Estas fotos pertenecen al blog de Patri.

30 de noviembre de 2011

capitulo 22 /Quiero mi espacio/


AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. Disfrutad!


TITULO: LACASITOS DE COLORES


capitulo 22 <Quiero mi espacio>


-Ven aquí, tenemos que hablar de lo del otro día-Los gritos de Berta rebotaban por toda la casa. Dani y ella habían vuelto a discutir, como hacían siempre desde aquel día que Dani llegó enfadado y le pegó.
-No hay nada que hablar, Berta-le gritó Dani desde la habitación. Berta se sentó de brazos cruzados en el sofá y empezó a llorar.
-¿Qué le pasa a nuestra relación, Dani?-le gritó. Al escuchar eso, Dani salió a buscarla y se paró delante de ella, mirándola fijamente.
Se encogió de hombros-No sé. ¿Qué le pasa?
Berta le miró fijamente y después agachó la cabeza mientras una lágrima le caía por la mejilla
-Berta, así no podemos seguir-Le dijo Dani. Berta le miró a los ojos
-¿Me estás diciendo que tenemos que romper?
Dani abrió los ojos como platos-¡No!-dijo-No podemos seguir discutiendo así, todos los días, esto tiene que terminar
-Dani, nuestra relación no va bien…-se limpió las lágrimas-Joder, nosotros antes éramos felices ¿Qué nos pasa?
Dani se quedó mirándola fijamente y se encogió de hombros. Entonces Berta decidió corregirse.
-Bueno, mejor dicho, que te pasa a ti, porque últimamente estás muy raro
Dani se puso una mano en el pecho-¿Yo? ¿Ahora resulta que soy yo?
Berta asintió-Sí, tú. No hay quien te aguante últimamente
-Pero ¿Qué dices?
Berta se levantó del sofá y resopló-Dani, basta ya, dejemos el tema-le dijo dirigiéndose a la cocina. Dani la siguió enfadado
-No, no, me dices que soy yo y luego quieres cambiar de tema…eso no me vale
Berta frenó en seco y le miró a los ojos-Mira, yo, no quiero discutir más contigo. Dani, te quiero, y si tú sientes lo mismo vamos a hacer un esfuerzo porque esto termine bien ¿Vale?
Dani asintió y entonces se preparó para confesarle algo que pensó que nunca le contaría.

La cogió de la mano y la sentó en el sofá-Lo que te voy a contar ahora, por favor, espero que lo entiendas
Los ojos de Berta se abrieron y se preparó para escuchar lo peor
-Berta…-le cogió una mano y se la besó-tengo un problema
Mi amiga frunció el ceño-¿Qué pasa?
Dani agachó la cabeza-Desde hace un tiempo, unos amigos del barrio me ofrecieron probar un poco de cocaína
Berta le miró con la boca abierta-Dani…no me digas que…
Dani asintió-La probé-agachó la cabeza y lleno de rabia le dio un puñetazo al sofá-¡La probé!-gritó-y me enganché a ella, Berta. Fue lo peor que pude hacer en la vida-la miró fijamente-Y, aquel día que te pegué fue porque tenía mono de ella y no tenía, lo siento si te hice daño
Sin responderle, Berta le dio un abrazo. Le sujetó la cara con las dos manos y le miró a los ojos-No te preocupes cariño, yo te voy a ayudar a salir de esta-tras decirle esto le dio un beso en los labios y Dani la volvió a abrazar.
-Gracias por entenderme-Le dijo cerrando fuertemente los ojos en el abrazo.
-Por ti lo que haga falta-le miró a los ojos-esto me lo tenías que haber contado antes…
Dani se encogió de hombros-No quería hacerlo, tenía miedo
Berta esbozó una pequeña sonrisa
-Cariño, estoy aquí siempre, para lo bueno y para lo mano
Dani le dio un beso-Gracias-Hizo una pausa-No sabes lo malo que es vivir enganchado a algo. Nunca te metas en ese mundo Berta, luego no sabrás salir
Berta le cogió una mano-No me meteré Dani, y te juro que te sacaré de ahí
Dani le sonrió y volvieron a abrazarse.

Mientras, mi relación con Ángel estaba cada vez siendo más rara. “Cariño, he quedado con mis amigas”-me decía casi siempre.
-Sí, sí, mucho cariño, cariño pero cariño últimamente no me das ninguno-pensaba cada vez que se iba con ellas. Ponía sonrisa falsa y le decía que se lo pasara bien, cuando en realidad estaba deseando que se pelease con ellas o que se les pincharan las ruedas del coche y no pudieran quedar con él.
Empezaba a sospechar que las palabras de Ángel solo me mentían, que en realidad había dejado de quererme y yo llevaba unos cuernos encima que no podía con ellos. Pero no me gustaba pensar en eso, de alguna manera sabía que me equivocaba. Ese día le llamé y me lo cogió una de sus amigas.

-¿Dígame?
-Hola, eh… ¿Quién eres?
-¿Quién eres tú?-me preguntó ella
Fruncí el ceño-A ver, estoy llamando a Ángel y me contesta una mujer ¿Me he equivocado?
-No, no, este es el móvil de Ángel
-¿Me lo puedes pasar? ¿Qué hace?
-¿Quién eres?-me volvió a preguntar
-Pásamelo
-Está ocupado
Fruncí el ceño-Me da igual, tengo que hablar con él, dile que soy Patricia, verás que pronto se desocupa
La chica soltó una carcajada-¿Patricia?-me preguntó sin saber que era su novia
-¿Qué está haciendo si puede saberse?
La chica no me contestó, la escuché hablar con él-¡Es una tal Patricia!
De inmediato, Ángel se puso al otro lado-¡Patricia!-me dijo sorprendido
-¿Quién era?-le pregunté directamente
Ángel sonrió algo nervioso-Mi amiga, Paula
Agaché la cabeza-¿Por qué ha contestado ella? ¿Dónde estabas?
-He salido a fuera, a la moto un momento
Respiré hondo-Ángel… ¿Qué haces ahí?
-Pues, estar con mis amigas Patri ¿Qué voy a hacer?
Sin pensarlo, comencé a ponerme sentimental-Ángel, nuestra relación se distancia, no quiero que se distancie, quiero estar contigo. Te necesito, Ángel. Llevo mucho sin notar tu amor, sin notar tus besos
-Cuando termine ya nos vemos-me dijo sin más
Me quedé dolida, me molestó que me dijera aquello de aquel modo
-Ángel…-Hice una pausa-¿Ya no me quieres?
Ángel miró a Paula, no quería contestarme delante de ella, pues no sabía que tenía novia y no quería que se enterase.
-¿No me contestas? ¿Cómo me tengo que tomar eso?
-Patricia…
No siguió hablando, se quedó ahí parado, fuera lo que fuera a decirme se vio interrumpido por la presencia de Paula.
Negué con la cabeza-Ángel…me estás haciendo daño. Si ya no me deseas, si ya no me quieres, dímelo, rompe conmigo, pero no me hagas sufrir de esta manera-tras decir esto, le colgué.

Ángel se quedó con el teléfono en la oreja-¿Patricia?-preguntó a la nada y después se lo guardó en el bolsillo, muy molesto. Ahora estaba preocupado por lo que acababa de pasar.
-¿Pasa algo?-le preguntó Paula
Ángel le negó-No, no pasa nada
Paula frunció el ceño-¿Quién era?
Ángel la miró a los ojos-Una amiga resentida-mintió
Paula sonrió-¿Te la tiraste?
Ángel forzó una sonrisa y negó con la cabeza-No
En ese momento Paula le dio un beso en la mejilla.

Dani entró a la casa de Berta dando un portazo. Berta, que estaba en la cocina preparándose un café, salió a ver lo que pasaba y vio a Dani con cara de pocos amigos. Se acercó a él.
-Dani ¿Qué te pasa?
Dani fijó la mirada en ella-¿Qué qué me pasa?
Berta asintió-¿Con quién te has enfadado?
-Con nadie-respondió más alto de lo normal
Berta frunció el ceño y le puso una mano en el hombro-No estás bien
Dani le apartó bruscamente la mano-¡Déjame!
Mi amiga se había dado cuenta de que los ojos de Dani estaban rojos, y ya sabía lo que le había pasado, había vuelto a caer en las drogas. A pesar de que ella le estaba ayudando, él, había vuelto a caer.
Le persiguió en silencio hasta el salón. Dani se dejó caer en el sofá y la miró con la mirada perdida.
-Dani…no me digas que, ¿te has vuelto a meter?
Él cerró los ojos y se llevó una mano a la cabeza-¿Estas tonta? ¡Claro que no!
Aquello no la convenció, sabía que le mentía.
-¡Dani!
Él abrió los ojos y la miró-¡Está bien!-gritó-¡Me he metido!-se pegó un manotazo en la cara-¡Soy idiota, lo he vuelto a hacer!
Berta se sentó junto a él y le cogió las manos-No te pegues Dani
De repente una lágrima le cayó por la mejilla-Soy idiota, y te he fallado-le dijo mirándola a los ojos-Lo siento

En ese momento Berta le dio un abrazo y un beso en la cabeza, sabía que era lo que necesitaba.
-¿Por qué lo has vuelto a hacer?
-Me llamaba Berta. Gritaba mi nombre…estoy perdido para siempre en ese mundo
Berta negó con la cabeza y le dio un dulce beso en la mejilla-No, no estás perdido para siempre si yo estoy aquí para sacarte de él.
-¡Tus intentos son nulos! ¿No lo ves?-le gritó-Me estas ayudando y yo como un gilipollas he vuelto a caer
Berta agachó la cabeza-Esto lleva su tiempo, Dani, no será fácil, pero lo conseguirás
En ese momento Dani esbozó una sonrisa-Vales más que nadie-tras esto, ambos se envolvieron en un abrazo lleno de amor.

Ángel se despidió de Paula con dos besos, ella le dijo que quería volver a verle pronto, él se pensó la respuesta pero al final se limitó a asentir.
Se puso el casco bajo la mirada de Paula, que le observaba parada en la puerta. Después se montó en la moto, le dijo adiós con la mano y se fue, se fue directo a mi casa, después de lo que le había dicho por teléfono necesitaba verme, aclarar las cosas. Puso la moto a toda velocidad y en menos de cuatro minutos llegó a mi casa.
Aparcó la moto en la puerta y guardó el casco bajo el asiento, antes de llamar al timbre respiró hondo y después llamó tres veces seguidas. No tardé en abrir, al alzar la mirada y verlo, mi corazón dio un vuelco. Me limpié una lágrima que estaba a punto de caer. Había estado llorando y por la cara que puso al verme, sabía que se había dado cuenta.
-Hola-me dijo. Yo ni le saludé, dejé la puerta abierta y me fui a sentarme en el sofá. Ángel entró, cerró y se vino detrás de mí.
Al sentarse a mi lado, ni le miré. Él fijó su mirada en mí y después respiro hondo.
-Patricia…
Le miré aguantándome no llorar-¿Qué?
Me puso una mano en la rodilla-Perdona por lo de antes
Respiré hondo-¿Qué te perdone?-le dije enfadada. Él me asintió-¿Qué te perdone?-repetí-O sea, que, te pregunto que si ya no me quieres y no me contestas y ¿ahora quieres que te perdone?
-Lo siento Patricia
Le miré fijamente a los ojos-Ángel…te has quedado callado, no me has respondido, eso, no se piensa
-Es que…
-¡Es que no!-grité levantándome del sofá-es que si ya no me quieres lo dejamos Ángel, no me hagas esto, no me hagas sufrir por favor
Ángel agachó la cabeza, lo que hizo que mis ideas de que ya no me quería estuvieran más claras aún.
-De puta madre-dije irónicamente y me senté delante de él, en la mesa bajita que había delante del sofá. Ángel me miró sin saber que decir.
-¿Por qué no me has contestado? ¿Es verdad que ya no me quieres?
-No, no es verdad
Fruncí el ceño-Entonces… ¿Por qué no me has contestado?
-Paula estaba delante
Abrí los ojos como platos-¿Y qué? Tú estabas hablando con tu novia
Al decir esto Ángel me miró de una manera en la que me dio a entender que su amiga no sabía que tenía novia. Me levanté de la mesa
-¡Perfecto! No quieres decirle a esa tal, Paula que tienes novia ¿Verdad?-Ángel me siguió con la mirada-Y… ¿Por qué no quieres que sepa que tienes novia? Porque te la quieres tirar y si le dices que tienes novia no podrás, claro, ahora lo entiendo todo. Por eso te gusta irte tanto con ellas, y claro, cuando dices que te vas con la dos en realidad solo te vas con una, con la que te gusta…
Ángel agachó la cabeza. Le miré fijamente y me contuve una lágrima.

-¿Eso significa que tengo razón en todo?-le pregunté al ver que agachaba la cabeza. Ángel me miró de repente y negó rotundamente.
-No, no tienes razón, te equivocas en todo Patricia
Suspiré-Entonces no entiendo nada
Ángel me miró fijamente-Mira, yo…necesito mi espacio ¿Vale?-me dijo no de muy buenas formas
Abrí la boca sorprendida-¿Qué?
-¡que necesito mi espacio, mi tiempo! ¡También quiero estar con mis amigos!
Desvié la mirada por un momento-pero es que lo que pasa, es que te tiras más tiempo con ella que conmigo y eso me molesta… ¡Yo te necesito Ángel!-le grité dándome palmaditas en el pecho
-Ya lo sé, pero comprende que tengo a más gente con la que estar
Negué-Esto es muy fuerte…me estas dejando de lado poco a poco
Ángel agachó la cabeza-Patricia, yo nunca te dejaría de lado y lo sabes
-¡Pero Ángel!-me quedé callada durante unos segundos, iba a llorar, por eso tuve que parar, para intentar contenerme. La cara de Ángel se llenó de pena al verme con ganas de llorar, pero no quería venir a consolarme, tenía miedo de que le rechazase-Estas empleando demasiado tiempo en los demás ¡que me encuentro sola, que no te tengo y siento asco, que me quiero morir! Además, podrías estar conmigo y con tus amigos a la vez ¿No?
Ángel se levantó del sofá-No sería lo mismo
Fruncí el ceño-Claro, no ligarías tanto entonces…
-¡Ya está bien Patricia! Piensa lo que te dé la gana, yo quiero mi espacio y me lo tomaré, cuando quieras algo de mí, me llamas

Tras decir esto, se fue de mi casa, dejándome allí sola, de pie en el salón, conteniéndome las lágrimas. Al escuchar la puerta cerrarse, una tras otras las lágrimas empezaron a caer por mis mejillas. No sabía que había pasado, pero Ángel se había ido. Me senté en el sofá y empecé a llorar, a llorar sin el consuelo de nadie. Pensando que a lo mejor Ángel se habría ido de nuevo con esa tal Paula, y lo que más me molestaba es que no sabía si iba detrás de ella. Por como se había comportado él tras las preguntas, quedándose en silencio y agachando la cabeza, me daba a mí que si que quería algo. Conocía a Ángel y cuando yo llevaba razón siempre quedaba callado.

Continuará...

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