Estas fotos pertenecen al blog de Patri.

9 de noviembre de 2011

CAPITULO 5 /Tengo una visión de ti que no me gusta/

AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. Disfrutad!


Titulo: LACASITOS DE COLORES.




CAPITULO 5

<Tengo una visión de ti que no me gusta>

Al llegar al sitio donde Ángel me había dicho, aparqué el coche y le vi allí parado, apoyando un pie en la pared, con las manos en los bolsillos, en un tono vacilón. Le miré frunciendo el ceño <<Patricia, cada día quedas con gente más rara, te vas a arrepentir de este día>> me dije a mí misma. Bajé la visera y me miré una última vez en el espejo, al comprobar que iba bien, bajé del coche, lo cerré y me acerqué a Ángel.
-Hola-le dije sonriente. Ángel se quedó paralizado por unos segundos, después me miró de arriba abajo y impresionado me dijo.
-Vaya ¡qué cambio!
Sonreí, rezando porque no me hubiera puesto colorada
-¡Estas increíble!-me dijo sin dejar de hacerme un repaso en profundidad con la mirada
Me puse el pelo tras la oreja, estaba nerviosa, después le miré-¿A dónde vamos a ir?
Ángel me asintió-a un sitio que me gusta mucho
Fruncí el entrecejo. Aquello no me había gustado. Si le gustaba a él, probablemente a mí no me gustaría nada. Fuimos caminando hasta un pequeño bar, antes de entrar me miró, leí el letrero y le sonreí. Él me abrió la puerta y entré. La verdad es que el bar estaba bien, no había casi nadie esa noche. Nos sentamos en la barra, ya que prefería tomar algo rápido, no quería sentarme a cenar, se me hacía muy raro sentarme a cenar con un tipo al que no conocía de nada, con un tipo al que solo le había visto una vez y que sabía a lo que iba. Ángel pidió una cerveza un montadito de lomo, yo pedí lo mismo pero en vez de un montadito, pedí una ensaladilla rusa. Notaba que él no dejaba de mirarme y me ponía nerviosa. Al ver que no dejaba de mirarme, le miré yo, en ese momento él me regaló una sonrisa.

-Bueno-dije, empezando una conversación, ya que, aquella situación de las miraditas me estaba poniendo bastante tensa-¿Qué te ha llevado a invitarme a quedar?
Ángel se encogió de hombros-Pues…No sé. Me apetecía, soy nuevo y…tengo que hacer nuevas amistades
Asentí mientras cogía mi cerveza-Veo que amistades has hecho bastantes
Él me sonrió
-Sobre todo con Dani, el amigo de Berta
Ángel asintió-Es un tío genial…me parto de la risa con él. Sí, ya me ha contado que Berta y él son muy amigos
Asentí-Sí, son como dos hermanos
Ángel sonrió y miró al suelo, se quedó pensativo durante unos instantes.

No sabíamos de qué hablar, pues no nos conocíamos, yo tenía vergüenza de hacerle preguntas y él, prefería mirarme antes que hablarme.
-¿Por qué te mudaste al barrio?-le pregunté por no mantener ese incómodo silencio
-Porque, donde vivía los vecinos me tocaban los cojones
Asentí-ya…por las fiestas y eso
Ángel me negó y sonrió-que va, que si tardaba mucho en pagar la comunidad, que si hay no dejes la moto que me molesta…en fin, que les dije “a tomar por culo” y me piré de allí
Me quedé mirandole sonriente, me hizo gracia la manera de hablar que tenía, aquello confirmaba que era un macarrilla. De repente, se metió la mano al bolsillo y se sacó un paquete de tabaco, lo abrió y me ofreció uno.
-¿Fumas?
Negué rotundamente-No, no fumo, gracias
Ángel cogió un cigarro y se lo puso en la boca, frunció el entrecejo y para mi sorpresa, lo volvió a guardar.
Le miré extrañada-¿Qué pasa?
-Nada, que si tu no fumas, no voy a fumar delante de ti
Aquel gesto me hizo sonreír-Te doy permiso ¿eh?
Negó con la cabeza y cogió su cerveza-No, ya fumaré cuando no estés cerca, no quiero convertirte en fumadora pasiva

Le di las gracias solo con los labios, me sorprendió que hiciera eso, no me lo esperaba. Al menos, utilizaba la cabeza y miraba por los demás.
Nos quedamos un rato en silencio, y después él empezó a hacerme preguntas que me resultaron un tanto incómodas.
-¿Vives sola?
Asentí-Sí, vivo solita
Me sonrió-y… ¿Tienes novio? ¿Estás ocupada?-me miró como con miedo a mi reacción. Pero a pesar de que me molestó un poco, decidí contestarle.
Negué con la cabeza-No, no tengo novio
-He visto chicos muy guapos por el barrio. Es raro que no estés con alguno de esos
Le miré extrañada y me encogí de hombros-No, tampoco es que esté loca por tener un novio ¿sabes? Sola, se está muy bien
Ángel hizo una mueca-Chicas guapas también hay bastantes
El corazón me dio un vuelco y le miré fijamente-oye…-iba a preguntarle una cosa que sentía que debía de preguntarle-…tú, ¿Por qué te lías con una chica diferente en cada fiesta?
Ángel soltó una carcajada y me miró subiendo y bajando las cejas-¿Te molesta?
Fruncí el entrecejo-No
Se limitó a encogerse de hombros
-¿Sabes? Tengo una visión de ti que no me gusta
Ángel me miró con media sonrisa en la boca-¿Qué visión tienes de mí?
Fruncí los labios y pensé si responderle a la pregunta o no. Él me animó a hacerlo y entonces decidí contárselo.
-Pienso, que eres un don Juan-en ese momento Ángel me sonrió mordiéndose el labio-y que, eres un chulito de barrio, que va de guay y que se cree el mejor del mundo.
Ángel sonrió y me miró fijamente-¿De verdad crees eso de mí?-me preguntó con una mano en el pecho. Asentí y desvié la mirada. De repente él me puso una mano en la rodilla y se inclinó hacia delante en el taburete, mirándome desde abajo a los ojos. Y en un susurro me preguntó.
-¿Sabes que visión tengo yo de ti?
Sonreí muerta de la vergüenza, dejé de mirarle a los ojos, era superior a mis fuerzas, no podía mirar a una persona por mucho tiempo a los ojos. Enseguida tenía que desviar la mirada.
-¿Qué visión tienes?-le pregunté cuando volví a mirarle a los ojos. Por un lado quería saberlo, pero por otra no.
-Tengo la visión…
En ese momento, un chico le puso la mano en el hombro a Ángel-¡Tío!-le gritó. Ángel se incorporó, sentándose bien y le estrechó la mano a ese chico
-Fran, tío. ¿Qué te trae por aquí?
-He venido a tomar algo con unos colegas-dijo señalándoles.
Ángel asintió-Muy bien
-y tú ¿Qué?-me miró a mí y después le dijo al oído-te veo bien acompañado
Ángel sonrió y negó con la cabeza-No tío, no es lo que piensas-me miró y volvió a centrarse en el amigo.
-Bueno Ángel. Pues, que te lo pases bien-tras darle unas palmaditas en el hombro se fue con sus amigos.

Después de aquello, ninguno de los sabíamos cómo seguir aquella conversación que estábamos teniendo. Yo preferí no insistir en retomarla, pues decidí que si aquello había pasado así, sería porque no debía de saber qué visión tenía él de mí.
Al terminar en el bar, volvimos a donde teníamos aparcados los coches. Nos paramos uno enfrente del otro.

-Bueno-dije para despedirme
-Bueno-repitió él
-Pues…ha sido un placer
Ángel sonrió y se puso una mano en el pecho-el placer ha sido mío
Sonreí, le cogí del hombro y le di un cariñoso beso en la mejilla. Ángel se quedó algo bloqueado después de aquello-Pues, hasta la próxima
-Sí…-fue lo único que pudo decirme tras el besito
Me di la vuelta y me dirigí a mi coche, pero antes de llegar, me di la vuelta-Oye Ángel-él seguía allí parado, mirándome como me alejaba y con una mano en la mejilla, donde le había dado el beso. Al ver que me giraba, se la quitó rápidamente-que digo que…gracias por invitar
Ángel me guiñó un ojo, entendí que era su manera de decirme “de nada”. Y es que, había pagado él todo lo que habíamos tomado.

Después de esa cita con él, la verdad es que me dio qué pensar. No sabía si seguir pensando que Ángel era un chulito y un macarra. Quería contarle a mi amiga que había quedado con Ángel, y que había cenado con él, pero seguramente le sentaría mal. Luego recordé que me dijo que ya no le gustaba Ángel, así que la llamé.
-Berti
-Dime Patri
-No te lo vas a creer
-Dime
-Es…sobre Ángel-le conté rezando para que no se pusiera histérica al oír su nombre
-Ah, dime ¿Qué pasa?-por suerte, reaccionó bien
-Pues, que, resulta que me dijo que si nos íbamos a cenar o a tomar algo
Berta se quedó boquiabierta-¿Los dos?
Asentí-Sí, los dos
-¿Qué dices Patri? ¿Te fuiste?
-Eh, sí
Berta se llevó una mano a la boca-No me lo creo… ¿Tú? ¿Cenando con un macarrilla como Ángel?-Soltó una carcajada
-Ya, es raro, lo sé Berti, pero…no sé, pagó él todo
-Oh, que caballero-dijo irónicamente
-Pues sí, al menos tuvo un gran gesto por su parte…
Berta me repitió las mismas palabras que yo le dije un día-Patricia…lleva cuidado con ese, que lo único que quiere es liarte y llevarte hasta su cama.
Me encogí de hombros-Berta, yo me doy cuenta de esas cosas y cuando quedamos, no intentó nada conmigo. Se portó bien…pero vamos, que yo en la cama de ese no me meto, lo tengo clarísimo. Como mucho, podremos ser amigos, pero nada más
Berta se rió
-Además, me dijo que como era nuevo, quería hacer nuevas amistades
-Sí… ya-dijo con demasiada ironía-amistades o mejor dicho, rolletes…
Sonreí-Bueno, pues, ya te lo he dicho
-Patricia, cuidado con ese…

Fue lo último que me dijo antes de colgar. Ese mismo día que yo llamé a Berta. Ángel fue a la casa de Dani, que poco a poco se estaba convirtiendo en un mejor amigo. Estaban los dos allí sentados en el sofá del salón. De repente Ángel sacó un tema de conversación, hablaban de mí…hablaron mil cosas sobre mí, entre otras cosas de que había que insistirme mucho para conquistarme, es algo que Dani le dijo a Ángel, pues Dani prácticamente lo sabía todo sobre mí, Berta se encargaba de contarle cosillas y las que no, se las contaba yo. Pero de repente, Dani se encontró con una historia que no esperaba escuchar para nada.

Continuará...

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