AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. Disfrutad!
Capitulo 17 <¡Es el hombre de mi vida!>
Ángel abrió la puerta de casa despacio y con disimulo, sin hacer ruido. Yo ni me enteré, estaba dormida profundamente abrazada al niño. Ángel se quedó mirándonos con una sonrisa, estábamos de foto, él no podía dejar de mirarnos, se le caía la baba, vio una manta en el otro sofá, la cogió y nos tapó, se quedó mirándonos de nuevo, pensando en que hacer, si despertarme para llevarse al niño o dejarnos dormir, entonces yo me desperecé y me desperté, sonreí ampliamente al ver a Ángel allí parado delante de mi. Él también me sonrió.
-¿Que tal madraza?
Sonreí desperezándome- Bueno, pues muy bien, este niño es un tesoro.
Ángel asintió- Estáis los dos para comeos.
Le miré fijamente- He estado jugando con él, le he dado un vasito de leche- miré al niño- lo hemos pasado bien.
Él no me quitaba el ojo de encima, tenía una sonrisa encantadora- Me encanta que haya encajado tan bien contigo- hubo un rato de silencio- no sabes cuanto me gusta- en ese momento, sin que yo pudiera reaccionar se acercó a mí, me cogió de la cara con delicadeza y me dio un tierno beso en los labios. No me lo podía creer, por fin había besado aquellos labios que tanto me apetecían. Al separarse de mi, me miró a los ojos y yo le sonreí, no sabía que decirle, pero no hizo falta, porque me volvió a sorprender con otro beso, esta vez fue más profundo, no podía moverme mucho, porque el niño estaba apoyado en mi, pero saqué una mano de debajo de la manta y le agarré del cuello, no quería separarme de él nunca, quería que ese beso fuese eterno, nuestras lenguas jugaban traviesas y me di cuenta que aquel hombre me gustaba tanto que con solo el poder de un beso consiguió estimular mis sentidos, si por mi hubiera sido, no le hubiera dejado marchar y lo hubiera llevado hasta mi cama, pero tenía un niño entre brazos y eso complicaba un poco las cosas.
Ángel se separó de mi, poniendo fin a aquel increíble beso.
Le miré a los ojos y sonreí tímidamente- ¡Vaya! no me lo esperaba.
Ángel me sonrió de lado.
- Besas muy bien.
Él se metió las manos en los bolsillos- Gracias.
Me quité la manta de encima y miré a Ángel.
-Bueno, me voy a llevar al chiquitín, que está aquí muy a gusto.
Solté una carcajada- Parece que se duerme bien aquí conmigo.
Ángel tomó al niño que este dormía tan profundamente que ni se despertó.
-Bueno- le dije poniéndome el pelo tras la oreja.
Él subió las cejas- Me voy que este niño pesa.
Asentí y le abrí la puerta- Lleva cuidado, guapo.
-Hasta luego.
Cerré la puerta y resoplé, estaba feliz, quería gritar de felicidad, le había besado y había sido el mejor beso de mi vida. Le quería demasiado. A partir de aquel beso estaba aún más enamorada de él.
Patricia y Dani estaban abrazados, tumbados en la arena, mirando al cielo, había pasado todo de repente.
-Nunca lo había hecho en la playa- le dijo Dani entrelazando su mano con la de ella.
Patricia se incorporó y le miró a los ojos- ¿De verdad?
-En serio.
-No sabes lo que te has perdido, la playa es un sitio estupendo para dejarse llevar.
Dani sonrió- Ya, acabo de comprobarlo.
Durante un rato ninguno de los dos dijo nada, se quedaron escuchando el olaje y notando la brisa del mar. Al cabo de un rato, Dani rompió el silencio.
-Patricia ¿Por que me haces esto?
Ella se incorporó nuevamente para mirarle, pero no le dijo nada.
-Te dije que no me provocases más.
Ella hizo una mueca- Pero tu no me has dicho que no.
Dani sonrió- Porque si te lanzas así, pues... claro que no te digo que no- hizo una pausa y en un susurro dijo- ya sabes lo que siento.
Patricia dejó de abrazarle y se sentó en la arena. Dani también se incorporó y se sentó a su lado.
-Tu... ¿Tu no sientes nada?
Ella le miró y frunció los labios, no respondió.
-Creo que puedo interpretar tu silencio.
Patricia suspiró y fijó su mirada en la luna que estaba alta en el cielo.
-Entonces ¿Por qué lo haces?
-¿El que?- preguntó sin mirarle.
- ¿Por qué calientas a los hombres, consigues lo que quieres y ya está?
Ella agachó la cabeza, no sabía que responder. Dani no dejaba de mirarla, como arrepintiéndose de lo que acababa de pasar.
-A veces puede que juegues con los sentimientos de la gente, los confundas.
Patricia asintió, reconociendo lo que Dani acababa de decir y seguidamente le dijo- Lo siento- se miraron una última vez. Patricia se levantó sin decir nada y se fue, dejándole sólo. Dani la siguió con la mirada hasta que la perdió de vista.
A la mañana siguiente, me levanté con una sonrisa enorme, el beso de Ángel estaba en mi cabeza todo el rato, preparé un desayuno variado. Patricia no tardó en aparecer, ya llevaba el uniforme puesto, se iba a trabajar. Nada más verla llegar la miré a los ojos y ella supo que algo había pasado.
-¿Y esa sonrisa?- me preguntó cogiendo un bollo.
La miré fijamente y la cogí de las manos- ¡Patricia, Ángel es el hombre de mi vida!
Al escuchar eso, Patricia agachó la cabeza, al verme así de feliz se arrepentía de verdad de lo que había hecho con él.
La mirada me brillaba por si sola- ¡Le quiero Patricia, le quiero!- le di un apretón en la mano y di un paso hacía atrás- Y ayer nos pasó algo... maravilloso- dije con la mirada perdida.
-¿Que pasó?- preguntó sorprendida- ¿Te lo tiraste mientras yo estaba en la playa?
Solté una carcajada y negué, le expliqué toda la historia, que me había quedado con su sobrino y que después me besó.
La cara de Patricia era de sorpresa- ¡Por fin!- exclamó- al fin os disteis un beso.
Asentí varias veces- Fue increíble... creo que esta historia de amor va a llegar muy lejos.
Patricia desvió la mirada, se sentía incómoda cuando le hablaba de Ángel. Se bajó del taburete, se iba a comisaría.
Yo me quedé allí, con mi sonrisa, en mi nube, pensando en aquel beso, en como besaba y ya pensaba en como sería la siguiente cita, sin sobrinos de por medio.
-Le compraré algo bonito- pensé- así me lo ganaré un poco más.
Continuará...
QUEDAN 3 CAPITULOS PARA EL FINAL.
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