capitulo 4 /¿Con quien te has liado?/

AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. Disfrutad!


Capitulo 4 <¿Con quien te has liado?>


Un mensaje de texto llegó a mi móvil "Te han dicho  alguna vez que eres preciosa? quiero volver a verte" Despertar con aquello me hizo estar feliz toda la mañana. Aquel día no me importó en absoluto que Patricia no me ayudase con las cosas de la casa. Cuando se despertó, fue a buscarme algo extrañada al ver la hora que era y que no había ido a llamarla para que se despertase.


Al verla aparecer la miré sonriente.
-¿Que tal has dormido amiga?-Le pregunté contenta.
Ella me miraba frunciendo el ceño-Oye... no me has despertado.
Asentí- Ya, para que durmieses todo lo que quisieras, estarías muy cansada después de la fiesta que te pegaste ayer.
Patricia asintió- Sí pero... ¿Desde cuando te ha importado eso?
Sonreí- Que te quería dejar dormir y ya está.
Mi amiga hizo un repaso a la casa y al ver que todo estaba ordenador, se frotó los ojos y me miró- Has limpiado todo... sin decirme que te ayude- hizo una pausa- Berta...¿Tu te estás drogando o algo? porque te recuerdo que soy poli.
La miré fijamente- Que no mujer, que... hoy estoy de buen humor.
Patricia se encogió de hombros y se fue a su habitación. Seguí ordenando las cosas, pensando en una respuesta que enviarle a Ángel. Cogí el móvil y le di a responder, me quedé pensando en el mensaje perfecto y sonreí al encontrarlo. Empecé a escribir ilusionada, de repente la voz de Patricia retumbó en la casa, yo pensaba que venía, me puse nerviosa y dejé el móvil encima de la  barra corriendo.
-¿Que pasa?- le grité volviendo a coger el móvil al ver que no había peligro, pero en ese momento apareció y el móvil se me cayó al suelo del susto. Patricia me miró extrañada al ver mi reacción.
-¿Te pasa algo?
Suspiré-No...
Ella sonrió- ¿Y por qué estas nerviosa?
-Yo... yo no estoy nerviosa- dejé el móvil encima de la barra, Patricia no dejaba de mirarme.
-¿No tienes algo que decirme?
Negué rotundamente. Ella miraba fijamente el móvil, planeando algo, hubo un momento de silencio y de repente y sin que pudiera hacer nada, cogió el móvil y se fue corriendo.


Mis ojos se abrieron como platos, había dejado el mensaje a medio escribir y lo leería-¡Patricia!-  grité  corriendo detrás de ella, su risa resonaba por el pasillo, yo estaba muy furiosa- ¡Patricia dame el móvil!
-¿Que pasa no quieres que vea cosas?
En ese momento la alcancé, la cogí de la camiseta y le quité bruscamente el móvil- ¡No vuelvas a quitarme el móvil!
-Tu me ocultas algo, no lo niegues.
La miré con odio- Patricia no me toques las narices.
Ella me sonreía, le encantaba hacerme rabiar- ¿Quien es, Berta? ¿Con quien te has liado? ¿Está bueno?
Resoplé harta de escuchar sus preguntas- Que no es nadie.
-¡Venga ya! ¡Esa felicidad que tienes hoy... no quieres que te mire el móvil, es extraño!
Sin contestarle, me di la vuelta y me fui, no quería seguir oyendo sus cosas, ni quería terminar contándoselo todo.
Comprobé que no estaba Patricia cerca y entonces le envié el mensaje a  Ángel. Le propuse quedar al día siguiente y me dijo que por supuesto.


Ese mismo día, me pasé la tarde entera buscando modelitos y probándomelos para ver cual me iba a poner. Patricia estaba sentada en el sofá viendo la tele y no se enteraba de nada. Estaba muy indecisa, no sabía que ponerme, quería que Ángel me encontrase preciosa ese día, quería llevármelo de una vez por todas a la cama, lo deseaba más que nada. 
Al mirarme al espejo supe que en esa cita tampoco conseguiría nada con él, tuve un presentimiento. Tras pensármelo varias veces, salí al salón, quería que Patricia me aconsejase sobre hombres, pero sin que se diera cuenta de que lo estaba haciendo. Quería que me aconsejase ya que para ella era muy fácil.
Me senté a su lado y tragué saliva, ambas nos miramos al mismo tiempo y ella me sonrió.
-mmm, Patricia...
-Dime
-Tengo que hacerte unas preguntas- hice una pausa- Tú... ¿Cómo ligas tanto?
Ella soltó una carcajada ya que no se esperaba en absoluto que la pregunta fuera a ser esa, se encogió de hombros- No lo sé, los tíos se me acercan siempre y cuando no lo hacen, le hecho morro y me acerco yo, sin cortarme un pelo.
Asentí pensativa- Y... ¿Cómo te los llevas a la cama cuando tu quieras?
Patricia me miró fijamente con una sonrisa, sabía que le estaba preguntando porque tenía algún ligue por ahí, pero no quería enfadarme aún más, así que se limitó a contestarme.
-Pues... eso surge sólo... tras echarle morro, te enrollas con ellos, los pones cachondos perdidos y... a la cama.
Agaché la cabeza, muerta de vergüenza, por un momento no sabía porque estaba hablando de ese tema con Patricia.


La verdad es que la idea que me había dado ella de lanzarme era buena, pero tenía miedo. Entonces comparé a Ángel con los tíos que Patricia se llevaba a la cama y supe inmediatamente lo que tenía que hacer. No debía de lanzarme porque los ligues de Patricia eran todos unos caraduras y Ángel no, Ángel no era así, él era diferente, más calmado, más serio, una persona con los pies en la tierra. Él era especial.
Me levanté del sofá algo nerviosa, tras hablar con Patricia lo había visto todo un poco más claro, además, ella actuaba así con los hombres porque su personalidad era así, pero si yo actuaba como ella, no me saldría bien y Ángel se iría corriendo...


Continuará...