Capitulo 28 Si te tengo que dejar te voy a dejar

AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. Disfrutad!

 Capitulo 28 <Si te tengo que dejar te voy a dejar>

Estaba en mi habitación, tumbada en la cama, llorando. Aquello que acababa de escuchar me había impactado demasiado. Creía que en Dani podía confiar plenamente, pero después de aquello me di cuenta de que ya ni él podía confiar. No sabía por que me había ido de esa manera­, sin decirles nada al respecto, pero es que no tenía fuerzas ni para hablar, ni para pegarle una bofetada, ni para gritarle.

Escuché que alguien llamó a la puerta, no contesté, pero quien fuera la abrió y asomó la cabeza.

-Patri ¿Puedo entrar a hablar contigo?- era Berta, al ver que no le contestaba, entró y se sentó junto a mi en la cama- Patri… ¿Cómo estás?

La miré de reojo y me sorbí la nariz.

-Es algo que pasó hace tiempo y creo que ya no tienes que darle importancia- hizo una pausa- de verdad, yo estoy muy arrepentida y él también- me miró fijamente- A veces los hombres se dejan llevar fácilmente y bueno… esa noche conseguí llevármelo, pero te vuelvo a decir que me arrepiento de verdad.

-¡Te tiraste a mi novio!-grité.

Berta agachó la cabeza- Lo siento, Patricia. No sabía nada, no sabía que estaba contigo.

-¡Pero él si!- volví a gritar- él estaba conmigo y aún así…- me llevé una mano a la cara-Creía que podía confiar en él, pero estoy viendo que estaba totalmente equivocada.

Mi amiga me puso una mano en la rodilla- Él está muy enamorado de ti y sé que eso ya no le va a volver a pasar.

Negué rotundamente- Si ha caído una vez puede caer más veces… y yo no puedo ir por la calle pensando en que estará haciendo mi novio.

-Patricia no pienses así.

Me incorporé y me quedé sentada a su lado- Berta- dije sin más, mirándola a los ojos- no puedo confiar en él plenamente después de esto, y supongo que sabrás que yo no doy oportunidades en estos casos.

Berta asintió- A él sí, a él tienes que dársela-hubo un rato de silencio- Dani es el hombre de tu vida. La culpa de eso fue mía… si él no quería, me dijo que no en todo momento pero, me puse demasiado pesada. Lo siento.

Estuvimos un rato calladas, pero no era un silencio incómodo, cada una pensaba en sus cosas. Mi amiga me miró mientras yo estaba ahí pensativa, intentando no llorar más de lo que ya había llorado.

-Dale una oportunidad- dijo sin más- se la merece, es un chico de puta madre y hacéis una bonita pareja.

Resoplé- Necesito hablar a solas con él.

Berta asintió-¿Le digo que venga?

-Sí, por favor.

Berta salió de la habitación en busca de Dani, al verla llegar él se levantó de la silla, estaba nervioso- ¿Qué tal? ¿Qué te ha dicho?

-Quiere hablar contigo.

Él resopló y cerró con fuerza los ojos- Pero… ¿Está bien?

Berta hizo una mueca- Ha llorado y dice que ella no da oportunidades en estos casos, le he dicho que te la dé que eres un buen tipo y que todo fue mi culpa, pero… no sé yo- le dio unos golpecitos en el hombro- entra y mucha suerte.

-Joder, te tenía que haber hecho caso, no se lo tenía que haber dicho- la miró arrepentido- ahora seguro que la pierdo, encima ha sido rebuscar en el pasado.

-Y has roto una promesa de silencio, esto prometimos no contarlo nunca.

Dani apretó la mandíbula-Pero si se lo he dicho es porque quiero que en nuestra relación haya la máxima sinceridad, ha sido un buen gesto por mi parte ¿No?

Berta se encogió de hombros- Corre con ella, anda- le dio un beso en la mejilla- Ojala no diga que quiere romper contigo.

Dani miró al cielo, tomó aire y se fue a la habitación. Cuando abrió la puerta, miré y nuestras miradas se cruzaron por un momento, él entró y cerró la puerta, algo nervioso vino y se sentó a mi lado.

-¿Qué tal?

Le miré de reojo, pero no le contesté.

-¿Querías hablar conmigo?

-¡A ti te que te parece!- le miré por primera vez fijamente-me dices que me has puesto los cuernos con mi mejor amiga ¿Y no voy a querer hablar contigo?

Dani se mordió el labio, estaba realmente nervioso y se lo noté-Patricia, lo siento… es que… fue todo muy rápido y- agachó la cabeza, llevándose las manos a la cara- Soy el hombre más asqueroso del mundo. Días atrás he estado mal por esto, porque no podía dejar de pensar en lo que hice, porque me sentía mal estando contigo sin que tú supieras nada- me miró y se limpió una lágrima- y como quiero que en nuestra relación no haya secretos, por eso he decidido contártelo, y estoy arrepentido de verdad.

Cogí aire-Lo hiciste, aunque ahora te arrepientas.

-Te quiero- me dijo sin apartarme la mirada- te quiero un montón. Y esto no volverá a pasarme en la vida, te lo juro. Porque tu eres todo para mi, lo primero, que si me faltas… no se que haría.

Respiré hondo- Dani quieres arreglarlo todo diciéndome cosas bonitas-negué con la cabeza- pero no me vas a ablandar así.

-Te estoy diciendo lo que me pide el corazón que te diga en estos momentos- se llevó una mano al pecho- no quiero perderte- hizo una pausa- sé que no perdonas una infidelidad, pero te pido que hagas una excepción conmigo, no te voy a defraudar… seremos felices, más de lo que ya somos. Si me dejas, Berta también se sentirá muy culpable.

Desvié la mirada al suelo- Si te tengo que dejar te voy a dejar, no voy a no dejarte porque a mi amiga le siente mal- le miré y vi que estaba llorando.

-No me digas esto… ¿Me dejas?

Sonreí de lado- He dicho que… si te tengo que dejar te voy a dejar…- hice una pausa para darle suspense a lo que le iba a decir a continuación- pero te quiero demasiado- al escuchar eso Dani me miró sin poder creérselo- te quiero tanto que te puedo perdonar esto que has hecho- abrí los brazos y nos dimos un abrazo gigante- pero… solo te daré una oportunidad más.

Él asintió sin poder creerse lo que estaba pasando, me cogió de la cara y me dio un beso en los labios- No te arrepentirás. Haz como si nada te hubiera contado ¿Vale?

Sonreí- No te preocupes, con que me demuestres que me quieres realmente a partir de ahora y que no me lo vuelvas a hacer…

Dani volvió a besarme- ¡Te quiero! No sabes cuanto te quiero.

Berta escuchaba emocionada al otro lado de la puerta, al ver que nos habíamos reconciliado, empezó a llorar, estaba emocionada. Abrimos la puerta y la vimos allí llorando, nada más verla así le di un cariñoso abrazo y un beso en la mejilla.

-Tranquila Berta, ya pasó todo, vamos a dejarlo atrás- la miré a los ojos- te he hecho caso y le he dado una segunda oportunidad, más que nada porque le quiero con toda mi alma, espero haber hecho lo correcto.

Berta asintió sin poder hacer que las lágrimas dejaran de salirle- Has hecho lo correcto- me dijo con media sonrisa en la boca.

A pesar de que no me gustó mucho, dejé que Dani llevase a Berta a su casa y que se fueran los dos solos.

Nada más montarse en el coche se dieron un abrazo.

-Joder tío, la que has liado en un momento- le dijo Berta sonriente.

Dani resopló-Cállate anda, que se me ha salido el corazón, creí que todo se iba a la mierda.

Berta le acarició cariñosamente la cabeza-Es que si te hubieras callado.

Él negó-Todo ha salido bien y yo he hecho lo que creía que tenía que hacer, ya está- arrancó el coche y puso rumbo a la casa de Berta.

-Yo… estoy pensando en irme, como ya dije antes de que pasara todo esto.

-Pero le dijiste a Patri que no te irías.

Ella resopló-Lo sé, pero… el ambiente ahora es distinto, ahora Patricia lo sabe.

Dani negó-Tú no te vas a ningún sitio, yo no te dejo y ella tampoco. Borra esa idea de tu cabeza.

Ella asintió enérgicamente-Está bien, la borraré.

Él la miró por unos instantes-Pero bórrala de verdad ¿Eh?

Berta soltó una carcajada- Que si, que la borro.

Dani aparcó el coche justo en la puerta de la casa de Berta, antes de bajarse del coche se miraron-Si necesitas algo, ya sabes donde estamos

Berta asintió- Lo mismo digo.

-Dame un beso- se dieron dos dulces besos de despedida- Y no te vayas ¿Eh?

Ella le sonrió-Que noooo- abrió la puerta del coche- cuida a Patricia- le guiñó un ojo y se bajó del coche.

-¡Un beso guapa!

Cuando Berta entró a su casa, Dani se quedó allí parado unos minutos, pensando en todo lo que acababa de pasar, pensando en lo rápido que había pasado todo, de repente había estado en peligro nuestra relación, había estado a punto de perderme para siempre. Se pasó las manos por la cara y se apoyó con el codo en la ventanilla.

-Si es que soy gilipollas- se dijo a él mismo y después miró la hora en el móvil- pero gilipollas… se lo he dicho, pero es que sigo arrepintiéndome- cerró los ojos fuertemente- Ella ha sido demasiado buena conmigo, me ha perdonado, yo soy un hijo de puta en toda regla y ella es un sol de persona por haber querido seguir a mi lado a pesar de todo.

Con lágrimas en los ojos llegó a casa, abrió la puerta y yo fui a recibirlo con un abrazo, pero me apartó cariñosamente de su camino, entonces pude ver que estaba llorando, sin decirme nada se fue y se encerró en la habitación. Extrañada le seguí con la mirada hasta que le perdí de vista, era todo muy raro, era la misma situación de antes pero al revés.

Intenté averiguar que le pasaba pero no tenía ni idea. ¿Le habrá pasado algo con Berta? ¿Habrá sido alguna conversación que ambos han tenido?

Me fui a la puerta de la habitación, intenté abrirla con cuidado pero la había cerrado con pestillo- Dani ¿Estás bien?

-Sí, déjame a solas unos minutos- su voz estaba entrecortada por las lágrimas.

-Cariño, no quiero verte mal.

-No te preocupes, estoy bien

-No lo estas

-Si lo estoy

Suspiré y me fui a seguir ordenando la casa, con la esperanza de que esos momentos de llorar solo fuera una etapa de nuestra relación, que solo se debiera a la noticia que me había dado. Pero no saber que le pasaba me preocupaba bastante.

Continuará...