Estas fotos pertenecen al blog de Patri.

14 de noviembre de 2011

CAPITULO 9 /La caja del corazón/

AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. Disfrutad!


Titulo: LACASITOS DE COLORES.


CAPITULO 9

<La caja del corazón>

-Será gilipollas el tío, y me deja aquí… ¡Como le odio!-dije mientras me miraba las uñas. Miré al frente, pero nada, Ángel no aparecía-¡Idiota, imbécil, capullo!-Suspiré-¡Será posible que me haya pasado esto de verdad! ¡Es lo que me toca por juntarme con un capullo como él!-cerré los ojos fuertemente y volví a suspirar. En ese momento escuché el rugido de una moto, abrí los ojos y vi que Ángel volvía a buscarme. Paró la moto a mi lado, me levanté y lo primero que hice fue empezar a darle puñetazos en la espalda.

-Te odio, te odio, te odio-le gritaba mientras le pegaba. Ángel le puso el seguro a la moto y se bajo, yo aún seguía golpeándole. Él me cogió las manos sin ningún problema y me miró a los ojos. Nuestras miradas se encontraron y la mía no era muy amigable.
-¡Gilipollas!-le grité y quise escupirle, pero él me tapó la boca con la otra mano con la que no me sujetaba-¡Te odio! ¡Eres un imbécil! Nunca más te haré caso.
Ángel sonrió y me soltó las manos, pero al ver que iba a pegarle de nuevo, me las sujetó. Le miré con la respiración alterada.
-Escucha-me dijo
-¡No quiero!-le grité-Vete, prefiero quedarme aquí sola a estar mal acompañada
-Patricia, de verdad, escucha-me insistió. Le miré a los ojos y decidí escucharle-que era una broma…
No dejé que acabase de hablar-¡Estas bromas se las gastas a tu madre, guapo!
-¡Patricia!

Le miré seriamente, después bajé mi mirada a nuestras manos, me agarraba con fuerza, ya que continuamente forcejeaba con él para intentar soltarme.
-Que era broma, ¿No ves que he vuelto? Que iba a volver, que no te iba a dejar sola
Le negué con la cabeza-No me gustan tus bromas-Estiré fuertemente y conseguí soltarme, esta vez Ángel no volvió a cogerme porque no fui a pegarle. Empecé a caminar sola, alejándome de él. Ángel me dijo que volviese, pero no le escuché.
-Patricia, que solo iba a darte una sorpresa
Sin mirar atrás, le saqué el dedo. Ángel agachó la cabeza y decidió seguirme a pie. Al alcanzarme, me puso una mano en el hombro-Escucha, solo he ido un momento a comprarte una cosa
No me paré al escuchar eso, seguí andando-Puedes meterte lo que has comprado por donde te quepa.
Ángel me cogió del brazo e hizo que parase. Le miré a los ojos-Patricia, disculpa si te ha molestado…la idea era volver con esto-dijo sacando una caja de bombones de detrás de la espalda. La caja era con forma de corazón, y llevaba un lacito y una nota enganchada. Miré la caja y luego le miré a los ojos. No sabía si tirarle los bombones a la cara o si cogerlos y disculparme.

Ángel me tendió la caja-Toma-la miré de nuevo y la cogí, no le dije nada. Ni si quiera me salía darle las gracias. Ángel me rodeó el cuello con su brazo y fuimos así hasta la moto. Al llegar, me miró, al ver que me miraba le miré algo tímida.
Yo esperaba a que él dijese algo, pero no lo hizo. Sacó mi casco y me lo dio. Subimos en la moto y esta vez sí que me llevó a casa.

Al llegar a la puerta, y al quitarme el casco, decidí disculparme.
-Oye que…lo siento. Siento todo lo que te he dicho y los golpes que te has llevado
Ángel se subió el cristal del casco-No pasa nada, Patri. Es normal, te has enfadado. El que lo siente soy yo, no tenía que haber hecho eso, perdón
Agaché la cabeza y sonreí mirando la caja-Gracias-dije enseñándosela
Él asintió de un cabezazo, aquello lo interpreté como un de nada. Arrancó la moto
-Nos vemos, guapa
Asentí, me guiñó un ojo, bajó el cristal del casco y se fue a toda prisa.

Entré en mi casa con una sensación extraña, y tiré la caja de los bombones encima de la mesa del salón.

Berta y Dani estaban muy tontitos desde que se habían liado en aquel restaurante. Ahora siempre estaban juntos y por eso Berta no me había llamado, ni me había enviado ningún sms. Ambos estaban completamente enamorados el uno del otro. Pero desde lo del restaurante no había vuelto a pasar nada entre ellos. Aunque sí que estaban más cariñosos.

-Danielín ¿quieres salir a pasear?-le preguntó Berta saliendo de su habitación. Dani que estaba sentado en el sofá, se levantó y le sonrió.
-Claro que sí
Berta le guiñó un ojo y se fue de nuevo a la habitación, Dani apagó la tele y esperó a que Berta saliera. Ambos se fueron al parque, Berta se paró a contemplar un bonito lago con patos. Dani se paró a su lado y le pasó un brazo por el hombro. Berta le cogió los deditos de la mano que colgaban por su hombro y apoyó su cabeza en su hombro. En frente, tenían un atardecer precioso.

-¡Qué bonito! ¿Verdad?-le preguntó sin dejar de mirar el paisaje
-Igual que tú-le dijo Dani con una amplia sonrisa en la boca. Berta levantó la cabeza para mirarle y este le dio un dulce beso en la comisura de los labios. Tras esto, Berta entrelazó su mano con la de su amigo y le llevó hasta un banco que había enfrente del lago. Se sentaron allí a seguir viendo el paisaje.
-Dani…-dijo Berta mirando al frente y casi en un susurro
-¿Qué?-contestó su amigo
-Tú y yo ahora… ¿Qué somos exactamente?
Dani se encogió de hombros y la miró-Dime tú ¿qué somos?
Berta hizo lo mismo que Dani, se encogió de hombros y le miró. Su amigo le dio un beso en la cabeza.
-¿Me quieres Dani?
Dani sonrió algo tímido y la miró mordiéndose el labio-¿Por qué me lo preguntas?
Berta sonrió-Para ver lo que somos…
Dani soltó una carcajada, le puso una mano en la mejilla y la besó con delicadeza, mordiéndole el labio inferior al separarse de ella.
-Dos amigos que se llevan bastante bien, somos-dijo Dani.
Berta frunció el ceño-Por muy bien que dos amigos se lleven no van comiéndose la boca y diciéndose piropos…
Dani sonrió-Pues entonces parece que…de buenos amigos hemos pasado a…
Berta le miró y le puso un dedo en los labios-Ssssh, no lo digas
Dani frunció el ceño-¿Por?
Berta negó-No me gusta cómo suena
Dani la miró-pero…
En ese momento Berta esbozó una sonrisa-Sí, lo somos-Le rodeó el cuello con los brazos y se subió lentamente encima de él, quedando a horcajadas y precipitándose a buscar sus labios.

Después, estuvieron así, el uno abrazado al otro, mirando al frente, hasta que el sol se terminó de esconder. Ambos se miraron.
-Parece que ha llegado la hora de marchar-le dijo él
-Sí
-Tus ojos ya no brillan tanto, sin la luz del sol
Berta le sonrió y ambos, con las manos entrelazadas se fueron de aquel parque.

Salí del baño a toda prisa, me acordé de que no había leído la nota de la caja de bombones que Ángel me había dado. Fui al salón y la cogí. En la portada de la nota ponía “Para Patricia, la más bella sonrisa”. Eso me hizo sonreír, al abrirla, me encontré con un corazón mal pintado, donde ponía nuestros nombres y un te quiero, medio borrado. Fruncí el ceño y negando con una sonrisa lo volví a dejar encima de la mesa.

Al día siguiente, Berta llegó a mi casa con una cara de felicidad que no podía con ella. Le sonreí al verla entrar y se acomodó en el sofá. Me senté a su lado y le pedí que me contase todo, ya que la veía tan alegre. Pero a Berta pareció interesarle más la caja de los bombones que aún estaba encima de la mesa.
-Uh ¿y esto?-me preguntó cogiendo la caja. Yo se la quité bruscamente de las manos
-¿Esto? Eh…nada, no es nada. Compré bombones, porque me apetecía chocolate
Berta me miró sin creerse ni una sola palabra-¡Venga ya!
Dejé la caja detrás de mí-bueno, cuéntame lo que te pasa
Berta me negó-¿De quienes son los bombones?
Agaché la cabeza-De nadie, te he dicho que los compré yo
Berta alzó una ceja-¡Patricia…! Que nos conocemos…
Sonreí-Es verdad, Berta
-¡Mentirosa!-me dijo riéndose-¿Es de Carlos?
La miré y negué rotundamente-Dime ¿Qué te pasa?

Berta decidió cambiar de tema-Verás, me ha pasado algo-dijo algo nerviosa-No sé si hago bien en contártelo, pero es que lo necesito, porque…es muy fuerte
Abrí los ojos como platos. Me estaba poniendo nerviosa, pero me alegré al verla tan feliz.
-Dime, dime…
-Patricia-me miró a los ojos y me puso una mano en la rodilla-¡Tengo novio!
Me quedé boquiabierta-¿Qué dices, Berti?-le grité y seguidamente le di un abrazo gigante y un beso en la cabeza-¿Quién es el afortunado que te tiene a su lado y desde cuándo?-le pregunté subiendo y bajando las cejas
-Te responderé primero a la segunda pregunta-dijo sonriente-¿Desde cuándo me tiene a su lado? Desde que éramos pequeñajos, muy pequeñajos.
Fruncí el entrecejo, sin entender nada-¿Cómo? ¿Con quién sales? ¿Con tu padre?-le pregunté haciendo la gracia.
Mi amiga soltó una larga carcajada y luego me miró a los ojos, la verdad es que le brillaban por si solos, y derrochaba felicidad.
-Patricia…es Dani
Al escuchar eso me quedé de piedra-¿Dani? ¿Tu mejor amigo?
Berta me asintió. Mi cara era indescriptible en ese momento, pero volví a abrazarla, orgullosa por ella.
-¿Cómo es eso?
Berta se encogió de hombros-Pues…un día, que fuimos a cenar, pasó…
Abrí los ojos como platos-¿Pasó? ¿Qué quieres decir?
-Bueno que…nos liamos
Me llevé una mano a la boca-¿Y qué?
Berta me sonrió-Pues, desde eso estábamos más cariñosos y más tontitos, y ayer, nos fuimos al parque y le pregunté que ahora ¿Qué éramos? Y bueno…que estamos juntos
Sonreí y asentí-Muy bien, tía, pues me alegro, si ambos estáis felices y os queréis
Berta se llevó una mano al corazón y suspiró mirando a la nada-es encantador, Patri. Ayer por la noche, se vino a mi casa y…uf, me hizo volar hasta la luna.
La miré incrédula-¿Qué dices?
Berta me cogió la mano y me miró a los ojos-Acabamos en la cama… ¡Es encantador! No puede ser más cariñoso, Patricia. Me hizo gozar como nadie lo ha hecho nunca.
Sonreí-¡Ay Danielín, que pillín que es!-ambas soltamos una carcajada y Berta volvió a perderse en la nada. Se la notaba realmente enamorada de su amigo.
-Patricia, le amo. Él es, lo mejor que me ha pasado en la vida…

Continuará...

No hay comentarios:

Publicar un comentario