Estas fotos pertenecen al blog de Patri.

1 de febrero de 2012

Capitulo 7 El bar

AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. Disfrutad!


Capitulo 7 <El bar>


Me senté en la barra de aquel bar y pedí una copa, en cuanto me la trajeron me le di un trago y la dejé casi por la mitad, había hecho caso a mi amigo Miki, había vuelto a salir, aunque aquel día no me apetecía lanzarme a por ningún chico, estaba pensativa, allí sentada, agarrando con fuerza el vaso, pensando que no estaría allí si no hubiese discutido con Berta.
Noté que alguien se paró a mi lado y sentí que me estaba mirando, respiré hondo, no quería mirar, la idea de conocer a alguien nuevo aquel día me aterraba.
Estuve con la cabeza agachada, esperando para ver si se iba, pero allí seguía.
-Hola- escuché que me dijo. Cerré los ojos, traté de calmarme y la miré, al ver que era Dani, una amplia sonrisa se dibujó en mi boca, giré el taburete para mirarle de frente y apoyé el codo en al barra.
-Hombre chico guapo ¿Tu que haces aquí?
Dani sonrió- He venido a tomar unas copas.
Alcé las cejas y me mordí el labio- ¿Has venido solito, como yo?
Él negó con la cabeza y entonces la sonrisa se me borró por completo.
Dani suspiró- Verás, vengo a decirte que... si no te importaría ir a tomar la copa a otro sitio.
Le miré fijamente- ¿Como?
-Es que... he venido con Berta ¿Sabes?
Alcé una ceja al escuchar eso. Era algo que no entendía bien ¿Dani y Berta?
-Y creo que no es buena idea que os veáis...
Le puse una mano en el pecho- Un momento- le miré seriamente- ¿Has dicho Berta?
Él asintió.
-¿Berta y tú?- hice una pausa- ¿Ahora te quieres tirar a Berta?
Dani soltó una carcajada y negó- No, es que... no sabes la historia...


Me contó que ahora vivían juntos y que se estaban convirtiendo en grandes amigos.
Asentí sorprendida, aunque me molestaba un poco que fuera el nuevo compañero de piso, pero intenté disimularlo, agarré mi copa con fuerza, no sabía porque, pero empecé a tener celos de Berta.
-Y eso que... que Berta está aquí...
Fruncí los labios y le miré- Mira, no tengo porque irme, además en los bares puede entrar quien quiera ¿No?- encogí un hombro- Pues ya está.
Dani miró a Berta, justo en ese momento estaba soltando una gran carcajada, parecía haber encajado bastante bien con aquel chico, después me miró.
Dejé la copa vacía encima de la barra.
-¿Cómo es que has elegido este bar?
-Porque... me gusta.
Me mordí el labio- También me gusta a mi.
-Pero más me gustas  tú- pensó él mirándome fijamente. Al ver que no me quitaba le ojo de encima, sonreí.
- ¿Por qué me miras así?
Él negó- Por nada, por nada.
Le acaricié el brazo lentamente, nuestras miradas se encontraron y una picarona sonrisa se me escapó.
-¡Estás fuerte! ¿Eh?
Dani sonrió nervioso. Yo seguí acariciándole, le pasé una mano por el pecho y al notar sus músculos me mordí el labio, él me miraba desconcertado, entonces le agarré de la camiseta y lo acerqué a mi, muy cerca de su cara esbocé una sonrisa.
- ¿Sabes que?- dije en un susurro.
-¿Que?
Le rodeé el cuello con las manos y al ver que se relamía el labio ya supe que era mío- que hace mucho tiempo que no...
Dani se extrañó alzando las cejas- ¿Tu? imposible, no me lo creo.
Asentí rozando mi nariz con la suya- Como oyes, desde que me pasó eso con Berta, estoy a dos velas.
-Pues... eso hay que pararlo.
Sonreí muy cerca de su boca, tan cerca que al mínimo movimiento nuestros labios se rozarían. En ese momento Dani se separó de mi, pero le agarré de la cabeza y volví a acercarlo.
-Quiero que tú seas el que sacie mi pasión- le dije al oído- Él resopló nervioso.
-Pero, pero... ¿Ahora?
Asentí de una cabezada-  ahora- tras decir esto, le di un acalorado beso, él se agarró con fuerza a  mi y nos envolvimos en un abrazo mientras nos besábamos. Al separarnos, nuestros labios hicieron ventosa y le miré con una ardiente mirada en la que se podía leer claramente "Poséeme ahora" Poco a poco y sin saber exactamente como, acabamos encerrados en el baño de las chicas.


Los amigos de Dani se habían ido, y allí estaba ella, sola, removiendo los hielos de su bebida. Llevaba más de media hora esperando a Dani, quería irse a casa, y empezaba a sentirse ridícula allí sola, todo el mundo la miraba.
Cansada de miradas de pena y cotilleos,  se fue al baño para darle tiempo a Dani para que apareciera. No había nadie, se miró en el espejo, se arregló un poco el pelo y se lavó las manos, en el espejo vio que por debajo de una de las puertas asomaban unas zapatillas, y eran las de Dani, pero no habían ningunas zapatillas más. Extrañada, se dio la vuelta y se quedó contemplando las zapatillas, estaba segura de que eran las de él.
-¿Dani?- preguntó.
Yo estaba en mi mundo, gozando como nunca de aquel polvo espontáneo en aquel baño, pero al escuchar la voz de mi amiga, regresé al mundo real y miré a Dani con los ojos abiertos como platos. Él me tenía tomada, apoyada contra la puerta, yo le rodeaba la cintura con los pies, por eso Berta solo veía los pies de Dani.
Le tapé la boca con una mano, mientras que con la otra me aferraba a su cuello para no caerme.
-Ssssh-le dije muy flojito.
-¿Dani, eres tú?- volvió a preguntar Berta.
No le quité la mano de la boca a Dani en ningún momento, no quería que dijese nada.
-¡Te vas a caer, me empiezas a pesar!- me dijo al oído. Le quité la mano de la boca y me abracé a él, sujetándome fuertemente.
Berta se quedó observando las zapatillas, fijándose en los detalles y después se fue.


Cuando Dani se aseguró de que se había ido, me dejó en el suelo y se subió los pantalones.
-Joder, Berta, la he dejado sola, pobrecilla- dijo abrochándose el cinturón.
Yo le miraba con pena- ¿Te vas?
-¡Claro! pobrecilla.
-Pero... pero no puedes dejarme sola.
Dani me miró- Por favor Patricia, súbete los pantalones.
Le cogí del brazo y lo atraje a mi, dándole un beso en la  boca- No te vayas.
-Me voy- dijo sin más- súbete eso, voy a abrir.
Me lo subí y le miré poniendo cara de pena- Pero no puedes dejarme a medias.
Él se encogió de hombros- Yo he saciado tu pasión lo que he podido- sonrió y abrió la puerta.
-Pues a mi no me hace gracia- le dije enfadada, pero se fue y me dejó allí, me senté en la tapa del wc, pensando en lo que iba a hacer después de aquello.


Continuará...

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