Estas fotos pertenecen al blog de Patri.

12 de diciembre de 2011

capitulo 33 /Ha sido muy bonito, Patricia/




TITULO: LACASITOS DE COLORESAVISO: EL CONTENIDO DE ESTA HISTORIA NO ES REAL, ES TOTALMENTE FICTICIO, CREADO POR Y PARA LOS FANS, PARA PASAR UN BUEN RATO, LEYENDO HISTORIAS DE SUS ÍDOLOS. DISFRUTAD!





capitulo 33 <Ha sido muy bonito, Patricia>




Hubo unos días en los que Ángel dejó de llamarme, quizá tenía miedo a que le volviera a rechazar. Yo, la verdad es que tampoco ponía de mi parte y pasaba de llamarle ¿Por qué? ¿Acaso ya no quería saber nada de él?
Lo único que sabía, es que esa noche me iba a ir de fiesta, y ni siquiera iba a llamar a mi mejor amiga, no se lo iba a decir a nadie. Simplemente, me iría…
Y escogí una discoteca del centro, primero, la vi por internet y me pareció interesante, así que, allí que me fui.
Nada más entrar, dos tíos se giraron para mirarme, les sonreí y seguí entrando. Me paré al lado de la barra y me pedí un vodka con limón. Estuve un rato allí parada, bebiéndome lo que había pedido. De repente se acercó un chico bastante guapo, de ojos azules, se apoyó en la barra a mi lado y ambos nos sonreímos, pero no nos dijimos nada más. Después de un rato ahí apoyados, él me miró, al ver que me miraba, le miré yo.

-¿Estás sola?
Asentí y le di un sorbo a mi bebida
-Me llamo Miguel
Asentí-Y yo Patricia-le dije poniéndome la mano en el pecho
-¿Cómo?-se acercó más a mí porque no me había escuchado bien, o eso me pareció
-Que me llamo Patricia
El chico abrió la boca-aaaah, vale-me sonrió y se pidió un Ron con coca-cola. Tras cogerlo, se dio la vuelta y me miró-¿Vienes mucho por aquí?
Negué rotundamente con la cabeza-La verdad es que no sé lo que hago aquí…
Él me sonrió-Ahora mismo, conocerme a mí
Al escuchar eso, me dio la risa. Él me cogió de la mano-Ven, vamos a ponernos aquí

Me llevó a un sitio más apartado, donde había una mesa y unos taburetes, allí, dejamos la bebida y nos sentamos.

-Patricia… ¿Por qué dices que no sabes lo que haces aquí?
Sonreí-Es que…no suelo venir a estos sitios, no me gustan, pero…se me ha ido la cabeza y he terminado aquí
El chico sonrió y dio un trago a su vaso-Bueno…Pues si quieres nos salimos fuera
Negué-No, no…acabo de llegar, tengo que estar al menos un rato más aquí
-Ahora vamos a la pista a bailar ¿te parece?
Asentí con una sonrisa
Cuando nos bebimos lo que teníamos en los vasos, él me hizo un gesto con la cabeza y se bajó del taburete, yo me fui tras él, y nos metimos en medio de toda la gente. Allí, empezamos a bailar, cada uno por su lado. Notaba que él no dejaba de mirarme, pero yo no le hice caso, yo seguía bailando y bailando. Me gustaba bailar, pero me sentía rara, estaba bailando yo sola, con aquel chico al que no conocía de nada…la verdad es que, definitivamente, no sabía qué hacía allí.
Un chico, esta vez rubio, se acercó a mí y se puso a bailar conmigo. Yo le miré de una manera extraña y él me cogió del hombro y al oído me dijo.

-Soy Fran, ¿y tú?
-¡Patricia!-le dije
-Encantado ¿quieres tomar algo?
Negué-Ya he tomado algo, gracias
-¿Te apetece venirte allí arriba conmigo?
Miré hacia arriba, era como una sala de descanso, donde había sillones y demás
-No, gracias
-Venga, ven, lo pasaremos bien rubia
Le miré un poco cabreada-Que te he dicho que no…
De repente, Miguel, se metió por en medio
-¿Te está molestando?
El otro chico le miró con los ojos abiertos-Perdona, perdona, no sabía que tenía novio-tras decir eso, se fue lejos.
Miguel empezó a reírse-Dice que soy tu novio.
Sonreí y en ese momento se creó una cierta tensión entre los dos, noté que él se iba a lanzar a besarme, entonces me di la vuelta y seguí bailando. Pero entonces noté que él, me agarró de la cintura y empezó a bailar detrás de mí, muy pegado.
Me giré para decirle que no quería nada con él, que no se hiciera ilusiones, y entonces, al girarme, él me volvió a coger y sin esperármelo me besó. Sin quererlo, cerré los ojos y siendo fiel a la teoría que me había puesto de “Me dejaré llevar” eso hice. Me cogí a su cuello y me dejé llevar, mientras mi subconsciente no me dijera lo contrario, yo seguiría besando a aquel chico. Además, si le estaba besando y no me había apartado ya de sus labios, era por algo. Y la verdad, es que la intensidad del beso aumentaba lentamente y a mí más me gustaba.

En ese momento, mientras los dos estábamos allí, en medio de la pista, bien a la vista de todos, comiéndonos alocadamente la boca, Ángel apareció en la discoteca. Él también había ido porque se le habían cruzado los cables, y sí, se le tenían que haber cruzado justo ese día y tenía que haber entrado justo en ese momento… ¡cosas de la vida!
Nada más entrar, Ángel se quedó de piedra, me dio agarrada al cuello de aquel extraño, besándole con una pasión incontrolable. No nos quitaba la vista de encima, y se aseguro de que fuera yo la que se estaba besando con ese chico. Se aseguró bastante, porque le parecía muy raro que yo estuviera en una discoteca.
Mientras Ángel nos miraba fijamente y con la mirada llena de odio, yo me separé de aquel chico, entonces Ángel me vio perfectamente la cara. No se esperó a ver lo que pasó después, al ver que sí, que era yo, empezó a correr hacia la puerta y se fue corriendo de allí.

Me separé de Miguel y agaché la cabeza con una sonrisa en la boca. Él me miró y volvió a cogerse a mi cintura. Yo le quité las manos.
-Verás Miguel…esto…no debería de haber pasado
-¿Por qué? Ha sido…bastante bonito
Negué con la cabeza y fijé mi mirada en el suelo por un momento. Entonces Miguel, me cogió tiernamente de la barbilla e hizo que le mirara a los ojos. Me regaló su sonrisa, aquel chico tenía algo que me gustaba, por eso no me había ido ya.
-Ha sido muy bonito, Patricia, no entiendo como dices que no debería de haber pasado ¿tienes novio?
Negué con la cabeza
-Entonces no tienes de que preocuparte-Me dijo acariciándome la cara.
Bajé la mirada por un instante y me mordí el labio, después, le miré a los ojos y esta vez fui yo la que se lanzó a besarle. No sabía por qué, pero le besé. Aquel chico me atraía. Tras aquel placentero beso. Entrelazó su mano con la mía.
-Vamos ahí arriba
Le sonreí y asentí, hacía un rato había rechazado al otro chico y ahora me iba arriba con Miguel.
Nos sentamos el uno al lado el otro en un elegante sofá negro, él me rodeó con su brazo y yo me apoyé en él.
Al cabo de un rato, me separé de él-Oye, quiero que sepas una cosa
-Dime, preciosa
-Lo que pase en la discoteca, se queda en la discoteca
Miguel frunció el entrecejo-¿Y eso?
Asentí-Porque…si, es mejor
-Entonces…después, cuando te vayas de aquí, ¿No quieres saber nada de mí?
Negué con la cabeza-Lo siento mucho, pero es que…hay otro chico que me gusta y él es el hombre al que realmente quiero y seguramente acabe con él y…y no sé qué hago aquí, ya te lo he dicho antes…
Miguel sonrió y volvió a abrazarme-Bueno, no importa, ahora, vamos a disfrutar de lo que nos queda…
Sonreí y me apoyé en él, pero automáticamente me levanté de nuevo-Lo siento Miguel, no puedo quedarme más tiempo aquí, así…contigo. Me siento mal-Le di un beso en la mejilla y lo dejé allí solo, me fui de la discoteca.

Me sentía mal después de haber hecho aquello. No tenía la conciencia limpia, y eso que no tenía pareja. Pero me sentía mal por Ángel. Me fui lejos y me senté en el banco de un parque, cabizbaja, sin ganas de nada, sin entender muy bien qué hacía allí. Al levantar la cabeza para limpiarme las lágrimas, me di cuenta de que dos bancos más allá estaba sentado Ángel, en la misma postura que yo y parecía que también llorando. Me extrañé mucho y me acerqué a él. Él no se enteró de que era yo, me senté a su lado y le puse una mano en la espalda, entonces me miró extrañado. Al ver que era yo, frunció el ceño.

-¿Qué haces aquí?
Negué-¿Qué haces tú aquí?
Ángel se encogió de hombros-La verdad es que no lo sé-agachó la cabeza-¿Y tú?
-No lo sé yo tampoco
-Yo si lo sé-me dijo sin más
-¿Cómo?
-Que yo si sé lo que haces aquí
Hubo un rato de silencio-Pues…dímelo tú porque yo no lo sé
Ángel me miró a los ojos-te he visto comiéndole la boca a un chico en la discoteca
Cerré los ojos fuertemente y respiré hondo. Tenía que haber entrado justo a esa discoteca…
-Os he visto y…me he ido corriendo de allí, por eso estoy llorando
Le abracé con fuerza, pero él se mostraba distante y frío
-Ángel…lo siento
Él me miró a los ojos y me negó con la cabeza-Patricia, no tienes que darme explicaciones ¿Acaso estamos juntos? ¡Puedes hacer lo que te dé la gana!-agachó la cabeza y en voz baja, terminó diciendo-Por mucho que me duela…
Le acaricié la espalda varias veces-Ángel, es que…me he bebido una copa y…
Ángel volvió a mirarme y me cortó-Patricia, de verdad, que no te tienes que disculpar, que no importa, que es tu vida, puedes hacer lo que quieras con ella
Le miré fijamente a los ojos y estuve a punto de decirle “Pues quiero hacer que mi vida sea también la tuya” pero al final me contuve y no se lo dije.
-¿Le conocías de antes?
Sabía que la respuesta la dolería y se le clavaría en lo más profundo de su corazón, pero se lo dije-No, le he conocido esta noche
Ángel agachó la cabeza-Y… ¿te enrollas con él?
Le miré algo avergonzada-Llevaba una copilla, que iba muy cargada y se me ha subido y…
-ya, claro, siempre las culpas al alcohol-me dijo molesto
Fruncí el ceño-Es verdad, pero, no lo hubiera hecho si el chico no me gustara
-¿Te gusta?-me preguntó mirándome fijamente
Asentí-Me gusta sí, había algo que me atrae en él, pero eso no le he rechazado
Ángel respiró hondo, al escuchar eso, pensó que ya me había perdido, había aparecido aquel capullo y por su culpa se quedaría sin mi amor. Agachó la cabeza y noté que quería romper a llorar, yo seguía con la mano puesta en la espalda y entonces, él se movió para que mi mano se quitara de su espalda.
-Pero ya le he dicho que lo que pase en la discoteca se queda en la discoteca
En ese momento Ángel me miró-¿De verdad?
Asentí-No quiero nada con él, lo que ha pasado…bueno, pues ha pasado y ya está, nada más
Pude ver como Ángel hacía una mueca, estaba contento en cierto modo



-Y es que-hice una pausa-si he salido de la discoteca ya, ha sido porque no me sentía a gusto con él, que…tú has venido a mi mente y me sentía culpable
Ángel me miró sorprendido y yo le asentí con una sonrisa
-Me sentía mal, mal por ti, tenía la sensación de que no estaba haciendo las cosas bien-le miré y sonreí-por eso he salido y por eso…me he venido aquí a llorar.
Entonces, al escuchar eso, Ángel me miró a los ojos y se dio cuenta de que tenía la pintura algo corrida de haber llorado. Se dio cuenta de que no le estaba mintiendo. Por un segundo nos quedamos mirándonos a los ojos y lentamente, me decidí a ir a besarle, pero antes de llegar, este se apartó y se levantó del banco.
-No Patricia, las cosas no son así
Le miré fijamente sin entender nada
-No…no puedes llegar aquí y querer besarme así de esa manera
Al verle de pie, me di cuenta de lo guapo que iba y sonreí
-¿Encima te ríes?-me preguntó de mala manera
Quité la sonrisa de repente, en realidad no le estaba haciendo mucho caso, me reía de lo guapo que iba.
-¿Me estás escuchando?-Me preguntó al verme un poco en otro mundo
Asentí, pero en realidad no sabía de qué hablaba.
-Te digo que no puedes venir aquí y querer besarme así…
Fruncí el ceño y me encogí de hombros. Él me negó rotundamente y se sacó del bolsillo las llaves de la moto-Que no, Patricia que no, yo me voy a casa, ya hablamos otro día ¿vale?

Asentí y vi como se alejaba, me quedé allí sola en el banco, sintiendo aquello que se siente cuando alguien te rechaza. La verdad es que me sentía un poco ridícula. ¡Ángel me rechazaba! ¿Qué sería lo próximo? Aquello era lo más raro que me había pasado nunca. No le aparté el ojo a Ángel de encima hasta que no desapareció y ninguna vez se giró para mirarme. Aquello sí que era raro, que me dejase allí de aquella manera, él nunca lo hubiera hecho. Me quedé pensando, me dijo que no podía ir a besarle de aquella manera. ¿Qué le pasaba ahora? ¿Se había puesto romántico de repente?



Continuará...

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