Estas fotos pertenecen al blog de Patri.

13 de abril de 2012

Capitulo 3 "La fiesta"

AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. Disfrutad!

 Capitulo 3 "La fiesta"

Pasó un año, un largo año desde que el programa que presentaba se acabó, desde que aquel extraño hombre me tuvo una semana entera dándole vueltas a la cabeza con lo que me dijo en la calle. Esa noche Berta celebraba su fiesta de cumpleaños, a decir verdad estaba nerviosa, hacía mucho que no iba a una fiesta, ya tenía seleccionada toda la ropa que me iba a poner, mi idea era de ir sencilla, cómoda, con mis zapatillas y mi chaquetilla, pero Berta me había insistido que me pusiera vestido, que todos iban a ir arregladitos, así que elegí mi mejor vestido y unos tacones negros, el pelo suelto y algo rizado por las puntas.
Berta había alquilado un bajo y había invitado a bastante gente, de los cuales yo sólo conocía a mis compañeros de programa. Antes de salir, busqué un papel que Berta me había dado con la dirección del bajo apuntada, no lo encontraba por ningún sitio y ya se había hecho la hora de la fiesta, llegaría tarde. Puse el salón patas arriba, busqué hasta dentro de los jarrones, mi habitación quedó tan alborotada que parecía que había pasado un tornado y la dichosa tarjetita no aparecía. Me quedé pensando por un momento, de repente la cara se me iluminó y una sonrisa se dibujó en mi cara, fui al bolsillo de uno de mis pantalones y allí estaba, la miré y resoplé- ¡Menos mal!- dije mirando la tarjeta.

Al llegar a la fiesta todo el mundo estaba bailando con una copa en la mano, me quedé parada en la puerta, mirando el ambiente, no vi a nadie conocido, entré poco a poco mirando a todo el mundo, al mirar a la izquierda vi a Berta bailando como una loca, en ese momento se giró y me miró sonriente.
-¡Patriiiii!- gritó y vino corriendo a darme un abrazo y un beso- ¡Que bien que hayas venido! eres la única del equipo del programa que ha venido, de momento...
Alcé las cejas- ¿Que?- dije molesta.
Ella se acercó a mi oído-Sí, son todos unos sosos, pero gracias por venir, tu si que eres una amiga.
Sonreí-¡Felicidades!- le di un beso y le tendí el regalo- Toma, esto es para tí.
Berta cogió el regalo emocionada y lo abrió con ansia, tirando el papel al suelo, al ver lo que era, me miró con una amplia sonrisa-¡Gracias amiga!
Le dije "De nada" con una sonrisa y me puse el pelo tras la oreja, mirando al rededor.
-Tu no te sientas mal por no conocer a nadie-me puso una mano en el hombro- aprovecha para hacer amigos nuevos, disfruta y ponte algo de beber- señaló la barra, se dio la vuelta y se fue bailando.
Resoplé y fui a ponerme un vodka con limón, me quedé allí, apoyada en la barra, contemplando el ambiente de la fiesta, de vez en cuando veía a Berta aparecer bailando entre la gente y me daba la risa, estaba feliz y me encantaba verla feliz, ella si que sabía disfrutar de los cumpleaños.
La observé durante un rato, con una sonrsia en al boca, mientras daba un sorbo a mi copa, mirá a la derecha, la sonrsia se me borró por completo y bajé de golpe la cabeza, la bebida saltó y faltó poco para mojarme. Había un chico, bailando de manera sencilla, al lado de la pared, con un cubata en la mano y mirándome fijamente. Iba vestido normal y corriente, lo que me llamó la atención, llevaba puestos unos vaueros, una camiseta azul y encima una camisa azul clara, nuestras miradas se quedaron congeladas por un momento, mi corazón dio un vuelco, dejé de mirarle y me apoyé en la barra, estaba nerviosa, ese chico me había recordado a alguien pero no conseguía adivinar a quien. Le di un largo trago a la bebida y me sobresalté al mirar al lado y verle allí, muy cerca de mi, con una perfecta sonrisa en la boca, mirándome fijamente.
-Hola, soy Carlos.
Le sonreí de lado- Que... ¿Que tal Carlos? yo soy Patricia.
Me cogió dulcemente del hombro y me dio dos dulces besos en las mejillas, fue el primer contacto que tuve con él, y me encantó, pude comprobar que olía genial.
-Te conozco de verte por la tele.
Me psue le pelo tras la oreja y sonreí.
-Pero en persona ganas mucho-hizo una pausa- eres más guapa
Desvié la mirada- y... ¿Eres amigo de Berta?
Él asintió lentamente, aquello me puso nerviosa, no sabía de que hablarle, pero él me sacó tema de conversación enseguida.
-Al principio no iba a venir a esta fiesta, porque este fin de semana iba a aprovechar para ir a Mallorca a ver a mis padres.
Alcé las cejas- ¿Mallorca?
-Sí, soy de allí- dijo sin más.
-Pero ¿Vives aquí?
-Sí, por motivos de trabajo, Berta insistio tanto que al final me he quedado- me miró de arriba abajo- y ha merecido la pena.
Sonreí nerviosa-Mallorca es muy bonita.
Él le dio un trago a su copa- Es preciosa, pero creo que va a empezar a gustarme más Madrid.

Yo también le di un trago a mi copa, no hice ningún comentario respecto a eso, me daba miedo lo que me pudiera contestar. Le miré fijamente durante unos segundos y entonces le dije- Oye ¿Tu y yo nos hemos visto antes?
Carlos negó con la cabeza- No, es la primera vez que nos vemos ¿Por qué?
Fruncí el ceño- Es que... me resultas familiar, como si te hubiera visto en algún sitio antes.
Él se encogió de hombros- Te habrás confundido.
Asentí-Puede ser...
En ese momento Berta me agarró por atrás y me dio un beso en la mejilla- Hola Carlos- le dijo- Patricia, ¿Puedes venir un momento?
La seguí, me llevó lejos de Carlos, me cogió de hombro y se acercó a mi oído- Hablando con ese pedazo de tío ¿Eh?
Sonreí tímidamente- Se ha acercado él a mi.
-¡Es guapo! ¿Verdad?
Encogí un hombro y sonreí agachando la cabeza.
-¡Te gusta!- me sañaló con el dedo- Es que yo tengo unos amigos, que están cañon- me dio unas palmaditas en el hombro- Es un tío estupendo, un amor, venga corre con él de nuevo.
La miré con una sonrisa, negué con la cabeza y volví con Carlos, este me sonrió.
-Está feliz ¿A que si?
Asentí- me gusta que esté feliz- en ese momento alguien subió el volumen de la múscia y Carlos no me escuchó. Se acercó a mi, yo me puse muy nerviosa al verle tan cerca, tenía un cuerpo increíble, puso su boca al lado de mi oído. Cerré los ojos, fue un acto reflejo- ¿Como dices?- su aliento golpeó en mi oreja, me encantó esa sensación. Abrí los ojos lentamente y él puso su oído delante de mi boca, para escuchar mi respuesta.
-Que me gusta que esté feliz- repetí mirando su perfecta oreja.

Él me miró sonriente, muy cerca de mi cara, no se separaba de mi pues mantener una conversación más lejos era imposible. Quedé perdída en el azul de sus ojos y creo que él se dio cuenta.
-Le he regalado unos tacones- me contó- y creo que he acertado- señaló a Berta- los lleva puestos.
Le miré los tacones a mi amiga y me sorprendí, eran los mismos que los míos, me miré los pies y luego miré a Carlos- Son...iguales que los míos.
Carlos me miró los pies y se sorprendió, me miró con los ojos abiertos como platos- ¡Que buen gusto tienes!
Solté una carcajada- No, no, el que tiene buen gusto eres tú.
Él me miró de nuevo con esa sonrisa que me estaba empezando a encantar. 

Después de la primera copa vinieron tres más y al final acabe bailando con Carlos, muy pegada a él, iba un poco contentilla, el alcohol había hecho su efecto, aunque no llegaba a ir borracha.

Berta apareció de repente, ella si que iba borracha y no paraba de decir tonterías.
-¡Amigaaaaaaaaa!- me gritó- veo que no te has despegado del macizorro.
Solté una carcajada- Tía, vas borrachísima.
-¿Yo?- se señaló el pecho, tenía las mejillas sonrojadas y los ojos medio cerrados- ¡Que va! yo no voy borracha.
-No, que va- dije con ironía.
-¡Estoy muy feliz!-gritó- y tu eres la mejor amiga del mundo- me dio un apretado beso en la mejilla y desapareció entre a gente.
La cabeza empezaba a pesarme, así que me senté en el sofá, apoyé la cabeza en mis manos, cabizbaja. Cerré los ojos para ver si se me pasaba el puntillo, empezaba a estar mareada. La música me retumbaba en la cabeza y ya no podía soportarlo más. De repente noté una mano en el espalda, me incorporé y miré a ver quien era. Carlos me sonrió.
-¿Estás bien?
Asentí no muy convencida-Me duele un poco la cabeza- me pasé una mano por la frente.
-¿Quieres irte ya a casa?
-Pues, la verdad es que si, la múscia empieza a molestar.
Me acarició lentamente la espalda-Yo te llevo.
Le miré extrañada-¿Que?
-Que yo te llevo, has bebido mucho, no me gustaría que cogieras el coche así.
Sonreí de lado- No, de verdad, si vivo cerca.
Carlos negó-Insisto en llevarte.
Asentí y agaché la cabeza- Está bien, tienes razón, no es buna idea conducir en este estado- me levanté de golpe y me mareé. Me fui para los lados pero Carlos me cogió. Le miré sonriente- Gracias.
Busqué a Berta para despedirme, pero no la encontré así que nos fuimos de la fiesta. Una vez fuera, Carlos se qeudó mirando todos los coches.
-¿Cual es el tuyo?
-Ese- dije señalando- el mini.
Él me cogí para no caerme al suelo, me sorprendió que me llevase tan cerca de él, pero me encantaba notar su musculoso cuerpo.


Continuará...

No hay comentarios:

Publicar un comentario