Estas fotos pertenecen al blog de Patri.

28 de marzo de 2012

Capitulo 26 El milagro

AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. Disfrutad!

Capitulo 26 <El milagro>

Amanecí abrazada a Dani, él ya estaba despierto desde hacía rato, le di un beso de buenos día en el hombro, él me miró y me dio los buenos días. Le noté pensativo, estaba mirando el techo todo el rato, ausente. Le abracé con más fuerza y apoyé mi cabeza en su pecho.
-Parece todo mentira.
-¿Cómo?
Asentí- Parece que en realidad no ha pasado nada, que Berta está bien.
Dani empezó a acariciarme la cabeza, no me hizo ningún comentario al respecto, siguió mirando el techo, pensando en es que tanto le estaba rondando por la cabeza esa mañana.
-Ey ¿Estás bien?- le pregunté preocupada al verle tan raro.
Dani asintió, en ese momento le noté los ojos llorosos. Le di un beso en la mejilla.
-Esta situación te duele igual que a mi ¿verdad?
Él cerró fuertemente los ojos y una lágrima se resbaló por su mejilla, no me respondió tampoco a eso, estaba bastante raro. Me apoyé en su pecho y empecé a acariciarle.
-Hoy quiero ir a verla, quiero saber cómo está. ¿Vendrás conmigo?
La única respuesta que me dio fue encogerse de hombros. Alcé la cabeza y le limpié una lágrima que le caía, le di un dulce beso en los labios.
-Al fin y al cabo, la culpa de que a Berta le haya pasado esto es mía
Dani me miró de repente- No digas eso ni en broma.
-Cruzaba la calle mientras me enviaba el mensaje a mi… la culpa es mía.
Él me estrujó fuerte contra su pecho-No digas eso, no tienes la culpa de que ese hijo de puta le haya hecho esto… te recuerdo que él tenía un semáforo, y se lo saltó.
Volví a apoyarme en su pecho y suspiré, aunque Dani me dijese que no, yo me sentía culpable de lo que había pasado. Lo que me parecía raro es que no me hubiese derrumbado y empezado a llorar, pero era porque no me lo creía todavía, cuando la viese allí, en el hospital, iba a llorar tanto que podría llenar una piscina.
No quise seguir pensando en el tema, así que me incorporé y me puse un poco encima de Dani, empecé a darle besos por el cuello hasta llegar a su boca. No le noté receptivo, mientras yo le besaba él no ponía de su parte y ese gesto me extrañó bastante. De repente mientras yo le besaba, se incorporó, se quitó las sábanas de encima y se bajó de la cama. Me quedé como una tonta mirándole, allí, en la cama, apoyada con el codo.
-¿Ocurre algo?
Él asintió-Sí, que tú no mereces a alguien como yo a tu lado.
Fruncí el ceño, en ese momento se dio la vuelta y me miró- Tu mereces a alguien mucho mejor- agachó la cabeza- No merezco estar contigo- se dio la vuelta y desapareció de la habitación.
-Dani… ¿Por qué dices eso?- no entendía nada, me quité las sábanas y fui a buscarle, salí descalza al salón pero no estaba, se había ido de casa. Me senté en un brazo del sofá y me quedé pensativa. De repente me había dicho aquello, sin ningún porque y se había ido. Me decanté porque la historia de Berta le estaba haciendo verlo todo con otro punto de vista, pero que en realidad no pensaba eso.
Desayuné tranquilamente y me vestí, mientras organizaba la casa, llamé a mi amigo Miki, necesitaba contarle lo que me había pasado.
-Puede que pienses que solo te llamo para contarte mis penas- le conté.
-No, que va, llámame cuando quieras y para lo que quieras, sabes que voy a estar ahí siempre.
En poco tiempo se plantó en mi casa y le conté el amanecer tan raro que había tenido junto a Dani. La cara de mi amigo era muy rara, estaba intentando encajar las piezas pero no podía.
-¿Por qué te ha dicho eso?- se preguntó a él mismo.
Me encogí de hombros y me llevé una mano a la cabeza- No tengo ni idea, pero me ha dejado un poco desconcertada.
-Me faltan datos en esta historia.
Le miré extrañada- es todo, ya no hay más, cuando me he despertado estaba llorando.
-Dices que puede ser por el tema de Berta…
Asentí varias veces- Es lo que creo.
Mi amigo negó rotundamente- Él ha hecho algo que no te ha contado.
Abrí los ojos como platos- ¿Cómo?
-Claro, te he dicho “Tu mereces a alguien mejor” “No te merezco”
Le miré con miedo- Miki no me digas esto.
Él asintió mirándome fijamente- Ha hecho algo y está claro que se arrepiente y también está claro que no te lo ha contado.
Me llevé las manos a la cara y de repente el corazón me dio un vuelco- ¿Y si ha atropellado él a Berta?
-Hala ¡Loca! ¿Cómo va a hacer Dani semejante cosa?
Resoplé- Tienes razón, no creo que fuera capaz y encima darse a la fuga, además, en el momento del atropello él iba conmigo en el coche.
Miki asintió- Claro, está claro que él no ha sido.
-Entonces-miré a mi amigo- ¿Qué es lo que ha hecho?
-Sólo tú puedes preguntarle e intentar saber porque te ha dicho eso esta mañana.
Le di un gran abrazo a ese pedazo de amigo que tenía, siempre conseguía ponerme las ideas claras y despejar mis dudas y lo mejor de todo es que las conclusiones que sacaba de las historias, siempre eran verdad, no se había equivocado ni una sola vez. Por eso cuando me decía algo malo quería morirme, pues sabía que tendría razón.

Decidí ir a ver a mi amiga al hospital, yo sola, sin decírselo a Dani, llegué nerviosa y pedí entrar a verla, para mi sorpresa me dijeron que me esperase un momento pues ya había un chico dentro. Extrañada y muerta de curiosidad puse la oreja pegada a la puerta.
-Berta yo… no sé como contarle esto- escuché que decía. Era Dani, su voz era inconfundible. Abrí la boca sorprendida- sé que es algo que pactamos callar para siempre, pero es que siento que tengo que decírselo- le contaba a Berta, no sabía si le estaba escuchando o no, pero él le hablaba- Se porta tan bien conmigo…-hizo una pausa y pude escuchar un sollozo, estaba llorando- No puedo despertar todos los días a su lado, sentir como me abraza y yo estar jodido por tener eso en el recuerdo.
Fruncí el ceño, había entendido que hablaba de algo que no me gustaba en absoluto, pero a la vez lo que le estaba contando de mi era tan bonito.
-Estoy completamente enamorado de ella, ya lo sabes- esbozó una sonrisa- pero…creo que se lo voy a contar. Espero que estés de acuerdo conmigo- hizo una pausa- y… solo espero que no se enfade demasiado, que lo comprenda. Perdona por no saber guardar nuestro secreto- se limpió las lágrimas- espero que te recuperes rápido, nos quedan muchas aventuras que vivir a los tres juntos- le cogió la mano y le dio un beso.

Al escuchar que había dejado de hablar, me separé corriendo de la puerta y disimulé mirando por la ventana. Dani abrió la puerta y se sorprendió al verme allí.
-¡Patricia!
Me giré con una sonrisa y me acerqué a él- No sabía que eras tú el que estabas dentro- mentí.
Dani agachó la cabeza y se metió las manos en los bolsillos. Le puse una mano en el hombro- ¿Estás bien?
Él hizo una mueca- Sí.- dijo finalmente- necesitaba verla
-Es que como te has ido de esa forma
Él me miró a los ojos- Perdona, estoy…un poco raro estos días
Agaché la cabeza y me mordí el labio, después le miré a los ojos- Bueno, voy a entrar yo a verla.
-Lleva cuidado, el shock de verla así es muy fuerte.
Asentí, respiré hondo y entré. Al verla ahí, tan llena de cables, tumbada, con los ojos cerrados, un nudo se me hizo en el estómago, las lágrimas vinieron a mis ojos, me quedé mirándola por un momento, fui fuerte y no rompí a llorar, me acerqué a ella, le cogí la mano y le di un beso-Hola Berta, soy Patri…- por un momento me sentí idiota al hablarle ya que no me iba a responder-Espero que salgas de esta cuanto antes, necesito volver a notar tus abrazos- sonreí de lado- necesito decirte lo que te quiero un montón y que eres la mejor persona que he conocido en la vida- le di otro beso en la mano- He cogido a 3 sospechosos, uno de ellos es el hijo de puta que te llevó por delante… le meteré en la cárcel por el resto de su vida, puedes estar tranquila- sonreí. Tomé un poco de aire para continuar hablando- Ese mensaje que me enviaste minutos antes de lo que te pasó… tengo que decirte que no me gusta la idea de que te vayas lejos de mi- la miré fijamente- porque yo necesito estar contigo. Si te vas lejos para olvidarte de todo ¿Qué pasa conmigo? Te necesito cerca y… suena raro pero, yo te ayudaré a superarlo.
Sentí que ella me dio un apretón en la mano. La miré con los ojos abiertos, no me podía creer que me hubiese dado un apretón. ¿Qué quería decirme con aquello?

De repente el aparato empezó a emitir un pitido muy raro, me asusté mucho y retrocedí un paso soltándole la mano de golpe, tres médicos entraron corriendo a la sala y empezaron a toquetear los aparatos, a tomarle el pulso.
-¿Le has hecho algo?
Negué rotundamente- Solamente le estaba hablando, le tenía una mano cogida, pero… no he tocado nada.
-Por favor, abandona la sala.
Muerta de miedo salí de allí, para mi sorpresa Dani estaba allí todavía, esperándome. Al ver que habían entrado tan de repente los médicos y que yo llevaba esa cara, me dio un abrazo y un beso en la cabeza. Empecé a llorar mientras le abrazaba.
-Dani… me ha dado un apretón en la mano- le conté entre lágrimas.
-¿Cómo?
Me separé de él y asentí- Que sí, que me ha dado un apretón en la mano… le estaba hablando y le tenía la mano cogida y me ha hecho así- cogí la mano de Dani y le demostré como lo había hecho.
Él me miró a los ojos- Y… ¿Por qué han entrado los médicos tan deprisa?
Me limpié las lágrimas- La máquina ha empezado a pitar justo después de notar aquel apretón- agaché la cabeza- por la manera en la que sonaba no tiene muy buena pinta- le miré a los ojos, asustada- a lo mejor aquel apretón ha sido su último adiós, se ha despedido de mi…
Dani me abrazo con fuerza- No digas eso Patricia- cerró los ojos aguantándose llorar.
Cada vez entraban más médicos en la sala y por la manera de correr que tenían no me gustaba nada, en ningún momento dejé de abrazar a Dani.
-Esto no me gusta- dije sin más.
Él me besó la cabeza- Piensa en positivo.
-¡No puedo! Mira como corren… seguro que ya está muerta.
Dani me separó de él y me miró fijamente a los ojos- ¡Patricia!- me gritó- No voy a consentir que no digas cosas que no sabes, y menos eso.
-No lo deseo- dije negando con la cabeza- solo quiero que esté bien, que esto solo sea un susto.
-¿Quieres que bajemos a la cafetería a tomar algo?
Negué y me abracé más fuerte- No tengo ganas de comer nada, tengo el estómago cerrado.
-Sentémonos aquí.
Nos sentamos en un banco, de cara a la puerta donde estaba mi amiga. Yo no dejaba de llorar aunque ya lo hacía en silencio y sin el consuelo de Dani. Estuvimos allí más de media hora y de aquella habitación no salía nadie a quien pudiéramos preguntar lo que había pasado.
Dos horas pasaron y allí estábamos nosotros, sin noticias, sin saber absolutamente nada, estuvimos dos horas con el corazón en la mano prácticamente. Dani me trajo un zumo, ya que no quería comer nada, que por lo menos tomase vitaminas.
De repente salió un médico y se acercó a nosotros.
-Buenas
Le miré aterrada y las lágrimas volvieron a mis ojos, no estaba preparada para lo que iba a decirnos, en absoluto.
-¿Familiares o pacientes de Berta?
Dani asintió y se levantó del banco, yo no lo hice, no tenía fuerzas. Agaché la cabeza y cerré con fuerza los ojos, esperando escuchar aquella trágica noticia que cambiaría mi vida.
-¿Quién ha hablado con ella por última vez?
Dani me miró- ha sido ella.
Yo seguía con la cabeza agachada y los ojos cerrados, no quería mirar.
-¿Le has dicho que la necesitas cerca y que es la mejor persona que has conocido en la vida?
Al escuchar eso abrí los ojos, fruncí el ceño, pero no le miré, me quedé cabizbaja, pensando en cómo podría haberlo sabido, si nadie estaba conmigo en la sala.
-Dice que tú también eres la mejor persona del mundo y que no piensa irse lejos de ti nunca en la vida.
Alcé la cabeza y le miré sin entender nada. Al mirarle y ver que tenía una sonrisa dibujada en la boca, yo también sonreí ampliamente- ¿Cómo dice?
Él asintió- Como oyes, me ha pedido que te lo diga.
-Pero…- mire a Dani, que este también sonreía.
El médico me puso una mano en el hombro- Tu amiga está bien, puedes estar tranquila. Ha despertado del coma sorprendentemente y… mejora favorablemente, está fuera de peligro, no nos lo podemos creer ninguno- hizo una pausa- ha sido una manera de mejorar increíble, nunca nos había pasado- me miró fijamente- creemos que en parte se debe a que ha escuchado a alguien que quiere tanto como a tu y eso le ha dado fuerza y ánimos para luchar y abrir los ojos.
Miré a Dani sorprendida y nos envolvimos en un gran abrazo, él me dio todos los besos que quiso y más. Con los ojos llenos de vida miré al médico, la sonrisa no se me iba de la boca.
-Antes de que empezase a pitar la máquina, me dio un apretón en la mano- le conté.
Él asintió- Creo que era su manera de darte las gracias por darle esa fuerza, gracias por todo lo que le has dicho, y que iba a despertar.
-¿Puedo entrar a verla?
-Mejor mañana, tiene que recuperarse un poco más.
Asentí varias veces- mañana estoy aquí sin falta- Le di también un abrazo al  médico, estaba que no me lo podía creer y pensé que aquello había sido un milagro, nunca llegué a entender cómo se había mejorado tan rápido.

Continuará...

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