Estas fotos pertenecen al blog de Patri.

12 de enero de 2012

Capitulo 11 /Tu príncipe azul se fue/

AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. Disfrutad!


Capitulo 11 <Tu príncipe azul se fue>


Patricia abrió la puerta de casa y tras ella entró Dani, les miré extrañada al ver que estaban esposados. Dani tenía un cara de enfadado que no podía con ella.
-Hola Ber- me saludó ella.
-Hola- me quedé mirándoles fijamente- ¿Qué os ha pasado?
Patricia soltó una carcajada.
-Esta- Dani la señaló con el dedo- ¡que está loca!
Miré a mi amiga frunciendo el ceño- Patricia...
Ella se encogió de hombros- se me fue la mano con las esposas.
Dani asintió- Sí, ya, claro- dijo irónicamente- ¿Me las quitas ya que me vaya a mi casa?
-¿Que pasa? ¿No quieres estar conmigo?- subió una ceja.
- Pues mira, no.


La respuesta de Dani me dejó boquiabierta, no me la esperaba, así que supe que había pasado algo entre ellos.
Patricia se llevó un dedo a la boca y lo mordió de una forma muy sexy- ¿Y si te digo que no me acuerdo de dónde están las llaves?
Dani la miró seriamente llevándose una mano a la cadera- ¿Cómo?
Ella negó.
-Berta, saca un cuchillo o algo, vamos a partir esto- me dijo. Patricia le miró divertida.
-Veo que realmente no quieres estar conmigo.
Él negó rotundamente.
-Tranquilo, que  si sé donde están- se acercó a la estantería del salón y abrió las esposas.
Nada más abrirlas, Dani, sin despedirse, abrió la puerta y se fue de casa.
Patricia me miró con una sonrisa y yo me encogió de hombros.
-¿Que coño le has hecho?
Se señaló con el dedo- ¿Yo? ¡Nada!- tras decir esto se encerró en su habitación.
Me quedé allí parada, pensando en como trataba a los chicos, en todas las travesuras que hacía y sin embargo, lo bien que le iba en la vida. Al cabo de un rato, apareció por el salón, se había quitado el uniforme y ahora iba muy sport, la miré.
-¿Vas a algún sitio?
Ella me asintió guardándose la placa en el bolsillo.
-¿A donde vas?
-Esta tarde me toca patrullar de ciudadano.
Hice un gesto con la cabeza de "aaah" y ya estaba pensando en lo que iba a hacer esa tarde teniendo la casa para mi sola.
-Bueno, no seas traviesa- me dijo y se dirigió a la puerta.
-Oye- le dije antes de que se fuera- pero si no has comido.
Se encogió de hombros- Ya tomaré algo por ahí... hasta luego- cerró de un portazo.


Nada más ver la puerta cerrarse, me giré buscando el móvil, lo cogí y le envié un mensaje a Ángel, le dije que podría venir a casa a tomar café y me dijo que sin problemas.
Ese día decidí mostrarme natural con él, no arreglarme mucho.
Llamaron al timbre, no me puse nerviosa y era bastante raro, pero quizá era porque ya llevaba en mente que no iba a pasar nada entre nosotros.
-Hola- venía muy sonriente y eso me hizo sonreír a mi.
-Hola
-He traído una cosita- me enseñó una caja de bombones en forma de corazón. La cogí y la miré con una amplia sonrisa.
-  ¡Que bien! muchas gracias.
-Para acompañar el café.
Asentí mirando la caja, era tan bonita... ¿Sería aquello una indirecta? porque mira que habían cajas y cajas de bombones y había tenido que comprar justo la del corazón. Volvió a mirarle y sin saber porque le di un abrazo, él me apretó fuerte.
Fuimos al salón y mientras yo preparaba el café en la cocina, él me daba conversación desde el salón.
- Es curioso- dijo sin más.
-¿El qué?
- Que cada vez que vengo a tu casa no coincido con tu compañera de piso.
Sonreí- ¡Da las gracias!
Al escuchar de la forma que lo dije, Ángel empezó a reírse a carcajadas- ¿Y eso?- preguntó interesado.
-Porque está como una cabra.
-Una policía que está como una cabra- hizo una pausa- no sé porque pero no me lo creo.
Asentí- Créetelo hijo, créetelo, ella no es una policía normal-  cogí la cafetera y fui al salón- No está en casa porque tenía que patrullar esta tarde.
-Aaah y... ¿Cómo se llama?
-Patricia.


Ángel miró la mesa y vio las esposas y la lleve y sonriente me volvió a mirar- Y... ¿A esposado a alguien últimamente?- señaló las esposas.
Solté una carcajada al recordar lo que había hecho y le conté la historia, este se quedó un poco bloqueado.
-¿Y dices que es policía?- preguntó incrédulo ante semejante historia.
Asentí lentamente.
El tiempo se pasó volando estando hablando con él, y no quería que se fuera nunca porque tenía miedo que cuando cruzase la puerta, empezara a llorar como siempre hacía. Pero se fue, y esa vez no lloré, a lo mejor desde que me había dicho que le gustaba y que quería conocerme más estaba tranquila y segura porque tarde o temprano sería mío.


De repente la puerta se abrió y tuve un deja vu, Dani y Patricia entraron besándose alocadamente por la puerta. Al entrar, Patricia se separó de él, le agarró de la camiseta y muy cerca de su boca le dijo- ¡Espérame en mi cama, tigre!
Este se fue haciendo eses por el pasillo. Yo la miré boquiabierta.
- Pero tía ¿Me quieres explicar como lo haces?
Ella encogió un hombro.
-Si hace un rato estaba enfadado contigo.
Patricia se acercó a mí- Ya lo sé, pero estaba patrullando y... nos hemos encontrado y... bueno, el resto ya lo sabes.
Negué- No me lo puedo creer.
Ella se mordió el labio- ¡Es tan mono!
La miré fijamente- ¿Y me quieres explicar porque va borracho?
Patricia desvió la mirada.
-Me da a mi que esa historia que me acabas de contar no es del todo cierta
Ella se rascó la cabeza- Bueno vale, nos hemos visto, nos hemos metido en el bar y le he emborrachado un poquito.
-¡Pero tía! tu estás mal de aquí- me señalé la cabeza.
Ella me acarició el hombro- Voy con mi niño, que me está esperando.
Me acomodé en el sofá, yo cada día alucinaba más con aquella mujer- Tu niño, tu niño- dije por lo bajini- Pues a ver si mi niño se me lanza ya de una vez.


Estaba durmiendo en el sofá, me había dormido viendo una película, cuando de repente escuché a alguien vomitar en el pasillo, me levanté  corriendo, Dani estaba apoyado en la pared con una mano, llegué corriendo a él y le puse una mano en el hombro.
- ¡Dani! ¿Que pasa? ¿Estás bien?
Él me miró y respiró hondo, llevándose una mano al pecho- Joder es que, he tomado algo que no me ha sentado bien.
Le miré extrañada, no se acordaba de nada "¿Pero cuanto le dio de beber esta tía?"- pensé.
Él volvió a respirar hondo- Parece que ya estoy mejor- se puso una mano en el estómago y se sorbió la nariz.
-¿No recuerdas nada?- le pregunté.
Dani frunció el ceño- ¿De qué?- hizo una pausa- oye...y ¿Yo que hago aquí?
Miré al techo- Perfecto....- dije irónicamente.
-No me digas que...
Asentí, era justo lo que estaba pensando.
- ¡No!- dijo casi en un grito, entró a la habitación de Patricia, la vio allí acostada, se quedó un rato mirándola, contemplando su belleza y siendo consciente de lo que la quería. Y sinceramente, si recordaba lo que había hecho con ella, se arrepentiría, pero al no recordarlo,  no podía hacerlo. Cogió sus cosas y tras mirarla una última vez se fue.


Yo seguía en el pasillo, esperándole, Dani no llevaba buena cara- ¿Estás bien?- le pregunté.
Él me miró- No recuerdo nada, pero no me hace ni puta gracia lo que ha pasado- suspiró- yo no bebo nunca, mi trabajo me lo impide, así que, cuando bebo más de lo normal se me sube enseguida y pierdo por completo el norte- clavó su mirada en la mía, en ese momento mi corazón dio un vuelco, en aquella mirada vi completamente todo lo que la quería.
- Ella te gusta ¿Verdad?- pregunté en un susurro. Tras mirarme, agachó la cabeza, no me contestó.
-Hasta luego Berta- se dirigió a la puerta, yo me quedé parada en el pasillo, mirando como se marchaba, de repente Patricia apareció corriendo.
-¡Espera Dani, espera!- gritó, pero cuando llegó la puerta ya se había cerrado. Ella se giró resoplando y me miró.
-Tu príncipe azul se fue- le dije con una sonrisa
-Jajaja- rió irónicamente, sacándome burla.


Continuará...

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