Estas fotos pertenecen al blog de Patri.

1 de enero de 2012

capitulo 1 /Proposiciones inesperadas/

AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. Disfrutad!


Capitulo 1 <Proposiciones inesperadas>


Aquel día el odio y la ira se respiraban en mi casa. Hacía ya rato que estaba discutiendo con mi compañera de piso. Una rubia perfecta, alta, de ojos muy vivos y de un verde precioso, pero con un carácter un tanto particular. Yo siempre le decía que ella era capaz de enamorar a cualquier persona del mundo. Se llama Patricia y éramos amigas desde hacía tiempo, ahora vivíamos juntas en un piso en el centro de Madrid y la verdad es que ninguna de las dos sabíamos porque éramos amigas y sobre todo, porque vivíamos juntas, pues ambas éramos muy diferentes y cada dos por tres teníamos bronca.


Yo no podía más y aquel día exploté, estaba cansada del carácter pasota que mi amiga tenía últimamente y se encendió la mecha de una larga discusión. Lo que más me molestaba era que mientras yo estaba de un lado a otro, nerviosa, ella estaba sentada en el sofá, con los pies encima de la mesa, como si no pasara nada. Esa actitud me sacaba de mis casillas.
-¡Pues está bien, haz lo que te de la gana!- grité dándole un portazo a la puerta de la habitación tan fuerte que faltó poco para hacerla giratoria. Patricia sonrió negando con la cabeza al escuchar el portazo y siguió cambiando los canales sin prestar demasiada atención a la programación. Al cabo de un rato, abrí la puerta y un poco más relajada salí al salón y me planté delante de ella, de brazos cruzados.


Al interponerme entre la tele y ella, no le quedó otra que mirarme a los ojos.
Me encogí de hombros- ¿Que pasa? ¿Que no piensas hacer nada en todo el día?
Patricia sonrió con esa sonrisa que me ponía echa una furia y no contestó.
-Patricia... te estoy hablando ¿Ni si quiera me vas a ayudar a limpiar?
Patricia dio un gran bostezo y se desperezó- ¡Pero que prisas! ¡Tenemos mucho tiempo para hacer todo eso!
Asentí apretando la mandíbula, estaba claro que no me iba a hacer caso- ¡Muy bien! - dije irónicamente- Pues cono tenemos mucho tiempo, yo me voy- Me dirigí hacia la puerta y Patricia me siguió con la mirada, cerré de un portazo.
-Joder, como se pone...- cogió el mando de la tele y siguió cambiando, cuando dio dos vueltas pasando por todos los canales, decidió apagarla e ir a vestirse.


Llamaron al timbre justo cuando estaba buscando unos pantalones en su armario, pero se agobió al no encontrarlos y salió a abrir así. Antes de abrir, miró por la mirilla y vio a su compañero de comisaría al otro lado. Agarró con fuerza el pomo de la puerta y resopló.
Abrió de golpe y se apoyó sonriente en la puerta. Su compañero la miró de arriba abajo y sonrió tímidamente al ver que iba en braguitas.


Patricia era policía y le encantaba su trabajo, siempre me decía que había nacido para ser policía y su personalidad iba genial para esa profesión. La verdad es que era una policía bastante particular.


Le invitó a pasar y este entró hasta el salón, Patricia le siguió, ese chico era un compañero de toda la vida y ambos tenían confianza, se llamaba Dani y era un hombre bastante divertido, siempre llevaba un poquito de barba que le quedaba muy bien y si había algo que llamaba la atención de él, era su curiosa voz.
-Eee- dijo Patricia mirándose las braguitas- espera aquí, voy a terminar de vestirme.
Dani sonrió- Si, mejor- se sentó en el sofá.
-En el frigo tienes coca-colas, cervezas y... coge lo que quieras- le decía mientras andaba por el pasillo.


La verdad es que la visita de Dani la había puesto nerviosa, aparte de que no se la esperaba, nunca había estado a solas con él y menos en su casa. Hacía tiempo que iba detrás de aquel chico y nunca había encontrado el momento de lanzarse. Se puso sus mejores pantalones, esos que sabía que le hacían un culo bastante bonito y se miró en el espejo antes de salir a su encuentro. Se desabrochó los primeros botones de la camisa, para enseñar un poco de escote.
-Dime ¿Que te trae por aquí?- Le preguntó entrando al  salón. Dani la miró atónito y reaccionó cuando esta ya estaba sentada a su lado.
-Vengo... a traerte unos informes, has de guardarlos hasta la semana que viene.
Las ilusiones de Patricia cayeron en picado, sólo había ido a buscarla por asuntos de trabajo. Le quitó los papeles de la mano y los miró atentamente.
-Gracias- le dijo sin apartar la mirada de los papeles, fingiendo que los leía.
Dani los cogió por un extremo, sin llegar a quitárselo y empezó a explicarle- Mira, aquí me han dicho que tienes que rellenar esto...
Patricia miraba atentamente y asentía con la cabeza, pero en realidad no le estaba haciendo caso, miraba al papel por momentos y después miraba fijamente a Dani, que este ni se daba cuenta de que le observaba de tan cerca y tan fijamente.


De repente Patricia le quitó los papeles bruscamente y los dejó encima de la mesa, dando a entender que no le importaban en absoluto aquellos informes. Dani la miró extrañado y ella le miró con su sonrisa más sexy. Se mordió el labio inferior y se preparó para proponerle algo.
-¿Que te parece si este fin de semana quedamos tu y yo para tomar algo?
Por un momento se hizo el silencio y Dani quería decir algo, pero solo balbuceaba.
Patricia sonrió al ver que se había quedado bloqueado, quizá había sido demasiado directa y al ve que no respondía, continuó hablando- ¿El sábado a las diez?
Él asintió frunciendo los labios, estaba contento. Volvió a hacerse el silencio entre los dos pero no fue incómodo, no al menos para Dani que jugaba a imaginarse como sería la cita con Patricia. No se podía creer que todo hubiese pasado así de rápido, él estaba enamorado de su compañera desde hacía bastante tiempo, pero lo llevaba en secreto, nadie lo sabía, solo él, tampoco quería se le notase y años atrás la había visto como alguien inalcanzable, por eso le costaba creer que hubiese sido ella la que le hubiese propuesto semejante cosa.


Patricia le miraba con una sonrisa y como para romper el silencio se levantó del sofá.
-Bueno...- dijo para despedirse de Dani. 
Él también se levantó-Pues nada que... que guardes los informes- le dijo andando hacia la puerta.
Patricia asintió metiéndose una mano en el bolsillo, al llegar a la puerta ambos se pararon y ella la abrió, se miraron tímidamente.
-Venga pues... nos vemos el sábado- salió y se dio la vuelta para esperar su respuesta.
Ella asintió- Hasta el sábado guapo- cerró la puerta y suspiró mirando al techo.
Dani se quedó unos segundos parado delante de la puerta, como esperando que se volviera a abrir, al ver que no iba a ser así, se fue.


Abrí la puerta bruscamente y miré al rededor, todo estaba exactamente igual que cuando me había ido. Cerré los ojos y resoplé. Como dándome paciencia a mi misma- ¡Patricia!- grité. Ella apareció por el pasillo y se paró delante de mi- Patricia ¿Que coño has hecho en toda la mañana?
Patricia me hizo un gesto con la mano- Tranqui Berta, tranqui.
Negué-No, tranqui no, es que yo sola no puedo hacerlo todo- venía cargada de bolsas de la compra, que dejé en el suelo para cerrar la puerta.
-Luego lo organizo yo todo- Se rascó la cabeza y se fue a su habitación. La miré con odio, pero me limité a coger las bolsas y callarme.






Continuará....

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