Estas fotos pertenecen al blog de Patri.

18 de junio de 2012

Capitulo 20 "Has puesto tu curiosidad en práctica"

AVISO: El contenido de esta historia NO es real, es totalmente ficticio, creado por y para los fans, para pasar un buen rato, leyendo historias de sus ídolos. Disfrutad!


Capitulo 20 "Has puesto tu curiosidad en práctica"


¿Ya está? ¿Ya no iba a hablar nunca más con Ángel? ¿Así era como había terminado nuestra amistad? me levanté del sofá dispuesta a salir de aquella casa, después de lo que había pasado, tenía que irme de allí porque constantemente tenía ese pensamiento en la cabeza y al final terminaría volviéndome loca. Decidí irme andando, respirando aire fresco, envuelta en mis pensamientos me alejé demasiado de casa ni si quiera me di cuenta de todo lo que había andado. Me quedé parada y miré a mi al rededor, esbocé una sonrisa al ver donde había acabado "Desde luego es que voy andando y no me entero" al girar para dar media vuelta me tropecé con alguien.
-¡Tía lleva más cuidado por donde vas!-me gritó.
-Perdona- al ver quien era empecé a reírme a carcajadas- ¡Berta! que susto me has pegado, ya pensé que me ibas a partir la cara por no mirar antes.
Ella también soltó una carcajada- Sabía que eras tu, por eso he puesto mi voz chunga.
Le di un abrazo, la verdad es que me había hecho ilusión encontrármela por ahí, la necesitaba en ese momento. Ella me pasó una mano por el hombro y caminamos abrazadas así unos pasos. Ella me iba contando no sé que historia de una cucaracha en su baño, pero yo no le estaba prestando atención, de repente y con cuidado me separé de ella y me paré en seco, ella me miró.
-Era asquerosa, que asco me dan esos monstruos- se paró  y me miró la cara- ¿Que te pasa?
Respiré hondo- Me he acostado con Ángel- solté de repente. Berta abrió los ojos como platos y vino a mi lado, se acercó a mi, como para que nadie nos escuchase hablar y me miró fijamente a los ojos.
-¿De verdad?
Asentí lentamente, ya no me salía ni hablar, estaba nerviosa y algo arrepentida.
-¿De verdad?-volvió a repetirme ella.
-¡Que si!


Retrocedió unos pasos y se llevó las manos a la boca, dio dos o tres vueltas sin poder creérselo, llevándose las manos a la cabeza y con una sonrisa en la boca, al cabo de un rato volvió a mi lado y me cogió del brazo, en un susurro me dijo- ¿Y como fue todo?
Suspiré-Todo por mi culpa, porque soy tonta.
Ella asintió y alzó una ceja- entiendo... la curiosidad de saber como sería ¿A que si?
La miré extrañada, era justo eso- ¿Como lo sabes?
Berta frunció los labios y asintió varias veces- Yo también tenía curiosidad ¿Sabes?- nos miramos y soltamos una carcajada- no te lo voy a negar, pero... tu has puesto tu curiosidad en práctica.
Me llevé una mano a la cara y comenzamos a andar de nuevo, Berta me llevaba cogida del brazo- Tía, esto es muy fuerte- la miré asustada- por favor no se lo vayas a contar a nadie.
Berta negó rotundamente- Que va Patri, estas cosas no se cuentan.
Mientras andábamos se lo conté todo, no entré en detalles porque yo soy muy tímida, pero le conté mayoría de las cosas. Ella se quedó alucinando al ver que cuando me llamó para quedar y le dije que no estaba con él. Sin saber como lo hizo acabé en la puerta de la casa de Berta, allí nos separamos.
-Me has traído a tu casa
Ella sonrió y asintió- Ya, ya lo sé. Es que como íbamos hablando y tal, ni me he dado cuenta, yo como venía a mi casa.
Solté una carcajada- tía, pues yo me tengo que ir, que tengo que hacer la comida y demás cosas y aún me queda un buen tramo de camino.
Ella sonrió- No me puedo creer todo lo que me has contado.
Sonreí agachando la cabeza, muerta de la vergüenza.
-Cuando te has despertado y le has visto ahí, me imagino tu cara.
Resoplé y desvié la mirada- Me he llevado un susto...- sonreí- Pero bueno, trataré de olvidarlo.
Berta me dio un dulce beso en la mejilla y nos envolvimos en un gran abrazo- Desde luego Patri, lo que no te pase a ti, no le pasa a nadie- me dijo mientras me abrazaba.


Me separé de ella y nos sonreímos de nuevo, a ambas nos hacía mucha gracia lo que había pasado, aunque igual a mi no me hacía tanto pero ver a Berta reírse de esa manera me provocaba una crisis de risa a mi también.
-En fin Berta, que ya me voy a casa- me despedí y justo en ese momento alguien me tocó el hombro por atrás.
-¿Como que te vas? pero si acabo de llegar
Me giré extrañada y vi a Carlos detrás de mi, más guapo que nunca, con ese gorrito amarillo que se ponía a veces y que tango me gustaba. Le sonreí muerta de la vergüenza, me costaba mirarle a la cara, me sentía mal después de lo que había pasado con Ángel, sentía que había hecho algo malo, que le había traicionado aunque en realidad no era así porque no tenía nada con él.
-Hola Carlos ¿Que... que tal?
Él me guiñó un ojo- Muy bien, dame un beso- nos dimos dos besos y miró a Berta- he venido a ver a mi amiga y... ¡Vaya sorpresa! ¡Estás tu aquí!
Sonreí agachando la cabeza- Nos hemos encontrado de casualidad y... he venido a parar a su casa sin darme cuenta.
Carlos asintió- Claro, si es que os ponéis a hablar y no tenéis quien os pare
Berta y yo soltamos una carcajada- Como nos conoces bandido- le dijo ella.
Él sonrió y se ajustó el gorro, después me miró fijamente- ¿No te quedas?
Negué con un poco de miedo- No, me voy a casa que tengo que hacer varias cosas- retrocedí un paso y miré a mi amiga- Bueno Berta, ya nos vemos otro día con más tiempo.
-Como quieras Patri- me lanzó un beso con la mano- Lleva cuidado por ahí
Le sonreí y retrocedí otro paso- Vale, un  beso guapa- miré a Carlos- Nos vemos Carlitos.
Este me guiñó un ojo, era increíble que con solo eso consiguiera volverme loca, aquel hombre no era normal- Nos vemos preciosa- soltó.
Me quedé mirándolo unos momentos y entonces ya me di la vuelta y puse rumbo a mi casa, cabizbaja, pensando en él y en sus preciosos ojos, por un momento haberle visto me había hecho olvidar el desliz que había tenido con Ángel.




Continuará...

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