Estas fotos pertenecen al blog de Patri.

17 de mayo de 2012

Capitulo 12 "Los padres de él"

Capitulo 12 "Los padres de él"


Sin darnos cuenta, acabamos con la botella de vodka, ambos íbamos muy contentillos y no parábamos de decir tonterías y reírnos por todo. Carlos tenía las mejillas coloradas y reconozco que así estaba muy mono, se puso ese gorrito amarillo que tan bien le quedaba y me enseñó la botella.
-¡Borracha! te lo has bebido todo.
Me señalé el pecho- ¿Yo? ¿que dices? si has sido tu... el que decía que no bebía.
Él sonrió- Cuando tengo que conducir no me emborracho.
Le miré con los ojos entornados- Tienes que conducir este cacharro
Nuestras miradas se quedaron congeladas por un momento- ¿Este cacharro?- empezó a hacerme cosquillas, yo intentaba apartarle las manos, pero no podía- ¿Como te atreves a llamar a esta preciosidad cacharro?- tras decir esto paró de hacerme cosquillas, le miré esbozando una sonrisa.
-Lo siento, no quería decir eso- miré al mar- mira, un tiburón- dije bromeando.
Como dos tontos nos asomamos por la barandilla, nos quedamos mirando al mar por unos instantes y Carlos esbozó una sonrisa.
-Que tonta eres- dijo negando rotundamente con la cabeza- aquí no hay tiburones- nos miramos- aquí el único que hay está a bordo y es este- se echó mano al paquete. Cerré los ojos sonriente y le di un golpe en el hombro.
-¡oh tío, eres un guarro!
Él alzó las cejas- Yo tengo un tiburón, tu tienes una almeja...
Volví a golpearle en el hombro- Deja de decir esas cosas, estoy borrachilla pero eso no quiere decir que me agrade escucharte hablar de tu...- me señalé con la mano ahí abajo. Mientras le hablaba, él me asentía con una sonrisa, no me estaba escuchando, cuando vio que me callé, hablé él.
-Tienes unos ojos preciosos.
Agaché la cabeza, parecía qeu el alcohol me estaba bajando, al menos a mí- tu también tienes unos ojazos.
Él sonrió y dejó de mirarme, fue retrocediendo pasos hasta que se fue a la otra punta del yate, ambos nos sentamos cada uno en un extremo. De vez en cuando le miraba y veía que estaba cabizbajo, frotándose la cara con las manos, como intentando que se le pasaran los efectos del alcohol.
-¡Eh!- le dije pasado un buen rato. Carlos me miró- ¿Estás bien?
Simplemente se limitóa asentirme con la cabeza.
-¿De verdad estás bien?
Agachó la cabeza y suspiró, así que decidí ir a sentarme con él.
Le pasé una mano por su perfecta espalda y nos miramos a los ojos- ¿Estás bien?
Él esbozó una sonrisa y asintió- tranquila, sólo ha sido el bajón del alcohol... no estoy acostumbrado a beber.
Dejándome llevar le di un beso en la mejilla, me sorprendia a mi misma la confianza cogiendo con él.
-No sé para que hemos bebido tanto- dijo pensativo- parecemos dos adolesccentes.
Sonreí- digamos que se nos ha ido un poco de las manos... nos lo hemos pasado bien.
Al cabo de un rato, Carlos se levantó a por una pastilla, no se encontraba bien, al sacar la pastilla un preservativo salió disparado y acabó a mi lado. Lo miré esbozando una sonrisa y miré a Carlos, este se tiró a cogerlo muy nervioso. Nuestras miradas se cruzaron.
-Esto... esto lo llevaba aquí desde hace mucho- hizo una pausa- tanto que ni me acordaba- se rascó la cabeza- hace mucho que no uso este bolso- mintió.
Asentí lentamente, sin creerme una palabra y saqué mi alma de picarona, alcé una ceja- ¿Por qué no lo usaste?
La risa de Carlos era nerviosa y se encogió de hombros- Me sobró...
-¿Lo usarás?
Me miró fijamente-¿A que viene este interrogatorio?


Me levanté y me puse a su lado, este estaba con la pastilla en una mano y el preservativo en la otra, se lo quité en un gesto al que no pudo reaccionar, lo miré con una sonrisa- Bueno, dejaré que esta minuatura de...- miré el sabor- chocolate, siga descansando en las profundidades del bolsillo- lo guardé donde estaba y me fui a tomar el sol a la proa. Carlos me observó desde lo lejos, indeciso en si ir a hablar conmigo o no después de aquello. Decidió sentarse en una silla, puso los pies encima de la mesa y se quedó mirando como tomaba el sol, las ganas de ir a mi lado y empezar a besarme alocadamente eran demasiadas, y él mismo estaba extrañado, no sabía como no había podido pasar nada entre nosotros, si aquel momento era el perfecto, los dos solos, en medio de la nada, borrachos... pero algo le frenaba, algo ledecái que tenía que ir poco a poco conmigo, pero nunca le había costado tanto  declarar su amor a una mujer y mucho menos ir a besarla. Miraba mi cuerpo en silencio, yo no me daba cuenta, estaba medio dormida, allí se estaba agustísimo. Carlos se pasó una mano por la cara y siguió mirándome, pensando en miles de cosas, cosas que podían pasar y no pasaban. Ese día en el mar no dio para mucho mas, pusimos rumbo a la casa de Carlos, mientras hacíamos las maletas, pues ya volvíamos al día siguiente a Madrid, él me dijo que iba a pasar por casa de sus padres. Al esccuhar eso le miré horrorizada, al ver mi cara él sonrió.
-Tranquila, no tienes porque venir si no quieres.
Me mordí el labio pensativa y finalmente le miré con una sonrisa- Está bien, voy contigo, me hace ilusión conocer a tus padres.
La respuesta sorprendió a Carlos que me miró boquiabierto, me cogió y me dio un beso en la cabeza.
Los nervios empezaron a florecer en mi estómago cuando caminábamos a casa de sus padres. De repente Carlos se paró frente a la puerta de una casa y me miró- Aquí es- llamó al timbre. Al otro lado apareció una mujer no muy mayor.
-¡Cariñoooo!- gritó al verle y mientras le abrazaba se lo comió a besos -¿Como estas precioso?
-Muy bien, mamá ¿Que tal?
Ella asintió de un cabezazo y le acarició la cara- Que moreno te has puesto.
-Mira, esta es... Patricia, una amiga.
Su madre me miró boquiabierta- Hola monada- nos dimos dos besos y miró a Carlos- pero... ella es, la presentadora guapa de la sexta.
Carlos y yo soltamos una carcajada y nos miramos- Sí, es la presentadora guapa.
Su madre se puso las manos en el pecho- ¿Como iba a imaginar que yo te iba a tener en mi casa?
Asentí- Ya ve, cosas de la vida.
-Háblame de tú, Patricia, no te preocupes...
Sonreí agradecida, aquella mujer era muy maja, me gustaba la gente así.
-Que gran programa el tuyo- me decía y miró a su hijo- ¿Estáis juntos?
Carlos abrió los ojos como platos- No- dijo casi en un grito- Somos amigos- me miró- hemos venido a navegar, pero ya nos vamos mañana.
-Que pena.
-Es que llevamos aquí todo el finde.
-No, no, que digo que qué pena que no estéis juntos- se dio la vuelta- venir ¿queréis tomar algo?
Carlos y yo nos miramos con una sonrisa- Pérdonala, algunos comentarios...
Negué- No importa, cosas de madres...
Nos sentamos en el sofá del salón y su madre no tardó en traerme una foto de cuando Carlos era pequeño.
-¡Que monada!- dije mientras Carlos se moría de vergüenza.
-¡Mamá, ya!- le exclamó al ver que iba a sacar el albúm de la primera comunión. Su madre le miró y se sentó junto a mi en el sofá.
-Perdón, a mi es que las visitas me vuelven loca- hizo una pausa- y más si son tan importantes como la de hoy.
Sonreí de lado- No digas eso, solo soy una mujer más.
Su madre me puso una mano en la rodilla- Eres un tesoro- miró a su hijo- ¿Que tal todo por Madrid?
-Muy bien, el trabajo bien y... haciendo amigos nuevos- me miró con una mirada que consiguió ponerme nerviosa.
-Buenos amigos- dijo su madre. Carlos asintió- ¿Como os conocísteis?
-Gracias a Berta- contestó él- en la fiesta de su cumpleaños.
-Andaaa Bertita ¿Como está?
Ambos asentimos y su madre me miró- ¡Está genial, no para de currar de un sitio a otro, está feliz!- contesté.
-Sigue como siempre.
-Dile que tengo muchas ganas de volver a verla, que se venga un día.
Él asintió y me miró de una manera algo inquieta, aunque yo no lo noté.
-Hombre, ya ha llegado la nenaza de la casa- de repente su padre entró en el salón, le estrechó la mano a su hijo- ¡Anda que sorpresa, la rubia de la sexta!- miró a su mujer- ¿te has comprado una tele en 3D?
Su mujer sonrió- Dale dos besos, anda.
-Encantada- le dije tras darle dos besos. Carlos negó con una sonrisa en la boca.
-Tan bromista como siempre.
-¿Eres... oficialmente mi nuera?- dijo señalándome con el dedo.
Le miré un moemento y después miré a Carlos, me había desconcertrado la pregunta y no sabía porque, pero en 2 seg se me pasaron miles de cosas por la cabeza.


Continuará...

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