Estas fotos pertenecen al blog de Patri.

18 de abril de 2012

Capitulo 5 "¿Vienes conmigo?"

AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. Disfrutad!


Capitulo 5 ¿Vienes conmigo?

Esa mañana estaba con Berta en la terraza de un bar tomando un aperitivo,  al solecito, desde que teníamos mucho tiempo libre quedábamos a menudo. Me contó todo lo que pasó en la fiesta después de que yo me fuera y por lo que me dijo aquello era un descontrol total, no se lo dije pero pensé que menos mal que me había ido. Ella se partía de la risa al recordarlo y lo que me sorprendía era que se acordase de todo con tanto detalle con lo borracha que iba.
Al terminar de contar la historia, me miró con una sonrisaza, nada más verle la cara, sabía por lo que me iba a preguntar, así que me preparé para escucharla.
-¿Hiciste amigos?
Negué con la cabeza, sonriente.
Berta alzó una ceja- ¿Y que pasa con el mallorquín?
La miré de reojo- ¿Qué pasa con el mallorquín?
Berta se encogió de hombros- No sé, dímelo tú- hubo un momento de silencio estuvisteis juntos toda la noche y yo vi unas sonrisas sospechosas.
-Sonrisas sospechosas… ¡Que cosas dices!
Le dio un trago a su cerveza y asintió- Sí Patricia, te digo yo que a Carlos le gustaste.
Negué mirando fijamente la botella de cerveza.
Berta se incorporó en la mesa-No seas tonta y no dejes escapar a semejante chulazo, porque no me negarás que es un chulazo.
Asentí tímidamente-Está bien el chico pero…
-¿Qué está bien? ¿Solo bien?- dio un golpe en la mesa- Patricia abre los ojos… tienes que volver a verlo, en la fiesta casi no había luz.
Solté una carcajada al ver a mi amiga tan volcada en el tema, tan volcada en que quedase con él. Se quedó mirándome unos instantes- ¡Voy a llamarle!- se sacó el móvil del bolsillo y la miré extrañada.
-¿Le vas a llamar?
-Claro, para que venga.
Negué-No le llames, estamos bien tu y yo.
Ella negó buscando el número-Tienes que verle fuera de la fiesta, verás como te gusta- se puso el móvil en el oído.

Me hice hacía atrás en la silla y resoplé, si venía me moriría de vergüenza. Berta esperó a que Caros contestase y cuando contestó me asintió felizmente con la cabeza- Carlos… sí mira, es que estoy aquí tomando algo en una terraza con Patricia, la de la fiesta y… estábamos pensando en ti, que… si te gustaría venir con nosotras- estuvo un rato en silencio, yo la miraba deseando que dijese que no podía. Berta asintió- De acuerdo- le dio la dirección, eso era que venía, cerré los ojos y tomé aire profundamente-aquí te esperamos- colgó y me miró sonriente- que viene, que está por aquí al lado.
Me pasé una mano por la frente y le di un trago a la cerveza, estaba empezando a ponerme nerviosa.
Carlos no tardó en aparecer, se puso detrás de Berta y le tapó los ojos, le miré sonriente y me lanzó un beso con los labios. Berta le tocó las manos.
-¡Carlitos!- gritó. Este le quitó las manos de los ojos, se miraron y se dieron un cariñoso abrazo, luego vino a mi, me saludó y nos dimos dos besos.
-¡Que buena vida os lleváis! ¿Eh?-cogió una cerveza y la miró- aquí tomando algo, sin preocupaciones…
-Nos cuidamos como unas marquesas- dijo Berta soltando una carcajada.
Carlos se pidió un cerveza y Berta y él empezaron a hablar de sus cosas, yo escuchaba sin enterarme de nada, pero no me importa, pues las vistas eran increíbles. Sin esperármelo él me miró y me pilló embobada en él, me sonrió y me puso una mano en el brazo.
-¿Qué tal Patri?
Asentí- Muy bien, disfrutando del solecito.
-Hace un día estupendo hoy.
Estuvimos hablando de todo un poco, pero finalmente nos centramos en la fiesta de cumpleaños de Berta. No parábamos de reír a carcajadas, me di cuenta de que Carlos era un graciosote, pero creía que era así cuando se juntaba con Berta, los dos juntos eran una explosión y yo no paraba de reír.
De repente, Berta fingió una llamada al móvil, se levantó de la silla- Vale, vale, ahora mismo voy.
La miré apurada, iba a dejarme sola con Carlos.
-Chicos lo siento, tengo que irme- le dio un abrazo y un beso en la mejilla a Carlos, dio la vuelta a la mesa y vino a abrazarme a mi.
-¿Qué haces?- dije en un susurro mientras la abrazaba.
-Para que te quedes a solas con Carlos, os servirá para conoceros.
-Te voy a matar.
-Disfruta, solo disfruta-me dijo antes de separarse de mi, me guiñó un ojo y se fue, dejándonos solos.
Carlos y yo nos miramos, aquella mirada fue fogosa por parte de los dos. Él le dio un trago a su cerveza y me miró con una sonrisa.
-¿Qué pasa? ¿Estaba todo planeado? ¿Querías quedar conmigo y no sabías como?- me dijo bromeando.
Le eché una mirada picarona, pero no le dije nada al respecto.
Él miró al frente sonriente y empezó a asentir sin motivo alguno-Vaya, vaya ¿Quién me iba a decir a mi que me iba a ir a tomar algo a una terraza con la mismísima Patricia Conde?
Sonreí de lado y agaché la cabeza-Ayer nos fuimos a comer.
-Es verdad, y fue un día precioso-me miró- nunca he comido tan bien acompañado ¿Sabes?
Nuestras miradas se encontraron y yo no dije nada, estaba presa de los nervios.
-Veo que eres muy tímida, no me lo esperaba sinceramente- soltó una carcajada y cogió su cerveza- ¿Quién iba a decirlo después de verte haciendo todas esas cosas de loca por la tele?
Sonreí-Para que veas que eso solo era un personaje, que yo no soy así, si no todo lo contrario.
Él asintió lentamente- Me encantaba ese personaje, al conocer ahora como eres de verdad, me doy cuenta de que lo hacías realmente bien- me guiñó un ojo y me mostró su cerveza- un 10 para ti.
Me puse el pelo tras la oreja- Gracias- dije desviando la mirada.

No sé si empezó a hablarme de eso para hacerse el chulito o por sacar algún tema de conversación, pero me dijo que en Mallorca tenía un yate y me contó todo lo que hacía con él, que iba a navegar, a tomar el sol…
Le escuchaba atentamente, me encantaba el mar y mientras me lo contaba me imaginaba como sería un día con él en ese yate.
-Es… es un lujo, increíble. Me encanta ir en ese yate.
Asentí con una sonrisa-Que bien, tiene que ser increíble.
Me miró de reojo- tengo que invitarte un día, te gustará.
Los ojos se me iluminaron al escuchar eso- Me encantaría- dije sin pensar.
Él me miró también- Pero invitarte de verdad, no que se quede en un proyecto
Asentí varias veces, le conté que me encantaba el mar, que cuando podía me pasaba horas y horas sentada en la arena mirando al frente. Carlos se alegró de que me gustase tanto.
-Entonces la experiencia en el yate, va a ser lo más.
Carlos se mordió el labio- ¿Qué te parece este fin de semana que viene?
Me sorprendí al escuchar eso, sonaba muy cerca, no sabía que responderle, el corazón me dio un vuelco y le miré confusa, Él no me apartaba la mirada.
-¿Tienes algo que hacer este fin de semana?- me preguntó al ver que no le contestaba.
-No-dije sin más
Él sacó su perfecta sonrisa-Pues ya tienes planes- me guiñó un ojo- yo me encargo de todo, pongo el yate, la casa… todo.
Me pasé una mano por la cara, algo avergonzada- Pero ¿Vives solo?
Asintió varias veces y me echó una mirada picarona-Vivo solo ¿Por?- alzó una ceja.
-Ah, no era por nada, era porque si estaban tus padres… ¡Que vergüenza!
Negó rotundamente- Tengo una casa preciosa para mi solito.
Agaché la cabeza, imaginándome aquel viaje, iríamos completamente a la aventura, una sonrisa se me dibujó al imaginarme ese cuerpazo en bañador.
-Te parece buena idea venir ¿No? ¿Te apetece?
-Sí, sí, perdona si no lo parece es que… estoy un poco bloqueada.
Carlos me acarició lentamente la cara, yo le miré desconcertada, pero dejé que siguiera acariciando. Si lo hacía con esa delicadeza y me miraba con esa cara, podía acariciar lo que quisiera.
Agarró su cerveza- Pues el fin de que viene pinta bastante bien- le dio un trago a su cerveza y me regaló la mejor de sus sonrisas.

Continuará...

No hay comentarios:

Publicar un comentario