Estas fotos pertenecen al blog de Patri.

30 de mayo de 2012

Capitulo 17 "Me preocupo de verdad"

AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. Disfrutad!


Capitulo 17 "Me preocupo de verdad"


Estaba vistiéndome en mi habitación y en mi cabeza pasaba una y otra vez la escena de Ángel y yo en el camerino, después de aquello no habíamos vuelto a hablar, ni él me había enviado ningún mensaje y parecía que no tenía intención de hacerlo. Sólo esperaba que en la fiesta me distrajera la cabeza, iba a ir a pasármelo bien y a olvidarme de todo por unos instantes. Al llegar, me quedé parada en la puerta, el ambiente era bastante bueno, Berta estaba apoyada en la barra con una copa en la mano, al verme me hizo un gesto con la mano para que fuera con ella. Al llegar me dio dos besos en las mejillas.
-¡Como te curras las fiestas! ¿no?- le dije.
Ella asintió con una sonrisa enorme- ¡Hay un ambiente estupendo!- me miró- ¿Quieres tomar algo?
Negué- No, todavía no.
Ella me cogió del brazo y se acercó a mi oído- Carlos está en el baño, estaba aquí hablando conmigo- hizo una pausa- se ha puesto súper guapo.
Sonreí de lado e hice como que no me importaba, estuvimos un rato en silencio, mirando a la gente, de repente Berta me dio un codazo.
-Mira, mira que guapo va, que peinado más sexy se ha hecho.
Le miré de arriba abajo sorprendida, la verdad es que estaba más guapo que de costumbre. Él llegó a nosotras y me miró con los ojos llenos de brillo.
-¡Anda, ya has llegado!- me dio dos besos- ¿Que tal?
Asentí- Bien ¿y tu?
-Bien- cogió su copa- esto será una buena fiesta.
Berta nos miró a los dos, sonrió y se separó de la barra- Bueno, yo tengo que... que hacer de anfitriona de la fiesta.
Tras decir esto nos dejó a solas a Carlos y a mi, le miré de reojo, él me estaba mirando todo el rato. No sabía de que hablarle, estaba bloqueada y de repente sin saber porque Ángel me vino a la cabeza, cerré los ojos fuertemente rezando para que se me fuera rápido aquel pensamiento.
-¿No quieres nada de beber?- me preguntó.
Le miré un poco agobiada- Sí, tráeme algo, lo voy a necesitar.


Bailé, reí, bebí, volví a bailar, la verdad es que me lo estaba pasando genial, Berta apreció de la nada y para mi sorpresa no iba borracha, estuve bailando con ella durante un rato.
-¿Y donde está Carlos?- me dijo al darse cuenta de que no estaba conmigo, le pareció extraño.
-No lo sé, hace tiempo que lo he perdido de vista.
Como le pareció tan raro, decidió ir a buscarle, no estaba por ninguna parte así que salió a la calle y allí estaba, apoyado en una farola con las manos en los bolsillos mirando al cielo. Ella se extrañó y lentamente caminó hacia él.
-Carlos- le dijo cuando estaba llegando a él para no asustarle. Él giró el cuello y la miró- ¿Te encuentras bien?
Él agachó la cabeza, no, no estaba bien, saltaba a la vista. Berta se paró a su lado- ¿que te pasa? ¿No estás bien?
Carlos se limitó a suspirar y fijar la mirada en el cielo.
-Es por Patricia ¿Verdad?- le dijo ella con una sonrisa, Carlos la miró extrañado.
-¿Como lo sabes?
-Te conozco y sé que sientes algo más que una amistad por ella, tus ojos y tu sonrisa te delatan cuando la ves ¿Me equivoco?
Él agachó la cabeza y negó lentamente, Berta le puso una mano en el hombro, dándole seguridad. Ambos se miraron y ella esbozó una sonrisa, una sonrisa que significaba "Cuéntamelo todo, te escucho"
Él suspiró- He salido porque... estaba ahí bailando con ella y me siento incómodo- miró a Berta- porque siento unas ganas enormes de ir a besarla, y no quiero estropear las cosas- hizo una larga pausa- hoy me he dado cuenta de que la quiero demasiado. Más de lo que me imaginaba.
Berta le dio un pequeño apretón en el hombro- Escucha... ¿Por qué no entras ahí dentro y la besas?
Carlos la miró de repente sorprendido, esta le guiñó un ojo y Carlos sonrió, le había dado a entender que yo también sentía algo por él.
-Confía en ti mismo- fue lo último que le dijo antes de volver a la fiesta.


Vi a Berta entrar y me limpié disimuladamente las lágrimas, estaba sentada en un sofá blanco, ella vino sonriente y se sentó a mi lado, al verme los ojos se extrañó.
-¿Has llorado?
Negué rotundamente con la cabeza.
-¿Cómo que no? si tienes el maquillaje extendido- me miró fijamente y me cogió una mano- Patri ¿Que pasa?
-Estoy bien, de verdad- al terminar de decir esto rompí a llorar de nuevo.
Berta me dio un apretón en la mano- ¿Cómo que estás bien? ¡Mírate!
Me limpié las lágrimas con la mano y traté de calmarme, respiré hondo y la miré a los ojos, esta estaba preocupada por mi, no dejaba de  mirarme atentamente.
-Estamos en una fiesta, dime ¿Por qué lloras?
Negué frunciendo los labios, aguantando no romper a llorar de nuevo- No puedo decírtelo.
Berta se extrañó al escuchar eso- ¿Como que no? eres mi mejor amiga, claro que puedes.
La miré con miedo- es algo muy fuerte que no tienes que contar a nadie.
-¿Estas embarazada?- gritó.
Sonreí al ver su reacción y negué- No es eso
-Ooooh, quería una mini Patri- sonrió para hacerme sonreír a mi también.
Tomé aire, dispuesta a contarle lo que me había pasado con Ángel, le dije que me dijo que tenía que hablar conmigo y que me  llevó a globomedia, concretamente a mi antiguo camerino- Y no sé como pasó todo, pero la cuestión es que... nos hemos enrrollado.
Berta se quedó totalmente bloqueada- ¿Que me estás contando Patricia?- se llevó una mano a la boca, no podía creerse que aquello fuese cierto, era normal pues no me lo creía ni yo- ¿Te has liado con el enano?
Sonreí muerta de vergüenza- Sí, contra la puerta del camerino.
-Oye y... ¿Y que tal besa?- preguntó muerta de la curiosidad. 
La miré fijamente- Berta, por favor.
Ella soltó una carcajada- Bueno, perdón, solo era curiosidad- hubo un momento de silencio- ¡Que fuerte, te has liado con Ángel...!
La miré- no entiendo porque no le rechacé, tenía que haberlo hecho.
Mi amiga le quitó importancia a la situación, no es que no la tuviera si no que lo hizo para que me sintiera mejor- Lo hecho está hecho, ya está, no tienes que llorar por eso- me miró fijamente- a no ser que... te hayas quedado pillada por él.
Desvié la mirada- no Berta, no me he quedado pillada por él.
Ella sonrió y me dio un gran beso en la mejilla- Venga- dijo dándome unas palmaditas en el muslo y levantándose del sofá- Quita esas penas y vamos a divertirnos. Esto solo ha sido un anécdota más ¡Arriba esos ánimos amiga!- tras decirme esto se fue bailando. Intenté ir a bailar, pero las ganas de llorar me podían, sin poder evitarlo las lágrimas empezaron a salir solas y decidí salir fuera para que nadie me viera.
Me senté en una acera, en un sitio donde no había mucha luz, me limpié las lágrimas, intenté parar de llorar, pensar en otra cosa, pero no podía, no me imagina que aquello fuera a afectarme de esa manera. Me tapé la cara con las manos.


Carlos que seguía apoyado en la farola, al mirar al lado me vio allí sentada y al verme tan acurrucada se preocupó y extrañado vino a sentarse a mi lado. Al sentir a alguien miré y entonces me vio los ojos lloroso.
-¡Patri! ¡Ey! ¿Por qué lloras?
Me abracé a él con fuerza sin decirle nada, necesitaba un abrazo. Cerré los ojos y noté un beso en la cabeza.
-¿Que te pasa?- me preguntó separándose de mi
Negué con la cabeza- Tranquilo, no me pasa nada, estoy bien.
Él me sujetó la cara con las dos manos y nos miramos a los ojos- No lo estás- dijo en un susurro.
Le sonreí sin apartarle la vista de encima- No te preocupes.
-Yo no puedo verte llorar- me abrazó, está vez fue él quien vino a abrazarme y yo me abracé fuerte a su perfecta espalda.
Al separarnos de aquel tierno abrazo nuestras narices rozaron y muy muy lentamente nos empezamos a separar. Le miré los labios, estaba muy cerca de los míos y podía notar su calor, su aliento golpeando en mi cara, nuestras respiraciones sonaban altas, parecía que era el momento del beso, pero al final, tras ese momento de tensión de estar tan cerca el uno del otro, terminamos por separarnos.
-Estoy mejor es que, no estoy pasando por mi mejor momento- le expliqué.
Él me pasó una mano por el hombro, atrayéndome hacia él- No quiero que estés mal, si tu estás mal yo también lo estoy.
Esbocé una sonrisa en la boca- Gracias por preocuparte tanto por mi.
-Me preocupo de verdad por alguien que me importa demasiado.




Continuará..

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