Estas fotos pertenecen al blog de Patri.

8 de noviembre de 2011

CAPITULO 4 /Que le den a Ángel/

AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. Disfrutad!


Titulo: LACASITOS DE COLORES.



CAPITULO 4

<Que le den a Ángel>






Una mañana, Berta y Dani quedaron para comer juntos, Dani se fue a casa de mi amiga. La verdad es que se arregló bastante para ir a comer con su amiga. Unos pantalones nuevos, una camisa de cuadros y colonia nueva. Al abrir la puerta, Berta se quedó mirandole de arriba abajo. Dani le sonrió y también se miró de arriba abajo. Después fijó su mirada en la de Berta y se encogió de hombros.
-Cambio de look-dijo sonriente
Berta le cogió del brazo e hizo que entrase y cerró la puerta-¡Pero qué guapo que está mi niño!-volvió a mirarle de arriba abajo, con una enorme sonrisa
-¿Te gusta?
-Me encanta-le miró a los ojos y le asintió-así vas más guapo…
Dani se abrió de brazos y Berta no dudo en abrazarle fuertemente. Su amigo le dio un fuerte beso en la cabeza y ambos se separaron lentamente.
-Me alegro de que te guste, estoy de estreno-le dijo orgulloso-me lo compré ayer
Berta asintió-buena compra, ven-le cogió la mano y empezó a andar hacia la cocina-estoy terminando de prepararlo todo.

Al entrar a la cocina, Dani vio que había preparado macarrones y se quedó boquiabierto. Berta le miró sonriente.
-Sí, los he preparado por ti, sé que te encantan los macarrones
Dani asintió-Gracias Berti, llevaba una eternidad sin comer, me apetecía
Berta encogió un hombro y siguió terminando la comida, Dani le ayudó, entre los dos lo prepararon todo en un momento y se sentaron a comer.

-¿Vas mañana a la fiesta de Ángel?-le preguntó Dani. Berta negó rotundamente con la cabeza-¿No? ¿Y eso? Siempre vas…
-Ya, pero, no voy a ir más
-Pero si son una pasada-le dijo riéndose
Berta asintió-Ya lo sé, pero…no voy a ir a más, Dani
Su amigo agachó la cabeza-Entonces, ¿quieres que hagamos algo mañana?
Berta le miró sonriente y se encogió de hombros-bueno, no tenía planes, si quieres hacemos algo
Dani asintió-Es que tengo otra camisa que estrenar-se miraron unos segundos y al mismo tiempo soltaron una gran carcajada.

Después de comer, Berta fue a despedir a Dani a la puerta. Antes de salir, él se dio la vuelta y la miró con una sonrisa. Se miraron a los ojos por unos segundos y Dani se encogió de hombros.
-Bueno, gracias por invitarme a comer
-De nada hombre, hasta la próxima-dijo guiñándole un ojo
-A la próxima invito yo
Berta se rió y desvió por un momento la mirada
-Mañana nos vemos
Berta asintió-Me llamas-dijo poniéndose los dedos en forma de teléfono en la oreja. Dani le asintió y Berta ilusionada, se lanzó hacia él, le alzó los brazos al cuello, con una mano le sujetó la cara y le dio un apretado beso en los labios. Al besarle, le miró a los ojos, sonriente, pero no dejó de abrazarle. Ante esa situación, Dani le rodeó la cintura. Ambos se miraron intensamente durante unos segundos. Su amigo se dio cuenta de cómo ella se relamía los labios. Tras eso, Berta se separó de Dani. Para ella, aquello había sido un piquito de amigos de toda la vida. Pero desde aquel día, Dani se quedó un poco bloqueado y emparanoyado. ¡Hombres! Se pillan a la más mínima. Desde ese piquito pareció olvidársele que Berta se podía permitir hacer eso con él porque eran amigos desde siempre y se llevaban como dos grandes hermanos.

Ese mismo día, estaba sentada en el sofá, disfrutando de una película que estaban poniendo en la tele. Cuando de repente, mi móvil empezó a sonar. Lo cogí y vi que era el número que no conocía, decidí cogerlo y fue raro ya que yo no contestaba a números desconocidos.

-¿Si?-dije tímidamente
-¿Patricia?-escuché al otro lado del móvil
Fruncí el ceño-Si, soy yo ¿Con quién hablo?
-Soy Ángel
-¿Ángel?-le pregunté-¿Qué Ángel?
-El nuevo del barrio, el de las fiestas
Solté una carcajada-ah, eres tú…dime ¿Qué pasa?
Ángel sonrió. Diría que lo noté algo nervioso, pues balbuceaba
-Oye, que… ¿Por qué no vienes ya a mis fiestas? Se lo he preguntado mucho a Berta
Asentí, aunque no pudo verme-es que Ángel, verás, no me gustan las fiestas…
Ángel se extrañó-¿Una mujer que no le gustan las fiestas? ¡Qué raro suena eso!
No pude evitar soltar una carcajada-Pues créetelo porque no, las fiestas no van conmigo
Escuché como tomaba aire-Pues…vaya
-A ti es que te gustan demasiado-le dije sonriente
-Sí-me dijo-me gustan por mi y por ti-escuché que se estaba riendo mientras lo decía.
-Sí, tienes razón…
-Pues, no sé, me preguntaba que…si querías quedar o algo-se hizo un segundo de silencio incómodo-no para ir de fiesta, para ir por ahí, no sé a dar una vuelta, tomar algo…lo que sea
Fruncí el entrecejo. ¿Me estaba diciendo que si quedábamos? ¿Cómo tenía que tomarme esa proposición?
-¿Qué me dices?-preguntó al ver que no le contestaba.

Me mordí el labio. ¿Yo? ¿Quedar con el chulito del barrio? ¿Con el tío que se había liado con la mitad de las tías? No es que me entusiasmara mucho, pero inconscientemente le dije que sí. No me inspiraba confianza, sabía que yo había sido seleccionada la siguiente en su lista de mujeres que llevarse a la cama, pero no lo tendría tan fácil. A mí los macarras no me iban. Y por mucho que insistiera, no tendría nada conmigo. Habíamos quedado esa misma noche, así que me encerré en el baño para prepararme, la verdad es que me puse más mona de lo que me tenía que haber puesto. Cuando fue la hora, me monté en el coche, antes de arrancar, bajé la visera y me miré en el espejo. Tras ver que llevaba bien la pintura, arranqué y me fui a donde había quedado con el chulito de la calle de la paz…

Continuará...

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