Estas fotos pertenecen al blog de Patri.

29 de noviembre de 2011

capitulo 21 /Lo siento Patricia, de verdad/


AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. Disfrutad!


TITULO: LACASITOS DE COLORES


capitulo 21 <Lo siento Patricia, de verdad>


Llevaba un tiempo rara, estaba muy pegada a Ángel, quería estar con él las 24 horas del día, constantemente le llamaba para saber que estaba haciendo, como estaba y con quien estaba. Pensé en que quizá me estaba pasando un poco, le tenía como acosado. Lo que me extrañaba es que él no me llamase la atención, que no se sintiera agobiado, a lo mejor le gustaba que estuviera así con él. Y es que últimamente Ángel no paraba de hablar con unas chicas, no paraba de quedar con ellas y eso me ponía muy nerviosa. Antes de empezar una relación con él, había conocido como era personalmente y por eso me inquietaba cuando había estado hablando con ellas, porque sabía que Ángel era un don Juan, y que si alguna se le lanzaba no le iba a decir que no.

Aquel día, iba de camino a mi casa cuando le vi sentado en su moto, con el casco bajo el brazo y mirando a un supermercado. Él no me vio a mí, ya que, antes de que pudiera verme, me escondí en la esquina de la calle. Cerré los ojos y respiré hondo-¡Tranquila Patricia!-me dije a mí misma-No pasa nada, no te líes tu sola.
Volví a mirar y vi salir a una chica morena, no muy alta, con unos ojos muy bonitos, grandes y claros. Ángel le sonrió de una manera que no me gustó nada y ella se paró delante de él. La chica tenía unos pechos bastante grandes y pude ver que desde la altura de Ángel, con el escote que llevaba se lo estaba viendo todo, así que, menos a los ojos, le estaba mirando a todas partes.
Me apoyé en la pared y resoplé, apreté el puño y me volví a asomar para seguir viendo lo que pasaba.
Nada fuera de lo normal, ambos hablaban y ella se reía. Ángel no se baja de la moto, ni ella tenía intención de subir. Simplemente, hablaban.
Lo que me molestaba era que Ángel no me hubiera hablado de aquella chica nunca. Tuve que ser yo quien descubriera que se veía con otras a mis espaldas, y me molestó más que si me lo hubiera dicho él mismo.

Volví a mirar y ella le tenía una mano puesta en la rodilla, él se la acariciaba lentamente. De repente, dejó de hacerlo y se sacó el móvil del bolsillo, alguien le estaba llamando. Estuvo hablando un momento con ese alguien que le había llamado, hacía señas con las manos, parecía que le estaba indicando como llegar a donde estaban.

Volví a apoyarme en la pared y volví a resoplar, esta vez más fuerte, tenía ganas de presentarme allí por sorpresa, solo para ver como cambiaban las cosas o la explicación que me daba Ángel. Pero decidí no hacerlo, decidí seguir mirando allí, a escondidas, para ver que se traía mi chico entre manos con aquella tipa.
Siguieron hablando como dos buenos amigos, y a los cinco minutos otra morena apareció por allí y les dio dos besos a los dos. Ahora comenzaron a hablar los tres, Ángel no se bajó en ningún momento de la moto y parecía más contento de lo normal.
-¡Patricia ve a saludarles, dale un beso a tu novio, joder!-pensé al verle sonreír tanto hablando con aquellas chicas-¡Ya sé lo que voy a hacer!-pensé con una sonrisa de malvada en la boca. Y entonces le llamé. Con el móvil en la oreja, miré la escena. Ángel sacó el móvil del bolsillo y sonriente les dijo a las chicas que era yo la que llamaba. Sonrieron y se miraron entre ellas. Ángel lo cogió.

-¿Si?
-¡Ángel, cariño!
-Hola guapa
-¿Qué? ¿Dónde estás?
Ángel miró a todos sitios y después miró a las chicas, que estas le hacían señales, como diciéndole lo que me tenía que decir.
-Estoy…me acabo de subir a la moto, he ido a comprar
Aquello me dolió. Ángel me estaba mintiendo, algo que nunca pensé que haría
-¿Vas a tardar mucho?
-Eh, no, creo que no
-¿Vas a tu casa?
-Sí, pero antes, voy a pasar por la casa de Dani a coger una cosa-me mintió
Me quedé en silencio por un momento. No sabía que decirle.
-¿hola?
-Estoy aquí
-¿Te pasa algo? ¿Estás bien?
Asentí-sí- una lágrima estaba a punto de caer por mis mejillas, pero me contuve-¿Estas solo?
-Sí
Cerré los ojos fuertemente y tomé aire. Me estaba destrozando el corazón y no se estaba dando cuenta.
-Ángel… ¡Te quiero!-aquel te quiero me salió del alma, fue el “te quiero” más sincero de mi vida. Era un “te quiero” dicho con miedo, con miedo a perderle.
Vi que Ángel se mordía el labio y miraba a las chicas con las que hablaba, después agachó la cabeza.
-Nos vemos-me dijo sin más y me colgó.

En aquel momento, el corazón me estalló. Decidí irme de allí, no ver más aquella escena, no ver lo que iba a pasar después. Quizá era mejor vivir en la ignorancia, me fui andando a paso ligero hasta mi casa.

Ángel estuvo un tiempo más hablando con esas dos chicas de buen ver. La bajita y tetona se llamaba Paula, y la otra Cristina.
Continuamente Ángel les regalaba su sonrisa de ligón. Siempre usaba esa sonrisa cuando le gustaba alguna, sabía con eso y una buena mirada, ya las tenía para lo que quisiera.
-Me gusta tu moto-le dijo Paula
Ángel sonrió y le alzó una ceja-Cuando quieras la probamos
Paula sonrió tímidamente y miró a su amiga.
-¿Me puedes guardar esto debajo del asiento?-le pregunto dándole una bolsa que llevaba en la mano que acababa de comprar en el supermercado
Ángel asintió y se bajó, abrió el asiento y la guardó. Después, no se volvió a sentar en la moto.
-¿Tú has aparcado cerca?-le preguntó a Cristina. Esta asintió y le explicó donde había dejado el coche
Paula miró a su amiga con una sonrisa y después agachó la cabeza, parecía que ambas se habían leído la mente.
Ángel las miró con una sonrisa, las miraba a una y a otra con una mirada un tanto extraña, una mirada que las puso nerviosas e hizo que le entrase la risa tonta.
-¿Qué pasa chicas?
Paula le miró mordiéndose el labio de una forma fuera de lo normal. Ángel sonrió y la agarró de la cintura. La acercó a él y jugó a hacerle cosquillas, esta se reía, al cabo de unos segundos Ángel la soltó.
-¿Me vais a decir lo que pasa?-Preguntó sonriente
-Bueno-dijo Cristina-Ángel, que, ya nos vamos, que mañana nos llamamos y quedamos en otro sitio y más tiempo ¿Vale?
Ángel asintió y miró a Paula-¿Te vas con ella?
Paula encogió un hombro y le puso carita de buena-Bueno, teniendo en cuenta que tú tienes mis cosas…
Ángel le sonrió y miró a Cristina-Adiós Cristina, la llevo yo
Cristina sonrió y después sonrió a su amiga-Adiós-Retrocedió unos pasos y cuando estaba lejos y Ángel no miraba, le hizo a su amiga un gesto de “Ok” con la mano. Paula asintió y se quedó con una dulce sonrisa en la boca.

Ángel le dio su casco y la ayudó a ponérselo. Después se subió a la moto y Paula se montó detrás. Lo primero que hizo fue agarrarse bien fuerte a él. Ángel giró un poco la cara para hablarle.
-No tengas miedo, tú agárrate todo lo que quieras ¿Vale?
-De acuerdo. ¡No corras!-le gritó
Ángel soltó una carcajada, arrancó y a la velocidad de la luz se incorporó al tráfico.
Al llegar a la casa de Paula, esta se bajó y le dio el casco a Ángel, él se bajó también y se quitó el suyo. Ella estaba nerviosa, aunque Ángel no lo notó.
-Bueno-le dijo mientras él guardaba el casco. Ángel se dio la vuelta y le sonrió-Aquí estamos-le dijo desviando la mirada.
Ángel asintió y respiró hondo-Me gusta tu casa-dijo imitándola a ella cuando había dicho que le gustaba su moto. La chica soltó una nerviosa carcajada y se mordió el labio.
-Pues…por dentro es muy bonita
Los ojos de Ángel se iluminaron por un momento
-¿Quieres verla?-le preguntó Paula.
Ángel se encogió de hombros y quitó las llaves de la moto, la cerró y le dijo-venga, está bien. El corazón de Paula dio un vuelco al escuchar que aceptaba.

Abrió la puerta y entraron. Ángel lo miró todo de arriba abajo y Paula, muy contenta de tenerle dentro cerró la puerta y le hizo de guía. Le enseñó el salón, el baño, la cocina, la despensa y al llegar a la puerta de su habitación se paró delante de él y le dijo.
-Y esta es la habitación que más me gusta-Ángel sonrió-¿Has visto que cama más grande que tengo?
Mi chico asintió y fue a sentarse en ella. Dio unos pequeños botes, como probando la dureza-La verdad es que tiene pinta de dormirse bien aquí
Paula se paró delante de él y ambos se miraron a los ojos, ella le regaló una sonrisa algo picarona-Se duerme que te mueres, pero se pueden hacer otras cosas mucho mejores en esta cama.
Ángel alzó las cejas-Claro, eso lo sabes tú mejor que yo-soltó una carcajada tras decir esto y miró a Paula a los ojos, esta, estaba aún con esa sonrisa picara.
-¿quieres comprobar su confortabilidad?-le preguntó
Ángel se levantó un poco asustado ante la idea de que Paula se fuera a lanzar, pues lo que le había dicho solo le llevaba a pensar en esa opción.
-Ya la he probado-le dijo saliendo del apuro y automáticamente salió de la habitación-bueno, tienes una casa muy bonita, espero que me invites si haces alguna fiesta aquí, ya me tengo que ir-le dijo dirigiéndose hacia la puerta
-¿Ya te vas? ¡Quédate un poco más!-le suplicó Paula andando tras él
Ángel sonrió, le encantaba tener locas a las chicas, le encantaba que le suplicasen y que fueran tras él. Abrió la puerta y se dio la vuelta-Escucha, me tengo que ir ¿De acuerdo, Paula?-le dijo acariciándole la cara- ¡ya hablamos otro día!-le dio un beso en la mejilla y salió dejando que la puerta se cerrase tras él.

Mientras tanto, yo, estaba en mi casa, tenía ya todas las uñas mordisqueadas, estaba muy nerviosa. Mi novio no llegaba y me temía lo peor. Habíamos quedado en que vendría a mí casa. Me dijo que iba a casa de Dani, pero sabía perfectamente que se iría con las chicas con las que hablaba. De repente, llamarón al timbre y al abrir, él apareció. Sin saber porque, le miré con otros ojos, ahora, al ver que había estado hablando con ellas y que me había mentido, no me sentía cómoda. Me sonrió y entró.
-Hola cariño
-¿Cómo se atreve a llamarme cariño?-pensé mientras sonreía falsamente. Él se acercó a mí y me dio un besito en los labios.
-¿Qué? ¿Has ido a casa de Dani?-le pregunté para intentar pillarlo. Al escuchar la pregunta desvió la mirada, se le daba muy mal mentir y sabía que le pillaría.
-Eh, sí, vengo de allí
Asentí y me senté en el sofá, Ángel se sentó a mi lado.
-¿Qué has comprado en el súper?-le pregunté para ver lo que me decía
Volvió a desviar la mirada-He comprado unas patatas y un paquete de coca-colas
Agaché la cabeza. Me dolían sus respuestas, sabía que era mentira, lo había visto y me sorprendía que me mintiera con esa facilidad. Si yo no le hubiera visto me lo hubiera creído y a partir de esa conclusión, decidí no confiar tanto en él.

Pasamos un rato viendo la tele, él me notaba rara, no le miraba, no le hablaba. Normalmente yo no era así con él. Cuando estábamos en el sofá, le abrazaba, le besaba, le decía cositas…
Y al notarme mal no dudó en preguntarme, ya que no quería verme así y quería hacer todo lo posible por ayudarme.
-Patricia-le miré-¿Te pasa algo?
Negué con la cabeza y seguí viendo la tele, entonces él me puso una mano en la rodilla y le volví a mirar.
-¿Qué te pasa?-insistió él.
Me encogí de hombros-te digo que no me pasa nada
Ángel se puso serio-Patricia…quiero que me lo cuentes, sabes que te puedo ayudar. Me da igual lo que sea, cuéntamelo, no soporto que estés mal y no me lo digas…
Le miré a los ojos y tomé aire-Está bien ¿quieres saber lo que me pasa?
Ángel me asintió y me apretó en la rodilla
-Lo que me pasa es que no me gusta que mi novio me mienta
Ángel frunció el ceño-¿Cómo?
Asentí enfadada-No me gusta que mi novio me mienta, si me miente… ¿Entonces qué? ¿Cómo voy a confiar en él?
-¿Qué quieres decir?
Agaché la cabeza y volví a tomar aire-Ángel-le miré a los ojos-Me has mentido…te he visto en dos chicas hace un rato y sé que no has ido a la casa de Dani, sé que esas chicas te llaman y te escriben mensajes, que has quedado con ellas más de una vez…y tú, no me has dicho nada, que eso es lo que más me duele
Ángel agachó la cabeza-Lo siento, no quería que te enfadases
Suspiré-¿Enfadarme?
Ángel se encogió de hombros-No sé, celos quizá…
Negué-Yo no soy celosa
-Lo siento-Dijo sin más
Le miré a los ojos-Joder Ángel, si vas con ellas quiero que me lo digas, porque entonces mi cabeza empieza a pensar en cosas que no son y yo me vuelvo loca y…-en ese momento me besó. Al separarse nuestros labios nos quedamos mirándonos a los ojos y entonces le negué lentamente.
-No Ángel, no lo intentes arreglar todo con un beso, hay veces que no funciona
Ángel desvió la mirada, le notaba nervioso y molesto
-No sé quiénes son, ni porque quedas con ellas, ni de que las conoces, ni que quieren, pero por favor, lo que no quiero es que me mientas, tú ve, con la verdad siempre por delante, te lo pido por favor.
Ángel asintió y me miró a los ojos-Lo siento Patricia, de verdad
-¿Por qué ahora quedas con ellas?
Ángel me miró a los ojos-Son viejas amigas a las que no veía desde hacía mucho
Le miré de reojo-Ángel…-hice una pausa para tomar aire, pues me horrorizaba la respuesta-¿Tienes algo que decirme?
Ángel me miró extrañado-¿Algo que decirte? ¿De…que?
Me encogí de hombros-No sé, algo importante que me tengas que decir que no sepa…
Ángel negó y me miró frunciendo el ceño
-Seré más directa… ¿Te las has tirado?
Ángel soltó una carcajada-Patricia… ¿Cómo me preguntas eso?-se acercó a mis labios dispuesto a darme un beso pero me aparté-Ni lo pienses, no te haría eso
Desvié la mirada y me puse el pelo tras la oreja-Ángel, tengo miedo…
Mi chico me miró esperando a que siguiera hablando.
-Lo siento si desconfío Ángel, pero es que, no quiero que tus labios besen a otros que no sean los míos ¿Sabes?

Ángel me pasó lentamente una mano por el hombro y me abrazó. Estuvimos un rato en silencio y después me dio un beso en la cabeza.
-Pues estar totalmente tranquila-me dijo en un susurro y sin romper el abrazo-Yo nunca te haría una cosa así-tras decir esto me volvió a dar un beso en la cabeza.
Levanté un poco la cabeza para mirarle a los ojos y le sonreí-¿De verdad?
-Claro que es verdad, ¿Cómo voy a hacerte eso? Me cortaría las venas…
Le di un besito en la comisura de los labios-que exagerado eres-solté una carcajada. Ángel me miró serio
-Lo digo de verdad
Al escuchar eso, rompí el tierno abrazo que nos dábamos y me separé de él. Me incorporé en el sofá y le miré borrando la sonrisa. Ninguno de los dos dijo nada.
-¿A ti te molesta que quede con ellas?
Negué con la cabeza-Mientras me lo digas no
Ángel sonrió-Está bien, la próxima vez te lo diré
Sonreí y me volví a acurrucar a su lado-¡Te quiero mi vida!
Ángel me estrechó más contra él-Y yo a ti preciosa

Continuará...

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