerza.
En ese momento Berta se dio cuenta de a quien estaba besando y más disfrutó con aquel beso. Pudo comprobar que besaba de maravilla.
Al separarse, se miraron a los ojos y Berta, muy tímida agachó la cabeza.
Ángel sonrió- No me esperaba esto.
-Besas muy bien, todo hay que decirlo.
Él sonrió- Gracias- se rascó la cabeza y la miró- entonces ¿Que pasa ahora?
Berta se encogió de hombros- ¿Como que qué pasa?
Ángel la cogió de una mano y respiró hondo, hubo un rato de silencio que a Berta s le hizo eterno- tu y yo ¿Que somos?
-Hombre, solo nos hemos dado un dulce beso pero... si tu quieres empezar algo...
Ángel le soltó la mano sorprendido- ¿No querías nada?
Ella abrió los ojos como platos- No, no... no me he explicado bien.
-Berta- la interrumpió él- yo quiero empezar una historia de amor a tu lado...
Berta le miraba sonriente y le asintió con la cabeza, dándole a entender que ella también quería, sin pensarlo se abalanzó sobre él, tumbándolo en el sofá. Allí se hicieron presos el uno del otro de su pasión, de esa pasión que llevaban oculta mucho tiempo y que al fin habían conseguido desatar.


Berta le deseaba más que a nada y le besaba por cada parte de su cuerpo. Ángel le acariciaba, él tampoco era consciente de lo rápido que había pasado todo, llamaba a su puerta y de pronto, estaba montándoselo con ella en el sofá.
Ángel la frenó, poniéndole una mano en el hombro, ella le miró extrañada.
-¿Pasa algo?
Él asintió- Sí pasa
-¿Que?
-Que no tengo condones.
Berta resopló y se bajó de encima- Pues la hemos cagado- se llevó las manos a la cara- yo tampoco tengo.
Ángel se incorporó- Lo siento.
Berta le miró sin poder creérselo- Joder ¿Por qué nos tiene que pasar siempre algo?
Ángel la cogió de la mano- mira, ahora voy y compro, esta noche montamos una cenita romántica aquí y... unas velitas y entonces ya lo hacemos bien- le dio un apretado beso en los labios. Berta le estaba poniendo cara de pena.
-Bueno, me parece buena idea, pero, hay un problema.
Él se encogió de hombros- ¿Que problema?
-Yo no vivo sola, vivo con un chico y... aquí no es el mejor lugar.
-Pues vamos a mi casa- volvió a darle un apretado beso- ¿Y quien es tu compañero?
Berta sonrió- Se llama Dani, es un compañero de comisaría de Patricia
Al escuchar eso, Ángel se sorprendió- ¿Vives con otro policía?
Berta soltó una carcajada- Sí.
-A ti te gusta vivir bajo la ley.
Ella asintió- Sí, tiene muchas ventajas, este al menos no viene cada dos por tres con una chica.
-Menos mal- dijo Ángel sonriente- entonces, te espero en mi casa a las nueve ¿de acuerdo?- la cogió de la barbilla y le dio un dulce beso en los labios.
-Allí estaré- le dio otro beso y Ángel se levantó.
-Pues luego nos vemos, voy a comprar cositas.
Berta se fue tras él y le acompañó hasta la puerta, allí se comieron a besos, Berta estaba feliz, antes de cerrar, traviesa le tocó el culo y se sonrieron. Nada más cerrar, un mensaje le llegó al móvil "Ya te estoy echando de menos" era él. Sonriente abrió la puerta de golpe y allí estaba él, aún con el móvil en la mano.
Él la miró y ella se tiró a sus brazos, se dieron un fogoso beso.
-Si es que ¿Como voy a dejar que te vayas? si eres lo más precioso de este mundo.
Él le dio un beso en la mejilla mientras la agarraba-No, tu eres lo más precioso de este mundo- rozaron sus narices y ras darse otro fogoso beso, Berta se fue a su casa. Cerró la puerta y resopló poniéndose una mano en el pecho.
-Parece que ahora la vida me sonríe- dijo en voz alta apoyándose en la puerta- ahora acabaron las penas, me toca ser feliz- contenta empezó a bailar por la casa, a dar saltos y a gritar de alegría, todo había pasado muy muy rápido y aún tenía que asimilarlo.
-Borrón y cuenta nueva- se dijo- no voy a mirar al pasado, si ha venido a buscarme es porque de verdad me quiere- dio un salto- no puedo ser más feliz- gritó- y esta noche será muy especial- se frotó las manos y decidió irse a su habitación a probarse ropa, combinar modelitos, quería estar más que preciosa esa noche, quería que con nada más verla aparecer ya la deseara con todas sus ganas. 
La verdad es que para ocasiones especiales le encantaba probarse ropa, mirarse en el espejo una y otra vez e imaginarse con un peinado o con otro.
Por un momento al mirarse al espejo se acordó de algo que yo siempre le decía "Si tu con lo que te pongas ya vas monísima, no te compliques"
Entonces, sonrió y cogió lo primero que pilló- ¡Esto mismo!- dijo y con una sonrisa se fue a encerrarse en el baño.


Continuará...

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