Estas fotos pertenecen al blog de Patri.

15 de diciembre de 2011

capitulo 37 /Te quiero ¿Lo sabes?/


AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. Disfrutad!



TITULO: LACASITOS DE COLORES


capitulo 37 <Te quiero ¿Lo sabes?>


El timbre de la puerta sonó y yo fui a abrir ilusionada. Ángel apareció al otro lado con su sonrisa puesta. Le cogí de la mano y le hice pasar-¡Has tardado mucho!-le dije con una sonrisa. Él se dio la vuelta para mirarme a los ojos.
-He ido lo más rápido que he podido
Le regalé una sonrisa más amplia y entonces le alcé los brazos al cuello-Es broma tontito. ¿Qué tal te lo has pasado?
Ángel alzó los hombros y me rodeó la cintura con sus brazos-Bueno…he llevado a mi madre a comprar y ya está…bien, lo normal
Le di un beso en los labios y después le miré con cara de inocente. Al ver esa carita, Ángel me dijo-¡Me encantas!

Me separé de él y me mordí el labio, después nos dirigimos al salón.
-¿Has cenado?-le pregunté sentándome en el sofá
-Sí, mi madre me ha invitado a tomar algo por haberla llevado, tranquila
-Está bien, entonces ¿No quieres tomar nada?
Él me negó-No, no…estoy bien, gracias.
-Si quieres algo, solo tienes que decírmelo
Ángel asintió y después me regaló una sonrisa. Por un momento ninguno de los dos sabíamos que hacer ni que decir. Luego el tema de conversación salió solo y estuvimos hablando de varias cosas que habían pasado.
En un momento Ángel sacó un tema de conversación y Berta me llegó a la mente de repente, no pude evitar romper a llorar. Las lágrimas caían por mis mejillas acompasadas, y Ángel en ese momento no sabía cómo reaccionar. Quería ir a darme un abrazo, pero no sabía porque, no podía, había algo que le impedía hacerlo.

-No llores-Me dijo poniéndome una mano en la rodilla-Ahora ella estará en un lugar mejor
Aquellas palabras no ayudaban mucho en un momento como aquel, pero de todas maneras le di las gracias por intentarlo.
-Es que, me cuesta mucho aceptar todo esto que ha pasado-Le expliqué
Ángel asintió-te entiendo ¿necesitas que te lleve a que te vea la psicóloga?
Negué rotundamente-No, estoy bien
-¿Seguro?
Asentí y le miré a los ojos-Solo necesito tu abrazo-le dije para que de una vez por todas se decidiera a abrazarme. Y así lo hizo, me dio el abrazo más cariño, tierno y dulce que me habían dado nunca.

Después de un rato, mi llanto se calmó y pasamos a hablar de otra cosa completamente diferente. Ángel me hizo reír y reír hasta llorar de la risa.
Ninguno de los dos sabíamos lo que éramos ahora, si habíamos vuelto, si estábamos viendo a ver qué pasaba…no lo teníamos claro.
En aquel sofá, mientras hablábamos, de vez en cuando se escapaba algún beso por parte de los dos.
-Me apetece chocolate-me dijo el goloso de Ángel
Alcé las cejas-a mí también
-Pues, coge una tableta, que vamos a comer
Sonreí y alcé y bajé las cejas-Se me ocurre una cosa más divertida
Ángel alzó una ceja y me miró con una mirada seductora-¿Qué cosa?
Me acerqué a su oído-Tengo chocolate para untar-me separé para verle la cara y lo que hizo fue regalarme una amplia sonrisa-¿Lo pillas?
Él asintió varias veces
-¿Qué me dices?
Ángel me cogió de la mejilla y me regaló un beso-Me encanta tu idea.

Me levanté del sofá y llegué toda contenta con el chocolate. Ángel lo cogió y empezó a leer, se echó un poco en la mano para probarlo y asintió diciendo que estaba muy bueno.
-¿Te gusta?-le pregunté
-Rico, rico…pero más me gustas tú
Sonreí un poco tímida y entonces comenzamos a besarnos, a entrar en calor para empezar con aquel juego que ambos íbamos a hacer, un juego al que más tarde llamamos, “El juego del chocolate”.
Ángel me miró con el chocolate en la mano-¿Me dejas hacer una cosa?
Asentí-Pero depende de que cosa


-Confía en mí-Entonces me puso chocolate en la comisura de los labios y se puso en los suyos también.
Sonreí por la pinta tan ridícula que ambos llevábamos.
-Ahora, ven que te bese-me cogió del cuello y empezamos a besarnos, aquel beso fue un beso achocolatado y la verdad es que me encantó la experiencia del beso con aquel dulce sabor. Al terminar de besarnos, ninguno de los dos llevaba ni un solo rastro de chocolate en la boca. Aquello me hizo gracia y empecé a reírme a carcajadas.
Ángel estaba pensando donde podía poner ahora chocolate y yo estaba pensando en otra cosa totalmente distinta. Así que, le miré a los ojos.
-Ángel, ¿No vamos un poco rápido?
Ángel se encogió de hombros-No, no creo…tú y yo ya nos conocemos tal y como somos…esto ha sido volver a empezar, y hemos vuelto a empezar para corregir todos esos errores que tuvimos, para hacerlo mejor, y si es esto lo que queremos, no tenemos porque no hacerlo.
Asentí, quizá con el antiguo Ángel no lo hubiera hecho, pero con el nuevo sí. Me levanté y le cogí la mano, me lo llevé a mi cuarto y lo tumbé en la cama. Pero enseguida él giró y me puso abajo, siempre hacía lo mismo, le gustaba a él llevar las riendas.

-¿sabes qué?-me dijo-te voy a comer con chocolate
Sonreí y sin apartar mi mirada de la suya le dije-Estoy esperando…soy toda tuya
Lentamente me quitó la camiseta y la tiró hacía atrás. Yo sonreí, pero a la misma vez estaba muerta de la vergüenza.
Ángel dibujo una “S” por mi cuerpo y después me miró-¡Tengo unas ganas de comer chocolate, enormes!
Le miré con media sonrisa en la boca y le cogí la cabeza. Ángel empezó lentamente a comerse el chocolate que había extendido por mi cuerpo.
La verdad es que aquello estaba bien, pero había un momento en el que ya dejaba de gustarme, así que le cogí de la cabeza e hice que me besara en la boca.
-Pero tienes aún chocolate por aquí-me dijo en un susurro
-¡Que le den al chocolate, déjalo!-dije con una sonrisa
Ángel se quitó la camiseta y se abalanzó sobre mi boca, untándose él también de chocolate al apoyarse en mí. Pero no le importó en absoluto.

Después de tanto tiempo, volvimos a hacer el amor. Acabamos envueltos en chocolate, Ángel empezó a hacer el gracioso y acabamos llenos de chocolate, desde la cabeza hasta los pies. Las sábanas manchadas, todo lleno de chocolate.
-Ha sido el polvo más raro de mi vida-me dijo
-¡Ha sido bastante raro a la vez que bonito!-le dije yo.
-Tenemos que darnos una ducha ahora
Asentí-No pretenderás que me vista así, con todo el chocolate encima
Él soltó una carcajada-Venga, duchémonos juntos.
Le sonreí y asentí-vamos-entrelazamos nuestras manos y nos fuimos a la ducha, dejando nuestras huellas de chocolate por el camino.

Ángel abrió la mampara y me dejó pasar a mí primero-Anda pasa golosilla-me dijo sonriente. Entré y luego entró él. Nos dimos una ducha con agua fría, nos quitamos todo el chocolate y nos frotamos bien con gel para no ir oliendo a chocolate toda la noche.

Al salir, nos vestimos, y Ángel para hacer la broma, me miró- ¡Pues…-hizo una pausa-me gustabas más con el chocolate
-Y tú me gustas más con la boca cerrada-Le dije para vengarme de él
Ángel sonrió-No te enfades, bonita mía.
Le miré con una mirada seductora y con media sonrisa en la boca y después le saqué la lengua. Ángel no me quitaba el ojo de encima en ningún momento y con una sonrisa de idiota me dijo-¡Eres preciosa!
Me acerqué a él después de guardar una cosa en el armario y le di un dulce besito en la boca.
-¿Sabes qué?-le dije muy cerca de él aún
-Dime
-Berta me dijo un día que contigo sería feliz, que tú eras el hombre de mi vida, el hombre que buscaba. Con el que pasaría el resto de mi vida.
Ángel sonrió y me regaló una preciosa sonrisa, una sonrisa que no había visto nunca-Y no se equivocaba
Negué con la cabeza-Y por eso me he lanzado
Ángel abrió los ojos, sorprendido
-Porque me he dado cuenta de que Berta tenía razón…Es pronto para decirte “Te quiero” pero…sé que seré feliz junto a ti.
Ángel sonrió y me agarró de la cintura, acercándome a él-Pues yo si te lo voy a decir…Patricia, ¡TE QUIERO!
Mi sonrisa era muy amplia en ese momento y no me quedó otra que darle un acalorado beso en la boca.
Después de aquello nos separamos y fuimos a hacer la cena. La verdad es que ninguno de los dos terminamos de tomarnos lo que teníamos en el plato. Hablando y hablando se nos había enfriado y ya no lo queríamos.

Mi sorpresa llegó cuando Ángel me ayudó a recoger la mesa y me dijo que ya se iba. Le acorralé rápidamente contra la pared y él me sonrió.
-¿Cómo que te vas?
Él me asintió
-De aquí no te puedes ir
-¿Y eso?
-Porque entonces me dejas solita y abandonada…te tienes que quedar conmigo, además, te lo he dicho antes, que quiero que duermas aquí
-Eso significa que terminaremos haciéndolo de nuevo
Al escuchar eso, sonreí y asentí lentamente
-No, no…no porque no me quedan más condones
Solté una carcajada-No importa
Ángel abrió los ojos como platos-¿Cómo que no importa? ¡Patricia!-dijo llamándome la atención-¡Estás loca! ¡Que no importa, dice! Importa…y mucho.
Le di un beso en los labios y nos miramos a los ojos durante unos instantes
-Si lo que quieres es la marcha atrás, no y rotundamente no, antes de llover, chispea
Volví a besarle y cada vez estaba más pegada a él-Ángel…quiero que te quedes, me da igual que no hagamos el amor, me da absolutamente igual, lo que quiero es estar contigo.
Ángel me puso las manos en las caderas-¡Guapa!
-Tú
-Tú más
Le guiñé un ojo y él me miró con una sonrisa.
-Te quiero ¿Lo sabes?-Asentí-Te quiero y nunca he dejado de quererte. Cada día te quería un poco más. Sabes que desde el primer día que te vi te deseo.
Me abracé a él y entonces recordé a Berta. Sonreí, sabiendo que ahora de alguna manera la estaba haciendo feliz, porque había seguido sus consejos, porque le había hecho caso y estaba de nuevo con Ángel. Y yo tenía claro que no dejaría de quererle nunca, pasara lo que pasase. 

Continuará...


AVISO: NO QUEDA MUCHO PARA EL FINAL DEL FIC!! :(

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